miércoles, 29 de noviembre de 2023

Una y otra vez los «Elgin Marbles»


Mucho tiempo atrás, Rine Leal le dijo a un amigo mío que estudiaba literatura griega en Cuba, que si quería conocer esa cultura no tenía que viajar a Atenas sino a Londres y París. Por supuesto que entonces mi amigo no podía ni lo uno ni lo otro, así que la elección lo dejaba un poco indiferente, pero reconocía que Rine tenía razón; y cuando me lo dijo yo supe a donde tenía que ir primero, si es que lograba alcanzar otro primero, el importante, y lograba largarme de la isla del desasosiego.
Durante muchos años pensé que donde mejor estaban los “Elgin Marbles” era en el British Museum. Ahora no estoy tan seguro pero tampoco opuesto a que sigan allí. Tanto el de Londres como el Museo de la Acrópolis son excelentes instalaciones y los dos países que los albergan son naciones democráticas.
El argumento más fuerte para la devolución de los mármoles a Grecia sería el del país de origen, Pero esa apariencia de fortaleza y legitimidad no debe impedir reconocer la historia —con mayúsculas y sin ellas— de Europa y de un poco más allá: la del Imperio Otomano.
Grecia no siempre fue parte de Europa y los turcos utilizaron el Partenón como polvorín. Así que la instalación no estuvo libre de cañonazos y explosiones. Lord  Elgin tampoco fue un simple saqueador de ruinas, ni por otra parte un santo como ningún europeo de entonces y ahora. 
Si de guerras y saqueos se trata, y de la devolución de los saqueos y robos producto de las contiendas, el Louvre se quedaría vacío; y no de reliquias, esculturas y pinturas extraídas del Levante, América o África, sino de otros países europeos como Italia cuando no era Italia. 
Así que lo mejor es buscar el pasaje para Francia y ahorrarse trayectos más lejanos. Que eso suena a ser reaccionario, sí, me temo que sí.
Por otra parte, hay esculturas del Partenón también en el Louvre, los Museos Vaticanos, el Museo Nacional de Copenhaben, el Kunsthistorisches Museum de Viena, el University Museum de Würzburg y el Glyptothek de Múnich; y el dato forma parte de lo que los británicos —tan pulcros siempre con esos detalles— ponen a la disposición de visitante en un breve plegable: su justificación de por qué no devuelven las obras, que por otra parte compraron (solo que a Elgin y no a gobierno de Atenas, que entonces, ah, no existía.)
Sin embargo, las esculturas vuelven una y otra vez (por cierto, creo que la mayor presentación en apoyo de la devolución no está en las declaraciones políticas sino en el Museo de la Acrópolis de Atenas, donde se muestran las que están y las que faltan, porque por supuesto a estas alturas nadie pretenden verlas en el Partenón).
Pero en este mundo “poscolonial” (para muchos), los famosos frisos han pasado de disputa a enredo diplomático para el primer ministro británico, Rishi Sunak, tras cancelar este una reunión con su homólogo griego, Kyriakos Mitsotakis.
El domingo el mandatario griego le dijo a la BBC que tener parte de ese tesoro histórico en Londres y la otra en Atenas “es como partir la Mona Lisa en dos”.
A última hora, el despacho de Sunak canceló la reunión con Mitsotakis programada para el martes.
Una ley de 1963 prohíbe el retiro de artefactos en la colección del Museo Británico y, aunque Londres dice no tener planes de cambiar la ley, ha contemplado la sugerencia de “prestar” temporalmente los frisos a Grecia. Esa solución a mi me parece un insulto para Grecia y una muestra de la clásica hipocresía británica. Aunque por otra parte no me molesta que los frisos se queden en Gran Bretaña, donde por cierto están muy bien conservados y colocados y al alcance de todos (la entrada a los museos de esta nación es gratuita). 
Así que para quien no vive ni en Atenas ni en Londres, todo se decide a la hora de sacar pasaje. Por supuesto esa postura (palabra horrible) es superficial y reaccionaria. Pero cuando uno está de vuelta de ilusiones y revoluciones, lo mejor resulta sentarse a seleccionar la aerolínea.

martes, 28 de noviembre de 2023

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos pide al régimen una investigación «rápida» sobre muerte de manifestante preso


Luis Barrios Díaz, de 37 años, falleció en un hospital de La Habana tras haber sido trasladado de la cárcel donde se encontraba preso, informó el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, con sede en Madrid, informa la AFP.
“CIDH [Comisión Interamericana de Derechos Humanos] llama al Estado a investigar rápida e imparcialmente la muerte” del manifestante que “se encontraba privado de libertad tras su participación en las protestas del 11 de Julio”, dijo la comisión con sede en Washington, en su cuenta de la plataforma X, antes Twitter,
Esta muerte “estaría relacionada con la ausencia de atención médica adecuada en prisión”, agregó la comisión.
De acuerdo con el observatorio, Barrios Díaz, que purgaba una sentencia de nueve años, estuvo hospitalizado en agosto por problemas respiratorios. Pese a su mal estado de salud había sido devuelto a la prisión de San Miguel del Padrón en La Habana debido a que las autoridades dijeron que no podían vigilarlo permanentemente en el centro de salud.
Luego fue trasladado al hospital y murió por una complicación pulmonar tras haber sido operado el sábado, según la misma fuente.
La embajada de Estados Unidos en Cuba expresó su “indignación” e hizo “un llamado al gobierno cubano a que respete los derechos humanos de todos y todas, incluidos los derechos de los presos políticos”, en su cuenta de X.
“Nadie debe ser encarcelado en Cuba ni en ningún lugar por expresar públicamente sus opiniones políticas”, añadió.
Cientos de cubanos fueron condenados con penas de hasta 25 años por su participación en las manifestaciones del 11 de julio de 2021, cuando miles se lanzaron a las calles al grito de “Libertad” y “Tenemos hambre”.
El gobierno cubano argumenta que estas manifestaciones fueron orquestadas desde Washington.
Hace unos días La Habana negó en un mensaje en la red social X que en Cuba haya presos políticos, luego de las críticas que recibió de varios países durante el Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, por mantener en prisión a los manifestantes con largas penas.

lunes, 27 de noviembre de 2023

A la espera de un «diálogo honesto»


