jueves, 31 de mayo de 2007

La dieta de Anita


La periodista Anita Snow, que lleva ocho años como jefa de la oficina de prensa en La Habana de la Associated Press, piensa alimentarse durante un mes con la libreta de abastecimiento y otros alimentos que los cubanos con un sueldo promedio pueden adquirir con pesos cubanos en los agromercados.
Durante ese mes promete llevar la cuenta de lo que gaste y colocar los resultados en un blog de la AP.
''Espero desarrollar hábitos de alimentación saludables a partir de la necesidad: reducir la cantidad de carne de res y de productos derivados de la leche, llevar a cabo una planificación de las comidas y comprar verduras en los agromercados.
Pero al llegar el primero de julio, también estaré lista para comerme un bisté grande y jugoso''.
Creo que hay mucho de publicidad en esta experiencia y algo impúdico también en la
siguiente declaración: ''como la comida es tan fundamental en la vida y la cultura, yo no podré apreciar por completo la experiencia cubana hasta que no coma como ellos lo hacen''.
Quiero devolverle a la siguiente afirmación su virtud ética fundamental, más allá de cualquier huella populista o de ocasión: el problema es que ''la experiencia cubana'' va mucho más allá que una dieta de un mes y el anhelo de comerse un bisté.
Fotografías: Javier Galeano/Associated Press.

NBC en Cuba


El canal norteamericano NBC anunció este jueves que el próximo martes transmitirá desde Cuba su programa noticioso cotidiano Today tras obtener el permiso de las autoridades cubanas al término de 18 meses de negociaciones.
''Nunca es tarde para ir a Cuba'', dijo Jim Bell, productor ejecutivo del programa animado por Matt Lauer, y que incluirá reportes sobre la realidad y el futuro político de Cuba, así como sobre el impacto del embargo norteamericano sobre la isla y Estados Unidos.
Bell aclaró que no fue posible obtener una entrevista con el gobernante cubano Fidel Castro ni con su hermano Raúl, que actualmente lo sustituye en el poder por razones de salud.
Fotografía: mercado agrícola en La Habana. (Gregory Bull/AP)

Termina reunión Cuba-España


La primera ronda de conversaciones sobre Derechos Humanos entre España y Cuba se desarrolló en un ambiente "constructivo'' e incluyó temas espinosos para el gobierno de La Habana, como los derechos humanos "para todos'', el sistema penitenciario y la pena de muerte, informó la periodista Mar Marín de la agencia española Efe.
En el encuentro se discutió sobre ''el disfrute individual y colectivo de todos los derechos humanos para todos'' y el marco jurídico e institucional para su promoción y protección, según un comunicado conjunto publicado hoy que utilizó un lenguaje poco habitual en las notas oficiales de las autoridades cubanas.
Ambas partes debatieron sobre "los sistemas penitenciarios en todos sus aspectos, tanto institucionales como humanos'' y hablaron de otros asuntos también conflictivos para La Habana, como la pena de muerte, según Efe.
La cooperación internacional y el respeto a los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo internacional fueron discutidos también en la reunión, que transcurrió ''en un ambiente cordial, franco y constructivo'' y que permitió ''abordar todos los temas que cada parte ha considerado de interés'', señaló la nota oficial.
El comunicado no mencionó los términos ''disidentes'' ni ''presos políticos'', no reconocidos por el gobierno cubano, que califica a los opositores como ''mercenarios'' a sueldo de Estados Unidos.
Fuentes diplomáticas europeas apuntaron que la Unión Europea (UE) sigue con atención el proceso abierto por España, el primer país miembro del bloque comunitario que inicia este tipo de conversaciones con el gobierno de La Habana.
Esta primera ronda de diálogo sobre Derechos Humanos se desarrolló los días 29 y 30 en la Cancillería cubana, encabezada por el viceministro de Asuntos Multilaterales cubano, Abelardo Moreno, y el director general de Política Exterior español, Rafael Dezcallar.
El encuentro es resultado del acuerdo alcanzado entre los cancilleres de ambos países el pasado abril, durante la visita a Cuba del ministro español de Exteriores, Miguel Angel Moratinos.
Las delegaciones acordaron continuar con el proceso en una próxima reunión que se celebrará este año, en el contexto del diálogo político entre ambos países que debe desarrollarse en Nueva York, durante el 62 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, previsto para septiembre.
Fotografía: el director general de Política Exterior del ministerio de Asuntos Exteriores de España, Rafael Dezcallar, y Carlos Zaldívar (derecha), embajador en Cuba, abandonan la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, en La Habana, luego de concluir la reunión Cuba-España sobre derechos humanos. (Alejandro Ernesto/EFE)

¿El dolor del exilio o el dólar del exilio?


¿El dolor del exilio o el dólar del exilio? No se trata de una pregunta retórica ni de un burdo juego de palabras. Durante años, el invocar el dolor del exilio ha sido una especie de varita mágica, que ha puesto límite a las críticas, vanagloriado la censura y justificado los ataques más diversos. Nada más alejado de este comentario que exista un dolor real. Pero, ¿es cierto en todos los que lo invocan? ¿Cuanto de engaño, oportunismo y negocio turbio se esconde tras algunos que aquí en Miami lo mencionan a diario? ¿Dónde está el límite, que debía ser claro, entre el sufrimiento y el descaro? Y lo que resulta más importante: ¿Hasta cuándo hay que soportar a los que se consideran abanderados del pasado, mientras se enriquecen en el presente?
Nada en contra de la riqueza. Todo el respeto para el dolor. Pero ahí no termina el asunto. Están los que no se dejan embaucar ni manipular. Entonces comienzan las dificultades para los mercaderes, quienes se aprovechan de los sentimientos de una parte de la comunidad exiliada, con el fin de justificar sus privilegios.
No hay pocos de estos individuos en Miami. Líderes políticos surgidos de la demagogia del momento, que cuando han llegado a un cargo público muchas veces se han visto obligados a la renuncia o han sido puestos tras las rejas por corrupción o robo. Analistas políticos, que en situaciones normales no habrían pasado de ser peleteros de pueblos de provincias, con la desventaja de que al no practicar ese oficio honrado están también incapacitados para ayudarnos a escoger entre un par de zapatos negros y otro de color marrón. Voces altisonantes, que rechinan en los oídos y dirigen programas de radio. Periodistas de un prestigioso estilo vetusto, de esos que aún escriben y declaman sermones altisonantes, como si estuvieran arengando en logias pueblerinas. Oportunistas tras una recompensa fácil, jóvenes y viejos. Pronosticadores de cualquier índole. Magos y charlatanes.
En todas partes sufrimos el asalto de vocingleros ignorantes, comentaristas superficiales, de todo tipo y sexo, que se creen guardianes de la patria y hablan de un país que apenas conocieron, antes o después de marchar al exilio. Ciudadanos que escriben cartas a los periódicos cuando no tienen mejor tribuna. Activistas que no pasan de ser aspirantes a guapos de barrios, que presionan a las instituciones para que se inclinen frente a sus intereses. Gritonas que recuerdan a esas mujeres con escapularios que aparecen en los cuentos del escritor mexicano Juan Rulfo. Ignorantes que de pronto se creen con derecho a censurar libros.
En una ciudad dominada en gran parte por los exiliados que llegaron primero, los miembros de las diversas generaciones criadas por vocación o a contrapelo en la revolución luchan a diario por ocupar el lugar que les corresponde y merecen. No es una lucha entre jóvenes y viejos, sino entre lo viejo y lo nuevo. Pero una y otra vez, quienes se han cuestionado las prácticas del llamado exilio de “línea dura” han topado con las mismas advertencias e iguales “llamados al orden”: respetar el dolor de la comunidad, no hacerle el juego al enemigo, no convertirse en “tontos útiles”, tener en cuenta los años de lucha y los sacrificios de los que llegaron primero: tomateras, prisiones, fusilamientos, sacrificios. Cada palabra como una losa para sepultar el silencio.
Pero el respeto a los años de lucha no debe servir de justificación de errores y tampoco de patente de corso para los aprovechados. Ha llegado el momento en Miami de poner freno a las invocaciones patrióticas de quienes negocian con el anticastrismo. Es hora de decirles a esos señores que ellos no hablan en nombre de toda la comunidad exiliada, sino de apenas un sector de ésta. Basta de farsa y miseria. Los que quieran seguir hablando de juzgar, condenar y dictar pautas en un país que desde hace años desconocen, y al que de momento no tienen la más remota posibilidad de volver, salvo como visitantes, pueden hacerlo. Los “profesores” que dictan leyes y establecen tribunales, desde la soledad de un micrófono, pueden seguir practicando su deporte preferido. Pero, por favor, no repitan más que ellos son el símbolo del exilio o de la comunidad cubana de Miami. Representan, si acaso, a un grupo de recalcitrantes cada vez más aislados.
Durante mucho tiempo, un sector de la comunidad cubana de Miami ha ejercido un oficio lucrativo: disfrutar de todas las ventajas que proporciona el ser ciudadanos de un país poderoso, al tiempo que reivindican para provecho propio las utilidades que les proporciona el considerarse guías ideológicos y políticos de un exilio. ¿A quiénes representan? Sólo a unos pocos. Pero se han apropiado del silencio de otros muchos. Romper ese silencio es necesario. Ahora más que nunca.
Fotografía: el abogado Nicolás Gutiérrez, especializado en derecho a la propiedad y nacionalizaciones en Cuba, muestra un mapa donde están señaladas las propiedades confiscadas de su familia en la isla. (Nuri Vallbona/The Miami Herald)

