viernes, 30 de noviembre de 2007

Nones


¿Cómo afectaría a Cuba un voto contrario a la aprobación de la reforma constitucional propuesta por el presidente venezolano Hugo Chávez? Desde la perspectiva de La Calle Ocho la respuesta es bien simple: un NO (en mayúsculas, como se gusta colocar) representa no sólo una derrota aplastante a Chávez, sino casi su caída. Tras este fervor hay, por supuesto, mucha exageración. Aunque es indudable que una negativa a la reforma chavista constituiría un duro revés al proyecto de gobierno que se está tratando de establecer en la nación sudamericana.
Ahora bien, ¿en qué medida la aprobación del "Sí'' puede convertirse en un freno a las anunciadas reformas que pudieran iniciarse en la isla en los próximos meses.
Un análisis del periodista José Luis Paniagua, de la agencia Efe, enfrenta el asunto y brinda algunas posibilidades interesantes.
Según Paniagua, un escenario de inestabilidad política en Venezuela "podría condicionar el intercambio comercial bilateral, con las consiguientes afectaciones a la economía cubana, e incluso interferir en el proceso de cambios estructurales anunciado por el mandatario provisional, Raúl Castro, en julio de este año''.
''Un proceso de reformas en Cuba con un escenario en crisis en Venezuela cambia mucho los matices de ese proceso'', indicó un analista cubano consultado por Efe.
Para observadores internacionales, no es probable que se alteren las actuales relaciones económicas entre ambos países en el corto plazo, pero si Chávez perdiera la consulta o no la ganara con una consistente mayoría podría hacerlo en el mediano plazo.
''Si saca menos de un 60 por ciento probablemente tendría que ir a elecciones, porque Chávez lo ha planteado como una validación de su mandato'', dijo a Efe un analista occidental, al subrayar que los comicios y un cambio en la correlación de fuerzas políticas en Venezuela podría generar gran incertidumbre en la isla.
La perspectiva de un proceso de reformas con el elemento económico condicionado y el fantasma del periodo especial en la retina podría poner a las autoridades cubanas ante la elección de ralentizar el ritmo de esas reformas por falta de seguridad económica o acelerarlas por la dinámica de las propias necesidades.
En este sentido, el convaleciente gobernante Fidel Castro ha vuelto a incidir en la política cubana, y posiblemente también en la venezolana, con un artículo publicado hoy.
Castro advirtió de los riesgos para la isla derivados de la convocatoria, en una ''reflexión'' difundida por la prensa oficial en la que afirma, incluso, que ''no bastaría el triunfo del 'sí''' en la cita venezolana.
Fotografía: un mecánico cubano repara un automóvil en su taller, donde una de sus paredes muestran la imagen del gobernante Ficel Castro (Stringer/AFP/Getty Images).

Detienen a abogado ciego


El abogado ciego Juan Carlos González Leiva y otros 10 disidentes cubanos fueron detenidos este viernes en una vigilia frente a una unidad policial, y otros cuatro jóvenes opositores permanecen arrestados desde el jueves, denunció una ilegal comisión de derechos humanos, de acuerdo a la AFP.
González Leiva, quien estuvo dos años en prisión tras ser arrestado en marzo de 2002, fue detenido con el resto cuando realizaba una protesta pacífica frente a la estación policial en Lawton, sureste de La Habana, en reclamo por la liberación de otro disidente.
Asimismo, cuatro miembros del también ilegal Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia (MCJD) fueron apresados en el barrio de Centro Habana la noche del jueves, según Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos (CCDHRN).
Fotografía: un viejo automóvil recorre las calles de La Habana (Javier Galeano/AP).

jueves, 29 de noviembre de 2007

Gelman gana el Cervantes


El poeta argentino Juan Gelman recibió felicitaciones por parte de destacados poetas y políticos tras ganar el Premio Cervantes 2007, considerado el más importante de las letras hispanas y por él un ''premio Nobel de las letras españolas'', según la agencia Efe.
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, felicitó al poeta por una ''obra literaria que trasciende fronteras e idiomas'', y que hoy le ha valido el Premio Cervantes 2007, la ''sentencia más honda'' que demuestra un acto de ''justicia poética''.
En un telegrama remitido a Gelman, Zapatero ha alabado los poemas del ganador por considerarlos "símbolos de las resistencia de la palabra frente al horror''.
El poeta español Antonio Gamoneda, ganador de la pasada edición y miembro del jurado, puso de relieve que el premio no se le ha dado a Gelman por su ''terrible historia personal y familiar'', aunque el escritor argentino ''ha logrado interiorizar esos datos existenciales'' y los ha ''integrado en su pensamiento poético'', y eso constituye también ''un valor'' añadido.
En Uruguay, país en el que Gelman ejerció en la década de 1950 de periodista -a su juicio, la única ''verdadera carrera'' profesional que ha desempeñado- Mario Delgado Aparaín lo calificó como el ''mejor poeta de América''.
Juan Gelman, considerado como uno de los más grandes poetas contemporáneos, galardonado con el Premio Nacional de Poesía en 1997 y el Premio Reina Sofía en 2005, entre otros, ha escrito sobre el amor, la memoria, el exilio, la persecución y la muerte, sobre los ''muertos sin tumba'', según el poeta.
Fotografía: el poeta argentino Juan Gelman saluda luego de haber sido galardonado por el Gobierno de Chile con el Premio Iberoamericano de Poesia Pablo Neruda, en Santiago el 06 de julio de 2005 (Luis Hidalgo/AFP).

Escritores celebran a Gelman


Escritores cubanos calificaron la concesión del Premio Cervantes 2007 al poeta argentino Juan Gelman como un galardón a América y resaltaron su capacidad como ''prosista de combate'' que defiende tanto sus ideas políticas como las estéticas, de acuerdo a un cable de la agencia Efe.
Antón Arrufat consideró a Juan Gelman como ''un excelente poeta que pertenece a la generación de la poesía coloquial latinoamericana, que creó todo un movimiento en América Latina''.
''Le tiendo la mano desde la isla'', declaró a Efe el Premio Nacional de Literatura del año 2000.
Además, subrayó que Gelman "es un poeta admirado y de larga tradición en Argentina.
Me imagino que ha caído muy bien en su país y en el resto de América Latina, donde también ya ha obtenido el premio Juan Rulfo''.
''Gelman es también un buen prosista de combate que defiende muy bien tanto sus ideas políticas como estéticas'', subrayó.
Para el Premio José Donoso 2007 por la ''Obra de la Vida'' y Premio Nacional de Literatura 1994, el poeta y novelista Miguel Barnet, Gelman ''es un poeta original que llevó el coloquialismo lírico hasta su límite máximo con una estética personal y una vocación de entrega total a la poesía''.
''No se pareció a nadie porque su mundo metafórico es único'', dijo Barnet.
El escritor Reynaldo González, Premio Nacional de Literatura 2003, opinó que el Cervantes otorgado a Juan Gelman ''es un premio a América''.
''Gelman es un poeta que siempre va de lo íntimo a lo general, a lo grande, podíamos decir que es un poeta sufrido, que ha vivido sufriendo pero no amargado'', agregó.
''Su poesía transpira humanidad sobre las razas y las contingencias me dio una gran alegría. l es un poeta al que la poesía le camina por dentro'', apuntó González.
Juan Gelman, considerado como uno de los más grandes poetas contemporáneos, galardonado con el Premio Nacional de Poesía en 1997 y el Premio Reina Sofía en 2005, entre otros, ha escrito sobre el amor, la memoria, el exilio, la persecución y la muerte, sobre los ''muertos sin tumba'', en palabras del poeta.
Fotografía: el poeta argenino Juan Gelman, en esta foto del 6 de julio de 2005, durante una ceremonia en el palacio presidencial de La Moneda en Santiago, Chile (Santiago Llanquin/AP).

¿...?

Nestor y Ernesto, sé que se ha convertido en un cliché, pero si van a llevar la discusión al terreno personal, y van a darle participación a cualquier canalla: ¿Por qué no se callan?

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Triste nostalgia


En Cabrerainfantilismo histórico Néstor Díaz de Villegas trastoca el título de un libro del escritor exiliado Guillermo Cabrera Infante y se enreda en la obra de éste. El resultado es una mezcla a su conveniencia y objetivos, que saca de aquí y mete de allá para tratar de inquietarnos al final con una pregunta adolescente: ¿cuánto deberemos esperar aún antes de ir al cine a ver la película de Fulgencio Batista? Confieso no tener respuesta ni inquietud.
Díaz de Villegas hace referencia a una viñeta de Vista del amanecer en el trópico, que yo menciono en el artículo La justicia tarda, ¿pero llega?, y reduce el libro a postal turística: Vista de un amanecer en el trópico. El error inicial, al citar una obra, no es ajeno a la chapucería del análisis que hace unos cuantos renglones más tarde: “Se sabe que la revolución cultural cubana, en su primera época, lleva la marca de Caín, y que en la cuentística que Armengol comenta se originó más de un estereotipo del canon castrista”.
El problema es que yo no menciono “cuentística alguna”, ni el volumen que cito pertenece a la “primera época” de la “revolución cultural cubana” y tampoco —como aclaro en mi artículo— la viñeta aparece en las primeras ediciones de Vista del amanecer en el trópico y creo que no ha sido publicada en español.
Así que Díaz de Villegas acumula errores e imprecisiones antes de lanzar una afirmación categórica: “Guillermo Cabrera Infante, y su reparto de personajes, ayudaron a instaurar como norma taxativa el simulacro de una Cuba en blanco y negro, donde, en vez de policías y ladrones, los batistianos persiguen a los revolucionarios. De esa regla falseada que, con la canonización del autor llegó a insertarse en nuestro registro histórico, se vale Armengol para adelantar su tesis de consolación filosófica en que los batistianos seguirán siendo siempre los malos de la película”.
Vista del amanecer en el trópico no es un libro de cuentos sino de viñetas, en que sólo aparece un cuento —casi en la mitad del volumen— y su inclusión en ese lugar tiene el propósito de brindarle un descanso y un cambio al lector. Fue publicado por primera vez tras el exilio del autor, en 1974, y yo hago referencia a View of Dawn in the tropics, aparecido en 1988.
Las referencias y el análisis de Díaz de Villegas resultan más adecuados a otra obra de Cabrera Infante, su primer libro de cuentos, Así en la paz como en la guerra, que por muchos años se negó a que volviera a ser publicado. Pero esa literatura de compromiso político sartreano, típica de las narraciones de Así en la paz como en la guerra, desaparece por completo en lo que viene a ser el cuerpo fundamental de la obra de Cabrera Infante, rechazada por el escritor quien consideró al primer manuscrito de Tres Tristes Tigres (que por entonces se llamaba, Vista del amanecer en el trópico), ganador del premio Seix Barral en 1964, un texto tergiversado y se dedicó a su reelaboración, lo que dio como resultado la novela tal como se conoce.
Nadie más crítico al respecto que el propio Cabrera Infante, quien hablando en tercera persona sobre su obra consideraba ese primer manuscrito un “fraude, que cuando lo compuso, su oportunismo político, una forma de ceguera picaresca, pudo más que su visión literaria”.
De hecho, los personajes de TTT no pueden estar más alejados de una iconografía revolucionaria.
La versión de la historia cubana que presenta Vista del amanecer en el trópico se sitúa en las antípodas de “esa Cuba en blanco y negro” que quiere achacarle Díaz de Villegas.
En igual sentido, mi artículo La justicia tarda, ¿pero llega? intenta eludir una visión estereotipada y no se inclina en favor de que víctima y victimario se “crucen un día en un Miami idealizado, agradecidísimos de no tener que airear ya más antiguas querellas”. Menciona más bien dos formas de violencia, la del torturador y la del terrorista, que demuestran su inutilidad al terminar ambos protagonistas en el exilio.
Díaz de Villegas dice: “Armengol habla, finalmente, de lo provechoso de ‘conocer la verdad’, sin explicar a qué verdad alude”, pero me parece que si hubiera citado —o leído— mi párrafo completo, no tendría esa duda. Yo digo en mi artículo: “También es necesario el conocimiento de la verdad. Alemania ha realizado una labor ejemplar, al poner en las manos de sus ciudadanos los expedientes acumulados durante años en la Stasi”.
“Por pura inercia intelectual regresamos a Cabrera Infante en busca de cordura política”, escribe Díaz de Villegas. Es posible. Encuentro en esa pereza mayor estímulo que en la infelicidad de regresar a Batista.
Ver Cabrerainfantilismo histórico aquí.
Ver La justicia tarda, ¿pero llega? aquí.
Fotografía: Fulgencio Batista y Saldívar.