El representante especial de Derechos Humanos de la Unión Europea, Eamon Gilmore, se reunió el viernes con las autoridades cubanas con quienes, aseguró, espera sostener un diálogo honesto, informa Andrea Rodríguez de la Associated Press.
Países de la UE han criticado a Cuba en materia de derechos civiles sobre todo después de los arrestos y enjuiciamientos de personas tras las manifestaciones de julio de 2021, algunas de las cuales fueron pacíficas pero otras terminaron en acciones vandálicas. El gobierno de la isla aseguró que los sentenciados fueron juzgados por los tribunales por delitos tipificados por la ley.
“Durante el transcurso del día discutiremos temas económicos, sociales, derechos culturales, derechos civiles y políticos. Hay cuestiones en las que encontraremos objetivos comunes y hay cuestiones en las que nos cuestionaremos y quizás a veces nos desafiaremos unos a otros”, dijo Gilmore al inicio de la reunión.
 “Significa que este diálogo” será “una discusión honesta”, agregó el funcionario de origen irlandés frente a su anfitrión, el director de Asuntos Multilaterales de la cancillería cubana Rodolfo Benítez.
El mecanismo de Diálogo Político entre el bloque y la isla se acordó en 2016 tras años de enfrentamientos y tensiones ya que la UE exigía a Cuba cambios en su modelo, por ejemplo que permitiera el pluripartidismo. La isla a su vez acusó al viejo continente de tener un doble rasero señalando a países poco dóciles a sus intereses, pero haciendo la vista ciega a las violaciones de derechos humanos o civiles en otros que eran sus aliados.
La visita de Gilmore fue acordada durante un viaje del alto representante para los Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell, en mayo pasado.
Gilmore arribó la víspera a la isla y su agenda apenas se hizo pública. Un mensaje en su cuenta de X, antes Twitter, indicó que se había reunido el jueves con el ministro de Justicia de la isla, el viceministro del Interior, la Fiscalía General, parlamentarios de la Asamblea Nacional y dirigentes de “una amplia gama de organizaciones y actores de la sociedad civil de diversos orígenes y opiniones”, pero no indicó cuales.
Tampoco dio detalles de lo conversado.
En las últimas semanas organizaciones opositoras como Justicia 11J —que se formó tras los arrestos de julio de 2021— demandaron a Gilmore que se interese por los presos de esas jornadas y algunas manifestaciones posteriores producidas en medio de una fuerte crisis económica en la isla.
Una persona falleció en julio de 2021 durante las protestas y según Justicia 11J otras 1.500 fueron encarceladas. Las autoridades no ofrecieron información en ese momento, pero la Fiscalía reconoció en 2022 que se había procesado a unas 700 personas. Las penas aplicadas fueron desde multas hasta 30 años de prisión para los delitos de sedición.
La mayoría de los manifestantes demandaba mejoras en la situación económica que se deterioró debido a la pandemia y un endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos, mientras que otras personas reclamaba cambios políticos. Grupos progubernamentales también salieron a las calles y se generaron enfrentamientos.
Protestas esporádicas se produjeron desde entonces, pero sin el impacto o la masividad de aquellas.
La visita de Gilmore y su reunión con la dirigencia de la isla fue criticada en las redes sociales. “Un agenda apegada a las instituciones de gobierno y que privilegie a organizaciones paraestatales y de la falsa sociedad civil controlada por el régimen ofrecerá a @ EamonGilmore una imagen distorsionada de la realidad”, expresó Justicia 11J en su cuenta en X.
En tanto en su página de internet Prisoners Defenders, una organización con sede en España, exigió que luego del viaje de Borrell en mayo —en el cual no se informó sobre encuentros con opositores—, la visita de Gilmore cuente con “audiencias públicas” con activistas.

miércoles, 22 de noviembre de 2023

Cómo la jueza Cannon está frenando uno de los casos penales más importantes contra Trump


La jueza Aileen Cannon no parece tener prisa.
Sobre el papel, ha programado que se inicie un juicio el próximo mes de mayo en el caso que acusa a Donald Trump de acaparar secretos de seguridad nacional en Mar-a-Lago.
En realidad, ha llevado el proceso previo al juicio a un ritmo pausado que hará que un aplazamiento sea casi inevitable, según expertos en procesos penales relacionados con información clasificada, informa Politico.
Retrasar el juicio de Trump hasta después de las elecciones de noviembre tendría una implicación trascendental: podría significar que el juicio nunca se llevará a cabo. Si Trump gana las elecciones y el caso aún está pendiente, se espera que ordene al Departamento de Justicia que lo cierre.
Incluso un retraso más corto sería complicado: retrasar el juicio hasta el verano o el otoño podría precipitarse hacia la Convención Nacional Republicana o el corazón de la campaña electoral general.
Por ahora, Cannon, una jueza de distrito federal en Florida designada por Trump, se apega oficialmente a la fecha del juicio del 20 de mayo que anunció hace cuatro meses. Incluso recientemente negó el intento de Trump de retrasarlo. Pero en una serie de fallos más técnicos, Cannon ha pospuesto plazos previos al juicio clave y ha añadido más flexibilidad al cronograma simplemente tomándose su tiempo para resolver algunos asuntos bastante sencillos.
“Podría verse como un intento sigiloso de retrasar la fecha definitiva del juicio sin anunciarlo todavía”, dijo Brian Greer, exabogado de la Agencia Central de Inteligencia.
“No hay prácticamente ninguna posibilidad de que puedan ir a juicio el 20 de mayo con el calendario actual”, añadió.
David Aaron, exfiscal de seguridad nacional del Departamento de Justicia, estuvo de acuerdo y dijo que es poco probable que se celebre un juicio el 20 de mayo “a menos que se imponga mucha disciplina”.
Retrasos tempranos en un caso complejo
El caso no es sencillo de gestionar para ningún juez. Trump está acusado de retener documentos clasificados en su propiedad de Florida después de que dejó la Casa Blanca y luego de impedir los esfuerzos del gobierno por recuperar los registros. Debido a que gran parte de la evidencia del caso es clasificada, una ley de 1980 conocida como Ley de Procedimientos de Información Clasificada, o CIPA, rige cómo se debe manejar esa evidencia.
La mayoría de los jueces federales fuera del área de Washington rara vez se encuentran con casos CIPA, y no se sabe que Cannon haya manejado uno antes del de Trump. Ya ha lamentado algunas de las complicaciones prácticas que rodean este caso. No se espera que una instalación para almacenar información clasificada cerca del tribunal del sur de Florida que ella designó para el juicio esté lista hasta principios del próximo año, dijo la juez durante una audiencia el 1 de noviembre.
Otros retrasos son más sustanciales. El mes pasado, después de que los fiscales de la oficina del fiscal especial Jack Smith tuvieran dificultades para poner a disposición de Trump y sus abogados una pequeña cantidad de pruebas del caso debido a lo que el gobierno dice que es su naturaleza extremadamente sensible, Cannon suspendió los plazos para las mociones relacionadas con información clasificada.
Le tomó más de cinco semanas celebrar una audiencia sobre la solicitud de Trump de un nuevo cronograma y nueve días más para emitir uno nuevo. Y cuando finalmente estableció un nuevo cronograma, pospuso la fecha límite para muchas mociones previas al juicio en casi 16 semanas.
“Ciertamente se ha tomado su tiempo para litigar”, dijo Greer.
La semana pasada, los fiscales intentaron reactivar el caso pidiéndole a Cannon que diera a los abogados defensores un plazo hasta el 18 de diciembre para presentar la mayoría de sus solicitudes de uso de información clasificada en el juicio. Al día siguiente, antes de que ninguno de los abogados defensores hubiera respondido, Cannon negó la solicitud y dijo que no planea fijar esa fecha límite hasta el 1 de marzo.
“Las señales son de un tribunal que está avanzando lenta y metódicamente a lo largo del proceso”, dijo Brandon Van Grack, exfiscal de seguridad nacional que también formó parte del equipo del fiscal especial Robert Mueller. “Para poder celebrar un juicio en mayo, el tribunal solo tendría que presionar a las partes para que fijaran un plazo más estricto”.
En una audiencia a principios de este mes, Cannon dijo que los fiscales que presionaban para acelerar el proceso del caso no eran realistas en cuanto a las complicaciones involucradas.
“Simplemente me cuesta ver con qué realismo se puede realizar este trabajo en este corto período de tiempo, dadas las realidades que enfrentamos”, dijo Cannon.
Un choque de calendarios legales y políticos
El enfoque de Cannon contrasta marcadamente con el de su homóloga en Washington, la jueza Tanya Chutkan, que supervisa el otro caso penal federal contra Trump. (Trump enfrenta cargos penales separados a nivel estatal en Georgia y Nueva York).
El caso en Washington, que involucra los esfuerzos de Trump para interferir con los resultados de las elecciones de 2020, está programado para ser juzgado en marzo, y Chutkan, designado por Obama, parece decidida a ceñirse a ese cronograma. Ha insistido repetidamente en que no considerará, ni puede, considerar el calendario político de Trump al fijar los plazos para el caso.
Cannon, por el contrario, hasta ahora ha dado vueltas sobre la cuestión de si Trump debería tener alguna deferencia en la programación debido a su condición de candidato presidencial. Pero es posible que pronto esas preguntas se vuelvan imposibles de eludir.
Se espera que el juicio por documentos clasificados dure semanas o más. Si la fecha de inicio del 20 de mayo resulta inviable, el juicio podría correr el riesgo de superponerse con la convención republicana, que comenzará el 15 de julio en Milwaukee.
“¿Podría intentar meterlo antes de eso? Tal vez, pero dudo que ella hiciera eso”, dijo Greer.
Retrasarlo hasta agosto, septiembre u octubre abriría su propia Caja de Pandora, suponiendo que Trump gane la nominación republicana. Lo que está en juego político estaría al rojo vivo, ya que Trump sería marginado de la campaña electoral para asistir a un juicio por cargos que conllevan décadas de prisión potencial.
Pero aplazar el juicio hasta después de las elecciones podría ser la medida más controvertida de todas. Esto crearía la oportunidad para que Trump evite el juicio por completo al ganar las elecciones, porque como presidente podría nombrar un secretario de Justicia dispuesto a despedir al fiscal especial y retirar los cargos. Trump incluso podría perdonarse a sí mismo.
Muchos críticos de Trump ya se muestran profundamente escépticos con respecto a Cannon. Incluso antes de que él fuera acusado, ella se puso del lado de Trump en cuestiones relacionadas con los materiales que los investigadores confiscaron en Mar-a-Lago. Un tribunal federal de apelaciones rápidamente bloqueó parte de la orden de Cannon y luego anuló el resto.
“La parcialidad de la jueza Cannon se muestra una y otra vez”, escribió la semana pasada el exdiputado de Mueller, Andrew Weissmann, en X, antes conocido como Twitter, declarando que la jueza está “en la bolsa de Trump”.

