Una parte del exilio en esta ciudad se aferra a la ilusión de que el gobierno cubano puede sucumbir en un futuro cercano, está a las puertas de una crisis alimenticia catastrófica y agoniza presa de su inmovilismo. No es así. El proyecto revolucionario original parece agotado, pero los mecanismos de supervivencia permanecen intactos. Para leer el resto de este ensayo, que aparece en Cuaderno Mayor, pinche aquí.
Fotografía: jóvenes cubanos en bicicleta por La Habana Vieja (Ramón Espinosa/AP).
No hay comentarios:
Publicar un comentario