miércoles, 30 de mayo de 2007

La ley y los intereses


Creo que la renuncia del abogado Ignacio E. Sánchez al Consejo por la Libertad de Cuba (CLC) tiene una gran importancia para el panorama político de esta ciudad. Sánchez se vio obligado a renunciar luego que la periodista Ana Menéndez divulgara que entre sus clientes se encuentra una firma francesa que ha presentado la mejor y más económica propuesta para la construcción de un túnel en el puerto de Miami. La licitación pública fue aprobada y el contrato tiene un valor de $1,000 millones. Una de las afiliadas de la firma ha construido diversos hoteles en Cuba.
El CLC no es una organización de gran arraigo y peso dentro de la comunidad exiliada. Su importancia fundamental radica en sus vínculos con Washington, especialmente a través de la estrecha relación que mantiene con los tres legisladores cubanoamericanos por la Florida, miembros todos del Partido Republicano.
Nacida tras una ruptura con la Fundación Nacional Cubano-Americana, el CLC es una institución que en los últimos años ha influido y participado activamente en la elaboración de las restricciones de los viajes y remesas a la isla.
Sánchez también formó parte del equipo legal que contribuyó a la redacción de la famosa Ley Helms-Burton. Esta medida tiene entre otros objetivos el impedir que empresas extranjeras comercien con propiedades expropiadas por el gobierno cubano.
Por otra parte, Menéndez ha sido objeto de un “linchamiento radial” en esta ciudad, por la publicación de un artículo en que denunciaba la jerarquización de las protestas anticastristas en Miami, que en la actualidad atacan a los débiles y rehuyen enfrentar a los poderosos (ver al respecto el siguiente comentario).
Lo ocurrido con la propuesta de construcción del túnel es una muestra más de lo absurdo e inútil de una legislación como la Ley Helms-Burton en un mundo globalizado. El embargo no funciona desde hace mucho tiempo, en verdad nunca ha funcionado, pero de pronto se convierte en un problema que no tiene sólo que ver con Cuba sino también con Miami.
Hasta ahora se continuaba echando gasolina en las estaciones CITGO, pese a los llamados de algunos de no hacerlo, comprando marcas que desde hace mucho se venden en Cuba y adquiriendo boletos en aerolíneas que también viaja a Cuba. Era simplemente hacerse de la vista gorda y conformarse con impedir algún concierto o un evento artístico en esta ciudad. Pero ha llegado el momento en que un importante contrato en el condado de Miami-Dade enfrenta una disyuntiva inevitable: pagar más para enorgullecernos de la firmeza de una estrategia caduca o escoger el mejor postor y olvidarnos de la política. Ello en una ciudad que demográficamente es cada vez más diversa.
Este doble rasero viene siendo utilizado desde hace años, incluso con remordimiento por algunos: músicos exiliados que comparten escenarios con los de la isla fuera de Miami, pero que por temor se niegan a hacerlo en esta ciudad. Opiniones que se dicen en privado, pero se callan en público. Un buen tabaco cubano fumado en Madrid, mientras se apoya el embargo.
Podemos decir entonces que el sector de la llamada “línea dura” del exilio es presa de su propia trampa: o se refugia en una posición de plaza sitiada, al estilo de La Habana, o flexibiliza su posición. Hasta ahora, la hipocresía ha evitado enfrentar esta disyuntiva. Dos columna de Ana Menéndez han puesto al descubierto esa posición. Por ello son ejemplares.
Una de las ventajas de vivir en una sociedad democrática como la norteamericana es participar de vez en cuando en el derrumbe de un personaje o una actitud demagógica. Pocos defendimos desde un primer momento a la periodista. Le llovieron los ataques y la ocasión fue aprovechada por los oportunistas de turno y los perseguidores de siempre. Espero que lo ocurrido sirva a todos, para no dejarse manipular o al menos para no permitir que los sentimientos se utilicen de una forma tan burda y altisonante.
El contrato del túnel debe servir para comenzar a pensar al menos en soluciones más prácticas a un problema real: las propiedades confiscadas por el régimen de La Habana.
Es cierto que durante el proceso de nacionalización y a consecuencia también de otras medidas dictadas por La Habana, las firmas norteamericanas y los propiedades de esa nacionalidad y muchos que son ahora cubanoamericanos o permanecen con la nacionalidad de origen fueron los más perjudicados. Pero no fueron los únicos. Si naciones tan capitalistas y democráticas como España, Canadá y Francia, entre otras, han hallado una solución al respecto, ¿por qué resulta imposible emprender un camino similar o propio en este caso? Mientras tanto, persiste la obstinación en una apuesta inútil.
Desde el punto literario y periodístico, el triunfo de Ana Menéndez es también una victoria para la ironía y el periodismo sin concesiones. El armar un reportaje complaciente con ciertos sectores —no importa si de derecha o izquierda, castristas o anticastristas— puede resultar rentable por un tiempo, tranquilizador y propicio a la lisonja fácil. Pero al final termina imponiéndose la realidad: no es más que un ejercicio tonto y una pérdida de tiempo.
Ver además: Renuncia fundador de organización exiliada.
Fotografía: la escritora y periodista Ana Menéndez. (Carl Juste/The Miami Herald)

Linchamiento radial


Los últimos hechos ocurridos en esta ciudad han demostrado que la impresora de la periodista Ana Menéndez no está cargada de bilis, como viene afirmando desde hace ya más de una semana la estridencia radial, sino de verdades: uno de los fundadores de la organización conservadora Consejo por la Libertad de Cuba acaba de renunciar, luego que se supo que una firma que él representa pudiera tener vínculos económicos con el régimen de La Habana.
En su columna del 16 de mayo en The Miami Herald, Menéndez se preguntaba dónde estaban los opositores a la propuesta de una compañía francesa de construir un túnel en el Puerto de Miami a un costo de $1,000 millones. Una de las afiliadas de la empresa ha fabricado 11 hoteles en centros turísticos cubanos administrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias, que dirige el actual gobernante interino Raúl Castro.
La propia periodista se respondía: algunos de los supuestos “intolerantes” más vocingleros de esta ciudad ahora entretienen sus día en un boicot al programa radial La Noche se Mueve, de Edmundo García.
Luego Menéndez introducía un párrafo: “En esto se convertido la poderosa Mafia Cubana de Miami. Su némesis está agonizando, la amargura se le ha puesto vieja y su poder se ha reducido a tristes experimentos en que se parodia a sí misma”. Para agregar en la oración siguiente: “Comienzo a extrañarlos”.
Ambas oraciones mezclaban hechos diversos con un toque irónico, para establecer el punto de partida de un análisis. Los dos párrafos —y no quiero perderme en un intento de análisis estructural de la columna— estaban destinados a captar la atención del lector, provocarlo hasta cierto punto para que siguiera leyendo y no pasara la página. Los detalles —el cuerpo de la columna— venían después.
Se podía estar de acuerdo o no con las interpretaciones brindadas, compartir u oponerse a su punto de vista, considerar acertada o equívoca la presentación de los argumentos, pero los hechos que se presentaban, las citas que se ofrecían y las cifras colocadas sobre el papel eran verdaderas.
Menéndez concluía que el exilio había durado largo tiempo, muchos de los que llevaban años protestando cansados y envejecidos y que, al final, resultaba más fácil emprenderla contra alguien que presentaba un programa radial que enfrentarse a una multinacional. “Los negocios son los negocios”.
He leído la columna en varias ocasiones, y no logro encontrar nada que sustente que se trate de un texto especialmente provocador, polémico o extremadamente duro con un sector del exilio histórico, ese que se ha caracterizado por las protestas más sonadas en nuestra comunidad.
Sin embargo, tras su publicación se desató una airada campaña, donde abundaron los insultos, los llamados a que la columnista y The Miami Herald se retractaran y dieran excusas. Algunos llegaron a pedir la renuncia de la periodista.
La campaña se desarrolló por diversas vías, pero logró su mayor alcance en el programa radial de Ninoska Pérez Castellón.
La presentadora radial no pidió en ningún momento la renuncia de Menéndez, pero sí reclamó una satisfacción: que tanto el periódico como la columnista se excusaran por un acto de “difamación”. Al final —o mejor desde el principio—, todo se redujo a tres palabras: “mafia cubana de Miami”.
Me gustaría saber cuántos de los que en esta ciudad se sintieron ofendidos, heridos o difamados por la columna de Ana Menéndez la han leído.
Creo que sin hacerlo resulta difícil tener una opinión al respecto.
La columna sólo apareció en The Miami Herald, y aunque Pérez Castellón leyó el primer día la traducción hecha por ella del texto, me parece que ésta requiere de una lectura más calmada para valorarla en su totalidad.
De esta forma, la irritación de buen número de oyentes —y otros que se sintieron indignados— no nació de un conocimiento de primera mano, sino de un “dicen que dijo”.
En resumidas cuentas, lo que contaba era que Menéndez había llamado “mafia” al exilio de Miami. Lo mismo que hace Fidel Castro, se recalcó.
La ironía, el contexto de la frase, el texto en su totalidad no contaban. Tampoco que la escritora fuera hija de exiliados. Los socorridos ejemplos de la comunidad negra y judía volvieron a aparecer. Eran ejemplos arbitrarios y disímiles, sin el más mínimo punto de contacto con algo remotamente parecido al artículo atacado. Pero esto tampoco importaba.
Se produjo un “linchamiento” radial.
Nadie hizo referencia a la tesis del artículo: en esta ciudad, en muchas ocasiones y en la actualidad la “intransigencia anticastrista” ataca a los débiles y pasa por alto los actos y los planes de los poderosos.
Casi nadie habló del túnel.
Sólo que hablar del acuerdo del túnel era en realidad lo que molestaba.
La verdad no tardó mucho en salir a la luz.
Desde el principio, el ataque contra Menéndez me pareció desmesurado.
Incluso en una ciudad como Miami, donde cada semana se emprende una nueva cacería de brujas y se cuestionan las credenciales anticastristas de cualquiera que critique la estrategia hacia la isla de la actual administración norteamericana o la efectividad de diversos grupos exiliados.
Ahora se sabe, gracias a otro artículo de Menéndez, que la firma francesa constructora es representada en esta ciudad por un abogado que hasta ayer era un directivo del Consejo por la Libertad de Cuba (ver aquí). Participante además en la elaboración de la célebre Ley Helms-Burton, la misma que está destinada a impedir el comercio con propiedades confiscadas en Cuba.
Otro de los directivos de esta organización es Pérez Castellón.
No se trata de invertir el péndulo, e insinuar complicidad en la actuación de la presentadora radial.
Es simplemente ofrecer los hechos al lector. Todos los hechos, no tres palabras.
Fotografía: la comentarista radial Ninoska Pérez Castellón. (Patrick Farrell/The Miami Herald)

