sábado, 6 de diciembre de 2008

Mercaderes de la ''intolerancia''

No pasa semana sin que varios instigadores de la opinión pública en esta ciudad justifiquen su incompetencia cultural y política con nuevos llamados a la persecución. No merecen el título de intransigentes, porque su intransigencia es acomodaticia. Son mercaderes de la intolerancia, no verdaderos intolerantes. Fracasados en sus aspiraciones de alcanzar el poder en Cuba, sueñan con que otros realicen su trabajo y se dedican a la caza de brujas, amparados en la inmadurez y la frustración desarrollados en un exilio demasiado largo y en la ilusión de poder del micrófono. Envenenan la imagen que como comunidad presentamos a nuestros vecinos. Nada más fácil que recurrir a insulto. La desinformación en manos de la envidia. El desprecio al que tiene una opinión contraria. El rechazo a debatir las ideas al tiempo que se menosprecia al individuo. Cuando los académicos podían viajar a Cuba con más facilidades que en estos momentos, se escuchaban con frecuencia comentarios de que éstos estaban ayudando al régimen de Fidel Castro. En las ocasiones en que han surgido casos de corrupción pública en que se han visto envueltos funcionarios de origen cubano —y no han sido pocas— quienes buscan justicia y critican a los funcionarios corruptos han sido catalogados en muchas ocasiones de “profidelistas”. Los que se oponen a las medidas hacia Cuba adoptadas por el gobierno del presidente George W. Bush son catalogados de agentes de Castro. Quienes alientan estas persecuciones no se detienen ante credenciales académicas, trayectoria cultural e historia laboral del “acusado”. Para ellos la sentencia antecede al veredicto. En muchas ocasiones, los cubanos nos dejamos seducir por una jerarquía invertida, que sobrevalora nuestra esencia no por sus méritos sino como una pantalla que nos impide ver, o que se divulguen, nuestros errores. El desprecio a la inteligencia del ciudadano se encubre con expresiones altisonantes. Las emociones se explotan para doblegar a los que desacatan y satisfacer a quienes disfrutan de la comodidad en el rebaño. Los conceptos religiosos de culpa, pecado y arrepentimiento se convierten en fórmulas inquisitoriales para doblegar a quienes se apartaban de una línea impuesta por quienes desde hace años controlan determinadas parcelas de la opinión ciudadana. Sujetos que se disfrazan de guías y representantes de la comunidad exiliada, y no son más que censores de café con leche, que exigen castigos, arrepentimientos y retracciones. Estos ataques personales también intentan una renovación de conceptos ideológicos gastados. A falta de argumentos, recurrir a la mentira, omitir los detalles, esquivar los matices. Al lado de las historias de éxitos empresariales, los triunfos en el arte y la cultura y los logros políticos de la comunidad exiliada, una trastienda que se prefiere pasar por alto. Las luchas intestinas entre los diversos grupos, los ajustes de cuenta y los atentados dinamiteros. Los cambios creados por las diferentes avalanchas de exiliados. Hablar de las diferencias molesta mucho a los guardianes ideológicos del exilio, los llamados anticomunistas de posición vertical, a quienes se autoproclaman combatientes de línea dura, aquellos que se lanzan voraces a la contienda por una nueva recaudación de fondos. Las raíces de la valoración exagerada de lo propio, y la justificación a priori de nuestros defectos, se remontan a la época colonial. La falta de voluntad para superar estos defectos es porque ignorarlos se convirtió en un recurso eficaz en días difíciles, pero también en una limitación a la hora de conocer y analizar nuestras capacidades. El aferrarse con agresividad e hipocresía al pasado nos condena a repetirlo a diario.
Fotografía: protesta contra la exhibición del filme Che, del director Steven Soderbergh, en el Bryon Carlyle Theater de Miami Beach (Manny Hernández/The Miami Herald).

12 comentarios:

Anónimo dijo...

50 años a la deriva

Será que será cierto el dicho
sobre buenas intenciones
para un infierno inminente.
Al margen de la conciencia
el pueblo con impaciencia
cansado de malos ratos
y de líderes baratos,
alaba naturalmente al triunfalismo imperante
en manos del comandante
que grita revolución.
Luego vino Girón,
y en giro giró Girón,
en nombre de la compota
se intercambió prisioneros
durante la única derrota
de aquellos cocineros
que resultaron hermanos
en un futuro indulgente
de duro andar colectivo
con remesas verde olivo.
Y qué iba saber marinero
que barco sin timonel
con capitán caprichoso
naufraga sin ton ni son.
Muchos han abandonado
o más bien se han aventurado
a encontrar el paraíso,
mas hay poco afortunado
que tentando la muerte
en un océano de suerte
de tiburones copado
saliera muy bien parado.
Así ha pasado algún tiempo
sorteando entre la indulgencia
y la excesiva prudencia,
este barco esforzado
que no con suerte ha navegado.
Mientras todo esto acontece
la calamidad no se crece
en manos de dirigentes
o vejestorios vigentes
que arrastran en su inconciencia,
la puritana demencia
de un pueblo que no se digna a salir de su abstinencia
gritando sosolución y menos revolución.

Anónimo dijo...

Aquí me encuentro contento,
rodeado de mi locura,
que uso como armadura
en contra de tu tormento.

Se que te sientes frustrado
con mi fatal devoción
a tu discurso atorado
sobre la revolución.

No creo que en tu locura
esté mi maldita cura.
No veo en tu apología
un rublo de mejoría.

Tu locura es para ingreso
pues contaminas ex profeso
con total ambigüedad
a casi media humanidad.

