L. Santiago Méndez Alpízar (Chago), creador de este blog, dedica su página a la literatura, el arte, la opinión y el esparcimiento.
En otro comentario, esta vez sobre Del retorno, el exilio y sus patriotas, Chago escribe:
''La inercia puede llegar a sostener, no el giro del Universo, que es mucho más leve en realidad que la mente, sino el peso de una cabeza llena de ideas equivocadas. Así, se puede uno asomar al valle de la vida y verse, como mínimo, trepado a un mogote y con nauseas. Una flor en casa inapropiada puede ser un objeto de exterminio.
Esta relatividad fuerza a creernos cosas. O a verlas sobredimensionadas. Un rasgo inequívoco del cubano, del cubaneo. La juerga y levedad del cubano que llegara a formal carácter, signo de reconocimiento, distinción para humanos con vocación nocturna y grande capacidad de aguante. Hay sin embargo un detalle singular del cubano que lo emparienta con otros de diferentes latitudes. Llegando a hacerlo uno de los sapiens más adaptables y encontrables en lugares muy remotos. El cubano no viaja: sale en balsa o avión, camiones náuticos, autos de los años 50 adaptados para romper las olas y llevar a unos 20 pasajeros. Cualquier tipo de material, objeto o artilugio que flote sirve para ganarse la huida. El cubano Jinetea la pira. Se la gana mediante Cartas o Cárcel''.
Fotografía: una turista de visita en la isla lee sobre el triunfo del candidato presidencial demócrata, Barack Obama, en el diario Granma (Stringer/AFP/Getty Images).
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