Algunos cambios se han producido en la isla, pero no en la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).
La UPEC comenzó hoy oficialmente su VIII congreso con la presentación de un informe en el que se recalca que la política informativa en la isla ''la decide el Partido'' Comunista.
''Hay que hacer valer el principio de que la política informativa la decide el Partido (Comunista), y en cada medio de prensa su director es el responsable de su ejecución y está en sus manos la decisión final y la responsabilidad de lo que se publica'', dijo el informe presentado por el presidente de la UPEC, Tubal Páez.
Según varios medios estatales, que hoy divulgaron fragmentos del documento, Páez apuntó en el cónclave que los periodistas ''deben exponer la defensa de la Revolución'' a las nuevas generaciones como ''una opción viable y atractiva, no sólo como vitrina referencial o buen recuerdo contado por los mayores''.
La organización oficialista reclamó para los medios de comunicación, todos en manos del Estado, ''un cambio sistémico, radical y estructural, para ganar en eficacia informativa'', señaló la agencia Efe.
Esta retórica que alerta contra defectos conocidos de la prensa oficial -''rutina, facilismo, mediocridad, pobreza en el lenguaje, y ausencia de reflexión y debate, carencia de gracia y agudeza, y falta de rigor en el manejo de los datos''- no deja de ser un compendio de males que se repiten gracias a la inmunidad que brinda el priorizar una misión política por encima de una labor informativa.
La labor periodística no debe estar subordinada a una instancia política. La cobertura noticiosa no sólo debe trascender la ideología, sino también cualquier labor de denuncia y activismo político.
Incluso en el mejor de los casos, una cosa es realizar una labor de denuncia y otra es informar al público. Pueden complementarse y unirse, pero tienen también que mantener su independencia.
Pero en el caso cubano, aunque se han incrementado las denuncias de ciertos problemas locales, la subordinación de la prensa al aparato partidista deja en manos de la institución política el decidir cuándo y dónde se denuncia cualquier cosa.
Mientras la prensa cubana no logre una independencia, que resulta imposible de alcanzarse con el actual sistema, y dada la imposibilidad de desarrollo de medios alternativos de información, que en la mayoría de los casos no cuentan con una calidad periodística mínima, lo que eufemísticamente se llama en La Habana ''política informativa'' no es más que manipulación informativa, simple y llana.
Fotografía: un desempleado cubano repara sombrillas en una calle de La Habana, el 30 de junio de 2008 (Adalberto Roque/AFP/Getty Images).