domingo, 19 de noviembre de 2023

Otra vez un «Período Especial» en Cuba


“Cuba se enfrenta a la peor crisis económica desde el Periodo Especial”, advertía ya a inicios de 2023 el reconocido economista cubano Carmelo Mesa-Lago, en un artículo publicado por el Cuban Research Institute de la Universidad Internacional de Florida.
Y los ciudadanos reaccionan a ese deterioro socioeconómico, que Mesa-Lago considera “un segundo Período Especial” —en referencia la crisis que siguió a la caída de la Unión Soviética en 1991—en tres formas fundamentales: protestas públicas, éxodo masivo y abstencionismo electoral, informa la Deutsche Welle.
Los extremos ideológicos tradicionales, según Mesa-Lago, acostumbran a culpar de esta crisis a una causa única: o bien a la ineficiencia del sistema de planificación centralizada y predominantemente estatal del régimen comunista, o bien al embargo económico estadounidense, según la DW.
Pero, en su visión, la crisis es multifactorial y refleja también otros factores, como el deterioro de los lazos económicos con Venezuela (envuelta en sus propias crisis) o el impacto de la pandemia de Covid-19 y de la guerra en Ucrania (que disparó los precios de los alimentos y combustibles).
A una economía tan abierta como la cubana, que importa casi el cien por ciento de los alimentos de su canasta básica (ofertada a precios subvencionados a través de una cartilla de racionamiento), “evidentemente, cualquier deterioro de los términos de intercambio la va a afectar más que a otros países”, confirma a DW, desde La Habana, Omar Everleny Pérez, exdirector del Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC).
A poco más de un mes de concluir, Everleny Pérez describe el 2023 como un año “de gran inestabilidad económica, de crisis económica profunda, de bajo crecimiento económico, de poco crecimiento industrial, de desabastecimiento agudo de alimentos y medicinas, de falta de combustible, de inflación”.
La zafra azucarera, “una de las más bajas de la historia”, dice, no supera las 350 mil toneladas y no cubre ni siquiera la mitad de las necesidades del país. El déficit fiscal sigue siendo alto. Los ingresos no se incrementan lo necesario para los gastos que tiene el presupuesto. La inflación sigue creciendo. El índice de precios al consumidor de septiembre de 2023 se ubicó en 330,31 por ciento con respecto a la base de 2010, enumera.
Además, “las inversiones siguen distorsionadas, se sigue invirtiendo más en construcciones hoteleras que en la industria de la agricultura”, apunta el exdirector del CEEC. Así, por ejemplo, la agricultura solamente ha recibido este año el 40 por ciento del combustible, el 4 por ciento de los fertilizantes y el 20 por ciento del alimento animal que necesita, ilustra.
Como consecuencia, la producción de huevo ha disminuido de 5 millones diarios en 2020 a 2,2 millones en 2023: “Lo que alcanza solo para 5 huevos mensuales por persona”, explica. Asimismo, describe como “tensa” la situación del programa porcino en el país, un gran consumidor de carne de cerdo: Cuba llegó a producir 199 mil toneladas en el 2017, pero en 2022 fueron solo 16.500 y en el 2023 “todavía menos”, asegura Everleny Pérez.
Y sigue con más ejemplos: la producción de arroz, que llegó a ser en un momento de unas 300 mil toneladas, este año será solo de un 10 por ciento de esa cifra. En el caso del frijol, otro componente básico de la dieta de los cubanos, solamente se ha logrado un 9 por ciento de la producción, si se compara con 2016, que fue el año de mayor crecimiento, con más de 50 mil toneladas.
En cuanto al café, otro imprescindible en la canasta básica de los cubanos, el consumo interno demanda unas 24 mil toneladas, pero este año solamente se produjeron unas 9 mil (un 38 por ciento). Y así sucesivamente, “ya no se garantiza ni siquiera, el primer día de cada mes, lo que históricamente se cubría, inclusive en periodo especial e inclusive en la plena pandemia de Covid-19”, afirma.
Y mientras los consumidores luchan contra la creciente inflación y la escasez de bienes, el peso cubano (CUP) continúa perdiendo valor y se sitúa hace meses en mínimos históricos que tocan los 260 pesos cubanos por dólar en el mercado informal, menos de la mitad de su valor de hace un año, según tasa representativa del mercado informal (TRMI) que publica el medio independiente El Toque. Esto, en un país donde el salario promedio de un profesional de la salud o la educación superior ronda los 6.000 pesos mensuales.
Mientras, como nota positiva, apunta que “en el turismo es donde mejores resultados se ven”, pero muy distantes del año 2019, el año antes de la pandemia, en el que Cuba alcanzó 4,2 millones de visitantes. Hasta septiembre de este año —meses en los que se incluye la temporada alta—, apenas se había llegado a la mitad de esa cifra, con 1,8 millones, según la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).