Donde Romney dijo digo


Mitt Romney aparece en una entrevista del Tampa Tribune diciendo que cuenta como asesores a los congresistas Mario Díaz-Balart e Ileana Ros-Lehtinen. También que apoya una entrada masiva de cubanos. Pero cuidado. Nada es como aparenta ser. Declaraciones y rectificaciones acompañan ahora a las palabras iniciales. ¿Se precipitó el Tampa Tribune? No se debe olvidar también que el aspirante a la candidatura presidencial republicana cuenta entre sus asesores sobre el tema cubano a Armando Pérez Roura. Para entender todo este enredo, lo mejor es leer Herejías y Caipirinhas 2.0.
Fotografía: el aspirante a la candidatura republicana Mitt Romney en campaña en Keene, New Hampshire (Elise Amendola/AP).

martes, 27 de noviembre de 2007

Sin cuidado adecuado disidente preso


Recibo una información de que el prionero político cubano Fabio Prieto Llorente se encuentra sin asistencia médica.
Prieto es uno de los 75 disidentes cubanos condenados a penas de hasta 28 años en la primavera del 2003. Aún permanecen en prisión 59 de estos opositores pacíficos. Se calcula que al menos unos 30 presentan serios problemas médicos. Hasta el momento el régimen de La Habana ha concedido licencias extrapenales, por razones de salud, a 16 de los opositores pacíficos. Si se mantiene ese ritmo, serán necesarios más de 25 años para que sean liberados todos. No hay muchas posibilidades para Prieto Llorente, de 43 años: cumplir la condena, tener la suerte de ser liberado antes o morirse. Puede decirse que las esperanzas son casi nulas. Cuando al fin logre salir de la cárcel, probablemente será un anciano enfermo.
A continación, el mensaje recibido sobre el estado de salud de Prieto Llorente:

El Prisionero de Conciencia Fabio Prieto Llorente se encuentra sin asistencia médica adecuada en la Prisión "El Guayabo'' de Isla de Pinos, según refirió Prieto Llorente este 2 de Octubre, vía telefónica, esta padeciendo de una otitis o folículo, con fuertes dolores, pero los doctores no se ponen de acuerdo en el diagnostico, dice que se encuentra así desde hace más de 20 días, que se está envolviendo el oído con pedazos de nylon, para que no le caiga agua, porque en la prisión no hay algodón, expreso que desde hace 5 días la doctora no viene a verlo, por otra parte continua con los dolores en la espalda, porque tiene que dormir sobre un frío banco de cemento, sobre el cual extiende una colchoneta extremadamente fina, por lo que parte de la noche tiene que dormir de lado o boca bajo.
Agrava la situación las condiciones infrahumanas en que lo mantienen en una pequeña celda semi tapiada donde los médicos y enfermeras cuando pasan por allí, no abren ni la reja, tampoco le llevan a la enfermería porque dicen los militares que esto es coger un aire, tampoco hay agua en la prisión y la traen una vez cada 24 horas, y solo dan dos cubetas, unos 40 litros para todas las necesidades, la falta de higiene hace que la peste a excremento inunde el estrecho calabozo y se llene de ratas, hormigas y cucarachas. Agrego que en las últimas semanas, las autoridades penitenciarias han reducido la magra ración de comida, eliminando las viandas, púes muchos oficiales se las llevan para sus casas para sus cerdos.
Nota: En la Prisión ''El Guayabo'' de Isla de Pinos, ponen los Mandantes o Consejos a servir la comida, en los destacamentos, para que le reduzcan la ración a los reos, y llevárselas los militares a sus casas, con el fin de engordar sus cerdos, un guardia, dijo, que el más corrupto de toda la prisión es el propio jefe de la prisión. Numerosos reclusos que están condenados por delitos menores, y que tienen alta sanción tienen que trabajar gratuitamente, desde que amanece hasta el anochecer, tienen que chapear, y a la mayoría de ellos no les pagan, también a los presos que laboran en las áreas verdes de la prisión y los que limpian dentro de la prisión no les pagan tampoco. En ese centro penitenciario del "Guayabo'' hay más de 400 presos, no hay agua la tienen que traer, muchas hormigas (santanillas), mosquitos.
Fotografía: una mujer observa dos de las fotografías de la exposición "27 capitales de la Unión Europea'' inaugurada el 22 de noviembre de 2007, en el muro del Castillo de la Real Fuerza, en La Habana Vieja (Alejandro Ernesto/EFE).

''Un 99 por ciento de fiabilidad''


Diez años después del hallazgo de los restos del guerrillero argentino Ernesto "Che'' Guevara, científicos cubanos mostraron pruebas de ADN que, dijeron, confirman la identidad del comandante revolucionario con un 99 por ciento de fiabilidad, afirma la agencia Efe.
En el marco de un taller científico-conmemorativo con motivo del décimo aniversario del hallazgo e identificación de los restos del Che en Bolivia, expertos cubanos explicaron en Santa Clara detalles sobre el proceso que les llevó a confirmar la identidad de Guevara.
Los científicos apuntaron que las diferentes pruebas de ADN, incluidas muestras de los hijos del Che, arrojaron resultados de similitud e identidad superiores al 99 por ciento.
"Las muestras óseas analizadas como provenientes del comandante Ernesto Che Guevara muestran una alta probabilidad de coincidencia'', indicó el doctor Ricardo Leonard Cruz.
Agregó que solo una persona entre 500 millones podría ajustarse a la referencia de identidad buscada.
En la presentación realizada en Santa Clara, donde se encuentra el mausoleo que guarda los restos del Che, se mostraron fotografías con un dentigrama de Guevara, una radiografía de su dentadura y una imagen de la parte frontal del cráneo, que no se había expuesto con anterioridad.
"Estamos convencidos totalmente'' de los resultados de la investigación, dijo Jorge González, jefe del equipo cubano que realizó la búsqueda e identificación de la osamenta del Che y sus compañeros de la guerrilla boliviana.
González insistió en que las pruebas de ADN no fueron practicadas para identificar el cuerpo sino para verificar el método de autentificación utilizado previamente.
"Estamos ilustrando así para que de una vez por todas se entienda la sistematicidad, el rigor científico, con el que se trabajó'', indicó a periodistas la doctora María del Carmen Ariet, integrante del equipo de científicos cubanos que trabajó en Bolivia entre 1995 y 1997 para encontrar los restos del Che Guevara.
Cuba reveló el pasado octubre que había realizado pruebas de ADN a los restos del Che.
La pasada semana, González señaló a periodistas que las pruebas se realizaron en 1997.
Según el ministro interino de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), Fernando González, los resultados expuestos habían sido presentados ya en publicaciones internacionales.
Las evidencias científicas fueron presentadas en un acto en el que estuvieron presentes el comandante de la revolución Ramiro Valdés, expertos cubanos y miembros del cuerpo diplomático acreditado en la isla.
Fotografía: Jorge Gonzalez, jefe del equipo cubano que realizó la búsqueda e identificación de la osamenta del Che, presenta las pruebas utilizadas por su equipo para fundamentar la identidad del guerrillero argentinocubano (Adalberto Roque/AFP).

