Activistas de la organización católica Cáritas, auxiliados por delgados de las circunscripciones y trabajadores sociales del gobierno de Cuba, distribuyen en el occidente de la isla ayuda para los damnificados de los huracanes, enviada por entidades religiosas de Estados Unidos, informó este miércoles la Iglesia cubana, de acuerdo a un cable de la AFP.
''Con envíos procedentes de los Estados Unidos se ayudó a 2,000 familias'' en la provincia de Pinar del Río, en los pueblos de Paso Real de San Diego, Taco Taco, Entronque de Herradura y Santa Cruz de los Pinos, según un informe publicado en internet por la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.
Esta provincia del extremo occidental de la isla se vio muy afectada por los huracanes Gustav e Ike, que junto con el huracán Paloma dejaron en 2008 pérdidas por $10,000 millones.
La ayuda, que incluye alimentos, artículos de aseo y láminas de zinc para el techo de las viviendas, proviene también de otras diócesis cubanas, y se reparte casa por casa, menos las medicinas, que fueron entregadas a hospitales y otras instituciones de salud, añadió.
''En este trabajo participan los animadores de las comunidades cristianas junto a los de Cáritas diocesana, ayudados por delegados de circunscripción y trabajadores sociales'', dijo el Obispado.
Las relaciones entre la Iglesia Católica y el gobierno comunista de Cuba, ondulantes en 50 años, con períodos de fuerte enfrentamiento, viven un lapso de cohabitación, que inició hace diez años con la visita del papa Juan Pablo II.
En los últimos meses, el Gobierno hizo nuevos gestos de aproximación, cuando el presidente Raúl Castro asistió a la primera beatificación en Cuba y permitió la celebración de misas en las cárceles con motivo de la Navidad, las primeras en 50 años, agregó la información de la AFP.
Para ver el informe de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, pinche aquí.
Fotografía: las tejas de una casa de tabaco se desprenden en la provincia de Pinar del Río durante el paso del Huracán Gustav por el occidente cubano, el 30 de agosto de 2008 (Alejandro Ernesto/EFE).''Con envíos procedentes de los Estados Unidos se ayudó a 2,000 familias'' en la provincia de Pinar del Río, en los pueblos de Paso Real de San Diego, Taco Taco, Entronque de Herradura y Santa Cruz de los Pinos, según un informe publicado en internet por la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.
Esta provincia del extremo occidental de la isla se vio muy afectada por los huracanes Gustav e Ike, que junto con el huracán Paloma dejaron en 2008 pérdidas por $10,000 millones.
La ayuda, que incluye alimentos, artículos de aseo y láminas de zinc para el techo de las viviendas, proviene también de otras diócesis cubanas, y se reparte casa por casa, menos las medicinas, que fueron entregadas a hospitales y otras instituciones de salud, añadió.
''En este trabajo participan los animadores de las comunidades cristianas junto a los de Cáritas diocesana, ayudados por delegados de circunscripción y trabajadores sociales'', dijo el Obispado.
Las relaciones entre la Iglesia Católica y el gobierno comunista de Cuba, ondulantes en 50 años, con períodos de fuerte enfrentamiento, viven un lapso de cohabitación, que inició hace diez años con la visita del papa Juan Pablo II.
En los últimos meses, el Gobierno hizo nuevos gestos de aproximación, cuando el presidente Raúl Castro asistió a la primera beatificación en Cuba y permitió la celebración de misas en las cárceles con motivo de la Navidad, las primeras en 50 años, agregó la información de la AFP.
Para ver el informe de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, pinche aquí.
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