sábado, 18 de noviembre de 2023

Comida en tiendas privadas en Cuba, ¡pero qué precios!


Hasta hace poco era el garaje de una casa en el barrio habanero del Vedado. Ahora, cumple una función totalmente distinta: es una tienda bien abastecida que da la bienvenida a las personas con una pizarra donde se anuncian los productos a la venta, desde aceite, puré de tomate, papel sanitario, leche en polvo o arroz, hasta galletas y mermeladas, escribe Andrea Rodríguez de la Associated Press.
La tienda del Vedado es una de las decenas que en los últimos meses han comenzado a abrirse en casas o locales en toda la isla y que los cubanos bautizaron como “mipymes” en alusión a las pequeñas y medianas empresas (pymes) privadas permitidas por primera vez en 2021, cuando se dio un giro histórico del modelo económico socialista fuertemente centralizado.
En una Cuba donde el desabastecimiento se hizo habitual, estas “mipymes” ofrecen verdaderos tesoros, aunque a precios elevados para la mayoría de la gente.
Con la autorización para la apertura de las pymes en todos los sectores de la economía, el gobierno buscaba reforzar el sistema productivo y salir de una aguda crisis. Hasta ahora se han autorizado cerca de 9.000 pequeñas y medianas empresas que incluyen desde talleres de confección de ropa y partes de piezas de automóviles, hasta fabricantes de pinturas.
Pero las comercializadoras de alimentos minoristas, las “mypimes” como la del Vedado, son las que más rápidamente se instalaron y tienen mayor visibilidad entre la población porque ofrecen sobre todo comida, algo que la gente siempre necesita.
La mayoría de los productos son importados y vienen de prácticamente cualquier lugar del mundo.
Sin embargo, los precios de las “mipymes” están lejos del bolsillo de muchos cubanos, por ejemplo de médicos o maestros, que reciben unos 7.000 pesos cubanos mensuales, equivalentes a unos 28 dólares en el mercado paralelo.
En la tienda dentro del garaje de la casa del Vedado, un kilo de leche en polvo de República Checa cuesta 2.000 pesos cubanos, una botella de aceite español 730, un frasco de mayonesa también español 1.000, una bolsa de frijoles mexicanos 1.300 y una caja de dos kilos y medio de pollo de Estados Unidos, 1.950 pesos. Hay también algunos artículos que no son básicos, pero sí apetecibles: una crema de avellanas Nutella cuesta 1.200 pesos cubanos y un vino blanco español, 1.400.
Los clientes son las familias que reciben remesas del exterior, algunos trabajadores del sector del turismo, de empresas extranjeras o de sedes diplomáticas; los empleados de otras pymes, los marinos y el personal de aviación y los artistas o deportistas de alto rendimiento, entre otros.
Ania Espinosa, una empleada estatal de 47 años, salía de una de estas tiendas luego de comprar un tubo amarillo de papas fritas para su hija que se portó bien en la escuela. “Esto es un lujo”, dijo Espinosa a The Associated Press, quien pagó 350 pesos cubanos.
“Hay personas que no ganan para venir a las ‘mipymes’ porque todo está bastante caro, el salario no da. Si compras una libra de queso te cobran 1.100 (pesos cubanos). Pero es donde puedes encontrar los productos”, agregó Espinosa.
 
Además de su sueldo estatal mensual, Espinosa recibe reparto de utilidades cada trimestre y el apoyo con remesas de su esposo, quien lleva un año y medio en Estados Unidos y antes vivió en Uruguay.
Unos metros más allá, estaba la jubilada Ingracia Virgen Cruzata, de 69 años.
“Me jubilé con 2.200 (pesos cubanos) el año pasado y no me alcanza ni para comprar un paquete de pollo”, se lamentó la mujer, quien para poder adquirir ese y otros alimentos en estas tiendas privadas recibe apoyo de su hijo, un taxista. “Muchas de las cosas que venden en las ‘mipymes’ deberían ponerlas en las bodegas y carnicerías (estatales) asequibles a la población”.
Buena parte de los productos que ofrecen esas tiendas privadas son importados por sus dueños mediante una agencia estatal y su presencia suele ser defendida por quienes aseguran que ayudaron a combatir el desabastecimiento que hubo en 2021 y 2022.
En las últimas semanas también se popularizó otra tienda privada en las afueras de la capital —accesible para quienes tienen automóviles a su disposición— mucho más grande que cualquiera con estanterías gigantes llenas de productos estadounidenses como detergente Tide, dulces M&M’s y frijoles negros marca Goya. Debido a su tamaño y a su diversidad de ofertas en redes sociales se le denominó como el “Costco cubano”.
Durante décadas el Estado mantuvo el monopolio del comercio minorista bajo el argumento de que era necesario distribuir equitativamente los productos.
Las libretas de abastecimiento que brindan mensualmente a cada ciudadano algo de arroz, un litro de leche diario a los niños, carne, frijoles, café, azúcar, huevos, sal, pan y pastas, entre otros, siguen siendo la base del modelo social cubano de protección alimentaria. Con la reducción del presupuesto gubernamental y el retiro de algunos productos, lo que la gente recibe les permite a las familias afrontar el consumo de unos 15 días.
También hay negocios estatales con un poco más de variedad para completar las necesidades domésticas, pero cobran en monedas equivalentes al dólar con tarjetas de débito y crédito.
La novedad es que las “mipymes” son completamente privadas y aceptan pagos en pesos cubanos.
Según cifras oficiales, hasta septiembre se habían autorizado 8.964 pymes en todos los rubros de la economía que representan el 13% del Producto Interno Bruto (PIB) y generan 260.000 empleos.
Sin embargo, el sector estatal socialista —con 2.422 grandes empresas— sigue siendo el actor económico principal pues controla la producción estratégica de minería, energía, transporte o biotecnología y ocupa a 1,4 millones de trabajadores.
“Por primera vez en 60 años las corporaciones privadas, pequeñas y medianas, están autorizadas por ley. Ahora el desafío es, básicamente, que prosperen en un paisaje muy árido para la iniciativa privada”, dijo a AP Pedro Freyre, de la Consultora Akerman con sede en Florida y profesor en la Facultad de Derecho en Miami.
“Cuba es un país socialista. La ideología fundamental no ha cambiado. Eso sigue ahí. Pero creo que Cuba se encuentra en un momento económico muy difícil y eso ha abierto una puerta”, agregó Freyre.

