
No es la primera vez que ocurre. El concierto de Juanes en La Habana está provocando un conjunto de opiniones disímiles, donde en muchos casos la sensatez es opacada por la tergiversación, la ignorancia o el oportunismo más descarnado.
A diferencia de muchos de sus colegas, el cantante Willy Chirino reconoce el derecho de Juanes de llevar a La Habana su próximo concierto ''Paz sin fronteras'', aunque agrega sus reservas ante el evento.
''Yo apoyo la decisión de Juanes de presentar su concierto 'Paz sin fronteras' en Cuba. Me parece un hombre de buena fe y sus sentimientos para con mis compatriotas son válidos. Como cubano lo aplaudo y le agradezco que quiera llevar un rato de distracción a ese pueblo que tanto lo necesita'', expresó Chirino en un comunicado difundido el jueves.
''Pero hay varios detalles que Juanes, o cualquier otra persona, debe entender antes de proceder con semejante acontecimiento'', dijo el intérprete.
Chirino, que abandonó la isla hace más de 45 años, manifestó que siendo Cuba el país que ha sobrevivido ''la peor y más larga dictadura en la historia de este hemisferio... es imposible obviar la política en todo lo cubano''.
''Es aún menos posible pretender que este concierto no tenga ninguna connotación política cuando el autodenominado organizador del evento es Amaury Pérez, uno de los artistas más emblemáticos de la dictadura de los Castro'', señaló. ''También uno de los participantes es Silvio Rodríguez, tal vez el más conocido de los cantantes que apoyan la tiranía y miembro de la Asamblea del Poder Popular''.
Aparte de la exageración al señalar a Pérez como uno de los ''artistas más emblemáticos de la dictadura de los Castro'', el ''sí pero no'' de Chirino equivoca el análisis.
El músico plantea una serie de puntos válidos a la hora de juzgar o caracterizar al régimen de La Habana, pero que no deben de fundamentar la decisión a la hora de realizar este tipo de actividades. En primer lugar, a la hora de reconocer que, desde el inicio, el evento siempre ha tenido un cariz político, esa afirmación tiene que ir aparejada de la aceptación de que precisamente este objetivo ha sido acentuado por el sector más recalcitrante del exilio. Vigilia Mambisa y otros han actuado como un verdadero ''grupo de apoyo al Comandante'' en este sentido.
Chirino indaga: ''Si la carrera de Juanes se hubiera desarrollado en la década de los ochenta ¿hubiera propuesto un ‘Paz sin fronteras' en Santiago (de Chile) durante la dictadura de Augusto Pinochet? ... ¿Se atrevería Juanes a cantar por la paz en Africa del Sur y elevar su voz junto a los cantantes 'blanquitos' que defendían ese sistema?''
En primer lugar, la pregunta puede resultar ofensiva. Porque lo que hace es inferir sobre acontecimientos y sistemas políticos anteriores al momento en que el cantante desarrolla su carrera. El cuestionamiento es casi una increpación.
Sin embargo, lo más interesante es que a lo que pregunta Chirino se puede responder con facilidad si se modifica el sujeto a cuestionar.
En vez de preguntarle a Juanes, vamos a dirigir la interrogante a buena parte de los que se cuestionan el concierto. Se trata precisamente del sector del exilio que apoyó la dictadura de Pinochet, se opuso a que se le entregaran las llave de esta ciudad a Nelson Mandela y se han destacado por su participación en cuanta dictadura de derecha ha existido en la región.
Hasta ahora, se sabe que Juanes compartirá el escenario cubano con Miguel Bosé, Rodríguez y Los Van Van. La cantante puertorriqueña Olga Tañón, quien ofreció públicamente su apoyo a Juanes en una carta abierta el jueves, no ha confirmado su participación. El productor musical Emilio Estefan, los boricuas Ricky Martin y Luis Fonsi y el español Enrique Iglesias han rechazado la invitación del intérprete de
La camisa negra.