El oyente desinformado


Imagine a una persona que durante años ha conocido lo que ocurre en Estados Unidos, el país donde vive, en Cuba, la nación de que procede, y el resto del mundo mediante la información tergiversada que ofrece una emisora radial. Piense también que ese oyente ha escuchado mentiras repetidas, sobre lo que ocurre en la isla, y las ha aceptado, puesto que se trata de un servicio aprobado por las leyes de una sociedad democrática, donde supuestamente se vela por el cuidado de la divulgación de noticias y no se permite la diseminación de rumores, las calumnias y las mentiras. Añádale a lo anterior que además de los servicios noticiosos, esa estación también brinda espacios a un delincuente convicto (Demetrio Pérez Jr.) y se dedica a exaltar a terroristas. Agregue a lo anterior que cada participante en la elaboración de los diversos programas, desde los comentaristas políticos hasta quienes opinan sobre temas culturales y de entretenimiento. se ajustan con pasividad o entusiasmo a una agenda estrecha, donde no se puede decir nada que atenta a la línea fijada por el director que responde a los intereses de determinados grupos de interés, los objetivos de una facción de un partido político y la visión retrógrada que más que a una ideología responde a un afán oportunista de quien siempre ha estado dispuesto a ponerse de parte de los peores gobernantes. Piense que todo esto se hace con el beneplácito de una prestigiosa cadena, a la que pertenece la emisora, sin que ningún alto ejecutivo de ésta se preocupe por el descrédito que significa poner en función de grupos de poder e intereses comerciales locales un órgano entre cuyos objetivos debe estar brindar un beneficio público, y que en función de ese objetivo disfruta de privilegios negados a otras instituciones. Por último, sepa que ese director general es una persona reconocida en esta comunidad por su falta de cultura, su dificultad en expresar una idea coherente y pobre dominio de la lectura. Pregúntese si en otra ciudad de Estados Unidos es posible que un engendro como Radio Mambí se mantenga inalterable. Deténgase, por un minuto, a concebir un espacio igual, donde tengan cabida tanta mentira y engaño: reportajes sin la menor credibilidad, locutores que al leer las noticias añaden adjetivos despectivos y participantes que mienten con una impunidad total. ¿Está usted de acuerdo en que esto es conveniente para el futuro de Cuba?
Fotografía: Ninoska Perez Castellon, comentarista de Radio Mambí (Patrick Farrell/The Miami Herald).

sábado, 24 de noviembre de 2007

Político alemán de alto rango visitará la isla


El secretario de Estado de Economía alemán, Bernd Pfaffenbach, viajará en febrero próximo a Cuba, en lo que constituirá la primera visita de alto rango alemana tras la represión a los disidentes en 2003.
Según informaciones del semanario Der Spiegel, el viaje de Pfaffenbach tiene como objetivo reafirmar los intereses económicos alemanes en Cuba.
Concretamente se trata de impulsar el comercio de tecnología médica, campo en el que Alemania tiene una importante cuota de mercado, así como de acceder a las reservas de níquel cubanas.
Pfaffenbach viajará por decisión del ministro de Economía, el socialcristiano bávaro Michael Glos, quien, según Der Spiegel, se ha ganado con ello las protestas del partido hermano, los cristianodemócratas de la canciller Angela Merkel.
En una carta a Glos, el diputado cristianodemócrata Arnold Vaatz le emplaza a ordenar la suspensión del viaje y le amenaza con discutir el tema en público si no atiende a su llamamiento, informa la agencia de noticias Efe.
Mientras que en los últimos años el gobierno de Berlín ha seguido rigurosamente la política de mínimos frente a Cuba, a nivel regional, Baviera ha mantenido los contactos comerciales y envía con regularidad delegaciones de empresarios a la isla, agrega Efe.
Fotografía: vista general de la exposición fotográfica ''27 capitales de la Unión Europea'' inaugurada el 22 de noviembre de 2007 en el muro del Castillo de la Real Fuerza, en La Habana Vieja (Alejandro Ernesto/EFE).

El ''Maestro'' en Granada


A sus 88 años, el productor de tabaco más prestigioso del mundo, Alejandro Robaina, ha viajado hasta Granada para presentar ''Maestro'', una edición exclusiva de habanos que sólo se venderá en España, con la que los amantes del puro homenajean a este campesino cubano convertido en leyenda, informa la agencia Efe.
Las fotografías, sin embargo, me llevan a sospechar sobre la calidad de un producto tan exclusivo. En primer lugar, Robaina está acercando demasiado la llama del mechero al puro. Esto puede indicar al menos dos cosas. Una es que no sabe cómo encender correctamente un tabaco. La otra, que me parece más adecuada en este caso, es que al taco hay que darle demasiado calor para lograr que comience a arder de forma pareja. Al menos de acuerdo a las fotografías, el fumador parece no haber logrado ese propósito.


No obstante, la prueba definita podrán llevarla a cabo quienes puedan comprar el producto.
Los nuevos habanos pertenecen a la marca Vegas Robaina, que da nombre al veguero, quien demuestra la prudencia campesina cuando expresa que el gobernante cubano, Fidel Castro, ''sigue vivo y más o menos dirigiendo'' al país, y que su hermano, Raúl Castro, ''sería una persona competente en caso de que el comandante muriera''. Luego enciende un puro robusto, para no interrumpir el ritual que repite desde que tenía diez años, el de fumarse cuatro puros al día, y entre carcajadas, prosigue: ''¿De qué vamos a hablar, del tabaco o de Fidel?".
Las plantaciones de Robaina producen unos ocho millones de puros, exportados en su mayoría a España, Francia o Líbano.
Fotografías: Alejandro Robaina, en Granada, donde ha viajado para presentar ''Maestro'', una edición exclusiva de habanos que sólo se venderá en España (Juan Ferreras/EFE).

viernes, 23 de noviembre de 2007

El costo de un milagro


Este artículo del servicio de noticias de The New York Times ofrece un panorama de un sistema médico que tiene mucha popularidad en Latinoamérica, se ve con reservas en Cuba y se rechaza en el exilio de Miami.
Vea Los milagros de un sistema de salud tienen costos ocultos aquí.
Fotografía: un médico ayuda a pacientes que acaban de ser operados en el Instituto de Ofatalmología de Cuba, dentro del plan "Operación Milagro'' el 12 de septiembre del 2006 (Brennan Linsley/AP).

jueves, 22 de noviembre de 2007

Europa busca una mayor relación


La Unión Europea (UE) presentó hoy en La Habana la exposición fotográfica "27 capitales de la UE'', una iniciativa cultural que apunta a fortalecer la relación con la isla, según el embajador comunitario en la República Dominicana y en Cuba, Dino Sinigallia, según la agencia Efe.
Sinigallia afirmó, durante la inauguración de la muestra, que se trata de "un saludo afectuoso de los pueblos europeos al pueblo cubano'', porque la intención es conocerse ''mejor''.
''Durante estos últimos tres años he tratado de contribuir a la construcción de buenas relaciones y de fortalecer la cooperación entre la Unión Europea y Cuba'', indicó el diplomático, y agregó que la exposición podría ser "un símbolo tangible'' de esas relaciones de amistad.
La muestra, que estará expuesta públicamente hasta el 16 de diciembre en el muro del Castillo de la Real Fuerza, en el centro histórico de La Habana, reúne fotografías e información sobre las capitales europeas.
Según Sinigallia, el Comisario europeo para el Desarrollo, Louis Michel, y el viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, reunidos este mes en Lisboa, calificaron la muestra como "una indicación más de la evolución positiva'' en las relaciones bilaterales.
En nombre de la presidencia portuguesa en la Unión Europea, el embajador de ese país en la isla, Mario Godiño, apuntó que la iniciativa "ayudará a fortalecer la continuidad de una relación que se pretende cada vez más sólida''.
La Habana es el segundo destino de la exposición fotográfica, que ya fue presentada en República Dominicana, y que debe ser exhibida en Lima (Perú) el próximo año.
Por otra parte, Cuba y España preparan una nueva sesión de diálogo sobre derechos humanos a celebrarse a fines de este mes o en diciembre en Madrid, afirmó este jueves el embajador español en La Habana, Carlos Alonso Zaldívar.
"El encuentro sigue en su ruta pero todavía no hay una fecha cerrada, fin de mes o el mes que viene, sigue su curso y estamos intercambiando fechas que puedan ser viables para las dos partes. Unas semanas más, unas semanas menos, pero se hará como estaba previsto'', dijo a la AFP Zaldívar, durante la inauguración de la exposición.
Ambos países crearon en abril, durante la visita a Cuba del ministro de Relaciones Exteriores de España Miguel Angel Moratinos, un mecanismo de diálogo en materia de derechos humanos, que ya celebró su primera sesión en La Habana en mayo.
En ese entonces, La Habana y Madrid emitieron un comunicado en el que señalaron que la reunión fue "cordial'', "franca y "constructiva'' y abordó todos los temas que cada parte consideró de interés, como los presos políticos cubanos, pena de muerte, acceso a internet y lucha contra el terrorismo.
Una parte de la disidencia cubana la calificó de "decepcionante'' y "sin resultados prácticos'', y otro sector estimó el diálogo "positivo''.
Fotografía superior: dos mujeres observan una de las fotografías de la exposición "27 capitales de la Unión Europea'' inaugurada hoy, 22 de noviembre de 2007, en el muro del Castillo de la Real Fuerza, en La Habana Vieja (Alejandro Ernesto/EFE).
Fotografía izquierda: una pareja observa una de las fotografías de la exposición "27 capitales de la Unión Europea'' inaugurada hoy, 22 de noviembre de 2007, en el muro del Castillo de la Real Fuerza, en La Habana Vieja (Alejandro Ernesto/EFE).

La disidencia de la multiplicación


Creo que los disidentes fundan organizaciones con una frecuencia mayor que la de sus logros en la lucha pacifista. Esa constante edificación de una nueva sociedad en el papel orfrece muy pocos resultados prácticos. Es cierto que hay una tendencia endémica en nuestra historia a multiplicar congresos, partidos políticos y actos, pero creo que la disidencia supera en buena medida ese afán sin freno.
Un cable de la AFP trae la noticia de que los opositores fundaron ayer en La Habana el Comité Ciudadano de Reconciliación y Diálogo (CCRD), presidido por Oswaldo Payá, para impulsar cambios pacíficos que estiman muy cercanos en Cuba, según sus iniciadores.
El movimiento, integrado inicialmente ''por 300 miembros'', "impulsará los cambios pacíficos que el pueblo quiere y necesita, ahora'', dijo Payá en rueda de prensa, acompañado de seis colaboradores.
El CCRD ''está presente en todas las provincias del país'' e impulsará la campaña ''Foro cubano por vías pacíficas y legales'', para buscar la liberación de los presos políticos, cambios en leyes a favor de derechos fundamentales de los cubanos que vivan dentro o fuera de la isla.
También propugna las elecciones libres para una Asamblea Constituyente y la reconciliación ''sin exclusiones'' de todos los cubanos.
Para ello, los fundadores del CCDR proclamaron la ''Declaración de libertad de los cubanos'', de diez principios, sobre igualdad de derechos, soberanía del pueblo a escoger su sistema político, unidad nacional y liberación de los presos.
Según Payá, el CCRD ''no es un bloque disidente'', sino ''una nueva convocatoria en un nuevo momento'', pues ''el cambio se acerca en Cuba'' y esa luz "no viene del Gobierno ni de ninguna fuerza política''.
''Somos voz del pueblo, no la única voz, para el cambio'', dijo, al precisar que los líderes de la disidencia fueron invitados al CCRD, aunque "algunos no han respondido''.
Estimó que el proceso electoral que definirá una reelección o sucesión del convaleciente líder Fidel Castro como presidente, ''no son elecciones'', pues se rigen por una ley que es "una aberración y una burla'', por lo cual ellos promueven una nueva legislación electoral.
Sobre el debate de los problemas del país que realizan obreros, estudiantes y organizaciones vecinales, promovido por el presidente provisional Raúl Castro, Payá
reconoció la valentía de algunos participantes y estimó ''positivo'' ciertos planteamientos.
No obstante, ''no queremos permiso (del Gobierno) para hablar de la manera adecuada y concreta, queremos el derecho a hablar'', añadió.
Este nuevo llamado demuestra un interés en buscar un cambio pacífico en la situación cubana, pero también la división entre los opositores y la necesidad de mantenerse en la arena política, sin por otra parte tener mucho que ofrecer a cambio.
Fotografía: el líder opositor Oswaldo Paya durante una conferencia de prensa en La Habana (Javier Galeano/AP).