Así que sigo contento,
rodeado de mi locura,
que no promete mil glorias
ni tampoco zanahorias.

Anónimo dijo...

Y clama el torturador, de la paciencia cubana,
a campesinos y obreros, en esta especial mañana.
Convirtiéndolo en un vicio sin reparos ni decencia,
en nombre de la conciencia te pide más sacrificios.
Y yo que no escucho nada, sólo miro el panorama.
Unos hablan de heroísmo, y otros de casualidad,
muchos se hacen a la idea de la imposibilidad,
de dar respuesta oportuna a tanta calamidad.
Qué dejaron los ciclones, tras su paso por la Isla,
más parece un desierto, que una nación de verdad.
Y yo que no escucho nada, sólo miro el panorama.
Más fuerza en sus embates pone el señor orador,
y el ímpetu en sus debates despoja queja y sudor,
a esas voces que no paran de gritar, ¿revolución?

Anónimo dijo...

Suicidio Político

Preocupado levanto mi frente, avergonzado la vuelvo a bajar
Sigo siendo una carga imponente, subsidiado hasta el último andar
Mis esfuerzos no valen de nada, mi salario no tiene objetivo
¡Cuanto hago es miseria alcanzada!, sin orgullo al haberlo perdido

Aquí todo lo da el comandante, y si quiere lo quita también
No hay quien ose creerse importante, ni cuestione el tributo del “bien”
Sin sentido invertir en debates, ¡si la cosa ya marcha tan “bien”!
Que se impone aplacar los embates, que abandonen la senda del “bien”

Menosprecio al criterio latente, diferente al poder consagrado
¿Derecho a sentir lo que sientes?, ¡demente has sido engañado!
Todos pueden caer en desgracia, levantarse decía Martí
No te agobies confiesa tu gracia, el partido espera por ti

Reincidir en empeño tan tonto, de querer hacerte escuchar
Traerá consecuencias más pronto, que aún no puedes imaginar
Te vale bajar la cabeza, caminar por lo trillado, hacer juramento sagrado
de legítima entereza, más pronto que lo pensado, ¿ya todo habrá terminado?

Anónimo dijo...

Apología a una prueba de Marxismo

Hoy me levanté molesto, molesto conmigo mismo,
ya que no pude dormir, pensando en el comunismo.
En breve será esa prueba, la prueba de marxismo,
y a mí que me den candela pues no entiendo ese cinismo.
Por más que leo y releo, ese mortal papaleo
de burócrata teórico, no logro en orden histórico
aprenderme el cacareo.
Parece ciencia ficción ese maldito relato,
escrito para maltrato de este pobre cantautor.
Y así continúo molesto, molesto conmigo mismo,
ya que no puedo fingir, que me gusta el masoquismo,
Qué tiene que ver la gloria con la falta de comida,
y la pobreza manida con la solidaridad.
Qué ofrece patria de esclavo en mano de usurero,
y médico aventurero curando en otra nación.
Qué vale canto elocuente en boca de un suicida,
y bienestar indigente con esperanza de vida.
Por mí que sigan molestos, molestos conmigo mismo,
porque no voy a decir, que me gusta el socialismo.

Anónimo dijo...

La calle se está poniendo, a punto de caramelo,
y para serte sincero, deseos no faltarán,
de romperle la cabeza al maldito talibán,
que tiene a mi pueblo loco, con tanta y tanta pobreza,
haciéndose el comunista y disfrutando en la riqueza

con qué derecho nos mete, a todos en su pirueta,
ese maldito tirano que no sabe ni escopeta,
jugando a la economía, y a la politiquería,
ha convertido en consignas su maldita porquería,

señores todo está dicho, el agua ya está hasta el cuello,
sólo falta iniciativa para tocar a degüello,
a quien le falte el valor, que busque entre su pasado,
algún ancestro mambí que luchara apasionado,
por Cuba y su libertad, a punto de caramelo

Anónimo dijo...

La esquizofrenia es el mal del detergente
que agobia a mucha gente.
Al lavar su calzoncillo
con jabón amarillo
no siempre quedará oliente.

O será carencia austera
la que forma enredadera
alrededor de un producto
que desaparece abrupto
en manos de la tendera.

No creo que sea el meneo
en el mercado hebreo,
la esquizofrenia dichosa
que se mueve cautelosa
del cubano al cubaneo.

Anónimo dijo...

Aunque mi esfuerzo mundano
se oponga a poner malsano
mi juicio en mi afán tenaz,
loco terminaré si audaz
no me convenzo a mi mismo,
que nada tiene más cinismo
que esa dichosa relación
entre gloria y revolución.
Pues a decir verdad,
lo que arroja claridad
nace de lo contrario
entre ese par tan primario
referente sobre Cuba.

Anónimo dijo...

K1000 o 100Fuegos
A esa gente deberian de acusarlas por alterar el trafico de la verdad y la verdad del medio ambiente. A todos los que se alegran de la muerte ajena tambien, por actuar contra la vida

Anónimo dijo...

se jodió el blog.... por no hablar de la poesía....

pOpEyE :)

Ernesto G. dijo...

Ven aca, Armengol, esto es Cuaderno de Cuba o Palmas y Cañas?

Anónimo dijo...

Que embustero eres AA.Estabas paseando con tu camara,al pasar por el frente de uno de los "HOMES"de la pequena habana te percataste que habian robado la dentadura de uno de sus inquilinos y todos salian tras el ladron,y flash!
PEPITO

La comezón del exilio revisitada

A veces en el exilio a uno le entra una especie de comezón, natural y al mismo tiempo extraña: comienza a manifestar un anticastrismo elemen...