La economía cubana en crisis permanente


La economía cubana vive una “crisis permanente”, de la que no se ha recuperado desde la caída del llamado campo socialista en torno a la Unión Soviética, en la década de 1990, dice a Deutsche Welle la economista cubana Tamarys Bahamonde, de la University of Delaware.
Cuba nunca recuperó ni la inversión, ni las exportaciones, ni relaciones comerciales y financieras estables con otro bloque de países que le ofreciera las ventajas de sus aliados socialistas de entonces. Su integración al ALBA fue breve, sin resultados a largo plazo, explica a la Deutsche Welle.
Luego, el “tímido” proceso de reformas del expresidente Raúl Castro (2008-2018) “nunca logró consolidar un nuevo modelo económico”, observa su colega y compatriota Ricardo Torres, de la American University.
Ya muy debilitada, la economía cubana viene enfrentando otra serie de “choques externos negativos”: la crisis de Venezuela, el recrudecimiento del embargo estadounidense por parte del expresidente Donald Trump, la pandemia de Covid-19 y la invasión rusa a Ucrania.
La caída en picado de la actividad económica del país, el aumento de su endeudamiento, o sus impagos a proveedores y acreedores, se reflejan hoy en una elevada tasa de  inflación, en la depreciación del peso cubano en el mercado informal y en altos déficits fiscales (los ingresos no alcanzan a cubrir los gastos públicos), explica Torres.
Esto tiene “efectos sociales muy claros”, como el deterioro de los servicios de salud y educativos, o el aumento de la desigualdad y el delito, ilustra el economista cubano. Se observan, también, impactos políticos: se incrementan las protestas  públicas y su represión, además del abstencionismo electoral. Y una vía de escape vuelve a quedar clara: la emigración bate récords.
Todo esto ocurre “frente a un liderazgo que ha sido incapaz de estructurar una estrategia para salir de la crisis”, opina Torres. El Gobierno ha tomado hasta ahora medidas “desafortunadas”, como el llamado “ordenamiento”, dice.
El Banco Central no pudo satisfacer la demanda de divisas del país, y eso impulsó el mercado de cambio informal, la depreciación de la moneda nacional y una escalada inflacionaria que no se ha podido contener, coinciden los expertos.
Micro, pequeñas y medianas empresas
Un paso correcto ha sido, en cambio, otorgar personalidad jurídica a las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME). En ellas está hoy “el potencial de la economía cubana”, opina, desde La Habana, Omar Everleny Pérez, exdirector del Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC).
Al finalizar este 2023, las MIPYME podrían ser responsables de más de la mitad de las importaciones de bienes del país, incluidas las de alimentos básicos. “Pero no se puede esperar que saquen al país de la crisis”, advierte Bahamonde.
La apertura de este sector privado al comercio exterior seguirá siendo, además, una medida “contradictoria” mientras no se logre formalizar un mercado cambiario con tasas de mercado, agrega, por su parte, Ricardo Torres, el economista cubano de la American University. 
El Gobierno ha impulsado y frenado repetidamente el desarrollo del  sector privado y la inversión extranjera en Cuba en las últimas décadas. Y sigue sin existir “un marco predecible donde los inversores (nacionales y extranjeros) puedan formarse expectativas de rentabilidad que estimulen la inversión productiva y la generación de empleos”, insiste Torres.
De ahí que, en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, se han cerrado 60 acuerdos en 10 años, con un volumen de inversión que era el proyectado para un año, observa su colega Pérez.
“La apuesta del Gobierno es a una mejoría del entorno internacional para resolver la crisis”, lamenta Torres. Se espera que el turismo retome las cifras prepandemia, o que se alcancen acuerdos favorables con aliados como Rusia, por ejemplo. Sin embargo, Cuba no controla las coyunturas externas.
Aceptar el mercado
Lo que Cuba necesita es una reforma integral, que, en primer lugar, “tiene que aceptar el mercado”, destaca Pérez. Hasta ahora, se ha prometido, pero no se ha concretado una ley de empresas, “que permita que quiebren”, que no se sigan subsidiando empresas estatales que no producen sino pérdidas, precisa. Y “el Estado debe concentrarse en actividades estratégicas, no en todas”, agrega el exdirector del CEEC, que apunta a más privatizaciones en la agricultura y la gastronomía. 
Además, Cuba debería renegociar su deuda externa sobre bases realistas y dependientes de un programa creíble de reformas, con metas medibles y verificables. Y reparar los vínculos con la diáspora, incorporando derechos políticos y ampliando los derechos económicos, propone Torres.
No hay soluciones rápidas a la grave crisis actual, “tan profunda, que requiere políticas multidisciplinarias, en todas las áreas, no solo de la economía, sino también de la sociedad”, advierte Bahamonde. Pero, de la crisis cubana, dice, “ya no se sale con soluciones de corto plazo, tienen que ser soluciones realmente estructurales, que toman tiempo”.

