El temor a la perestroika
Armando Pérez Roura ha comenzado a tener problemas con sus oyentes. Cada vez un mayor número de participantes por teléfono en sus programas se quejan de que los congresistas cubanoamericanos por el sur de la Florida en Washington hablan de Cuba sin resolver problema alguno de los tantos que afectan a sus distritos.
Pérez Roura trata de atajar o censurar los comentarios adversos, pero hay días en que las llamadas de quejas se suceden dificultando la labor del locutor.
''Le ronca la perestroika'', es su frase más socorrida en esos momentos.
Hay mucho de lamento en esa exclamación. A este comisario político no hay nada que lo preocupe más que una perestroika radial y un glasnot informativo. Sería bueno que comenzara a pensar en su retiro a una dacha.
Socialismo mambí
¿Qué importa que se vendan celulares en Cuba, si la gente no tiene dinero para comprarlos? ¿A qué cubano le interesa que ahora pueda alojarse en los hoteles reservados antes para extranjero, sino tiene dinero para hacerlo? Todas esas medidas no benefician a la población de la isla, que en su inmensa mayoría carece de ingresos. Sólo unos pocos, que reciben dinero de las remesas que envían sus familiares en Miami, son los beneficiados. Esos y los altos funcionarios del régimen castrista.
Comentarios similares se escuchan a diario en Radio Mambí.
Me parece muy saludable que los voceros del sector más intransigente y retrógrado del exilio de esta ciudad comiencen a cobrar conciencia de los problemas sociales y emprendan una campaña por la igualdad y la justicia social.
De acuerdo a estos planteamientos, todo el mundo tiene derecho a hospedarse en un buen hotel y disponer de artículos electrodomésticos que faciliten las tareas domésticas y brinden horas de diversión y entretenimiento. Es más, incluso a exigir el poder rodar un automóvil del año.
Sólo que no hay que ir muy lejos para proclamar tales principios, y sería bueno que declararan que desean lo mismo para quienes viven en Miami. Un programa de vez en cuando, en downtown de esta ciudad, con Ninoska Pérez Castellón compartiendo una cena con los desamparados que se refugian en Camilo House y Pérez Roura junto a quienes piden limosna a la entrada de las autopistas, explicando que éstos también tienen derecho a hospedarse en un lujoso hotel, digamos El Mandarín, contribuiría a otorgarle credibilidad a esta causa.
Porque de momento resulta muy difícil creer que hay una verdadera preocupación social sobre lo que ocurre en la isla. Por otra parte, el argumento de que los únicos beneficiados son quienes reciben dinero desde Miami sólo tiene por objetivo crear la envidia y la división dentro de Cuba. Se debe añadir que fue utilizado en años anteriores, por el propio régimen de La Habana, con igual objetivo.
Así que Pérez Roura parece dispuesto a desempolvar viejas consignas y proclamar que todos son iguales que otros allá en la isla, sólo que él es más igual aquí en el exilio.
El silencio del disidente
A Martha Beatriz Roque no se le menciona últimamente en Radio Mambí. Ni bien ni mal. La líder disidente ha dejado de existir. Al menos por el momento. Se escucha al “Profesor Bonachea” emprenderla contra Oswaldo Payá y Elizardo Sánchez Santacruz, y uno se queda expectante, a la espera de mencionar el nombre de Beatriz Roque, que siempre surgía para identificar a una opositora (al “profesor”)
kosher para el exilio.
Pues bien, parece que ya no.
Radio Mambí no ha llegado a los extremos de otra época. ¿Se acuerda alguien cuando Pérez Roura hablaba del ''Elizardo bueno''?
Elizardo San Pedro Marín era el hombre de Pérez Roura en La Habana. ''El Elizardo bueno'', solía afirmar con orgullo e inquina el director general de Radio Mambí. Siempre había una frase de elogio para ese ''aguerrido opositor'', al que siempre Pérez Roura mencionaba con afecto, como un capitán hacia su oficial más querido. Aquel ''anticastrista'' tenía siempre abiertos los micrófonos de Mambí, para lanzar sus encendidas arengas contra el régimen de La Habana. No sólo los micrófonos de Mambí se rendían ante San Pedro Marín. El hombre era también el delegado de Unidad Cubana en La Habana, miembro de Alpha 66. Todo un luchador infatigable e indispensable para la ''Cuba del futuro''. Pero resultó que el ''Elizardo bueno'' tampoco era tan bueno. De ''agente Adrián'' de Alpha 66 pasó a ''agente Norman'' de la Seguridad del Estado cubana. Que el mejor hombre de Pérez Roura en La Habana resultara un teniente del Minint dejó al director general de la emisora con un trauma permanente.
