Creo que va siendo hora de que el Partido Republicano comience a pensar seriamente en reorientarse ideológicamente, definir objetivos electorales y buscar nuevos líderes. De lo contrario, enfrenta la amenaza de una reducción ―tanto en influencia política como en número— que no es recomendable para el necesario balance que debe regir a una sociedad democrática, con independencia de la afinidad que uno pueda tener o no con ese grupo político.
La resaca postelectoral, que está permitiendo que demagogos de la radio, extremistas y oportunistas de todo tipo traten de acaparar la lógica frustración de quienes fueron derrotados en las urnas, debe ser sustituida por una disciplina partidista y un análisis de la derrota.
Si bien es cierto que faltan casi dos años para otras elecciones legislativas —y cuatro para las presidenciales―, la senda del irracionalismo por la que en la actualidad transita una parte del republicanismo no conduce a nada bueno, ni para su partido ni para el país.
En el caso de quienes son republicanos y también pertenecen a la llamada ''línea dura del exilio'', ya alcanza alturas demenciales la frustración y enojo ante el rumbo que está tomando la política norteamericana hacia el gobierno cubano.
No sólo se escuchan opiniones descabelladas entre el grupo ―cada vez más reducido— que oye la carcoma radial de un par de emisoras de Miami. Algunos de los legisladores, que se supone representan al conjunto de electores norteamericanos, están tan alterados, que cabe preguntarse si ese enojo no les impide ejercer a plenitud y de una forma racional la labor para la que fueron electos, que no es precisamente la ''lucha'' por la democracia en Cuba.
El representante republicano por la Florida Mario Díaz Balart comparó a quienes viajan a Cuba a ver a sus familiares —algunos de los cuales son votantes de su distrito—, con los que hicieron negocios con la Alemania de Hitler. Es decir, los llamó colaboracionistas nazis.
El emitir juicios de proporciones excesivas ha caracterizado a la política cubana en ambas costas del estrecho de la Florida. Pero en este caso el legislador ha ido mucho más lejos con esa declaración desafortunada, en especial si se toma en cuenta la numerosa población hebrea del sur de la Florida, una parte de la cual ha visitado y visita la isla, así como envía ayuda humanitaria. Más allá de criterios políticos, esto es un insulto y no una simple exageración.
Para ver el video, titulado Mario Diaz-Balart compares his constituents to Nazis, pinche aquí.
Fotografía: bailarinas cubanas en la Plaza de Armas de La Habana Vieja, el 17 de abril de 2009 (Rolando Pujol/EFE).
3 comentarios:
Yo siempre lo dije, que el viejo Preston Bush, abuelo del ex presidente Bush que le vendía petróleo a los nazis no era "colaboracionista." Los cubanos que viajan a la Isla sí. Estos Díaz balart se han quedado sin discurso.
Lleva Ud. mucha razon,pero como pedirle peras al Olmo? Estos sres. de tanto repetir la misma cantaleta de que ellos y solo ellos reprentan al exililio, han cometido la estupidez de creerselo. No se han dado cuenta que las opiniones han ido cambiando y ese es un error fatal para un politico. Ahora estan. como diria un amigo, "abobatados". No saben como reaccionar y recurren a las mismas armas,el insulto y la insensatez. A diferencia con su opinion, quisiera que esto siguiera al menos, un tiempito mas. Lo suciente como para que todos se den cuentan al fin, de que ninguno de los dos hermanitos nunca sirvio para nada
Creo que exageras las palabras de Mario Diaz-Balart con objetivos claramente partidistas. Por que ha de escuchar el partido republicano los argumentos de alguien como tu tan lejano ideologicamente del conservadurismo? Querras tu, de veras, lo mejor para el partido republicano? No lo creo. Querras tu de veras el balance de poderes? No estoy seguro. Voy a salir en defensa de Mario Diaz-Balart no porque lo apoye en todo lo que dice o hace (tu sabes mejor que nadie que ninguno de los congresistas cubanos del sur de la Florida son conservadores)sino porque me parece estas tratando de tergiversar sus palabras. Lo que unico que dijo fue que en su momento lo mismo se decia de Hitler, vamos a apaciguarlo, comerciemos con el, quizas no es tan malo. La politica conocida en ingles como "appeasement." Sabes muy bien a lo que me refiero.
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