La maldición puritana


A medida que salen a la luz pública más y más pruebas de la conducta mezquina y engañosa de la actual administración norteamericana, en momentos en que este país avanza hacia una crisis económica que no sabemos si será detenida, pero cuyas dudosas consecuencias futuras no impiden resaltar el deterioro en los ingresos y la vida en general de la clase media del país, surge con mayor fuerza la pregunta: ¿cómo es posible que, de forma voluntaria, el electorado de esta nación haya permitido esta debacle? Hablo, por supuesto, del resultado en las urnas que llevó a la reelección de George W. Bush. No vale la pena detenerse ahora en el proceso amañado que lo llevó por primera vez al poder. Pero la noche del 2 de noviembre de 2004 —cuando se jodió Estados Unidos— no fue posible hablar de fraude electoral, aunque no cabe duda que se cometieron irregularidades. Entonces salieron a flote —con una fuerza desconocida o ya olvidada hasta entonces— ciertas características que se encuentran en el origen nacional, y que hasta entonces parecían superadas o al menos controladas.
Aspectos como el temor a un nuevo ataque terrorista, la aparente solidez de la economía, el oportuno mensaje de Osama bin Laden y las debilidades del candidato presidencial demócrata y una eficiente maquinaria electoral republicana sirvieron en parte para explicar lo ocurrido. Tales explicaciones continúan conservando su valor. Pero no son suficientes. La clave de lo ocurrido se encuentra en el puritanismo norteamericano, una parte esencial del carácter estadounidense que ocasionalmente reaparece de nuevo, e inicia un ciclo para retroceder tras años de derrotas y muertes innecesarias. Asistimos al final de uno de esos períodos, en que Estados Unidos se lanza a incursiones para sembrar el terror por todo el territorio y extiende estas campañas al resto del mundo.
No hay mejor libro para comprender la historia de una nación que En la raíz de América, de William Carlos Williams, un escritor libre de acusaciones de comunista y que jamás pretendió convertirse en activista político. Alguien que se limitó a ser un gran poeta y un excelente ensayista.
Williams escribió este libro para comprender mejor la esencia de su nación, con los recursos de la prosa y la poesía como instrumentos de análisis. No es un tratado histórico y mucho menos una obra filosófica, pero supera ambos géneros con agudeza y conocimiento.
“Hay un ‘puritanismo’ —del que se oye hablar, sin duda, pero usted no ha visto cómo apesta todo lo que toca— que ha pervivido desde el pasado y que todavía vive en nosotros. Es una cosa atroz, una especie de sirena cuya cola fuera un cadáver. Es también como algo que permanece, un hedor en una habitación. Esta COSA, extraña, inhumana, poderosa, es como una reliquia de una tribu extinguida cuyas costumbres fueran repugnantes”, le dice Williams a Valéry Larbaud en París.
“… es un fenómeno extraordinario que los americanos, siendo como somos una pura invención, hayamos perdido el sentido de que lo hoy somos tiene su origen en lo que ha sido el país en el pasado; de que es en AMERICA donde radica la fuerza de todo lo que somos y lo que hacemos; que la moral afecta a los alimentos y los alimentos a los huesos y que, en resumen, carecemos de concepción alguna de qué sea la moral, desde el momento en que no reconocemos terreno ninguno como nuestro… y también que esta tosquedad está basada enteramente en la ignorancia que manifestamos acerca de nuestros comienzos…”, agrega en otro momento.
Esa ignorancia, más allá de los trucos y engaños ocasionales empleados por el gobierno de Bush para “justificar” la invasión de Irak sirvió para que el ataque se produjera impunemente. Los norteamericanos no fueron engañados, más bien se dejaron engañar.
Parte del hecho radica en la “pesada carga sobre el hombre blanco”, que denunció Norman Mailer en un artículo publicado en The New York Review of Books el 17 de julio de 2003: “podemos decir que fuimos a la guerra porque teníamos una gran necesidad de una contienda victoriosa que actuara como una especie de rejuvenecimiento físico”.
Debido al éxito laboral del movimiento feminista, el triunfo de los negros en los deportes y el avance de los negros e hispanos, el hombre blanco norteamericano ve en la capacidad militar norteamericana una fuente de enriquecimiento moral, explicaba el autor de The Armies of the Night. Si bien los negros y latinos forman un núcleo importante de las fuerzas militares regulares, a medida que se asciende en la pirámide de rangos y la participación en cuerpos especializados, como la aviación, el porcentaje de blancos aumenta.
Como un antídoto frente a la frustración que trajo que Bin Laden lograra escapar en Afganistán y el dolor ante las pérdidas de miles de norteamericanos durante los ataques terroristas, una guerra victoriosa era el mejor antídoto. El remedio efectivo para paliar la pena y la ira de los millones de miembros de la clase trabajadora que habían visto morir bomberos y policías a consecuencia del derribo de las torres gemelas en Nueva York.
Esta proyección del mal como algo exterior a la sociedad norteamericana actuó a las mil maravillas en las mentes formadas durante decenas y decenas de años en la repulsa a lo desconocido. El árabe sustituyendo al indio en los estereotipos.
“Pero estamos acostumbrados tan sólo a la actitud inglesa, la que los ingleses forjaron como respuesta a las incursiones indias. Y ello ha quedado FIJADO en nosotros sin darnos cuenta del EFECTO que una historia semejante, una tradición semejante, producto enteramente del estado mental de quien la recoge, ha tenido en nosotros y sobre nuestros sentimientos acerca del país”, escribe Williams.
Misioneros protestantes dispuestos a “perdonar” a los indios por sus pecados, pero que retroceden aterrados cuando éstos, en señal de agradecimiento intentan cogerles las manos y besárselas. Rechazo que no responde a una actitud piadosa ni a la humildad, sino simplemente al asco.
“No podía soportar [el pastor] que los indios arrepentidos le pusieran las manos encima, como habían hecho los padres católicos del norte, sino que se retiró y les dijo que se dirigieran tan sólo a Dios. ¡Ah!, muy bien, dirá usted. Pero es un gesto muy feo; y es eso lo que ha persistido, ¡el temor al tacto!”, explica Williams.
Durante sus dos períodos presidenciales, Bush se ha caracterizado por poner en práctica una agenda de un marcado énfasis partidista, donde el fundamentalismo cristiano pasó a un primer plano, el secreto en la actuación gubernamental se convirtió en norma política y la arrogancia en las decisiones ha descartado la menor vacilación y duda. Empecinamiento, fervor religioso y aislacionismo en la esfera internacional contribuyeron en noviembre de 2004 a su victoria en las urnas. Pero ahora se comprueba a diario que el resultado más importante de tal comportamiento ha sido hundir a la nación en la crisis moral y la amenaza de una recesión económica.
Fotografía superior:el presidente George W. Bush se dirige a las tropas en Fort Campbell, Kentucky, el 21 de noviembre de 2001 (Rick Bowmer/AP).
Fotografía izquierda: el presidente George W. Bush durante la ceremonia de perdonarle la vida a un pavo en la Casa Blanca, 17 de noviembre de 2004 (Ron Edmonds/AP).
Fotografía derecha: el lugarteniente Raymond Odierno, al centro, le desea un feliz Día de Acción de Gracias a los soldados en la Base de Patrullaje, unos 20 kilómetros (alrededor de 12 millas) al sur de Baghdad, Irak, hoy jueves 22 de noviembre de 2007 (Petr David Josek/AP).
Fotografía inferior: un sodado norteamericano durante una cena por el Día de Acción de Gracias, el 22 de noviembre de 2006 en Baghdad, Irak (Chris Hondros/Getty Images).