Así que ahora, ante cualquier supuesto ''paso en falso'', se retira la confianza. Y Beatriz Roque participó en una reunión disidente donde se expresó la voluntad de dialogar con el gobierno cubano.
Así que mientras no se aclaren las cosas, lo mejor es andar con cuidado. La reserva es siempre aconsejable para los generales, aunque sean simplemente generales de micrófono.
Humo y Herodes
Ana Navarro dice en Radio Mambí que participó en una reunión para discutir sobre una propuesta de impuesto a los fabricantes de tabaco. Agrega que es amiga de los tabaqueros y no está de acuerdo en que éstos sean gravados mediante una nueva legislación. Fue en esa ocasión en que facilitó
la celebración de una reunión con Charles Rangel en diciembre pasado. Dice Navarro que la condición que puso, para que la reunión se celebrara, es que no podía participar ningún ''cubano izquierdista''. Pero el ejemplo de ''democracia'' es lo que menos importa aquí. Baste señalar de paso la inconsecuencia, por decir lo menos, de quienes se proclaman luchadores por la libertad y al mismo tiempo se niegan siempre a que los que tienen una opinión contraria puedan emitirla. Lo que vale la pena aclarar es lo que Navarro no dijo en Radio Mambí.
El impuesto a las tabaqueras formaba parte del programa SCHIP, destinado a ayudar a los niños pobres.
Navarro lo que está en contra es de que los niños pobres tengan seguro médico. No está sola en este empeño. La acompañan los tres legisladores cubanoamericanos por el sur de la Florida. Estos dicen que los demócratas quieren hacer campaña política con el tema del seguro a los niños. Ellos, por su parte, demuestran su ''lado humano'' negándose a una aplicación del mismo. No hacen política con el seguro, porque simplemente no quieren que exista el seguro. El principio es fácil: no se puede hacer política con lo que no existe.
Navarro expuso su opinión en Radio Mambí, donde también lo han hecho, cada vez que quieren, los legisladores republicanos. Esta emisora es la voz no oficial del Partido Republicano en Miami. Era de esperar que no surgiera pregunta alguna que intentara aclarar el asunto, o que se escuchara la más mínima defensa en nombre de los niños pobres. Como Herodes, Pérez Roura tiene una profunda desconfianza hacia los pequeños de origen humilde, y los ve como enemigos del poder establecido.
Ultraderecha
En el programa Ninoska en Mambí, la conducta anunció que estaba tratando de establecer la comunicación con Cuba, ya que un disidente quería denunciar unos arrestos. Tras una pausa comercial, en el programa se escuchó una llamada desde la isla del disidente Orlando Fundora, quien tras mencionar el arresto de algunos opositores y la llamada a interrogatorio de una disidente, sin ofrecer más detalles, pasó a informar que unas veinte organizaciones se habían unido a una llamada asociación disidente de ultraderecha.
De inmediato, la conductora del programa mostró su alarma por el terreno minado, tanto desde el punto de vista ideológico como propagandístico, y trató de advertir al disidente de que no usara una etiqueta que ya de por sí ''el enemigo'' utilizaba para categorizarlos.
Pero el disidente se mantuvo firme, y dijo que ese era un término que ellos utilizaban. Aunque por una parte es bueno el rechazo a la hipocresía de la conductora del programa (una portavoz destacada de la ultraderecha), por la otra cabe preguntarse si en La Habana conocen el alcance del término, en cuanto a ideología radical o extremista.
Por suerte para la conductora del programa, en ese momento la comunicación comenzó a tener dificultades técnicas y a escucharse con dificultad. Estas fueron achacadas al gobierno de La Habana, pero resultaron un alivio a una llamada que no estaba transitando por los cánones establecidos por la dirección del programa.
Fotografías: actuaciones de miembros del Circo Nacional de Cuba, el 19 de abril de 2008. (Ramón Espinosa/AP).