martes, 29 de mayo de 2007

Checos y polacos


Cualquier análisis de la opinión de los gobiernos de Polonia y la República Checa, respecto a la Posición Común adoptada por la Unión Europea sobre Cuba, debe tomar en consideración un aspecto más general: la actitud de ambos países sobre la organización de la que forman parte, a la que entraron luego de enfrentar gran número de dificultades y de la que se benefician económicamente.
Además del ya tradicional ejemplo de Gran Bretaña, y lo ocurrido en Francia antes de las últimas elecciones presidenciales, estas dos naciones son las que sostienen un punto de vista “menos europeo” en su conjunto, una posición que va más allá del caso cubano y tiene que ver con la forma en que se relacionan con Estados Unidos. Ello explica en parte —junto con la obtención de forma indirecta de fondos provenientes de Washington, por grupos como el checo People in Need— sus simpatías hacia un enfoque de mayor presión hacia el régimen de La Habana, más acorde a la tradicional postura de Estados Unidos y menos cercano al enfoque europeo de un diálogo crítico.
Entender esta actitud no le resta legitimidad al reclamo de Polonia y la República Checa, pero lo define de una forma más realista, y no según la explicación simplista de que son estas ex naciones socialistas las que mejor entienden el sufrimiento cubano, por haber padecido antes un régimen similar.
Junto a esta actitud de estos países que sufrieron la ocupación rusa —fundamentada en buena medida en la victoria norteamericana sobre la desaparecida Unión Soviética como resultado de la guerra fría—, el otro factor que llama la atención en Europa es la presencia de un populismo de signo ideológico contrario al que recorre América Latina.
De esta forma, mientras el anticastrismo tradicional ve al populismo de izquierda latinoamericano como su enemigo de siempre, saluda entusiasmada a un movimiento con iguales características de movilización popular, pero que provienen de la derecha en Europa.
Esta inversión de tácticas y consignas hace que Miami se apoyen las concentraciones del Partido Popular en Madrid, el gobierno polaco y el triunfo electoral francés. El bolchevismo derechista europeo encuentra su aliado natural en el norteamericano trotskismo neocon —que llevó la invasión de Irak— y ambos son vistos como avanzadas de un futuro, cuando en realidad no son más que movimientos políticos que triunfan o retroceden de acuerdo al cambio democrático.
Por supuesto que la otra cara del espejo está representada por la izquierda tradicional, que igualmente postula como Socialismo del Siglo XXI lo que no es más que una añoranza de un modelo estatal caduco.
Precisamente lo que tienen en común los populismos de signos ideológicos opuestos es su carácter reaccionario, que se disfraza de una acción revolucionaria para intentar un retroceso.
En el caso cubano, tanto la estrategia de presión norteamericana como la de diálogo europeo han fracaso en sus objetivos políticos. Pero este enunciado no agota las posibilidades.
Toda relación entre dos países contempla al menos tres posibilidades de intercambio: el político, el económico y el que se establece por diversas instancias que no forman parte del gobierno sino de la nación.
Al estar Cuba bajo un régimen totalitario, los tres aspectos se mezclan y el Estado cubano se convierte en sinónimo de gobierno y en última instancia de voluntad del gobernante. La diferencia respecto a una nación democrática radica en que, aunque un régimen como de La Habana se beneficie ocasionalmente de esta unión, no por ello la primera debe seguir el ejemplo.
Cuando ello ocurre, la nación o el conjunto de naciones —como es el caso de Europa— entra en un juego que inevitablemente favorece al Estado totalitario.
Ello es lo que en buena parte ocurrió cuando tras la “Primavera Negra” del 2003 la Unión Europea adoptó una actitud de presión política, cuyo resultado tuvo paradójicamente un efecto “liberalizador” para el gobierno de Castro: un distanciamiento político que no afectó los vínculos comerciales ni paralizó por completo las inversiones, al tiempo que limitó las visitas gubernamentales de alto nivel y redujo lo intercambios culturales, aunque mantuvo la ayuda (fue el gobernante cubano quien puso fin a ésta). Las razones fueron válidas, pero los resultados pobres.
Fue ese momento en que las políticas europeas y norteamericanas se acercaron más desde el triunfo de Castro, el primero de enero de 1959.
En la actualidad, prevalecen dos tendencias, una que busca una vuelta a la política tradicional europea hacia Cuba y otra cercana a la postura norteamericana. No resulta extraño entonces que las naciones europeas más alineadas con Washington busquen el mantenimiento del status quo.
Tanto Europa como Estados Unidos tienen puntos de contacto y diferencia en sus posiciones hacia La Habana. En los dos casos, el comercio, mayor o menor, se mantiene más allá de las diferencias políticas. Por supuesto que no es similar la participación española en la economía cubana a la norteamericana. Pero en ambas naciones, los intereses empresariales se han impuesto sobre los políticos.
De forma limitada, también instituciones norteamericanas, especialmente religiosas, mantienen vínculos con la isla. Es cierto que en todos las instancias —desde ventas agrícolas a encuentros religiosos—, el gobierno cubano intenta politizar los eventos. Pero esto no debe extrañar a nadie: es parte de la naturaleza del sistema.
En igual sentido, un sector del exilio de Miami ha tratado de imitar el modelo cubano, y politizar tanto un intercambio de ajedrecistas como una visita de legisladores: cortar cualquier tipo de vínculo, desde el diplomático hasta el cultural.
Con la actual administración, lo ha logrado en cuestiones secundarias para fines de gobierno, pero fundamentales para la familia cubana y el intercambio académico y artístico. Nada ha conseguido en cuanto a un debilitamiento del régimen.
Cabe entonces preguntarse: si ambos enfoques tienen poca capacidad para lograr un cambio de gobierno, ¿cuál perjudica más a la nación cubana? No creo que checos y polacos se hagan esta pregunta.
Fotografía:Alejandro Ernesto.

Orrio a la francesa


Debo al escritor y periodista cubano Fausto Masó, residente desde hace muchos años en Venezuela, el envío del análisis que Janette Habel publicó en la revista suiza A l’encontre y que reproduce la web venezolana Aporrea.org.
Habel se interroga sobre las posibilidades de supervivencia del modelo castrista luego de la desaparición del gobernante Fidel Castro. Para ello toma en cuenta la avanzada edad del ministro de las Fuerzas Armadas y actual gobernante en funciones, Raúl Castro, así como el hecho de un envejecimiento similar de gran parte de la cúpula gobernante.
El análisis que realiza la especialista francesa retoma la idea del “Socialismo del Siglo XXI” y no se aparta de lo planteado por Heinz Dieterich, en el sitio en internet Rebelión, luego de la ya famosa intervención de Fidel Castro en la Universidad de La Habana el 17 de noviembre de 2005, donde planteo que “esta Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos [Estados Unidos]; nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra”.
En dos trabajos que Dieterich publicó tras una posterior intervención del ministro de Relaciones exteriores cubano, Felipe Pérez Roque, durante el VI período ordinario de sesiones de la VI Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, donde éste retomó las palabras del gobernante, el analista germano-mexicano alertó sobre la imposibilidad de llevar a cabo la lucha contra la corrupción enunciada por Castro y repetida por el canciller: “Apelar a la disciplina revolucionaria y los valores éticos en las actuales circunstancias de Cuba, tener que ser como Fidel o el Che, no cambiará el panorama general de la situación, porque las condiciones objetivas no sostienen ese discurso”. Y en otro párrafo: “la propiedad estatal es percibida por muchos como una propiedad ajena o anónima, que se puede privatizar a través del robo. Mientras esto sea así, será difícil acabar con la corrupción y el robo, como muestra el ejemplo de China”.
Dieterich también afirma: “el viejo paradigma socialista no sostendrá la Revolución cubana confrontada a un doble vacío, el agotamiento de su proyecto histórico fundador y la desaparición de la generación histórica”.
Lo interesante del trabajo de Habel es que ésta ha sido una fuerte defensora del castrismo en Francia. Una colaboradora frecuente de Le Monde Diplomatique, y militante del Mayo 68 en Francia, Habel realizó entre 1962 y 1970 “tareas solidarias en Cuba”, informa Aporrea. Posteriormente “estuvo en diversos eventos en La Habana y continuó analizando la evolución del proceso revolucionario”, añade el sitio venezolano.
Aporrea es un sitio de la izquierda venezolana, donde con frecuencia se critica al presidente venezolano Hugo Chávez desde una posición más radical.
Un dato curioso: en su análisis Habel cita al agente Manuel David Orrio, tristemente célebre por denunciar a sus compañeros durante los arrestos de opositores y periodistas independientes en la “Primavera Negra” de 2003 y quien en la actualidad tiene una página web en internet “que continúa teniendo un carácter ‘disidente’”, según la analista francesa.
Foto: AFP/Getty Images.

sábado, 26 de mayo de 2007

Granma acusa a la prensa extranjera

El gobierno cubano acusó hoy a la prensa extranjera acreditada en la isla de ''hacer el juego'' a Washington y fabricar una imagen desfavorable del país, de acuerdo a una información de la agencia Efe.
El diario oficial Granma criticó a la prensa extranjera por escribir sobre los disidentes, a quienes el gobierno de La Habana califica de "mercenarios'' a sueldo de Estados Unidos.
''Algunos de los corresponsales acreditados en La Habana hacen el pan'' de cada día, construyendo noticias sobre los supuestos ''líderes de la disidencia'', afirma el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), que no detalla a qué medios se refiere, aunque hace una especial mención a las agencias internacionales.
Granma acusa a la prensa extranjera de ''respaldar y amplificar'' la ''apuesta por la mentira y la desinformación'' de los aparatos de propaganda de EE.UU. en lo que denomina ''guerra mediática'' contra la isla.
Critica también la cobertura de la prensa extranjera a temas como el de cinco agentes cubanos condenados en EEUU por espionaje, conocidos en Cuba como los ''cinco héroes'', y el ex agente de la CIA Luis Posada Carriles, acusado de terrorismo por Cuba y Venezuela.
El objetivo principal ''está en tratar de descalificar al pueblo cubano y su Revolución'', afirma el diario en un artículo titulado Catedráticos de la manipulación.
''Todo vale'' en función de hablar mal de Cuba; ese es el camino escogido por muchos corresponsales extranjeros en La Habana, empeñados en convertirse en "catedráticos'' de la desinformación a cuenta de su esmerada práctica cotidiana'', concluye.
Esta semana, el ministro cubano de Cultura, Abel Prieto, se mostró partidario de condenar a cadena perpetua a propietarios de medios que ''mientan'' o ''confundan a la gente'', durante un encuentro con intelectuales en Bolivia.
El pasado febrero, el gobierno cubano retiró los permisos de trabajo de dos corresponsales extranjeros acreditados en la isla por considerar que no reflejaban la situación del país con ''objetividad''.
El reglamento del Centro de Prensa Internacional (CPI), organismo dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores que se ocupa de la prensa extranjera en Cuba,
establece que se puede retirar definitivamente la acreditación a un periodista ''cuando se considere que ha faltado a la ética periodística y/o no se ajuste a la objetividad en sus despachos''.
La decisión del gobierno cubano fue duramente criticada por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), con sede en Nueva York.
Fotografía: una mujer lee el periódico Granma en La Habana, en esta foto de agosto de 2006. (Baltazar Mesa/AFP/Getty Images)