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Involucran a Bush en filtración


El ex portavoz de la Casa Blanca Scott McClellan ha involucrado al presidente George W. Bush en la filtración del nombre de una agente de la CIA, de acuerdo a una información de la agencia Efe.
McClellan relata en un pasaje de su próximo libro What Happened (Lo que sucedió), que aparece en la página web de la editorial Public Affairs que distribuyó, ''sin saberlo'', información falsa.
El ex portavoz de la residencia oficial estadounidense aseguró, durante una rueda de prensa en 2003, que los altos funcionarios de la Casa Blanca Karl Rove y Lewis ''Scooter'' Libby no estaban involucrados en la filtración de la identidad de la agente secreta Valerie Plame.
McClellan dice ahora que había un problema: "No era cierto''.
''Distribuí sin saberlo información falsa y cinco de los más altos funcionarios de la administración estuvieron involucrados en ello: Rove, Libby, el vicepresidente (Dick Cheney), el jefe de gabinete (Andrew Card) y el propio presidente'', afirma.
Aún es pronto para precisar el alcance de las palabras de McClellan, desde el punto de vista legal. Pero en cualquier caso, se trata de un duro golpe al prestigio de una administración que ya está más que manchada de escándalos. Una tras otra, diversas figuras del gabienete republicano han ido apartándose del poder, para luego escribir libros que le reportan jugosos ingresos y en que describen algunas de las conductas erróneas que cometieron o en las que participaron.
Las declaraciones de McClellan han vuelto a colocar en primera página de la actualidad un caso que parecía haber concluido.
La actual portavoz de la residencia oficial, Dana Perino, salió al paso de las acusaciones, al señalar que ''el Presidente no ha pedido y no pediría a nadie que distribuya información falsa''.
Distinta fue la reacción de Valerie Plame, quien confesó en un comunicado estar ''indignada'' con las revelación de que McClellan mintió a la prensa.
''Y lo que resulta todavía más asombroso es que McClellan confirma que no solo Rove y Libby le pidieron mentir, sino también el vicepresidente, el jefe de gabinete Andrew Card y el presidente Bush le dieron la orden de que divulgara información engañosa''.
A finales del 2003, después de que las autoridades solicitaran la apertura de una investigación sobre lo ocurrido, McClellan dijo a los periodistas que había hablado personalmente con Rove, por aquel entonces el máximo asesor político de Bush, y Libby, jefe de gabinete de Cheney.
''Son buenas personas, son importantes miembros del equipo de la Casa Blanca y por eso hablé con ellos para poder deciros que no estaban involucrados'', aseguró entonces el portavoz oficial.
Sin embargo, Rove y Libby sí estuvieron implicados en el escándalo que revolucionó Washington durante meses.
Rove fue una de las fuentes originales de la filtración y Libby mantuvo también conversaciones con la prensa sobre Plame.
Tanto la ex espía como su marido, Joseph Wilson, sostienen que el que su identidad saliera a la luz fue resultado de una vendetta de la Casa Blanca que habría buscado de esa forma castigar al ex embajador por su actitud crítica con la guerra de Irak.
Wilson acusó a Estados Unidos de utilizar argumentos falsos para justificar la invasión del país árabe en marzo del 2003.
El ex diplomático concluyó, tras un viaje a Níger, que no existían pruebas para afirmar que Sadam Husein había intentado comprar uranio en el país africano.
Bush aseguró en su discurso sobre el estado de la Unión, en enero de 2003, que Irak había intentado adquirir material nuclear en frica, una afirmación que la Casa Blanca se vio forzada posteriormente a retirar.
Wilson afirmó hoy en declaraciones a la cadena de televisión CNN que el libro de McClellan, que saldrá publicado en abril del próximo año, confirma que los más altos
funcionarios de la Casa Blanca ''abusaron de la confianza que el público depositó en ellos''.
''Es una traición a la seguridad nacional del país'', indicó el esposo de Plame.
Lea el parrafo en cuestión en el libro de Scott McClellan (en inglés) aquí.
Fotografía superior: El secretario de prensa de la Casa Blanca Scott McClellan sonríe tras terminar una reunión con los periodistas en esta foto del 5 de mayo de 2006 (Ron Edmonds/AP).
Fotografía izquierda: El portavoz Scott McClellan habla con la prensa a bordo del Air Force One, en esta foto del 19 de abril de 2006 (Tim Sloan/AFP/Getty Images).

Imagine por un momento



esta batalla en La Calle Ocho, frente al Versailles y con Vigilia Mambisa.
Fotografías: estudiantes venezolanos protestan en Caracas.
Créditos: fotografía superior (Rodrigo Abd/AP), medio (Juan Barreto/AFP/Getty Images), inferior (Enrique Hernández/AFP/Getty Images).


martes, 20 de noviembre de 2007

Los nuevos votantes


Basta una mirada a los datos demográficos y los resultados de las encuestas recientes —las realizadas tras las últimas elecciones presidenciales en este país—, para comprobar que los aspirantes a cargos públicos, nacionales, estatales y en el sur de la Florida, tendrán que enfrentar un nuevo electorado en aumento.
Parece haber quedado atrás la época en que el voto hispano en Miami era determinado en gran medida por cubanoamericanos que elegían a sus candidatos de acuerdo a una plataforma reducida a la promesa de reducir o no aumentar los impuestos, luchar contra el delito y pronunciarse contra el régimen de La Habana. Ahora son otras las prioridades y también los electores.
Durante muchos años, a legisladores estatales y nacionales les bastó esa agenda estrecha. Lo demás quedó a cargo de una maquinaria política simple, pero efectiva: apelar a los residentes de edificios del Plan Ocho, montar en autobuses a los ancianos que almuerzan en comedores para personas de bajos ingresos y movilizar a simpatizantes con una fe ingenua de que los cubanos en Tallahassee o Washington iban a contribuir al fin de Fidel Castro.
Luego, tras el triunfo en las urnas, los legisladores se limitaban a las socorridas declaraciones anticastristas, alguna que otra presentación populista en favor de la inmigración controlada y una presencia casi constante en una radio —y una prensa en general— más que amable: sin el menor comentario crítico y demostrando una complicidad cuestionable.
Mientras tanto, estos legisladores han favorecido, con su voto en la capital del estado y la nación, a los planes del Partido Republicano y los intereses especiales que contribuyeron monetariamente a su triunfo.
Llama la atención que en una ciudad que tiene algunos de los peores —o muy cerca de los peores— indicadores nacionales en deserción escolar, elevados precios de alquileres, excesivos costos de salud y porcentajes de personas sin seguro, estos legisladores hayan logrado sobrevivir en sus cargos sin tener que explicar nunca su pobre o nula participación en los proyectos destinados a mejorar el nivel de vida de la población más necesitada, incrementar los planes de asistencia a quienes carecen de servicios médicos y hacer al menos algo en favor de los centros educacionales públicos. Si Miami no está en una situación aún peor, es porque siempre se ha beneficiado de la entrada de capitales provenientes de Latinoamérica, un continente entero en función de una ciudad, aportando millones de dólares, residentes capacitados educacionalmente y una fuerza de trabajo en general dispuesta a ganarse la vida soportando condiciones laborales mucho peores que los estandartes establecidos en esta nación. Un bilingüismo que ha sido al mismo tiempo una salvación y un freno, una mirada atrás que ha facilitado la aceptación de una situación de desventaja respecto a los nacidos aquí y una disposición al sacrificio que sólo se adquiere tras el abandono del lugar de nacimiento. En muchos casos estas circunstancias no se difieren de otras semejantes para otras inmigraciones y otros países. Puede argumentarse incluso que en esta ciudad es posible alcanzar niveles de bienestar e ingresos que son superiores, relativamente, a los que logran inmigrantes en otros lugares. Sin embargo, junto a la realidad de triunfo económico de los exiliados cubanos, respecto a otros grupos inmigrantes, se esconde la necesidad de deslindar esta riqueza por zonas y grupos, no limitarse a repetir cifras promedio y datos macroeconómicos. En cualquier caso, puede decirse que a este esfuerzo han hecho poco por contribuir los legisladores cubanoamericanos.
El cambio que parece acercarse obedece a dos factores principales. Hay otros que merecen comentarios aparte, pero basta aquí señalar una diversidad en Miami y en el sur de la Florida que lleva a hablar no sólo de cubanos, sino también de otros grupos provenientes fundamentalmente de Latinoamérica, y un aumento constante de inmigrantes cubanos y descendientes de cubanos nacidos en el sur de la Florida que por razones de edad no responden a los criterios y valores de quienes llegaron antes de 1990, una fecha que no es definitoria (podría hablarse de 1980 como la década puente entre un antes y un después) pero sirve para ejemplificar las diferencias más marcadas dentro de la comunidad exiliada.
Lo que une a los exiliados cubanos más recientes con aquellos que vienen de otros países no son criterios ideológicos ni políticos —y no es necesario aquí hablar de las similitudes culturales y de idioma—, sino una actitud más pragmática hacia el nuevo país de residencia y el de origen.
Esta actitud más pragmática se expresa en una mayor capacidad de asimilación de la realidad del país de origen, no circunscripta a las condiciones del gobierno actual, sino en relación con sus condiciones geográficas e históricas. En este sentido, el concepto de viaje sustituye en buena medida al de regreso. Volver a la patria no es el hipotético cierre de un paréntesis (que para muchos ya se acerca a medio siglo), sino el mantenimiento de una relación. Se vuelve —se desea volver, es más adecuado decir— no para habitar de nuevo en el sitio del que se ha partido, sino porque la partida no ha significado un rompimiento. Puede decirse que en buena medida, el emigrante sustituye al exiliado.
Se trata, en buena medida, de una diferencia práctica que no excluye el mantenimiento de una posición ideológica. Clasificar a un grupo de anticastrista y a otro no es limitar una actitud política a un catálogo de consignas.
Al tiempo que el pragmatismo establece una actitud hacia la nación de origen, también define un comportamiento en el país de adopción. La valoración del papel desempeñado por los políticos que representan a este grupo tiende a realizarse según los logros que éstos tengan en obtener beneficios para la comunidad que los eligió. Al ampliarse —o diluirse, según el punto de vista que se adopte— los conceptos nacionalistas, comienzan a carecer de sentido los llamados demagógicos en favor de “cubano elige a cubano” y las apelaciones al “voto cubano”. En su lugar, la eficiencia se convierte en un patrón de medida.
Si de eficiencia se trata, y al menos que su medida se distorsione y reduzca a una presencia en la radio de Miami, poco pueden presentar a su favor unos legisladores que han votado en contra de la ampliación de la cobertura medica a los hijos de las familias de ingresos bajos y medios, han sido los promotores de las restricciones a los encuentros familiares entre quienes viven aquí y en Cuba y han hecho todo lo posible por dificultar el comercio entre Estados Unidos y la isla, comercio que va dirigido a la adquisición de alimentos para el consumo de la población cubana y no como se ha repetido en Miami para el sector turístico. Esta última mentira propagada casi a diario en esta ciudad.
Una definición más práctica, y más humana, de los vínculos con Cuba no implica un sometimiento al régimen de La Habana y tampoco excluye la crítica y la oposición. Se trata de dejar a un lado el anticastrismo de cazuela, para avanzar hacia una mayor relación ciudadana entre quienes viven aquí y allá. Pero más importante que —o al menos tan importante como— el abandono de ese anticastrismo parlanchín es la necesidad de elegir a los futuros representantes y senadores, por la Florida o en el estado, de acuerdo a una agenda que responda a los problemas de la región. En este sentido, tanto en Tallahassee como en Washington ha quedado demostrada la nulidad de acción de buena parte de quienes nos representan. Cambiar este panorama no es una utopía. Es cada vez más necesario.
Fotografía superior: un grupo de exiliados, que están en contra de las medidas de la administración del presidente George W. Bush, que restringen los viajes y las remesas a la isla, durante una manifestación frente a las oficinas del congresista Lincoln Díaz Balart, uno de los auspiciadores del proyecto, en esta foto de archivo del 24 de julio del 2004 (Roberto Koltun/El Nuevo Herald).
Fotografía izquierda: Olga Feo, de 79 años, y Osmaira López, de 77 años, participan en una manifestación en favor de Luis Posada Carriles, el 19 de enero de 2006 (Roberto Koltun/El Nuevo Herald).
Fotografía derecha: exiliados en contra de las restricciones a los viajes y las remesas decretadas por el gobierno del presidente George W. Bush realizan un protesta frente a las oficinas del congresista Lincoln Díaz Balart en esta foto de archivo del 24 de julio del 2004 (Roberto Koltun/El Nuevo Herald).