viernes, 17 de noviembre de 2023

Régimen quiere que el exilio le saque las castañas del fuego


Cuba quiere aprovechar su creciente población en el extranjero en busca de nuevas inversiones para levantar la economía, dijo esta semana a Reuters un funcionario de alto rango del Ministerio de Relaciones Exteriores, mientras la isla intenta superar su peor crisis en décadas.
La escasez de alimentos, combustibles y medicinas ha empujado a un récord del número de cubanos que abandonan la isla en los últimos dos años, informa la agencia Reuters.
“El (fenómeno) existe, es un número considerable, que está teniendo hoy el impacto más alto que ha tenido en la historia en términos demográficos”, dijo el lunes en una entrevista en La Habana Ernesto Soberón, director de Asuntos Consulares de la cancillería cubana, quien señaló que los jóvenes ocupan un lugar importante entre los que salen del país.
Los emigrantes cubanos han invertido ya en alojamiento que incluye desayunos, restaurantes y otras actividades en la isla, pero a Cuba le gustaría ver más flujo de capital, agregó.
“Hoy los cubanos en el exterior no tienen limitaciones en el sentido de participar en la vida económica del país”, dijo.
Más de 400 ciudadanos cubanos residentes en más de 40 países llegarán esta semana a La Habana para discutir sobre la evolución de la economía de la isla y otros asuntos con el Gobierno, en la primera reunión de este tipo entre las autoridades y la creciente diáspora en casi dos décadas.
El panorama ha cambiado dramáticamente desde la última vez que ambas partes se reunieron formalmente en 2004, bajo el gobierno de Fidel Castro. Alrededor de 2,5 millones de cubanos y sus descendientes viven hoy fuera de la isla, precisó.
Cuba levantó en 2021 una prohibición a la apertura de la empresa privada considerada un flagelo bajo Castro. El gobierno cubano, que alguna vez limitó los viajes de sus ciudadanos al exterior, ahora ha permitido que la mayoría entre y salga libremente aunque todavía restringe los viajes de los disidentes, deportistas y algunos otros.
Algunas cosas, sin embargo, no han cambiado, dijo Soberón, quien afirmó que el embargo estadounidense se ha endurecido en los últimos años con obstáculos financieros que complican el flujo de capital necesario para comenzar y administrar un negocio. “Usted no puede andar con una maleta de dinero para acá y para allá”, apuntó.
El gobierno del presidente demócrata Joe Biden, que sostiene que Cuba debe mejorar su historial de derechos humanos antes de otorgar concesiones, ha mostrado interés pero ha sido tibio en el apoyo a las pequeñas empresas de la isla.
Pero recientemente se detuvo en seco de anunciar nuevas medidas esperadas para facilitar el flujo de capital entre los pequeños y medianos empresarios privados, mientras que algunos en la comunidad cubanoamericana tienen poco apetito por trabajar con el gobierno de Cuba.

lunes, 13 de noviembre de 2023

¿La versión de Ocasio-Cortez o la de Ritchie Torres?


Se encuentran entre las estrellas políticas más brillantes que surgen de Nueva York. Nacieron con apenas unos meses de diferencia, 40 años después de la fundación de Israel, escribe Nicholas Fandos en The New York Times.
Y en el momento más tenso para las relaciones entre Estados Unidos e Israel en décadas, las opiniones encontradas de los representantes Alexandria Ocasio-Cortez y Ritchie Torres ofrecen una sorprendente visión del futuro de uno de los debates más feroces de la política estadounidense.
Ocasio-Cortez, la abanderada de izquierda conocida por su dominio de las redes sociales, se ha opuesto a la ortodoxia demócrata desde la mortal masacre de Hamas el 7 de octubre, utilizando su notable alcance para generar apoyo para un alto el fuego y una reforma duradera de la política exterior. que ponga a los palestinos en pie de igualdad con los israelíes.
Torres, su vecino menos conocido en el Bronx, está tratando de reclamar su propio reclamo en el escenario nacional como un ferviente contraste pro Israel, asumiendo agresivamente lo que él percibe como un apoyo desmoronado al Estado judío en la izquierda.
El debate entre dos neoyorquinos millennials ha alimentado conflictos en las redes sociales y estridentes protestas callejeras. No se trata tanto de una lucha sobre los tradicionales niveles de poder en Washington, sino sobre quién moldeará las mentes de una generación más joven y diversa de votantes que pronto dirigirá la relación hacia uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos.
Y podría tener un profundo impacto en las trayectorias de los dos políticos. Mientras las pasiones de la guerra dividen a la izquierda, Ocasio-Cortez, cuyos partidarios la imaginan eventualmente candidata a la presidencia, está trabajando para mantener unida una coalición importante pero delicada que ha empujado al Partido Demócrata hacia la izquierda en materia de clima, vigilancia policial y economía. Torres, de quien se habla como futuro senador o gobernador, parece decidido a aprovechar el momento para aplastar parte de ese movimiento de izquierda.
“Son dos caras de la misma moneda: jóvenes, bien hablados, increíblemente inteligentes”, dijo David Greenfield, un influyente judío demócrata en Nueva York. “Lo que están viendo aquí es realmente una cuestión de visión para el futuro del Partido Demócrata. ¿Será la versión de Ritchie Torres o la de A.O.C.?”

miércoles, 8 de noviembre de 2023

«Nos hemos convertido en un partido de perdedores»


El tercer debate republicano tuvo un aire distintivo de los dos primeros.
En lugar de eludir el ataque al expresidente Donald Trump, los candidatos fueron directamente tras él. Y luego tras la presidenta del Comité Nacional Republicano. Y luego tras la moderadora del debate. Y luego el uno tras el otro.
“Nos hemos convertido en un grupo de perdedores”, declaró el empresario de biotecnología Vivek Ramaswamy, quien había prometido, esa misma noche, que estaría “desquiciado” en el escenario del debate, informa Politico.
Los fuegos artificiales destacaron tanto por su veracidad como por su puntería. Los candidatos en el escenario se turnaron para lamentar las derrotas electorales de su partido la noche anterior y denunciaron varios elementos del historial de Trump, desde el gasto que tuvo lugar bajo su dirección hasta su política exterior y las promesas incumplidas sobre el muro fronterizo.
Trump, como ya es costumbre, no estuvo presente. Estaba hablando a unas diez millas de distancia en un mitin; su abrumadora ventaja en las encuestas le proporciona el lujo de no tener que preocuparse por ningún daño que pueda sufrir por no presentarse. Durante los dos primeros debates, no enfrentó ninguna reacción. Pero eso se debe a que en gran medida lo dejaron solo. La noche del miércoles, al menos al principio, fue diferente.
Los candidatos republicanos tuvieron un mensaje básico para el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu: haz lo que tengas que hacer para destruir al grupo terrorista Hamás.
“Termina el trabajo”, dijo el gobernador Ron DeSantis. “Termínalos”, dijo la exgobernadora Nikki Haley. “No solo tienen la responsabilidad y el derecho de borrar a Hamás del mapa, sino que también los apoyaremos”, dijo el senador Tim Scott (R-S.C.).
Cada uno también tuvo duras palabras para Irán, incluido Scott, que pidió ataques contra el país, que es un importante patrocinador de Hamás.
El único candidato que leyó un guión diferente fue Ramaswamy, quien dijo que “evitaría cometer los errores en el pasado del establishment neoconservador” al “luchar en guerras que enviaron a miles de nuestros hijos e hijas” a la muerte.
Por su parte, Ramaswamy atacó tanto a la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, como a los medios de comunicación.
“Estoy molesto por lo que pasó anoche. Nos hemos convertido en un partido de perdedores”, dijo, echando la culpa a McDaniel. “Ronna, si quieres subir al escenario esta noche, quieres mirar a los votantes del Partido Republicano a los ojos y decirles que dimitirás, yo te entregaré mi tiempo”.
Ramaswamy luego criticó a McDaniel por hacer que el RNC se asociara con NBC News, un medio de comunicación importante, para albergar el debate en lugar de un medio conservador. Trató de incitar a Kristen Welker de NBC para que defendiera los informes de la cadena en 2016 y 2020.
Ella lo ignoró.
Una noche después de que los republicanos sufrieran derrotas en Kentucky y Virginia la noche de las elecciones, DeSantis abrió el debate diciendo que Trump prometió a los republicanos que “nos cansaríamos de ganar”, pero que él se está “cansando de que los republicanos pierdan”.
En cambio, argumentó DeSantis, él “mostró cómo se hace las cosas” en Florida, donde ganó la reelección el año pasado de manera aplastante.
“Donald Trump es un tipo diferente de lo que era en 2016”, dijo DeSantis. “Le debe a usted estar en este escenario... y explicar por qué no hizo que México pagara el muro fronterizo. Debería explicar por qué acumuló tanta deuda. Y debería explicar por qué no drenó el pantano”.
El ataque marcó un cambio notable con respecto a debates pasados en los que DeSantis se mostró reacio a atacar duramente a Trump. Muy pronto la también exembajadora Haley, se unió al grupo. Trump, dijo, “fue el presidente adecuado en el momento adecuado. No creo que sea el presidente adecuado ahora”.
La escena fuera del Centro Adrienne Arsht para las Artes Escénicas, lugar del debate presidencial republicano de esta noche, estaba prácticamente muerta; un reflejo, quizás, de la falta de dramatismo que ha llegado a definir estos foros donde el expresidente Donald Trump no participa.
Ningún manifestante llevaba carteles. No había ningún grupo de espectadores que se quedaran boquiabiertos para vislumbrar quién es quién encaminándose por una vía.
A diez millas de distancia, el favorito indiscutible estaba organizando un mitin, lo que le daba al debate una sensación de cartelera. Pero si el Comité Nacional Republicano se quejó de que la mirada de los medios estaba puesta en Trump, eso podría haber sido en parte culpa suya. El centro de archivo de medios el miércoles por la noche estaba a media milla del lugar del debate.