Las siete secuencias de Abel Prieto


En su blog, El abicú liberal, Jorge A. Pomar expone una semblanza de la para él controvertida personalidad del ministro de Cutura de Cuba, Abel Prieto.
Pomar dice que su escrito ''dado su carácter testimonial, podría ser de interés para aquellos que no hayan tenido el gusto o disgusto de tratar con Abel Prieto, a quien, como podrán apreciar quienes se dignen leerlo, trato con el debido respeto, con afecto incluso, pero igual sin ompasión''.
Vea aquí las Siete secuencias en la carrera de un ministro de Cultura.
Fotografía: El escritor colombiano Gabriel García Márquez y el ministro de Cultura de Cuba, Abel Prieto, saludan a la prensa en el Aeropuerto Internacional José Martí, en La
Habana, noviembre de 2006. (Diane Maya/AFP/Gerry Images)

viernes, 25 de mayo de 2007

Ciento cincuenta millones de dólares para compras a Estados Unidos


Cuba, con 150 millones de dólares en la bolsa, se sentará a partir del lunes con representantes de 100 compañías norteamericanas para acordar nuevas importaciones de alimentos, un negocio que desde hace seis años socava al embargo de Washington, informó la Agence France Presse.
''Es un evento (hasta el miércoles) para avanzar las contrataciones del segundo semestre'' de este año, en el cual intervienen "más de cien empresas, alrededor de 250 empresarios y funcionarios de Estados Unidos'', dijo el presidente del monopolio estatal Alimport, Pedro Alvarez, a la AFP.
Alimport ''comprará entre 100 y 150 millones de dólares'' en agroalimentos, ''vamos a ser más modestos'', señaló Alvarez quien especificó que esas compras serán ''para entrega durante el segundo semestre'' de 2007.
Estados Unidos mantiene un embargo económico y comercial sobre Cuba desde 1962, que La Habana afirma es el más largo de la historia y que le ha dejado pérdidas por más de 86,000 millones de dólares.
Pero el Congreso norteamericano aprobó en el 2000 las ventas de alimentos y medicinas a Cuba condicionadas al pago al contado y transportación en barcos no cubanos.
Tras el atentado terrorista a las Torres Gemelas en septiembre de 2001, Cuba ofreció sus aeropuertos y plasma sanguíneo a Estados Unidos, que no lo aceptó, pero en reciprocidad poco después ofreció ayuda humanitaria tras el huracán Michelle. La Habana agradeció el gesto y solicitó en su lugar hacer compras de alimentos.
Desde entonces comenzó un flujo comercial unidireccional que sumó hasta el cierre del pasado año unos 2,320 millones de dólares.
Sin embargo, el ritmo de compra creció menos a partir de 2005 toda vez que las transacciones se hicieron ''inseguras'', en opinión de Alimport, después de que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), adscrita al Tesoro, dispuso en febrero el pago en efectivo por adelantado de las importaciones cubanas.
El presidente de Alimport explicó que la empresa compra cada año alrededor de 1,600 millones de dólares en alimentos no sólo en Estados Unidos, pues el resto proviene de Europa, los países del Mercosur y Asia, fundamentalmente.
Esta semana, Alimport negoció con el Estado de Dakota del Norte la compra de papa para utilizarla como semilla en su cosecha, sin dejar a sus actuales suministradores -Canadá y Holanda-, pero regresando a Estados Unidos, su tradicional vendedor antes de 1962.
Cuba compra anualmente entre 30,000 y 40,000 toneladas de semillas de papa y ''está dispuesta a diversificar sus proveedores, pero con garantías y oportunidades justas'', dijo Alvarez al comisionado de Agricultura de ese Estado, Leonard Roger Johnson, que visitó La Habana.
Entre las importaciones que ha realizado Cuba en estos años desde Estados Unidos están amplias compras de maíz, arroz, chícharos, frijoles y otros granos, cuyos precios internacionales han subido en los últimos meses debido a una mayor demanda en lo que incide la producción de agrocombustibles.
Alvarez prefirió no adelantarse a los acontecimientos de la reunión y concluyó con un ''este año vamos a ver'', referido al monto de las compras.
Fotografía superior: una mujer limpia un edificio en La Habana, donde domina un cartel con una imagen del gobernante cubano Fidel Castro. (Javier Galeano/AP)
Fotografía izquierda: el comisionado de agricultura de Dakota del Norte, Leonard Roger Johnson (derecha) escucha al presidente de Alimport, Pedro Alvarez. (Javier Galeano/AP)

jueves, 24 de mayo de 2007

Expertos en ciclones de Cuba y Estados Unidos se reúnen en México


Un grupo de expertos de Estados Unidos y Cuba iniciaron hoy en Monterrey un encuentro para estudiar formas de cooperación frente a los huracanes, informó la agencia Efe.
El evento se realiza hasta el viernes en el Instituto Tecnológico de Monterrey,
México, y cuenta con la participación del experto estadounidense Lixion vila, del Centro Nacional de Huracanes de Miami, y el cubano José Rubiera, director del Departamento de Pronósticos del Instituto Nacional de Meteorología de La Habana.
Además, intervienen Walt Dickerson, Director de Manejo de Emergencias de Mobile (Alabama), y Phillip Cogan y Morrie Goodman, ex directivos de la Agencia Federal de Emergencias de EEUU.
Entre otras propuestas analizan las ''Lecciones de la Agencia Federal de Emergencias de Estados Unidos ante el desastre en Nueva Orleans'' y las ''Medidas aplicadas en Cuba para minimizar el daño de huracanes''.
La delegación cubana ha considerado este encuentro como "un oasis'' en las relaciones bilaterales entre la isla y Estados Unidos.
''Este es un pequeño esfuerzo de diálogo entre expertos de Cuba y Estados Unidos que se reúnen por primera ocasión para analizar este tema'', dijo a Efe Dagoberto Rodríguez Barrera, jefe de la delegación cubana.
''Nos gustaría que esta cooperación se extendiera a otras áreas'', añadió.
Rodríguez señaló que la amenaza de un huracán puede ayudar a derrumbar las ''barreras políticas'' que existen entre ambas naciones.
''En medio de un desierto de comunicación provocada por la política de Estados Unidos, este diálogo es como un oasis'', opinó.
Rodríguez señaló que cada año afectan a Cuba entre siete u ocho huracanes que provocan daños ''incuantificables''.
''Quizá debido al cambio climático cada año los ciclones son más fuertes y este diálogo nos podría ayudar a (hacer) un seguimiento y una mejor preparación frente a los huracanes'', concluyó.
Foto superior: lluvias torrenciales y penetraciones de mar en La Habana, a
consecuencia del huracán Rita, en septiembre de 2005. (Enrique de la Osa/EFE)
Foto inferior: el ciclón Wilma azota al poblado de Boca de Garalfre, en la costa sur
de Pinar del Río, en octubre de 2005. (Alejandro Ernesto/EFE)

