martes, 5 de octubre de 2010

La isla del socialismo


El 25 de mayo, de visita en Londres y día en que la reina Isabel II inauguró la nueva sesión parlamentaria, leí en todos los diarios que comenzaba una nueva etapa en la sociedad inglesa. Agunos mencionaban incluso la palabra revolución. Meses después, la ´´revolución tory´´ no es tan terrible como la pintan, aunque se ha impuesto la corriente ideológica que propugna la rebaja de los servicios sociales y mira al Estado como un mal necesario.
Un mal necesario, pero que en Gran Bretaña no se pretende limitar a las funciones policiales y militares, como intentan los demogogos del Tea Party en Estados Unidos, y los republicanos nerviosos y cobardes que no saben hacer otra cosa mejor que seguirles la corriente.
La realidad es que en Gran Bretaña hay un gobierno de coalición, así que las ideas conservadores pasan por el tamiz de los liberales-demócratas, y si es hora de recortes ello obedece más a un ajuste por la crisis que a un corte por motivos ideológicos.
Entre los recortes que se pondrán en práctica está uno que afecta a las familias con hijos. Proteger a las familias con hijos es uno de los postulados fundamentales de los laboristas británicos y los demócratas estadounidenses, pero en este caso las cifras tienen más valor que la ideología.
El Gobierno británico quiere suprimir la ayuda por hijos a las familias en las que uno de los cónyuges tenga ingresos anuales superiores a 44.000 libras. El Gobierno estima que la medida afectará a 1,2 millones de familias. Si ninguno de los cónyuges gana más de ese tope, podrán mantener las ayudas aunque sus ingresos conjuntos superen los 100.000 euros.
Una medida de esta índole debe producir una envidia natural en otros países desarrollados, como Estados Unidos, pero me pregunto cómo reaccionaría una familia cubana. Creo que lo primero que haría sería preguntarse si no se equivocó de isla o le dieron la dirección mal. Donde realmente hay socialismo en la otra.
Por supuesto que es injusto comparar la Gran Bretaña desarrollada y antigua potencia imperial con la pobre Cuba, pero es la moderación británica la que quiero señalar. El temor a esa conocida sentencia cubana de no llegar o pasarse.
Leo en Granma que se van a suprimir gastos ´´irracionales´´ en el sistema de salud. Se cita el ejemplo de hogares maternos con capacidad para tres o cinco pacientes, que son atendidos por 20 empleados, y de centros de ambulancia con un solo vehículo y 30 trabajadores. Están muy bien los intentos de arreglar, aunque sea de forma limitada, el caso económico. En la edición de hoy miércoles de Cubaencuentro hay un artículo de Oscar Espinosa Chepe que explica muy bien el descalabro salarial en la Isla.
Lo que no deja de ser preocupante es que a la hora de cortar no se utilice la tijera sino el machete, que al final no se produzca la necesaria fusión de centros de servicios y productivos y la ´´racionalización´´ de personal, y que las consecuencia sean la pérdidas de servicios, deficientes pero indispensables.
Fotografía: taller de reparaciones en La Habana.