Un nuevo anticastrismo


No es que el exilio ha dejado de ser anticastrista, sino que el anticastrismo ha cambiado de forma. Ha dejado de ser vocinglero y pueril. No le interesa perseguir músicos y tampoco se regodea en la nostalgia de una Cuba anterior a 1959. Incorpora los valores culturales de esa época y tira por la borda la exaltación pueblerina de un país plagado de pobreza, corrupción y asesinatos. Condena a la dictadura de Batista con igual fuerza que al régimen de Castro. Entiende lo ocurrido en la isla en casi medio siglo, como un proceso con razones y causas, no como un destino espurio.
Durante décadas se le ha otorgado validez histórica y política a los planteamientos de un grupo que no sólo carece de representación respecto a la situación cubana actual, sino tampoco cuando se habla del “exilio histórico”. La imagen de este último ha sido secuestrada por una serie de arribistas que adaptan a su conveniencia cualquier actitud frente al régimen de La Habana. Una banda de incapaces, en unos pocos casos, y de corruptos casi siempre: aliados con asesinos y dictadores latinoamericanos, seguidores del peor gobernante norteamericano de este siglo y partidarios de un totalitarismo de derecha para el futuro de Cuba.
La falsa división entre el “yo estaba aquí y tú acabas de llegar” esconde también la existencia de organizaciones, líderes exiliados y puntos de vista que no responden al estereotipo de una comunidad intransigente e ignorante, fácil de manipular por demagogos del micrófono.
El nuevo anticastrismo admite el diálogo con Cuba, que no es sinónimo de complicidad con La Habana. Reniega de farsantes y está en contra de legisladores que no lo representan en Estados Unidos. No quiere agitadores en Washington, sino hombres y mujeres capaces que se preocupen por sus distritos respectivos, sean Miami o Nueva Jersey o cualquier otro. Rechaza la demagogia porque la conoce demasiado. Está a favor de la cordura y la simpatía; rechaza los discursos altisonantes de cualquier orilla. No quiere una vuelta al pasado. Apuesta por el futuro.
Fotografía: unos 50 exiliados, convocados por la agrupacion Vigilia Mambisa, durante una protesta frente al edificio Federal de Inmigracion, en Biscayne y la 79 Avenida, en abril de 2001. Angel Cruz un ex preso político sostiene un cartel de protesta por la operación que llevó a que el niño Elián González fuera entregado a su padre (Roberto Koltun/El Nuevo Herald).

Una adopción contradictoria


La adopción de Miami como patria no deja de tener un carácter contradictorio. Los que llegaron durante la década de 1960 imponen una Cuba mítica como modelo para la nostalgia. Entre esa imagen tergiversada y la situación que encuentra aquí —la añoranza para los primeros exiliados, la realidad de la isla para los que viajaron en las últimas décadas—, sólo se logran salvar los recuerdos personales.
En tales circunstancias, muchos anteponen el hogar a las patrias espurias, que han conocido o empiezan a conocer gracias al éxodo: la de Cuba y la de Miami. A ello se une la saturación política que arrastran los recién llegados. Esto explica en parte que quienes vinieron después del Mariel triunfen en actividades como la literatura y el arte, pero no en política. Ese apartarse de lo circunstancial, en favor de una mayor transcendencia, es un logro que no deja de implicar desventajas: el abandono de lo cotidiano, para que pueda ser administrado por políticos tradicionales, que en su mayoría deben su elección a votantes del llamado ''exilio histórico''; políticos que pueden o no cumplir su función en mayor o menor grado, pero cuya actuación en muchos casos deja fuera los intereses de quienes han llegado en los últimos años.
Fotografía: imagen de archivo de exiliados cubanos que llegaron al sur de la Florida durante el éxodo del Mariel, en 1980 (EFE).

EntreRíos en Miami


Ediciones EntreRíos es —y aquí hay que perder el pudor y arriesgar una frase manida— un espejismo en Miami. Extraño encontrar en esta ciudad, aferrada al oropel y la vanidad del instante, una vocación que busca la permanencia de una forma sobria. Cuando en el mejor de los casos la cultura se asume como espectáculo, Germán Guerra, fundador de la colección, se aferra a una labor paciente, que recuerda al artesano y esa tarea camino a la extinción que no aprecia los colores chillones y se refugia en la línea.
El y Ena Columbié están produciendo una reducida serie de libros impecables en la edición y el diseño. Textos breves y cuidadosos que nos brindan un respiro, más allá de la televisión y la internet. Un refugio por algunas horas, la esperanza de la relectura y la posibilidad de no olvidarnos a los pocos minutos de lo adquirido.
Durante la última Feria del Libro en esta ciudad se presentaron los dos títulos más recientes, uno de poesía y otro de prosa. Creo que sin proponérselo los editores, ambos cuadernos tienen puntos de semejanza y diferencia que trascienden el hecho de que sus autores nacieran en el mismo pueblo oriental de Guantánamo, con pocos años de diferencia.
Libro de silencio, donde están los poemas de Guerra, parte de un título al que de inmediato hace contrapunto gráfico en la portada el grito más famoso de la historia del arte. Y es que el silencio aquí es más que nada una exclamación de soledad (Soledad de la palabra en el silencio del poema), que el autor llena de nombres, ciudades, paisajes, recuerdos y emociones, como para cerrar los agujeros desde los que brota el vacío. Sólo que el poeta lleva a cabo su labor de forma callada (de nuevo el contrapunto gráfico), como para no despertar al silencio (un hombre ya descansa/su frente en las paredes/que responden silencios).
No basta ese esfuerzo, y para ahogar a ese silencio-soledad es imprescindible una marcha constante (Soy el caminante que ha gastado sus piernas marcando círculos de tedio entre las cuatro paredes de este cuarto que no existe), aunque se sabe que es un gesto condenado al fracaso (Ya no hay ciudad que te repita las canas y el olvido,/irte, ser, estar o acostumbrarte ya nada significan,).
Al igual que viene ocurriendo en gran parte de la poesía contemporánea cubana, Guerra desestima la musicalidad del verso y prefiere un tratamiento espacial de la palabra, donde el ritmo está en función no de una cadencia sonora sino de la frase destinada a crear, más que una imagen un panorama: la impresión visual como recurso expresivo determinante (su presencia en los rincones de luz,/en la luz de todas las mañanas). En este sentido, es un digno heredero de Eliseo Diego, al que admira y dedica una versión de Testamento (con mi nombre tatuado en ese olvido,/entre la sombra y la memoria de una ceiba,).
Aunque el libro no olvida el origen del poeta (Mi pueblo mi país que es una isla), la condición de cubano tiene que ver más con el desarraigo que con el recuerdo del lugar de nacimiento. La nacionalidad llega a través del exilio (Pasaba yo por Grecia sorteando entre las islas/mi condición de Isla que ayer fue descubierta) y la historia nacional y personal mediante un temor a las palabras (Palabras, palabras que soñé mordiendo las vigilias./Palabras que trocaron oratoria en leyes, tribunas en patíbulo). Palabras que sirven para llenar los silencios, pero que al mismo tiempo pueden resultar peligrosas (Predica y profetiza para que nadie entienda, para que todos confundan sus palabras y pidan al sumo sacerdote una liturgia, un sacrificio, un escarmiento, un mártir que colme los altares.).
La palabra es también el elemento clave en Los Herederos, de Gustavo Corrales Romero, un relato que es parte novela, parte autobiografía, y que constituye el otro libro presentado por Ediciones EntreRíos.
Romero, un pianista que reside en Holanda y que por primera vez publica, ha hecho un libro en que abunda la poesía —muchos fragmentos del texto se pueden considerar poemas en prosa—, pero que se define por el recuerdo y el testimonio. Es como si el poeta que viaja por diversos lugares en el Libro de silencio se detuviera ahora a contarnos su infancia y los tiempos difíciles que para cualquiera, quizá especialmente un adolescente, significó el llamado “Período Especial” cubano. Sólo que estas descripciones son directas, descarnadas en ocasiones (Una estudiante de actuación enloqueció) y extremadamente personales (Hoy me oriné en la cama).
Un aspecto que a primera vista diferencia a Corrales de Guerra es un supuesto apego a la región oriental, con múltiples referencias a la unicidad de la provincia, pero pronto nos damos cuenta que todo no es más que un guiño irónico. La verdadera intención es contar los detalles que por lo general no aparecen en los libros de historia ni se cuentan en las crónicas y testimonios de los protagonistas de los hechos que definen el destino del país (Documentar la historia real de la Nación. Los hechos que la historia oficial no recoge, los que recoge parcialmente y los que tergiversa).
Hay sin embargo un elemento que une a ambos volúmenes, y es el valor otorgado a la palabra. Si en Guerra la palabra puede ser peligrosa, en Corrales es sobre todo memoria histórica, recuento de lo ocurrido. Pero en los dos casos es importante.
Los Herederos alcanza su momento culminante, tanto en el desarrollo del texto como en logro creativo, en su última sección, el epílogo con los Documentos de Los Herederos, una sociedad secreta, dedicada a acumular documentos secretos que revelan toda la historia del país, la conocida y la que permanece en las sombras. En esta especie de Aleph, consistente en amplios archivos que la sociedad mantiene ocultos, se encuentran los documentos que todo historiador y ensayista ha soñado o imaginado encontrar, desde una película silente de José Martí hasta un censo que detalla los treinta y siete mil indios que sobrevivieron al exterminio de la conquista.
Dentro de este caudal de información aún por salir a la luz, es seguro que el día de mañana se encuentren también varios ejemplares de la colección de Ediciones EntreRíos, salvados para el disfrute de las nuevas generaciones.
Fotografía superior: el poeta Germán Guerra y el narrador Gustavo Corrales Romero durante la presentación de los libros de la editorial EntreRíos en la Feria Internacional del Libro de Miami, el jueves 8 de noviembre de 2007 (Carina Fernández).
Fotografía izquierda: el poeta Germán Guerra lee poemas del Libro de silencio (Carina Fernández).
Fotografía derecha: el narrador Gustavo Corrales Romero durante la presentación de su obra Los Herederos (Carina Fernández).