Polos calientes


Si algo caracterizó al esperado debate entre Frank Calzón y Joe García, en el programa de televisión Polos Opuestos, es que fue muy cubano.
Bueno, casi siempre. Porque Calzón por momentos adoptó poses de señorito español. Incluso se quitó el micrófono, salió del set y hubo que rogarle que volviera.
Pero es difícil que un intercambio político entre posiciones opuestas en Miami se aleje mucho de situaciones parecidas a las que dicen ocurre en la famosa ''esquina caliente'' habanera, donde los fanáticos de ''la pelota'' se apasionan con sus respectivos equipos, discuten y por momentos parece que la sangre va a llegar al río, para acabar en nada.
La diferencia es que aquí las novenas beisboleras fueron sustituidas por los dos partidos políticos nacionales.
García es presidente del Partido Demócrata del condado de Dade y Calzón director ejecutivo del Centro para una Cuba Libre.
Aunque este último dijo que no estaba en el programa, que dirige María Elvira Salazar, para apoyar partido político alguno, lo cierto es que en todo momento defendió a los republicanos y especialmente al presidente George W. Bush. Si lo suyo no es militancia activa en favor de la nueva administración, no sé de qué otra manera catalogarla.
Ambos participantes llevan años dedicados a una labor anticastrista y en este sentido, ninguno de los dos cuestionó las credenciales del contrario. A partir de ese reconocimiento mutuo, salieron a relucir desde salarios hasta encuentros personales en el pasado.
Al final, y para recurrir a otro símil deportivo igualmente manido, fue una pelea ganada por puntos, en que por poco la victoria se logra por abandono del contrario.
Sin árbitro ni juez a la vista, quedó a criterio del espectador declarar el vencedor. Creo que fue García, por mayor aplomo, habilidad y menos ''golpes bajos''. Otro televidente puede haber quedado con una opinión contraria.
Lástima que este énfasis en el intercambio personal afectó notablemente lo fundamental: el debate de ideas. En este sentido, también concedo la victoria a García, ya que creo que dejó claro lo negativo e inútil que resulta la actual política norteamericana hacia Cuba. Pero cualquier lector de este blog sabe que es una opinión que comparto, con independencia de programa de televisión alguno, y poco —o mejor, nada— añado al señalarlo. En este sentido, concedo de antemano que me repito, igual que Polos Opuestos.
Será mejor entonces señalar ciertos aspectos del debate.
El dinero fue la gran pregunta de la noche. Lo que da el gobierno norteamericano con la supuesta intención de contribuir al avance de la democracia en la isla. Lo que llega a los disidentes y lo que se gasta en viajes y conferencias internacionales.
Es decir, lo poco que realmente llega a los opositores en Cuba de estos fondos, cuando llega algo.
Fue al mencionarse este aspecto, cuando en más de una ocasión el director del Centro para una Cuba Libre dio la impresión de pelear contra las cuerdas. Dio la impresión de sentirse arrinconado y a la defensiva cuando una y otra vez volvió a surgir el tema. Debo añadir que en más de un intercambio sobre la cuestión, García estuvo más cerca de ser fiscal que abogado, mientras Calzón no encontraba mejor argumento que una especie de: ''Yo sí, pero tú también''.
Todo ello generó una tensión, que se canalizó hacia aspectos personales. Fue lamentable.
Como se trataba de dos contendientes con mucha experiencia en el debate público, la conductora limitó considerablemente su papel. Incluso a veces parecía más dedicada a disfrutar más el programa que en moderarlo. Logró con ello que el programa fuera más divertido, pero menos ilustrativo.
Desde el punto de vista de entretenimiento, esta edición de Polos Opuestos fue todo un éxito. Si nos atenemos al debate de ideas, bastante pobre.
García disfrutó de la ventaja que tiene todo miembro de la oposición: atacar más las políticas existentes que presentar alternativas, salvo abogar por el fin de las restricciones a los viajes y la disposición de establecer un intercambio con funcionarios del gobierno cubano, que expresen una posición favorable a un cambio en la isla.
Es cierto que ambas posiciones son conocidas, pero tampoco se trataba de un debate presidencial, ni incluso una discusión vinculada a una campaña política. No estábamos ante candidatos políticos, pero fue algo muy similar: un anticipo parcial de las posibles posiciones que seguramente se debatirán el próximo año, si permanece igual la situación en Cuba.
Calzón volvió al argumento manido de tratar de refutar la opinión contraria con el argumento de ''eso es lo que dice La Habana''. Es más, en un momento llamó ''compañero'' a su contrincante. Fue un truco barato, para decir lo menos.
Sin embargo, hay que reconocer que el director del Centro para una Cuba Libre estaba en una situación de desventaja, al intentar justificar la falta de acción y la poca efectividad de la actual política norteamericana hacia Cuba.
Su estrategia no dio resultado: detenerse por breves momentos en un planteamiento general del problema, para pasar de inmediato a lo personal. Resultó evidente que estaba eludiendo entrar en los aspectos específicos.
Fue una lástima que ello ocurriera, porque en algunas cuestiones específicas —como la denuncia de abusos a los derechos humanos en la isla y divulgación de literatura al respecto—, el Centro para una Cuba Libre ha realizado una meritoria labor.
Lo que pasa es que tras la llegada de Bush al poder, la posición del director de la institución se ha identificado en exceso con la política del presidente Bush.
El resultado es que ahora repite un discurso caduco.
Ayer Calzón desperdició una buena oportunidad de pasar a la ofensiva: retar a su oponente a que avanzara más allá de las críticas. Dio la impresión de un luchador cansado.
La realidad es que en aspectos como la política europea hacia la isla, la posición más agresiva de naciones pequeñas, como la República Checa, puede servir de consuelo en Miami, pero no resulta decisiva en Europa.
En lugar de seguir apostando todas las cartas al Partido Popular español, las organizaciones del exilio deberían intentar buscar los medios de influir en cierta medida sobre el Partido Socialista Obrero Español.
En este sentido, es a los demócratas a quienes hay que pedirles una participación más activa. Calzón desperdició la oportunidad de introducir este punto.
Si hago referencia a esta cuestión, es porque tengo la impresión de que una parte de los fondos que recibe el Centro para una Cuba Libre se destinan a conferencias y eventos que se celebran en Europa. Conocer más de esta labor —y Cuaderno de Cuba está abierto para divulgar cualquier información de esta organización al respecto— hubiera enriquecido el programa.
Por supuesto que Calzón no es culpable de asistir a un programa que en líneas generales fue la repetición de muchos otros.
Lo que distinguió a la edición de Polos Opuestos de ayer miércoles fue el dinamismo —incluso la exaltación del debate— y el contar con dos fuertes contrincantes. Pero en cuanto a temas y posiciones fue más de lo mismo.
El problema entonces trasciende a los participantes del programa, y tiene que ver con la situación de anquilosamiento que caracteriza a la televisión de esta ciudad, que se refleja tanto en las novelas como en los espacios de debate político.
Estos últimos son similares a las telenovelas, que repiten una y otra vez viejos esquemas y sólo cambian, a veces, las caras.
Lo peor es que aquí ni siquiera tenemos la oportunidad de ver con frecuencia nuevos rostros: la repetición es la norma diaria.
Fotografías de archivo de varias discusiones sobre béisbol en la "esquina caliente'' del Parque Central habanero, realizadas en diversas fechas.
Superior: enero de 2007 (Chris Welch/Minneapolis Star Tribune/MCT).
Izquierda: octubre de 2002 (Cristobal Herrera/AP).
Derecha: abril de 1999 (Jose Goitía/AP.
Inferior: marzo de 1999 (LPA).

miércoles, 23 de mayo de 2007

Castro revela detalles sobre su salud


El gobernante cubano Fidel Castro reveló este miércoles que sufrió varias operaciones que inicialmente no tuvieron éxito, pero que ha mejorado, tiene un peso estable de 80 kilos y recibe vía oral lo que necesita para su recuperación, según un nuevo artículo de prensa.
''No fue una sola operación sino varias. Inicialmente no hubo éxito, y esto incidió en la prolongada recuperación (...). Les digo a todos simplemente que he ido mejorando y mantengo un peso estable, alrededor de los 80 kilogramos'', dijo Castro, quien convalece desde que fue sometido a la primera operación el 27 de julio de 2006, informa la Agence France Presse. Castro colocó los detalles sobre su estado de salud y las operaciones sufridas al final de un artículo dedicado a la producción mundial de cereales.
Aunque la información no resulta nueva, ya que el cirujano español José Luis García Sabrido, jefe del servicio de Cirugía del hospital público madrileño Gregorio Marañón, había informado al respecto, es la primera vez que Castro hace referencia a sus problemas de salud.
El gobernante cubano, quien cumplirá 81 años el 13 de agosto, dijo haber dependido ''durante muchos meses de venas tomadas y catéteres por los cuales recibía una parte importante de los alimentos, y no deseaba desagradables desengaños para nuestro pueblo''.
''Hoy recibo por vía oral todo lo que requiere mi recuperación. Ningún peligro es mayor que los relacionados con la edad y una salud de la cual abusé en los tiempos azarosos que me correspondió vivir'', añadió el texto, el undécimo artículo que escribe desde hace dos meses.
En su editorial titulado Para los sordos que no quieren oír, dedicado una vez más a fustigar la producción de etanol a partir de alimentos, Castro relató que en esta fase de su recuperación se dedica ''especialmente reflexionar y escribir sobre cuestiones'', a su juicio, ''de cierta importancia y trascendencia''.
''Tengo mucho material pendiente. Para filmes y fotos que requieren recortarme constantemente el cabello, la barba, el bigote, y acicalarme todos los días, no tengo ahora tiempo. Tales presentaciones, además, multiplican las solicitudes de entrevistas'', aseguró.
Tras reflexionar, dice, todo el resto del tiempo lo emplea ''en leer, recibir información, conversar telefónicamente'' con sus colaboradores y realizar los ejercicios de rehabilitación.
Castro fue visto por última vez en público el 26 de julio de 2006 en dos actos en el oriente del país, un día antes de la primera operación, pero el origen de su enfermedad y la evolución de su salud han sido mantenidos como ''secreto de Estado''.
Fotografía: el gobernante Fidel Castro habla en La Habana en esta foto de archivo de
marzo de 2006. (Javier Galeano/AP)

Trinidad Jiménez en Washington


La secretaria española de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, indicó hoy que
su viaje oficial a Estados Unidos permitido ''deshacer malos entendidos'' y que ''entiendan mejor nuestra posición respecto a Cuba''.
En declaraciones a Efe, Jiménez señaló que en sus primeras reuniones con altos funcionarios del Departamento de Estado de EEUU sus interlocutores han tenido la ocasión de ''entender mejor nuestra posición en relación a Cuba''.
En su primera jornada, a la que calificó de ''muy positiva'', la secretaria de Estado para Ieroamérica se reunió con el secretario de Estado Adjunto de EEUU para América Latina, Thomas Shannon, con quien mantuvo un almuerzo de trabajo y una reunión ''muy productiva y cordial''.
Posteriormente se reunió con Dan Fried, secretario de Estado adjunto para Europa, y con el senador republicano por Florida y presidente del ''Consejo EEUU-España'', Melquíades Martínez.
La primera reunión de la jornada la mantuvo con el congresista demócrata por Nueva Jersey, Albio Sires.
Jiménez explicó que en su reunión con Shannon hizo "un repaso a la región'' como la situación en Colombia, México y Guatemala y "sus problemas más importantes''.
Pero Cuba y la posición del actual Gobierno español en relación a la región también centraron parte de la conversación entre Shannon y Jiménez.
''Queríamos aclarar una serie de malentendidos'' al respecto, dijo a Efe Jiménez.
La oposición del Partido Popular (PP) en España criticó la visita realizada a Cuba por el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, los días 2 y 3 de abril.
El PP criticó entonces la postura de Moratinos y consideró que su viaje evidenció el respaldo del Gobierno español al régimen de Fidel Castro, quien delegó el poder provisionalmente por enfermedad a su hermano Raúl en julio de 2006.
También suscitó la reacción de Estados Unidos, que a través de la subsecretaria de Estado adjunta de EEUU, Colleen Graffy, y del propio secretario adjunto de Estado para Latinoamérica de EEUU, pidió a Moratinos que aclarara los motivos por los que no recibió a los opositores al régimen cubano.
Jiménez explicó a Efe que detalló a Shannon cuál era la posición de ''respeto'' del Gobierno español en relación a Cuba y reconoció que aunque haya discrepancias ''las conversaciones permanentes y el diálogo fluido son muy positivas''.
Trinidad Jiménez tiene previsto entrevistarse mañana con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno; con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y con el subsecretario de Asuntos Políticos del Departamento de Estado de EEUU, Nicholas Burns.
La visita a Washington concluirá el jueves por la tarde con una conferencia de prensa en la embajada española.
Esta es la primera visita que Trinidad Jiménez realiza a Estados Unidos después de su nombramiento como secretaria de Estado española para Iberoamérica en septiembre de 2006, y se produce pocos días antes de que la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice efectúe una visita de unas horas a España, el próximo 1 de junio.
La visita de Rice será la primera a España de un alto funcionario del Gobierno de George W. Bush tras la llegada al poder en 2004 del jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
Fotografía: Orlando Sierra/AFP/Getty Images

