El legislador estatal David Rivera, republicano por Miami, está más interesado en su agenda ideológica que en los problemas que afectan a su distrito. A lo largo de su carrera, Rivera ha tenido un mayor éxito en lograr una agenda política, orientada a conseguir una mayor preponderancia de su línea política en la escena nacional y dentro de su partido, que en atender las necesidades de sus electores.
Al mismo tiempo, Rivera se ha mantenido activo en la puesta en práctica de medidas destinadas a la confrontación con el gobierno de La Habana, sin importarle mucho la efectividad de las mismas y guiándose simplemente por los mismo conceptos caducos que han llevado al fracaso del sector más intransigente y ultraderechista del exilio cubano.
Los tres comentarios que aparecen a continuación muestras diversos aspectos de esta labor de Rivera.
Para ver ''Talibanes'' en Tallahassee, en Cuaderno Mayor, pinchar aquí.
Fotografía: un niño participa en una manifestación en Miami, en apoyo de las puntos de vista del exilio más intransigente y de la Guerra de Irak, en marzo de 2003 (Roberto Koltun/El Nuevo Herald).
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