Cuentas de ambos lados


Se habla sobre la necesidad de juzgar, condenar o perdonar a todo aquel que en determinado momento ejerció un papel más o menos destacado, durante estos largos años de un régimen que no culmina, pese a rumores y augurios. De igual importancia es analizar la miseria humana que nos impulsó o nos conduce a cometer cualquier pequeña infamia. Cuentas por saldar en ambos lados del estrecho de la Florida. Abusos y mentiras que escapan a la estrechez ideológica. Injusticias y engaños en el exilio y en Cuba. Intolerancia oficial y empecinamiento de un grupo poderoso y fanfarrón, que siempre aspira a imponer su punto de vista sin permitir matices y criterios opuestos. Mientras llega ese momento, el reloj continúa detenido. Lo que no impide que todo envejezca.
La muerte de Pinochet se ha producido antes de que pudiera responder ante la Justicia por los miles de crímenes cometidos por la dictadura que encabezó. Según estimaciones, unas 3.200 personas murieron a manos de agentes del Estado, de las que 1.192 permanecen como detenidas desaparecidas. Más de 28,000 opositores fueron torturados, según datos oficiales, y alrededor de 300,000 debieron exiliarse por razones políticas.
En el momento de su muerte, el ex dictador estaba siendo procesado por algunos de los crímenes de los que se le acusaba. De hecho, durante su convalecencia en el Hospital Militar le fue levantado un arresto domiciliario. La Caravana de la muerte, la Operación Cóndor o la Operación Colombo eran algunos de los nombres de las campañas de represión de opositores. El proceso judicial al dictador comenzó e octubre de 1998, cuando, por orden del juez español Baltasar Garzón, fue arrestado en Londres, donde pasó 17 meses. Los farragosos trámites legales no fructificaron con su entrega a España y Pinochet volvió finalmente a Chile por problemas de salud. No obstante, se abrió la puerta legal a su enjuiciamiento y la justicia chilena, con el juez Juan Guzmán a la cabeza comenzó a actuar.
Al momento de morir, Pinochet estaba siendo procesado como el presunto autor de secuestros (desapariciones), homicidios y torturas, en al menos tres casos por violaciones a los derechos humanos, además de un caso de fraude al fisco y uso de pasaportes falsos, en relación con el descubrimiento, en 2004, de numerosas cuentas secretas a su nombre en el Riggs Bank de EE UU y otros bancos del exterior, en las que acumuló una fortuna calculada hasta el momento en 26 millones de dólares.
De acuerdo con las leyes chilenas, tras la muerte de Pinochet, el caso fue sobreseído en lo personal, sobre todas las causas que lo involucraban. No así en lo que respecta a sus familiares.
Buscar la justicia, frente a los asesinatos, violaciones y desapariciones en Chile, Argentina y otros países es un deber elemental. Igual principio debe imperar en la Cuba del futuro. Pero para enfrentarlo con un mínimo de rigor, el proceso debe incluir también el enjuiciamiento de los terroristas que se pasean en Miami con una impunidad que nos hace culpables a todos los que vivimos en esta ciudad. No tiene sentido pedir el procesamiento de culpables en la isla, cuando al mismo tiempo se cataloga de “patriotas” a Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, quienes desde hace años debían haber sido enjuiciados por sus crímenes. Hasta esto no ocurra, cualquier llamado la justicia en Cuba no se verá libre de la hipocresía y el engaño.
Fotografía: exiliados cubanos realizan una manifestacion frente al Monumento a los
Heroes de Bahía de Cochinos, en respaldo a Posada Carriles, en esta foto de archivo del 19 de enero del 2007 (Roberto Koltun/El Nuevo Herald).

Gondolero anticastrista


Me entero por el programa del periodista Edmundo García, La Noche se Mueve, que Frank Calzón ha llevado su lucha anticastrista a Venecia.
Según lo expresado en La Noche se Mueve, el infatigable activista llamó al programa de Ninoska Pérez Castellón desde la famosa ciudad italiana. Imagino lo difícil del combate, contra los personeros del régimen de La Habana, mientras se contempla desde una ventana la vista de la ciudad. Me limito a dar cuenta de la hazaña, retrocedo por temor de ser acusado de envidioso, reconozco lo arriesgado de la empresa. Calzón es nuestra esperanza, el portavoz del exilio de Miami, el sacrificio llevado a sus últimas consecuencias. Una luz, un gondolero del futuro, un suspiro de libertad.
Fotografía: turista pasean en góndola por las aguas del Gran Canal veneciano, en esta foto de archivo de 1990 (Francisco Moreno/EFE).

Elogio de la mafia


Las actividades de la mafia en Cuba, durante la dictadura de Fulgencio Batista, es pura propaganda anticastrista. Al menos, eso es lo que piensan el director de Radio Mambí, Armando Pérez Roura, y su invitado de todos los lunes, el “profesor” Bonachea. Olvídese de incontables testimonios y declaraciones que dicen todo lo contrario. Simple propaganda. Es más, de acuerdo a los participantes del programa, el papel de la Cosa Nostra en la isla no puede considerarse negativo, ya que construyeron hoteles y casinos de juego.
Tampoco los comentaristas de Radio Mambí consideran que Batista recibió ingresos de la mafia. No importa lo que dicen en sus memorias los protagonistas y testaferros del crimen organizado, quienes cuentan que el dictador y su esposa recibían un por ciento de las ganancias del juego. Para Pérez Roura y Bonachea se trata de una mito creado por los comunistas.
Me imagino que ninguna autoridad norteamericana escuche Radio Mambí. Sólo así es posible imaginar la existencia de una emisora en Miami que elogie la mafia.
Fotografía: Armando Perez Roura, Director General de Radio Mambí (Roberto Koltun/El Nuevo Herald).

domingo, 18 de noviembre de 2007

La transición Gotha a Gotha


En su número 50-51, de abril-septiembre de 2007, la revista Temas publica las opiniones de un simposio sobre la transición socialista en Cuba. Participaron diversos especialistas, desde un juez hasta un ingeniero, todos con importantes cargos en la isla y algunos muy conocidos desde hace décadas, por sus trabajos en las ramas de sociología, política y filosofía. También se buscó la presencia de un representante de las generaciones más jóvenes, con la participación de Carlos Lage Codorníu, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), quien tiene 25 años y expresa que su “vida ha estado determinada por los años de la crisis”.
Más allá de las lógicas diferencias individuales en las opiniones —Aurelio Alonso quizá el participante que mejor combina la profundidad, amplitud y moderación en sus criterios y Lage Codorníu, al ser la voz más joven, a veces esquemáticos y otras avanzado—, llama la atención que se comente en detalle la necesidad de un cambio social en que exista una menor centralización en todos los sentidos, el desarrollo de la esfera privada, la existencia de un mercado regulado y el incremento de formas sociales de propiedad sobre los medios productivos, como cooperativas, sin que éstas impliquen estar en manos del Estado. En igual sentido, abundan los señalamientos de las deficiencias actuales y se enfatiza la necesidad de mejoras.
Sin embargo, estos aspectos alentadores, respecto a la existencia de una visión critica sobre la situación del país, entre los intelectuales orgánicos residentes en la isla, se ve matizada por el hecho de que se encuentran dentro de un fárrago dominado por la retórica y las cortapisas ideológicas.
Algunos por formación y otros por conveniencia, los intelectuales que participan en este simposio parecen condenados al uso y abuso de los modos de pensamiento y escritura que caracterizaron los años durante los que en Cuba imperó un mal llamado análisis marxista o dialéctico de las situaciones, que en la mayoría de los casos se limitaba a explicaciones de acomodo. Ello es patente en el recurrir constante a las citas de autoridad, el no olvidar los socorridos pretextos y justificaciones internacionales, las alabanzas a Fidel Castro y Raúl regadas por las respuestas y el empleo sistemático de esquemas, opiniones y análisis pasados de moda, pero de ortodoxia comprobada: ¡Por favor, olvídense de la Crítica al Programa de Gotha!
El defender un modelo de justicia social —desaparecido en buena medida en Cuba— no implica el suscribir propuestas agotadas. Se puede estar a favor de la educación gratuita, servicios médicos a la población y renglones económicos de propiedad estatal sin tener que andar con las obras de Marx y Engels bajo el brazo. Y mucho menos tener que salvar a Lenin y echarle toda la culpa a Stalin.
Dos impresiones luego de leer el simposio sobre la transición publicado por la revista Temas. La primera es que muchos de los participantes prefirieron matizar un conjunto de puntos de vista válidos en el análisis de la situación cubana dentro de un conjunto retórico que aparentemente los librara de problemas. La segunda es más negativa: se trata sólo de un ejercicio intelectual dentro de un sistema totalitario, sin mayores consecuencias. En ambos casos, lo expresado por Aurelio Alonso trasciende mi comentario ocasional y quizá injusto.
Temo, sin embargo, que algo hay de cierto en mi segunda impresión. Me lo confirma las palabras de la filósofa Isabel Monal: “Hace falta un diálogo verdadero entre los científicos sociales y los compañeros que toman las decisiones. ¿Qué sentido tiene crear instituciones y poner compañeros a investigar y a estudiar y después no tomarlos en cuenta, ni siquiera llamarlos para ver qué piensan?”.
Vea el simposio sobre la transición socialista en Cuba aquí.
Fotografía: una modelo desfila el 17 de noviembre de 2007, en La Habana Vieja, con un diseño realizado con papel reciclado, durante una exhibición organizada por el Taller de papel artesanal, en saludo al 488 aniversario de la fundación de La Habana (Alejandro Ernesto/EFE).