Se acabó la zafra


Cuba afirmó hoy que es ''imposible'' alcanzar los valores necesarios de rendimiento y eficiencia en la cosecha de azúcar de este año y anunció que los pocos centrales en zafra dejaron de moler, anunció la agencia Efe.
El diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, señaló que ''la economía de hoy y los tiempos actuales no permiten sacrificar la caña disponible si son ínfimas las posibilidades de molerla a un costo aceptable''.
''Por eso es inteligente la medida conocida ayer (martes) de que los pocos centrales en zafra dejaron de moler y están en la fase de liquidación'', tras una campaña que ha estado castigada por el exceso de precipitaciones, agrega el diario cubano.
Granma recordó que a finales de marzo los análisis mostraban que más del 44 por ciento del azúcar dejado de producir "obedecía, de forma directa o indirecta, al exceso de lluvia, que deteriora el rendimiento y apenas deja laborar en el campo''.
El diario, que no especifica las razones para dejar de procesar el 66 por ciento restante, indica que esta tendencia ''lejos de disminuir y aliviarse, se incrementó con énfasis en las cinco provincias orientales, decisivas en el plan nacional y que prácticamente se vieron atadas''.
Agrega que ''la zafra, a diferencia de otras producciones, posee características muy específicas'', lo que ''ante contratiempos como estos, es lógico que existan errores e imprecisiones que se enmascaran''.
De los 51 centrales o fábricas dedicados a la zafra que comenzó a finales de diciembre, sólo 17 han cumplido su plan programado, de los que 13 están en las provincias centrales y occidentales.
A finales de marzo, el vicepresidente Carlos Lage anunció que este año "se va a moler la caña que se pueda moler, se va a hacer el azúcar que se pueda hacer'' a causa de las condiciones climáticas ''reales y objetivamente adversas'' que afectan a la industria.
El ministro del Azúcar, Ulises Rosales del Toro, informó también a finales de marzo de las ''situaciones complejas'' que atraviesa la zafra después de no haber podido comenzar en diciembre, como estaba previsto, y de que se produjeran retrasos en la preparación de los centrales (fábricas) por la tardía llegada de "algunos recursos''.
Las autoridades cubanas intentaban este año dar un nuevo impulso a su industria azucarera, con mayores recursos y disponibilidad de caña, después de que en 2006 la zafra alcanzara 1.2 millones de toneladas, según cifras no oficiales.
En 2002, el sector fue reestructurado con el cierre de casi un centenar de ingenios (fábricas) y la asignación de la mitad del área destinada a la caña a otros cultivos.
Tras la subida de los precios del dulce en el mercado internacional, el gobierno cubano decidió reabrir algunas industrias y aumentar en un 28 por ciento los volúmenes de caña disponibles para la molienda.
Fotografía de archivo (José Goitía/Canadian Press)

La Caverna de Holguín


Una cafetería de Holguín lleva el nombre del famoso pub de Liverpool, donde a comienzos de la década de 1960 actuaban y se dieron a conocer The Beatles. En su interior, el local tiene estatuas de los músicos británicos. Durante los años de mayor fama mundial, la música del cuarteto inglés estuvo prohibida de transmitirse en la radio y televisión cubana.
Fotografía:stringer/AFP/Getty Images

Velero de Uruguay arriba a La Habana


El buque Capitán Miranda de la Armada uruguaya atracó este miércoles en el puerto de La Habana, primera travesía de un barco de esa institución a Cuba desde el triunfo de la revolución en 1959, como muestra de la "excelente'' relación bilateral, afirmó su comandante Julio Ambrosoni, según informa la agencia Efe.
La llegada del buque escuela busca ''aportar un grano más a las excelentes relaciones que hay de gobierno'' entre Cuba y Uruguay, declaró el capitán de navío, tras la ceremonia de bienvenida en el puerto de La Habana.
A la entrada a la bahía, el Capitán Miranda -de 60.4 metros de eslora y 8 de manga- fue recibido con los máximos honores militares -21 salvas de artillería-, en un acto a cargo del batallón de ceremonia y la banda de música del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), agrega la información de Efe.
El acto estuvo presidido por el capitán de navío de la Marina de Guerra Revolucionaria, Román Cisneros, y el embajador uruguayo en Cuba, Jorge Mazzarovich, además de Ambrosoni.
''Me da gusto ser parte de la historia'', dijo Ambrosoni, al recordar que es "la primera visita que realiza un buque de guerra de Uruguay'' a Cuba desde que triunfó la revolución de Fidel Castro.
Subrayó que, además de su función de instrucción, el buque ejerce como ''embajador flotante de Uruguay'' y ''es un deber de cada uno de nosotros mostrar lo que llamamos la marca país, nuestras características y tradiciones''.
Construido en los astilleros de Cádiz, España, en 1930, el Capitán Miranda trabajó durante más de cuatro décadas como buque hidrográfico, y en 1977 fue transformado en un velero dedicado a la capacitación de jóvenes egresados de la Escuela Naval de la Armada Nacional de Uruguay.
Según Ambrosoni, a partir de 1990 el buque integra a su tripulación a estudiantes de distintas universidades públicas y privadas de Uruguay, con el fin de promover la integración de jóvenes con formaciones distintas.
Con una tripulación de 12 oficiales, 32 guardiamarinas y cuatro invitados, el velero estará seis días en Cuba y tocará en esta ocasión 22 puertos de nueve países, entre ellos Brasil, Venezuela, Estados Unidos, Francia, Italia y Grecia, en un periplo que inició el pasado 9 de abril y concluirá el 29 de octubre, concluye Efe.
Fotografías: Javier Galeano/AP

Error demócrata


¿Hasta dónde tendrá que llegar el grado de similitud, entre la invasión a Irak y la Guerra de Vietnam, antes de que surja un poderoso sentimiento de rechazo al conflicto?
No es que los estadounidenses apoyen la guerra en Irak. Las encuestas y la caída en picada de la popularidad del presidente George W. Bush lo demuestran? Pero aún persiste cierta pasividad hacia lo que ocurre en un país lejano. Todavía el gobierno cuenta con una gran capacidad de maniobra, que aprovecha a su favor el miedo ante la posibilidad de un ataque terrorista.
Las diferencias entre la situación en Irak y lo ocurrido en Vietnam también siguen siendo notables. No hay comparación entre el número de bajas, en términos absolutos, y entonces estaba establecido el servicio militar obligatorio. La situación internacional también es muy diferente. Y si bien es cierto que esta administración manipula el peligro terrorista, no por ello la amenaza es menos real.
Las imágenes, sin embargo, han comenzado a alcanzar una semejanza alarmante. En la edición online de The New York Times de hoy miércoles hay un reportaje impresionante.
Una mina casera, colocada en un camino, mató a un soldado norteamericano y dejó a otros dos y a un iraquí heridos. Todos pertenecían a un grupo de 11 estadounidenses y 50 iraquíes, que participa en la búsqueda de tres soldados de su unidad, capturados por los insurgentes luego de un enfrentamiento que causó la muerte de cuatro norteamericanos y un soldado iraquí.
Helicópteros de rescate, un paisaje en apariencia apacible, pero al mismo tiempo inhóspito, rostros que reflejan el dolor y el miedo, compañeros trasladando en camilla a los heridos, armas apuntando hacia cualquier parte y un enemigo que no se ve. Todo resulta demasiado familiar, demasiado cercano a lo visto una y otra vez, en fotos, documentales y películas de ficción sobre el conflicto asiático.
Un ejército extranjero armado hasta los dientes y escenas donde aparecen ocasionalmente los habitantes del país: personas de otra raza, con otra cultura y otra forma de pensar. Seres humanos divididos en dos bandos que sólo tienen en común el dolor y el miedo, pero un dolor y un miedo que pertenecen a dos mundos distintos, con diferentes orígenes y causas y efectos distintos.
Dice el Times que los soldados norteamericanos participan ahora de una nueva forma de desplazamiento por terrenos peligrosos, donde las patrullas a pie de un pelotón o una escuadra han sustituido los movimientos de tropas en vehículos blindados.
El cambio de táctica surgió con el avance de la campaña de contrainteligencia y ante el hecho de que a partir del 2003 los ataques insurgentes se concentraron en la colocación de artefactos dinamiteros en las carreteras, dirigidos a diezmar la capacidad de movilización militar estadounidense e impedir el avance de los militares.
Pero este cambio de táctica del ejército de Estados Unidos fue seguido de inmediato por otro similar por parte de la insurgencia. Las bombas en vehículos y a los costados de las carreteras principales han sido sustituidas en parte por artefactos artesanales colocados en cualquier camino que se conoce es frecuentado por los soldados estadounidenses.
Cada día que pasa resulta más evidente que Estados Unidos no puede ganar la guerra en Irak. Pese a una declaración de victoria apresurada, mantener el país ocupado y haber logrado el establecimiento de un gobierno nacional, que a duras penas cumple con algunas funciones. Lo que todavía persiste es cierta esperanza de que no terminará perdiéndola, como ocurrió en Vietnam.
Explotar esa esperanza —donde se mezclan diversos factores, desde el orgullo nacional hasta el temor real de que el resultado final sea el establecimiento de un régimen fundamentalista islámico— permite a la Casa Blanca prolongar un conflicto sin salida, que cuesta a diario vidas de norteamericanos e iraquíes. Washington, en última instancia, está jugando a ganar tiempo. Esta administración cuenta los días que le falta para dejar a otros el problema que ella ha creado. Pero es inmoral esta estrategia de dolor y muerte.
La culpa es no sólo del presidente Bush y el Partido Republicano. Los demócratas también son culpables. Y si siguen por la senda del juego político, la tibieza y el acomodo político, también pagaran por ello.
Los legisladores demócratas acaban de ceder, al retirar los plazos para un retiro de las tropas de la legislación que Bush ha vetado. Es cierto que no cuentan con los votos necesarios para superar el veto, pero su claudicación es un acto de cobardía.
La búsqueda de una salida al conflicto no es una aceptación de la derrota, sino todo lo contrario: la única posibilidad que queda para evitarla.
El retroceso demócrata es un error, y puede costarle caro a quienes aspiran lograr la próxima presidencia de esta nación y mantener el control del Capitolio.
Fotografía: Dee Thurman consuela a su esposo, el teniente general JD Thurman, en el memorial de homenaje a los soldados de la Cuarta División de Infantería en Fort Hood, Texas, luego de una ceremonia de recordación de los soldados y marines que han muerto en Irak. (David Morris/AP/Killeen Daily Herald)