El triunfo de los demócratas en Virginia es también una victoria para Biden


Joe Biden no estuvo en la boleta electoral del martes en Virginia. Pero la gran victoria de los demócratas traerá buenas noticias al otro lado del Potomac, de acuerdo a Politico.
Las elecciones que se celebran en Virginia durante los años en que no hay votación presidencial han sido vistas durante mucho tiempo como un indicador del entorno político más amplio y un referéndum parcial sobre el presidente en ejercicio. Por lo tanto, el control total de la legislatura estatal por parte de los demócratas, que ambos partidos creían que estaba en juego, servirá como un impulso para la campaña de reelección de Biden el próximo año.
Quizás lo más importante es que muestra que el amplio disgusto de los votantes con la presidencia de Biden puede no ser un lastre electoral para los demócratas como se creía inicialmente. Biden ganó en Virginia por 10 puntos en 2020, pero sus índices de aprobación en el estado y a nivel nacional han estado básicamente en niveles muy bajos desde entonces.
En una encuesta de mediados de octubre realizada por The Washington Post/Schar School, solo el 43 por ciento de los votantes registrados aprobó el trabajo que estaba haciendo Biden y el 55 por ciento lo desaprobó.
Eso estuvo muy por debajo de su porcentaje de votos en el estado y lo hizo significativamente menos popular que el gobernador republicano Glenn Youngkin, cuya victoria en 2021 fue vista como una reprimenda por los votantes de Virginia al Washington controlado por los demócratas. En la encuesta, el 54 por ciento aprobó el trabajo que estaba haciendo Youngkin (la cifra más alta medida en esta encuesta para un gobernador de Virginia desde el gobernador republicano Bob McDonnell en 2013) y el 38 por ciento lo desaprobó.
Youngkin tampoco estuvo en la boleta electoral del martes, pero invirtió mucho en las elecciones y de alguna manera se convirtió en el rostro del impulso republicano para retomar la legislatura.
Una victoria de los republicanos le habría dado a Youngkin un control significativo en un estado que todavía es sólidamente azul a nivel federal, pero en cambio, los votantes se taparon la nariz a pesar de su disgusto con Biden y apretaron la palanca a favor de los demócratas en campos de batalla clave.
Esos distritos reflejan las áreas donde se desarrollará gran parte de la lucha por el control de la Casa Blanca en todo el país el próximo año: distritos suburbanos indecisos que en gran medida se han alejado del Partido Republicano desde que Donald Trump entró en escena.
Los demócratas ganaron con una campaña intensamente centrada en el derecho al aborto. Virginia es uno de los últimos estados del sur que tiene acceso al procedimiento, y los demócratas argumentaron que un gobierno republicano unificado amenazaría eso.
El aborto fue de lejos el tema principal en los anuncios demócratas durante toda la carrera, mencionado con aproximadamente 2,5 veces más frecuencia que el segundo tema más comentado del partido, la educación, según la firma de seguimiento de publicidad AdImpact.
Las victorias del martes probablemente validarán los planes de los demócratas de seguir insistiendo sobre el aborto el próximo año, una estrategia que les ha dado una serie de victorias casi ininterrumpidas desde que la Corte Suprema anuló Roe v. Wade el verano pasado.