Franco en Miami


El gobierno socialista español ha establecido la despolitización de El Valle de los Caídos, mausoleo franquista situado a unos 60 kilómetros de Madrid, y la prohibición de las manifestaciones en memoria de Franco y de su mentor ideológico, José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange.
No creo que sea una medida adecuada ni efectiva. Por muchas prohibiciones que se establezcan, El Valle de los Caídos seguirá siendo un símbolo franquista, por lo menos durante un tiempo. Creo que en estos casos es mejor dejar que transcurran décadas, para que los monumentos terminen por definirse por su valor histórico y estético.
Por otra parte, la prohibición de los actos de los franquistas me parece una restricción de la libre expresión, aunque no tenga simpatía alguna con esa ideología.
Al leer la información recordé que hace años me contaron que lo primero que hizo al llegar a Madrid Orlando Gutiérrez, el Secretario Nacional del Directorio Democrático Cubano, sin quitarse ''el polvo del camino'' ni dejar las maletas en el hotel, fue a visitar la tumba de Franco y Primo de Rivera, y rendir homenaje a ambas figuras.
Espero que Gutiérrez y su esposa, Janisset Rivero-Gutiérrez, Secretaria Nacional Adjunta de la institución, puedan seguir acudiéndo a El Valle de los Caídos y expresando su fervor falangista, sin temor a cualquier molestia.
Fotografía: ultraderechistas y simpatizantes del general Francisco Franco hacen el saludo fascista en El Valle de los Caídos, el domingo 18 de noviembre del 2007 (Juan Carlos Hidalgo/AP/EFE).

La máscara de Demetrio


La edición de hoy domingo de El Nuevo Herald trae dos páginas de un anuncio pagado que es digno de figurar en un capítulo de San Nicolás del Peladero, el programa de la televisión cubana que presentaba la vida y milagros de un pueblo imaginario anterior al primero de enero de 1959, donde la cursilería se equiparaba con el latrocinio.
Con el pretexto de la celebración de ''la fecha del matancero ausente'' se reproducen fotografías y fotografías donde domina la imagen de Demetrio Pérez Jr., culpable de fraude en esta ciudad.
En el 2002, cuando el sistema escolar de Miami-Dade, el cuarto mayor del país, afrontaba sus más graves problemas en los últimos 10 años, sus funcionarios dedicaban millones de dólares a dudosos contratos que tenían poco que ver con ayudar a la educación de los niños, según descubrió The Miami Herald.
Uno de los beneficiados con esos contratos dudosos fue Pérez Jr., quien ganó un contrato multimillonario para la Agencia Comunitaria Lincoln-Martí, fundada por él.
Pérez también es el arrendador de la agencia, y el contrato escolar lo ayudó a conseguir una ganancia de $1 millón en alquileres proveniente de dineros separados para niños con problemas.
Según una investigación de The Miami Herald, realizada es año, mientras ocupó un
cargo en la junta del cuarto sistema escolar más grande de Estados Unidos, Pérez Jr. se embolsilló más de $1 millón en pagos de renta procedentes de fondos públicos, dinero cuyo destino era en beneficio de un programa para niños en riesgo.
Más de $400,000 asignados para programas que sirven a niños necesitados fueron usados para remozar edificios privados de propiedad del empresario millonario Demetrio Pérez Jr. cuando era miembro de la Junta Escolar de Miami-Dade, arrojó la investigación del Herald.
Entre sus amplias propiedades de bienes raíces, Pérez es propietario de los edificios que albergan los programas para la Agencia Comunitaria Lincoln-Martí, una agencia sin fines de lucro que fundó para proveer servicios de guardería y evitar la deserción escolar para niños pobres.
Entonces Pérez Jr. alegó que cuando los funcionarios escolares de Miami-Dade decidieron entregarle millones a la Agencia Comunitaria Lincoln-Martí, la entidad sin fines de lucro que él mismo fundó como presidente hace más de una década, él se abstuvo de votar en la Junta Escolar y renunció a su título en la agencia comunitaria.
En el 2001, Pérez Jr. fue encontrado culpable de fraude contra un programa federal de rentas subsidiadas. El 31 de mayo de ese año, el entonces gobernador Jeb Bush separó a Pérez Jr. de su cargo en la Junta Escolar de Miami-Dade, como consecuencia de las serias acusaciones de fraude y falso testimonio presentadas ante una corte federal contra el funcionario electo.
La orden ejecutiva señaló que los 21 cargos ''por haber obtenido dinero con falsas pretensiones, haber emitido falso testimonio y falsificado hechos al Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD)'' justificaban ''la suspensión inmediata de Demetrio Pérez Jr. del cargo público que ahora ocupa''.
En la colección de fotografías que aparece en El Nuevo Herald muchos de los retratados se identifican con calificativos que al menos merecen ir acompañados de comillas y signos de interrogación o admiración: "patriota'', ¿comentarista?, ¡historiador!
Sólo en Miami una figura como Pérez Jr. continúa siendo una personalidad local, promotor de premios y entusiasta animador de actos.
Fotografía: obra El Picnic, del pintor cubano Jama, expuesto en la galeria de Elena Freire en La Pequeña Habana (Roberto Koltun/El Nuevo Herald).

Errata


Me aclara Alberto Sarraín que el segundo apellido de Antón es Marad y no Marat, algo que agradezco y que de inmediato colocó en el blog, para evitar equívocos con el apellido del novelista, poeta y autor de obras de teatro cubano. Sin embargo, una errata no evitará el azar de un juego de palabras.
Fotografía: una modelo desfila el 17 de noviembre de 2007, en La Habana Vieja, con un diseño realizado con papel reciclado, durante una exhibición organizada por el Taller de papel artesanal, en saludo al 488 aniversario de la fundación de La Habana (Alejandro Ernesto/EFE).

viernes, 16 de noviembre de 2007

Encubrimiento de la justicia


El presentar a Luis Posada Carriles como un combatiente anticastrista forma parte de un encubrimiento que trasciende a Miami. La realidad es que para la actual administración norteamericana los calificativos de terrorista y antiterrorista se cuelgan a partir de argumentos ideológicos.
Washington utilizó a Posada Carriles para diversas actividades encubiertas, en una época en que el empleo de medios violentos se mantuvo en secreto y no se sancionó como ahora. Pero la guerra fría terminó, y pese a que el gobierno de George W. Bush ha vuelto al empleo de la tortura para combatir a los que considera sus enemigos, también ha aumentado, en el pueblo norteamericano y el mundo, el repudio por las justificaciones ideológicas y políticas de los asesinatos de civiles y de los actos que ponen en peligro la vida de inocentes.
Posada Carriles se ha convertido en un rezago de otra época. La Casa Blanca en la actualidad recurre al engaño porque es heredera de una tradición que admitía —aunque a veces a escondidas— la realización de sabotajes y actos terroristas con tal de atacar al enemigo.
Condenar esta hipocresía no debe ser una justificación de lo mal hecho. Demasiadas guerras y crímenes ocurrieron durante el siglo pasado, para persistir en presentar como víctima a un terrorista.
Posada Carriles tiene un amplio historial —en parte hecho público, en parte mantenido aún en secreto— que lo descalifica como patriota y luchador por la democracia. Es un individuo que la mayor parte de su existencia ha obrado al margen de la ley, sin detenerse a medir las consecuencias de sus actos en las vidas de seres inocentes.
Es cierto que el régimen de La Habana utiliza y manipula constantemente el caso de Posada Carriles para fines propagandísticos, pero ello no es justificación para defender al individuo y presentarlo como un patriota. El enemigo de mi enemigo no es necesariamente mi aliado y mucho menos un ejemplo a seguir.
Muchos actos de la trayectoria de Posada Carriles son tan repudiables como la campaña de sabotajes llevada a cabo por el Movimiento 26 de Julio y el Directorio Revolucionario para poner fin a la dictadura de Fulgencio Batista. No hay justificación para colocar bombas en cines, parques y hoteles. El terror no es un arma adecuada, desde el punto de vista ético y legal, para ser utilizada contra un dictador, un tirano o un gobierno totalitario. En la época actual, el terrorismo carece de cualquier tipo de justificación ideológica.
La llamada “guerra contra el terrorismo”, que tras la barbarie de lo ocurrido en Nueva York y Washington pareció por un instante iba a significar un giro de 180 grados a la hora de condenar la violencia indiscriminada contra inocentes, se adaptó pronto a los convencionalismos habituales, las componendas y el doble rasero. El caso de Posada Carriles es un ejemplo más, no el único, de la utilización de fines y medios de acuerdo a interese políticos y determinada ideología. La forma de definir a “enemigos” y “amigos” sigue siendo la misma a que nos tiene acostumbrados Washington.
Se trata de una persona que, hasta ser detenida hace pocos años en Panamá, se mantenía activa en su labor terrorista.
Este gobierno aún está a tiempo de iniciar un proceso serio, que con todas las garantías legales para el acusado determine su posible culpabilidad en hechos que se le imputan, en especial los atentados dinamiteros ocurridos en los hoteles habaneros años atrás. Es posible que ese proceso se lleve a cabo. Lo dudo. Hay una investigación en marcha, pero un rosario de procesamientos incompletos en su caso, fugas con amplios recursos desde el exterior y una amnistía más que sospechosa, por parte del gobierno de la ex presidenta Mireya Moscoso, no dejan de sembrar fuertes dudas. Washington parece destinado a repetir lo ocurrido en varias naciones latinoamericanas.
La realidad es que nadie quiere a Posada Carriles, salvo algunos en Miami. Esta ciudad parece por lo tanto destinada ser su hogar durante los años que le quedan de vida. No debe sorprendernos, cuando por tanto tiempo se paseó por sus calles Esteban Ventura Novo, quien murió sin pagar nunca por los crímenes que cometió durante la dictadura de Batista. Nada hay de extraño en que, al igual que ha ocurrido con Orlando Bosch, aquí encuentre su refugio al sol y no a la sombra. Bosh y Posada Carriles dedicados a la pintura, como artistas alejados en una perdida isla, ajenos a lo que ocurre en el mundo y a salvo de cualquier intento de justicia.
Fotografía: un grupo protesta frente al edificio de Inmigracion en Miami, en esta foto de archivo del 12 de mayo de 2007 (Roberto Koltun/El Nuevo Herald).

La comezón del exilio revisitada

A veces en el exilio a uno le entra una especie de comezón, natural y al mismo tiempo extraña: comienza a manifestar un anticastrismo elemen...