martes, 22 de mayo de 2007

Carta de Ramón Peón a Fidel Castro


Juan Antonio García publica hoy un interesante documento en su blog, CINE CUBANO, la pupila insomne: una carta abierta del cineasta Ramón Peón a Fidel Castro.
Dice Peón: ''Los que hemos soñado durante tantos años con hacer ver al Gobierno -los distintos Gobiernos que han regido los destinos de nuestra República, desde Machado hasta Batista-, que al hablar de cine, había que tener en cuenta algo más que el simple aspecto de la cinematografía como espectáculo e industria, hemos visto un rayo de luz en las tinieblas, cuando hemos oído al H. Sr. Presidente de la República, y al líder máximo de la Revolución, mencionar el propósito del Gobierno Revolucionario de impulsar la cinematografía cubana''.
En otro momento, el director de La Virgen de la Caridad, señala:
''Yo, que soy el más humilde -le ofrezco 40 años de experiencia, a través de 27 años al servicio del cine mexicano y 80 películas como director. Creo que puedo ser útil en algo; pero como yo, hay muchos técnicos de cine en Cuba y sé que cada uno de ellos firmaría lista de presente, cuando el Gobierno Revolucionario llamara a filas para servir a Cuba cinematográficamente hablando.
Quiera Dios que usted no se deje secuestrar, como fueron secuestrados por su propia egolatría, los que anteriormente regían nuestros destinos, en todas las épocas. Yo no pude nunca hacerme oír de ninguno de ellos, porque jamás pude romper la muralla china que los encerraba al través de los aduladores que tanto daño le han hecho siempre a Cuba''.
García también brinda datos biográficos de Peón:
Ramón Peón (n. La Habana, 1897/ m. Puerto Rico, 1970). Uno de los cineastas que más empeño puso en vida por fomentar una cinematografía nacional. En 1916 se desplazó a los Estados Unidos para iniciarse en el cine como ayudante de laboratorio. Debutó como director con Realidad (1920) y en 1930 realizó el filme silente La Virgen de la Caridad, considerado una de las mejores películas cubanas de todos los tiempos. Trabajó por razones económicas en los Estados Unidos y México, y en este último país desarrolló una amplia carrera. A pesar de ello, nunca abandonó la idea de posibilitar la creación de una industria cinematográfica en el país, y a ese empeño se debe la creación de la compañía PECUSA (1938), que logró producir seis películas. Se marchó de Cuba el 5 de abril de 1960, desilusionado con la indiferencia que le prodigaban de manera oficial.
Paradójicamente, por esa misma fecha George Sadoul descubría en el ICAIC su filme La Virgen de la Caridad, y Néstor Almendros, todavía crítico de la revista Bohemia, lo llamaba ''el Griffth cubano'', al tiempo que reconocía en él ''un artista visual, un narrador de excepcional talento''.
Cuaderno de Cuba agradece a García el envío de la información.

lunes, 21 de mayo de 2007

Preparándose para un ciclón


Cuba realizó durante el fin de semana el ejercicio "Meteoro 2007'', para preparar a la población y la protección de bienes materiales en caso de fenómenos naturales, a las puertas de la próxima temporada ciclónica, que los especialistas vaticinan ''especialmente activa''.
La maniobra convocada por la Defensa Civil Nacional se desarrolló ayer domingo con la participación de autoridades, organismos estatales, consejos de defensa, bomberos, personal sanitario, vecinos de las barriadas y las instituciones militares, informó la agencia Efe.
Los ejercicios de ese tipo comenzaron a realizarse en la isla en 1986, y siempre se desarrollan antes del comienzo de la temporada ciclónica, comprendida oficialmente del 1 de junio al 30 de noviembre.
Expertos del Instituto de Meteorología cubano han pronosticado que la temporada de huracanes en el Atlántico Norte, será ''activa'' este año por el calentamiento de la temperatura del mar, uno de los factores que inciden en este tipo de fenómenos climatológicos.
El jefe del Estado Mayor de la Defensa Civil, Ramón Pardo Guerra, dijo que ''es preciso seguir agilizando, con suficiente antelación al azote de los ciclones, la disminución de las vulnerabilidades que tengamos en distintas zonas del territorio nacional'', según el diario oficial Juventud Rebelde.
Fotografía: Como parte del ejercicio de preparación ante el paso de un ciclón,
empleados y policías simulan apresar un supuesto saqueador de una tienda, que intenta robar tras el huracán. (Stringer/AFP/Getty Images)

Castro y el submarino británico


El gobernante cubano Fidel Castro criticó este lunes la construcción del avanzado submarino británico Astute, al asegurar que servirá para el ''holocausto de la especie'' y hundirá ''lo que queda del prestigio'' de Gran Bretaña, según un artículo difundido este lunes, informó la Agence France Presse.
En su noveno editorial, adelantado a la prensa y que será publicado el martes, Castro dice que el submarino ilustra ''sobre las sofisticadas armas con que se pretende mantener el orden insostenible desarrollado por el sistema imperial de Estados Unidos''.
''No hay que olvidarse que Inglaterra fue durante siglos, hasta hace muy poco, la Reina de los Mares. Hoy lo que queda de aquella privilegiada posición es apenas una fracción del poder hegemónico de su aliado y líder, Estados Unidos'', subrayó.

Una respuesta a Reynaldo González


El poeta y ensayista Nestor Díaz de Villegas contesta al escritor Reynaldo González, con un comentario titulado El quinquenio feliz de Rey G, o la antorcha pasa a los transexuales, que aparece en Penúltimos días, y al mismo tiempo comenta sobre la celebración en Cuba del Día contra la Homofobia.
Dice Díaz de Villegas: ''Unicamente en el discurso esquizofrénico de un intelectual cubano cabrían, en un mismo alegato, alusiones al 'crimen' y al 'humanismo' revolucionarios; y únicamente en la lógica torcida de un cobarde cabría lamentar que los crímenes dañaran ''el prestigi'' del criminal.
Ya se sabe: estamos, otra vez, ante las jeremiadas de quienes, a cambio de los beneficios de la rehabilitación, renunciaron al auténtico ejercicio de la crítica''.

A la espera de ver dos polos muy opuestos


A mediados de la semana pasada recibí un mensaje electrónico del Centro por Una Cuba Libre, dirigido por Frank Calzón, donde se informaba que el viernes se produciría un debate entre Calzón y el presidente del Partido Demócrata en el condado Miami-Dade, Joe García, en el programa televisivo Polos Opuestos, que dirige María Elvira Salazar.
Pero transcurrió la noche del viernes y el debate no se trasmitió. En su lugar, apareció Humberto Fontova.
Ahora me entero que lo que se realizó ese día fue la grabación del programa.
Quienes asistieron a la grabación dicen que la discusión fue bastante acalorada, al punto que en un momento Calzón se quitó el micrófono, se quejó de que lo ''estaban difamando'' y se fue.
No he visto la grabación y desconozco si el programa se trasmitirá finalmente. Sería una pena de que esto no ocurriera. Los televidentes nos perderíamos una excelente ocasión de ver enfrentados dos polos muy opuestos.

