Fidel Castro demandó hoy al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que ''cese su intervención'' en Honduras y ''deje de prestar apoyo militar a los golpistas'', al tiempo que descalificó la mediación del gobernante de Costa Rica, Oscar Arias, informó la agencia Efe.
''Lo único correcto en este momento es demandar del gobierno de Estados Unidos que cese su intervención, deje de prestar apoyo militar a los golpistas y retire de Honduras su Fuerza de Tarea'', dijo el ex gobernante de 82 años en un nuevo artículo de su serie ''Reflexiones''.
''Hoy se conoce que la idea de promover una gestión de paz a partir de Costa Rica surgió en las oficinas del Departamento de Estado (norteamericano), para contribuir a la consolidación del golpe militar'', agregó.
Según Castro, ''el golpe fue concebido y organizado por personajes inescrupulosos de la extrema derecha, que eran funcionarios de confianza de (el anterior presidente norteamericano) George W. Bush y habían sido promovidos por él''.
''Todos, sin excepción -prosiguió-, tienen un grueso expediente de actividades contra Cuba. Hugo Llorens, embajador en Honduras desde mediados del 2008, es cubano americano''.
Llorens ''forma parte del grupo de agresivos embajadores de Estados Unidos en Centroamérica, constituido por Robert Blau, embajador en El Salvador; Stephen McFarland, en Guatemala, y Robert Callahan, en Nicaragua, nombrados todos por Bush en los meses de julio y agosto del 2008'', añadió Castro en la ''Reflexión''.
Afirmó Castro que ''Estados Unidos tiene el tenebroso plan de crear cinco bases militares más alrededor de Venezuela, con el pretexto de sustituir la de Manta en Ecuador''.
''Cada día se conocen nuevos detalles de la implicación de Estados Unidos en esa acción, que tendrá también seria repercusión en toda América Latina'', agregó.
En el artículo afirmó que ''la idea de una iniciativa de paz a partir de Costa Rica fue transmitida al presidente de ese país desde el Departamento de Estado cuando Obama estaba en Moscú y declaraba, en una universidad rusa, que el único presidente de Honduras era Manuel Zelaya''.
''Lo que se pretende exigir al pueblo de Honduras, en nombre de la paz, es la negación de todos los principios por los cuales lucharon todas las naciones de este hemisferio'', añadió Castro, que no aparece en público desde hace tres años pero fija la política exterior cubana con frecuentes escritos.
Según el ex gobernante, la reunión que promueve Arias entre delegados de Zelaya y del presidente nombrado para sucederle, Roberto Micheletti, ''no conducía ni podía conducir a la paz''.
''El pueblo de Honduras no está en guerra, solo los golpistas usan las armas contra él. A ellos habría que demandarles el cese de su guerra contra el pueblo. Tal reunión entre Zelaya y los golpistas solo serviría para desmoralizar al presidente constitucional y desgastar las energías del pueblo'', dijo Castro, reiterando ideas de anteriores escritos en contra del diálogo.
Por otra parte, y de acuerdo a una información de la AFP, miles de manifestantes que apoyan al depuesto presidente Zelaya bloquearon importantes rutas en Honduras, mientras que Arias dijo que propondrá un ''gobierno de reconciliación nacional'' para salir de la crisis.
Arias convocó a las dos partes enfrentadas a reunirse el sábado en San José, en una segunda ronda de diálogo de su mediación.
''Voy a proponer varias ideas'' en ese encuentro para "que se pueda integrar un gobierno de reconciliación nacional'' en Honduras que habilite una salida a la crisis institucional, dijo Arias a radios costarricenses.
Las protestas en demanda de reponer al derrocado mandatario en el poder continuarán este viernes, anunció el dirigente del Bloque Popular, Juan Barahona.
Mientras sindicatos y organizaciones sociales aumentan la presión contra el gobierno de facto, la vista de la comunidad internacional está puesta en las negociaciones previstas para este sábado en San José entre las delegaciones de Zelaya y de Micheletti, con la mediación de Arias.
Micheletti ha anunciado que estaría dispuesto a renunciar a la presidencia a condición de que Zelaya no vuelva a ocupar el poder, lo que ha sido considerado por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, como un ''avance''.
El golpe de Estado y la restitución de Zelaya también centró el encuentro de los presidentes de Bolivia, Ecuador, Paraguay y Venezuela que participaron este jueves en La Paz en la conmemoración del bicentenario de la independencia de Bolivia.
El mandatario venezolano, Hugo Chávez, aliado político de Zelaya, advirtió que ''la situación de Honduras tiende a complicarse, se tensa más, y ojalá, Dios no lo quiera, pero pudiera terminar en una guerra civil que pudiera desparramarse sobre Centroamérica''.
Zelaya ha advertido que si no hay avances en la mediación este fin de semana, regresará a Honduras pese a la orden de captura que pesa sobre él.
Fotografía: un limpiabotas lee el diario mientras espera la llegada del algún cliente en La Habana, el 14 de julio de 2009 (Alejandro Ernesto/EFE).
1 comentario:
Obama, da la cara y ponte la pijama. O quitate el disfraz de Martin Luther
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