miércoles, 1 de octubre de 2008

Despilfarro y estulticia


El pasado lunes, el director de Radio Mambí elogiaba al legislador estatal David Rivera, que se había presentado en el estudio durante la última hora del programa Mesa Redonda.
''Te felicito por tu extraordinaria inteligencia'', le dijo el director general.
Conociendo a la fuente del mensaje, y también a su receptor, quedan pocas esperanzas.
Fue algo así como el encuentro de dos calvos, en que de pronto uno, con asombro, le dice al otro: ''Creo que te está saliendo un pelo en el medio de la cabeza''.
Sin embargo, vale la pena señalar que el director general se sintió impulsado a justificar sus palabras, y agregó que la inteligencia de Rivera se demostraba en las leyes que había promovido.
Lástima para ambos que no todo el mundo piense como ellos. Entre los que consideran
que las leyes que promulga Rivera no son muy correctos está el juez Alan S. Gold, que ayer dictaminó que la controversial ley destinada a limitar las actividades de las agencias de viajes a Cuba está redactada en términos jurídicamente cuestionables, que invaden asuntos de política exterior, los cuales pertenecen al ámbito del gobierno federal.
De acuerdo a la ley, las agencias que tramitan dichos viajes se verían obligadas a depositar un bono de hasta $250,000 para poder operar. Estarían además sometidas a un proceso de fiscalización que posibilita que sean investigadas por cualquier motivo. El proyecto incluye multas administrativas o civiles de $10,000 por cada incidente, y cargos criminales y civiles hasta de tercer grado para los violadores. Cualquier investigación sería pagada con el fondo provisto por el bono, con independencia del resultado a que se llegue.
Durante estos últimos meses de la administración Bush, hemos estamos viendo un incremento de medidas absurdas e injustas -esta ley es una muestra estatal-, las cuales sólo sirven para envenenar aún más las difíciles relaciones con el gobierno de la isla, al tiempo que intentan limitar las libertades individuales de quienes viven en Estados Unidos y malgastan el dinero de los contribuyentes.
Fotografía: un cubano sale de una bodega de La Habana, el lunes 29 de septiembre de 2008 (Javier Galeano/AP).

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