domingo, 20 de mayo de 2007

La algarabía de un espejismo


¿Qué ha logrado la organización exiliada Unidad Cubana en su labor en favor de la libertad y la democracia en Cuba? La respuesta es breve: nada. ¿Cuáles son los méritos de Vigila Mambisa en apoyo de la libertad cubana? De nuevo la brevedad: ninguno. ¿Ha tenido efectividad alguna, dentro de la isla, la campaña “Yo no coopero”, organizada por el Directorio Democrático Cubano? Basta un monosílabo: no ¿Dónde están los resultados alcanzados, en la lucha por un mejor futuro para los ciudadanos cubanos, por el grupo Consejo por la Libertad de Cuba? Podemos decir que en parte alguna. Son cero, nulos, puro cuento y gritería.
Este es el problema de muchos grupos del exilio, que proclaman sus empeños por lograr un cambio democrático en Cuba: mucho ruido y ninguna nuez.
Falta total de resultados y una propaganda incesante de su labor. No en la isla sino en Miami.
No es que tengan por delante una tarea sencilla y tampoco un problema de falta de empeño.
Se trata de un empecinamiento en estrategias caducas, que son incapaces de cambiar por falta de voluntad política o conveniencia.
No resulta nuevo ni sorprendente la ausencia de resultados positivos, en una lucha tan larga y difícil como la del exilio cubano.
Lo que debía llamar a una reflexión es la necesidad de adaptarse a una nueva realidad, el ponerse a tono con la situación mundial imperante y el llevar a cabo algo que hace cualquier grupo enfrentado a un enemigo poderoso y que no da muestras de debilitamiento: adaptarse a las circunstancias.
Pero las organizaciones arriba citadas —y otras por el estilo— no parecen preocupadas por modificar sus estrategias, para ser más eficaces en sus objetivos.
Lo resuelven todo con una fidelidad incondicional a la administración del presidente George W. Bush y un derroche de propaganda a su favor.
Cuentan con el apoyo y la complicidad de buena parte de la programación de la radio exiliada.
Cito el ejemplo de la radio, por ser el más evidente, y sé que me arriesgo a la acusación de mirar la paja en el ojo ajeno y no en el propio, al trabajar en el principal periódico de Miami. Cuento con ejemplos a mi favor: la serie reciente sobre el caso cubano, publicada en inglés y en español por El Nuevo Herald y The Miami Herald. La menciono y aclaro que no hay conflicto de interés alguno en hacerlo, ya que no participé en ella. Añado también la existencia de artículos, reportajes y columnas de otros colegas en ambos periódicos, a los que puedo citar con nombre y títulos de ser necesario.
No me refiero en este comentario a las interpretaciones sobre el caso cubano. No hablo de puntos de vista ni de análisis.
Si el fin de todo grupo político es obtener el poder o influir sobre una situación, ni Unidad Cubana, ni Vigilia Mambisa, ni ninguna de las otros grupos mencionados en el primer párrafo sirven para nada. Salvo para perpetuar un estado de opinión, en que se define al exilio de esta ciudad como un conjunto de vocingleros, intransigentes y abanderados de ideas obsoletas.
Son en parte injustos quienes acusan a Miami de que esa imagen es la única que impera aquí. Ni estas organizaciones representan el conjunto del exilio ni son las únicas.
Hay otro grupo de instituciones en esta ciudad con la que se puede o no coincidir, desde el punto de vista de la posición política, pero que indiscutiblemente han realizado una labor de ayuda a los disidentes y a quienes buscan refugio, que no puede ser pasada por alto.
Entre ellas se encuentra la Fundación Nacional Cubano Americana. No hay que coincidir con todas las declaraciones de sus directivos o estar de acuerdo con todos sus planes para reconocer su labor constante, durante en años, en favor de quienes buscan refugio político o simplemente tratan de salir de Cuba.
En igual sentido, el Cuban Study Group ha desarrollado un enfoque más pragmático de la realidad de la isla.
Por otra parte, el Comité Cubano Pro Derechos Humanos por mucho tiempo ha practicado una meritoria política de apoyo a la disidencia y de denuncia de las violaciones de los derechos en la isla.
No son las únicas y este comentario no aspira a ser un catálogo de grupos opositores a Castro en Miami.
Dentro del amplio espectro del exilio, tampoco hay que compartir una afinidad ideológica con los grupos que practican una política de un acercamiento mayor con La Habana, para reconocer su labor en favor de la necesaria diversidad.
Pero cuando digo que la acusación de un exilio monolítico es parcialmente injusta, lo hago reconociendo que también por mucho tiempo la visión predominante ha sido la impuesta por estas organizaciones arcaicas, que se aferran a una estrategia caduca como su única forma de sobrevivir.
En última instancia, todo se reduce a un problema económico y de imposición de criterios: hay unos pocos aquí en Miami que durante mucho tiempo han monopolizado el “anticastrismo” y lo han convertido en un negocio, muy lucrativo por cierto.
A lo me opongo es al intento de apropiarse de esa etiqueta, por parte de ciertas organizaciones, que de inmediato catalogan de “agentes de Castro”, “procastristas” y “tontos útiles” no sólo a quienes no comparten su opinión, sino especialmente a los que se atreven a criticarlos.
Durante muchos años el sector más recalcitrante del exilio ha imperado en esta ciudad sin rendir cuenta de sus acciones. Algunas no sólo dignas de críticas, sino también de sanciones legales.
No me refiero aquí a sucesos pasados, acciones terroristas ni actividades ilícitas. No se trata ahora de hacer historia. Hablo de la impunidad para sembrar el miedo, difamar e intimidar. No me remonto a veinte ni diez años atrás. Estoy hablando de hechos ocurridos en los últimos años: campañas en contra de artistas, periodistas y académicos nunca condenados en tribunales. Acusaciones sin pruebas, alarmas infundadas y esfuerzos dirigidos a dañar reputaciones.
Estas labores se han hecho con impunidad y complacencia, al tiempo que quienes las han realizado se han sentido lo suficientemente poderosos como para no tener que rendir cuenta de sus actos. Su ineficiencia siempre oculta tras un manto de tergiversaciones y el acudir repetidamente al argumento de que cualquier palabra que diga en su contra proviene de La Habana.
Pues bien, digo y repito que considero que las organizaciones que menciono en el primer párrafo han hecho poco o nada en favor de la democracia en Cuba. Las reto a que demuestren que mis palabras han sido dictadas por La Habana. Creo que aquellas que operan con fondos del contribuyente norteamericano deben adecuar sus planes con vistas a una mejor utilización del dinero que reciben, en beneficio de la disidencia y los cubanos que viven en la isla y no de quienes viven y viajan a cuenta de la oposición al régimen.
En ningún momento cuestiono su existencia. Lo que cuestiono es su utilidad política. Por lo demás, que cumplan un nivel de catarsis emocional para ciertos exiliados, que sirvan de entretenimiento y desahogo o que se dediquen a organizar competencias de juegos de dominó me tiene sin cuidado. Es más, me parece muy saludable. Pero que demuestren que son útiles en favor de la causa que tanto anuncian.
Fotografía: protesta de la organización Vigilia Mambisa frente al edificio de los periódicos The Miami Herald y El Nuevo Herald en 2006. (Roberto Koltún/El Nuevo Herald)

Cuba y el descalabro en Irak


En su columna de hoy domingo, Andrés Oppenheimer menciona una teoría que comparto: ''la política de Estados Unidos hacia Cuba será afectada significativamente por las secuelas de la guerra de Irak''.
Creo además que ya hay indicios al respecto. En parte explica la cautela mostrada por la actual administración desde que el gobernante cubano, Fidel Castro, traspasó el poder a su hermano Raúl. Al punto que, más que cautela, se puede decir que Washington no está alentando medida alguna que ponga en peligro el proceso de sucesión.
Según Oppenheimer, ''a grandes rasgos, el razonamiento es el siguiente: así como la impopular guerra de Vietnam en los años 60 produjo un síndrome de Vietnam que llevó a Washington a tomar una posición menos agresiva en política exterior hacia el final de la década de los 70 y 80, la guerra de Irak -y el antiamericanismo que trajo consigo- producirá un efecto similar en la política exterior norteamericana en los próximos años''.
El 28 de febrero de este año escribí un comentarios tras leer un dossier en el número marzo/abril de la revista Foreign Policy, dedicado a analizar los ''ganadores'' en la Guerra de Irak.
Los diez principales vencedores mencionados por la revista -entre pueblos, naciones, gobernantes e ideas- formaban un grupo heterogéneo, con poco en común entre sus miembros. De los dictadores árabes al precio del petróleo -pasando por Irán, Moqtada Al-Sadr, Al Qaida, Samuel Huntington, China, Israel, Europa y Naciones Unidas-, la lista detallaba las ventajas logradas de forma directa e indirecta para cada uno. Pero a la relación le faltaba un nombre: el actual gobierno cubano.
No es que La Habana sea un importante ganador, pero que el hecho de que el conflicto le ha resultado ventajoso merece un comentario, al menos desde el punto de vista de los cubanos.
Las ventajas que benefician indirectamente a La Habana, como consecuencia de la invasión de Irak, van del aislacionismo norteamericano y la repulsa mundial a la política de Washington a la bonanza económica venezolana que se ha revertido sobre Cuba.
También está el hecho de la situación mundial creada tras la caída de Sadam Husein le han facilitado el avance a China -en lo que Pekín llama un "orden mundial armonioso''-, que ha incrementado su influencia y participación económica y política más allá de Asia. No significa esto que sin el conflicto iraquí los chinos no hubieran avanzado en una senda iniciada décadas atrás, pero indudablemente les ha resultado más fácil.
Para cumplir con los objetivos de este nuevo orden mundial en marcha, China ha estrechado sus nexos con La Habana. Un movimiento más de cara al futuro que al presente, en que Venezuela juega el papel de socio principal, pero una ventaja facilitada indirectamente por la situación creada tras la guerra de Irak.
Por su parte, Oppenheimer destaca fundamentalmente las consecuencias para la estrategia política internacional de Washington: ''el nuevo presidente de Estados Unidos probablemente anunciará un 'nuevo realismo' en política exterior. La principal característica de esta doctrina será evitar los errores que llevaron a la guerra de Irak y empezar a restaurar la reputación de Estados Unidos en el mundo''.
''La guerra de Irak ya está contaminando todos los debates sobre política exterior, dentro y fuera del gobierno'' añade el escritor y periodista.
De acuerdo al columnista de The Miami Herald y El Nuevo Herald, al tomar en consideración lo ocurrido en Irak, ''Washington tratará de evitar la disolución del ejército cubano y del Partido Comunista de Cuba, las únicas instituciones fuertes de la isla''.
''En términos prácticos, el síndrome de Irak puede llevar a que Washington comience a reemplazar su tradicional política de sanciones comerciales dirigidas a lograr un 'cambio de régimen' en Cuba por una estrategia menos ambiciosa para lograr una 'reforma de régimen' en La Habana. Algunos analistas no descartan un cambio aún más grande, hacia una 'aceptación de régimen''', sostiene Oppenheimer.
Creo que además hay otra consecuencia de este esperado cambio en Washington tras la debacle de Irak: la pérdida de credibilidad de un sector del exilio que todavía repite en Miami que La Habana es una amenaza para Estados Unidos.
Quienes proclaman la supuesta amenaza, que representa para EEUU el régimen castrista, chocan contra dos realidades. Una es que no existe esa amenaza. El régimen de La Habana no está interesado en agredir la nación norteamericana.
Tampoco la Casa Blanca tiene en marcha planes para invadir la isla. La segunda es que tanto Washington como La Habana han tomado las medidas necesarias para evitar que surja una situación de confrontación -real o a partir de supuestos falsos-, y que ésta degenere en una crisis: inestabilidad política a 90 millas de las costas de la Florida y un éxodo masivo.
Los exiliados iraquíes repitieron una y otra vez informaciones falsas, que ayudaron a Washington en sus intentos de justificar la invasión contra Husein, pero sus informaciones no fueron en caso alguno determinante. La confrontación estaba acordada desde antes y respondió a intereses de la Casa Blanca. Quienes brindaron cifras alarmantes y pregonaron oportunas teorías conspirativas se limitaron al papel de comparsas.
La situación internacional ha cambiado por completo. Washington no necesita de irresponsables propagando nuevas amenazas cada noche.
Coincido con Oppenheimer que la política de Estados Unidos hacia Cuba siempre ha sido un tema de política nacional, sobre todo electoral agregaría. En medio de una situación con múltiples variantes en juego, creo que cualquier posible destino se realizará a partir de una posición más realista por parte de Washington. La hora de los alarmistas y los belicosos ya ha concluido.
Trabajos relacionados o que se mencionan:
El artículo de Oppenheimer en la edición de hoy de El Nuevo Herald.
Irak y los ganadores.
Una nueva amenaza cada noche.
Fotografía: estudiantes cubanos de enseñanza primaria limpian un tanque de tortugas en el Acuario Nacional de La Habana, como parte de las actividades para promover la protección del ambiente. (Javier Galeano/AP)

La comezón del exilio revisitada

A veces en el exilio a uno le entra una especie de comezón, natural y al mismo tiempo extraña: comienza a manifestar un anticastrismo elemen...