Virginia frustra los planes de Youngkin de un dominio republicano


Durante meses, algunos de los principales donantes del Partido Republicano han soñado con una dramática entrada tardía en la carrera presidencial por parte del gobernador Glenn Youngkin de Virginia, imaginando un escenario improbable en el que el exfinancista le arrebatase el control del partido a Donald J. .Trump.
El martes por la noche, esas fantasías recibieron una dosis de realidad cuando Youngkin fracasó en su intento de completar una toma republicana en la capital de Virginia, con los demócratas no solo manteniendo el control del Senado estatal sino también recuperando la mayoría en la Cámara, informa The New York Times.
Algunos republicanos habían visto a Youngkin como la clave para desbloquear sus problemas políticos en los suburbios. En 2021, él se ganó a los votantes moderados desanimados por la era Trump y, al mismo tiempo, evitó un revés significativo de la base conservadora del partido por mantener a distancia al controvertido aspirante presidencial.
Se pensaba que el plan de Youngkin podría ayudar al Partido Republicano a detener una serie de dolorosas derrotas, surgidas desde la decisión de la Corte Suprema de anular Roe v. Wade. 
Youngkin alentó a su partido a involucrarse en la lucha, gastando mucho en un anuncio de televisión que explicaba el plan republicano para prohibir el aborto en Virginia después de las 15 semanas de embarazo, con excepciones por violación, incesto y la vida de la mujer.
Los votantes en contiendas clave rechazaron esa posición republicana, echando por tierra la idea de que Youngkin y candidatos de ideas similares habían resuelto el mayor desafío electoral del partido.
Por ahora, las ambiciones nacionales de Youngkin (siempre es más probable que cristalicen en el ciclo presidencial de 2028 que en este) parecen estar en suspenso. Una preocupación más inmediata para Youngkin, cuyo mandato es limitado, será en Richmond, donde pasará sus dos últimos años en el cargo, luchando contra mayorías demócratas en la legislatura que es poco probable que hagan avanzar la agenda del gobernador republicano.
“La única justificación para postularse el próximo año sería que los republicanos tomaran el control de ambas cámaras”, dijo Larry Sabato, director del Centro de Política de la Universidad de Virginia. “Sin eso, tiene el problema de haber sido elegido para un cargo público y estar solo a la mitad de ese mandato”.
Dave Rexrode, un asesor clave de Youngkin, reconoció que había sido una noche difícil para los republicanos. “Esperábamos un resultado más sólido”, dijo en una publicación en las redes sociales, y agregó que el equipo del gobernador “evaluaría completamente dónde están las cosas en la mañana”.
La fuerza política de Youngkin se debe a lo que había sido su singular historia de éxito en Virginia, que votó por los demócratas en las últimas cuatro elecciones presidenciales pero parecía haberse acogido con los republicanos desde su ascenso hace dos años.
Eso ha alimentado la anticipación en algunos rincones del Partido Republicano sobre si Youngkin, de 56 años, podría postularse para presidente y cuándo. Los donantes en particular han esperado que el gobernador decida sobre una candidatura más temprano que tarde, ya que los rivales presidenciales republicanos de Trump aparentemente no pueden acercarse a su ventaja dominante en las encuestas.
Youngkin recaudó más de $18 millones este año para su comité político, Spirit of Virginia, una suma asombrosa sustentada en contribuciones de seis y siete cifras de algunos multimillonarios republicanos, entre ellos Kenneth G. Langone, Ronald S. Lauder, Bernie Marcus, Thomas Peterffy, Stephen Ross, Stephen Wynn y Jeff Yass.
Youngkin, ex director ejecutivo de Carlyle Group, una firma de capital privado con sede en Washington, también donó $500.000 de su propio dinero el mes pasado.
“No hay duda de que quiere postularse para presidente”, dijo un donante, quien agregó que Youngkin lo había dejado claro en conversaciones privadas y que insistió en el anonimato para describirlas.
Youngkin avivó los rumores sobre su futuro en la primavera cuando publicó un video de campaña de estilo presidencial con los aspectos más destacados de un discurso que había pronunciado en la biblioteca presidencial de Ronald Reagan. Sin embargo, se ha negado a discutir especulaciones y se ha limitado a decir que sigue centrado en Virginia.
Parte del atractivo de Youngkin ha sido su capacidad para hacer campaña como republicano de Trump, pero en sus términos.
Ha hecho campaña con Kari Lake, la republicana de Arizona que es uno de los principales negacionistas electorales del país, y creó una línea de información para que los padres denunciaran quejas contra los maestros, aunque fue cerrada silenciosamente. Las propuestas políticas de Youngkin, incluida la prohibición del aborto de 15 semanas y la prohibición de la enseñanza de la teoría crítica de la raza en las escuelas públicas, también han animado a los leales a Trump en el partido.
 


Los subsidios a los combustibles fósiles aumentaron hasta alcanzar un récord de 7 billones de dólares


Los subsidios a los combustibles fósiles aumentaron a un récord de 7 billones de dólares el año pasado cuando los gobiernos apoyaron a los consumidores y las empresas durante el aumento global de los precios de la energía causado por la invasión rusa de Ucrania y la recuperación económica de la pandemia, escriben Simon Black, Ian Parry y Nate Vernon en el IMFBlog, un foro para las opiniones del Fondo Monetario Internacional.
Mientras el mundo lucha por limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius y partes de Asia, Europa y Estados Unidos se sofocan con un calor extremo, los subsidios al petróleo, el carbón y el gas natural están costando el equivalente al 7,1 por ciento del producto interno bruto mundial. Eso es más de lo que los gobiernos gastan anualmente en educación (4,3 por ciento del ingreso global) y alrededor de dos tercios de lo que gastan en atención médica (10,9 por ciento), escriben los autores.
Nuestros hallazgos, señalan, se producen cuando la Organización Meteorológica Mundial afirma que julio fue el mes más caluroso registrado, lo que subraya la necesidad urgente de frenar el cambio climático inducido por el hombre.
Los subsidios a los combustibles fósiles aumentaron en 2 billones de dólares en los últimos dos años, mientras que los subsidios explícitos (cobrar menos por los costos de suministro) se duplicaron con creces hasta alcanzar 1,3 billones de dólares. Esto es lo que afirma este nuevo artículo, que proporciona estimaciones actualizadas en 170 países de subsidios explícitos e implícitos, como cobros insuficientes por costos ambientales e impuestos al consumo no percibidos. (Para ver el artículo completo, haga clic aquí.)
El consumo de combustibles fósiles impone enormes costos ambientales, principalmente debido a la contaminación del aire local y los daños causados por el calentamiento global. La gran mayoría de los subsidios son implícitos, ya que los costos ambientales a menudo no se reflejan en los precios de los combustibles fósiles, especialmente el carbón y el diésel.
Se prevé que estos subsidios implícitos crezcan a medida que los países en desarrollo (que tienden a tener plantas de energía, fábricas y vehículos más contaminantes, junto con poblaciones densas que viven y trabajan cerca de estas fuentes de contaminación) aumentan su consumo de combustibles fósiles hacia los niveles de las economías avanzadas. economías.
Si los gobiernos eliminaran los subsidios explícitos e impusieran impuestos correctivos, los precios del combustible aumentarían. Esto llevaría a empresas y hogares a considerar los costos ambientales al tomar decisiones de consumo e inversión. El resultado sería una reducción significativa de las emisiones globales de dióxido de carbono, un aire más limpio, menos enfermedades pulmonares y cardíacas y más espacio fiscal para los gobiernos.
Los autores estiman que eliminar los subsidios explícitos e implícitos a los combustibles fósiles evitaría 1,6 millones de muertes prematuras al año, aumentaría los ingresos del gobierno en 4,4 billones de dólares y encaminaría las emisiones hacia el logro de los objetivos de calentamiento global. También redistribuiría el ingreso, ya que los subsidios al combustible benefician más a los hogares ricos que a los pobres.
Sin embargo, eliminar los subsidios al combustible puede ser complicado. Los gobiernos deben diseñar, comunicar e implementar reformas de forma clara y cuidadosa como parte de un paquete de políticas integral que destaque los beneficios. Una parte del aumento de los ingresos debería utilizarse para compensar a los hogares vulnerables por los mayores precios de la energía. El resto podría utilizarse para reducir los impuestos sobre el trabajo y la inversión y financiar bienes públicos como la educación, la atención sanitaria y la energía limpia.

La comezón del exilio revisitada

A veces en el exilio a uno le entra una especie de comezón, natural y al mismo tiempo extraña: comienza a manifestar un anticastrismo elemen...