Chirino trata de quedar bien con ambos bandos, y posiblemente no lo consiga con ninguno. Al menos intenta una explicación que es, más que nada, una justificación.
Otros son más bruscos en sus argumentos, y parece no preocuparles si son juicios son muy primarios o simplemente se sustentan en falsedades.
En una columna aparecida hoy en
El Nuevo Herald, el cineasta Joe Cardona le reprocha a Juanes no haber invitado a '' músicos cubanos en la isla que no tienen el visto bueno del Ministerio de Cultura, como Gorki Aguila, de la banda de rock alternativo Porno Para Ricardo, quien ha sido encarcelado varias veces por su negativa a aceptar la censura del régimen''.
Bueno, en el caso de Gorki, Cardona parece desconocer que éste no se encuentra en Cuba. En la actualidad reside en México, con un permiso temporal de visita por un año y creo trabaja de camarero en el restaurante de su hermana, quien vive en ese país.
Por su parte, la escritora Zoé Valdés reconoce que Gorki se encuentra en libertad, pero al mismo tiempo obvia que esté fuera del país y sugiere la idea de que los participantes en el concierto de La Habana inviten a cantar con ellos a grupos que, como Porno para Ricardo y Los Aldeanos, son ''censurados y prohibidos en los escenarios cubanos'', de acuerdo a un cable de la agencia Efe.
Además de ridícula, la propuesta implica un razonamiento oportunista bastante barato.
Los grupos que menciona Valdés se han destacado sólo por su carácter transgresor dentro de la isla. Ese mérito se les puede reconocer, pero no sólo su calidad artística es cuestionable -por decir lo menos- sino que lo que podríamos llamar su perfil artístico no resulta apropiado para el concierto propuesto.
El saxofonista Paquito D'Rivera también se pregunta por qué no invitaron a artistas de la isla como Porno para Ricardo y Pedro Luis Ferrer.
D'Rivera calificó hoy de ''absurdo y risible'' el concierto que tiene previsto el cantante colombiano Juanes en La Habana, porque -dijo- no tiene sentido promover la paz en un país que es una dictadura.
En el caso de este interprete, resulta necesario recordar que él participó en otro evento que ha salido a relucir en estos días, a manera de comparación con la actividad que prepara Juanes.
Cardona, en su columna de
El Nuevo Herald, recuerda uno de los conciertos del ''Havana Jam'' celebrado en 1979 en la capital de la isla, al que considera un ''acercamiento cultural alentado por el gobierno de Carter''.
En uno de esos conciertos participó D'Rivera. No recuerdo de que entonces el destacado intérprete interviniera a favor de la participación de algunas de las bandas de rock que existían entonces en la isla y no contaban con apoyo oficial alguno ni podían presentarse en este tipo de eventos.
Por otra parte, la actriz y cantante cubano-venezolana María Conchita Alonso, en un comunicado, dijo que: ''Ese concierto no alimentará al pueblo cubano que tanta hambre tiene, ese concierto no liberará a los cientos de prisioneros políticos cuyo único crimen ha sido hablar en pro de los derechos humanos''.
El problema con declaraciones de este tipo, que cada vez son más frecuentes, es que a estas alturas el concierto de Juanes, las posibilidades de realizarse y su alcance, ha pasado a un segundo término. Lo importante es que cada músico vinculado de alguna forma con la comunidad exiliada de Miami se está viendo obligado a señalar su posición. Con Juanes o sin Juanes, parece ser la consigna.
Fotografía: Los cantantes Carlos Vives, de Colombia (izquierda), Juanes, de Colombia (centro) y Miguel Bosé, de Esapaña, saludan al comienzo del concierto por la paz que se llevó a cabo en el puente que une a Venezuela y Colombia en Cucutá, Colombia, el 16 de marzo del 2008 (Fernándo Vergara/AP).