martes, 11 de marzo de 2008

Buenos y malos, según Washington


El Departamento de Estado publicó hoy su informe anual sobre la situación mundial de los derechos humanos en 2007.
Como siempre, el documento se caracteriza por su tendencia a considerar la situación de los derechos según las prioridades políticas y las alianzas de Washington. Así se destaca que se han producido avances en Colombia y se denuncia el “totalitarismo” y la represión a los medios de comunicación y opositores en Venezuela. China, sin embargo, ya no está en la llamada “lista negra”. No se aclaran los motivos al respecto.
Pese a todo, hay un elemento interesante en el documento.
Jonathan Farrar, subsecretario de Estado interino de la Dirección de Democracia y Derechos Humanos, señala que los “derechos humanos y las libertades civiles continúan estando severamente restringidas en Cuba”, pero al mismo tiempo afirma: “Aunque se han dado cambios preliminares, un progreso muy pequeño, hemos visto retrocesos en algunas áreas como las restricciones a la libertad de información y controles de la internet”.
“Fueron cambios muy pequeños, pero sin progreso”, dijo Farrar sin entrar en detalle durante una rueda de prensa para hablar sobre el informe 2007 de la situación de los derechos humanos en el mundo, que anualmente prepara el Departamento de Estado por mandato del Congreso, según un cable de la AP.
La parte del informe dedicada a Cuba no menciona, sin embargo, ningún progreso.
Señala más bien que Cuba es el país latinoamericano con los peores antecedentes en derechos humanos en el mundo junto con Corea del Norte, Irán, Siria, Zimbabue, Bielorrusia, Uzbekistán, Eritrea y Sudán.
Dice que Cuba ha continuado en 2007 bajo el “control totalitario” de Raúl Castro y de Fidel Castro, quien le cedió el cargo al primero para someterse a una operación gástrica, pero que nunca regresó a sus funciones regulares.
Notoriamente, el informe no contiene la misma severidad en las críticas de años anteriores al gobierno del presidente Hugo Chávez, aunque dice que existe una politización del poder judicial y se da un hostigamiento oficial a los medios de prensa y opositores.
Agrega que en Venezuela han ocurrido muertes ilegales; desapariciones atribuidas a las fuerzas de seguridad; tortura y abuso de detenidos; condiciones infrahumanas de las prisiones; arrestos arbitrarios; allanamientos sin orden judicial de viviendas privadas;promoción del antisemitismo por el gobierno; y corrupción en altos niveles del gobierno.
Respecto a Colombia, el principal aliado de EEUU en América Latina, al igual que en el informe de 2006, Washington elogió los esfuerzos del Gobierno por mejorar el respeto a los derechos humanos y la seguridad ciudadana.
En concreto, hizo hincapié en la Ley de Justicia y Paz que, a su juicio, “ayudó a esclarecer más de 3,000 crímenes y condujo a la exhumación de fosas comunes, lo que facilitó la identificación de más de mil restos humanos”.
Pero donde se hace más patente la raíz torcida del documento es en su análisis de la situación china. El informe afirma que China, que organizará los Juegos Olímpicos en 2008, fue eliminada de la lista negra en la que se encuentran Corea del Norte, Birmania e Irán.
Repito que no se suministra razón alguna para la eliminación de China -un socio clave de Washington en las negociaciones para la desnuclearización de Corea del Norte- de la lista de violadores.
El documento subraya, sin embargo, que el balance del régimen chino en 2007 siguió siendo “malo”, y da cuenta de casos de tortura y de controles abusivos de la natalidad, aunque asegura que el gobierno realizó “varias reformas importantes”, entre ellas el análisis por el Parlamento chino de algunos aspectos de la legislación sobre la pena de muerte, de acuerdo a un cable de la AFP.
“El gobierno continuó vigilando, acosando, deteniendo y encarcelando a periodistas, escritores, activistas y abogados, así como a sus familias, quienes en su mayoría sólo buscaban ejercer sus derechos previstos en la ley”, agrega.
China, que figuraba el año pasado y en 2005 en la lista de “los violadores sistemáticos de los derechos humanos”, es incluida ahora en la de “países autoritarios en plena reforma económica, que experimentaron rápidos cambios sociales pero no realizaron reformas políticas y continúan negando a sus ciudadanos los derechos humanos y las libertades fundamentales básicas”.
Es posible que palabras similares se escriban el próximo año respecto a Cuba, y que Farrar, el funcionario del Departamento de Estado que habló hoy en la conferencia de prensa, apenas hizo un leve comentario sobre el futuro. La Habana y Washington tienen un año por delante al respecto.
Fotografías: el paladar La Guarida, en La Habana, 10 de marzo de 2008 (Javier Galeano/AP).

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