Tópicos torpes


Líderes del exilio en Miami, supuestos expertos y comentaristas de la prensa radial y escrita siguen demostrando una ignorancia total ―si es posible mayor cada día― sobre lo que ocurre en Cuba. Agotados desde hace mucho el optimismo incontrolable por el fin de fin de régimen, los preparativos para formar gobierno desde Miami y el saboreo anticipado de ajuste de cuentas implacable, es la hora de los que picotean aquí y allá, en la búsqueda del detalle que de algún consuelo o aliento a los empecinados.
Sin ilusión ya para apostar a la muerte de Fidel Castro ―como el detonante esperado para una transformación rápida, que permita barrer con un modelo imperante e inoperante por medio siglo y dar vía a un sistema similar al que existe en Miami― pocas opciones quedan a los que se niegan a creer que tantas frustraciones no fueron sólo caídas en el camino sino una vía hacia la derrota. Hablar del deterioro económico de la isla ―que es verdadero― es quizá el refugio final.
Lo primero a tener en cuenta es que ya a estas alturas carece de sentido esperar por la muerte de Fidel Castro. Por supuesto que cuando ocurra será noticia mundial. No hay que subestimar las repercusiones del hecho y tampoco echar a un lado las repercusiones que tendrá en el comportamiento y las expectativas de quienes viven en la isla.
Pero nada de esto debe impedir analizar que en Cuba está marcha un proceso de cambios económicos ―que aunque limitados y algunos de ellos posiblemente destinados al fracaso― implican la puesta en marcha o la liberación de factores que siempre se anheló entrarán a funcionar dentro de la maltrecha situación en la isla. Es decir, quienes se dicen participe de una ideología que prioriza el mercado y la empresa privada, han comenzado a desvirtuar sus funciones a la hora de hablar de Cuba.
Si bien es cierto que el control económico que ha impuesto ―y espera conservar― el Estado cubano es enorme, ¿por qué no contribuir a su debilitamiento, en la medida de lo posible y de forma paulatina, desde Estados Unidos y particularmente desde Miami? Esta parece por momentos ser la intención de Washington, pero no acaba de definirse.
Es difícil de comprender ese afán en favor de que fracase el plan de reformas del gobierno cubano, cuando lo que en verdad debería interesar a un exilio preocupado por el bienestar de quienes viven en la isla es iniciar los intentos de incorporar ―de forma independiente y sin ataduras políticas e ideológicas― al capital y el conocimiento del exilio moderado. Es decir, contribuir a que en Cuba la reforma pase del “chichal” a la empresa familiar e incluso la pequeña propiedad mercantil.
Se puede argumentar que este objetivo es muy difícil de alcanzar o que el Estado cubano nunca jugará limpio o no lo va a permitir. Sin embargo, si quienes dirigen el proceso cubano han tenido que ceder en puntos que hasta hace poco era lógico apostar a que no lo harían, como el permitir el empleo de fuerza laboral contratada, bajo qué razonamiento se puede negar por completo la posibilidad de esta vía.
Lo cierto es que, hasta este momento, pocos en el exilio apuntan hacia esta vía. El Cuba Study Group continúa siendo la excepción y no la norma. La equivocación se repite y el alboroto se impone sobre el sentido común.
Fotografía: una bodega en La Habana.

La última barricada


Aunque Miami va a reaccionar con su característica política de avestruz hacia una nueva excarcelación de prisioneros políticos, por parte del gobierno de La Habana, el efecto propagandístico del hecho será muy difícil de pasar por alto en otros lugares.
No es simplemente el hecho de que La Habana parece estar dispuesta a liberar incluso a acusados de terrorismo (bajo los patrones establecidos por el gobierno de la isla). Lo más importante es que a medida que comienzan a filtrarse detalles, se conoce que los que están en el inside de lo que ocurre en Cuba no viven en Miami.
Lo que le queda a las organizaciones políticas de esta ciudad es refugiarse en el pataleo cotidiano o seguir apostando al papel de factores de obstáculo a cualquier negociación, poco importa que en juego esté el destino de personas que se encuentran encarceladas en difíciles condiciones.
Pero en este sentido, en los últimos meses ha ido estableciéndose que sólo el Directorio Democrático Cubano cuenta con los recursos necesarios para jugar ese rol. Las otras organizaciones, o se quedan cortas o sirven apenas para que unas cuantas señoras burguesas exhiban sus collares en Europa, y sus acólitas pobres se conformen con mostrar algunas fantasías. Tal es el caso de Mar por Cuba.
Que Orlando Gutiérrez y algún que otro socio de ocasión tengan como portavoces a El Nuevo Herald y Diario de Cuba tampoco es sorpresa, pero pocos en Miami, para no decir nada de quienes viven en otras partes, se creen el cuento de que los comunicados de esta organización, y las supuestas noticias que ofrecen, tienen como objetivo el avance de la democracia en Cuba sino el mantenimiento de una billeteras llenas o al menos sin vaciar por completo. Y esto es válido tanto para quienes producen las ´´noticias´´ como para los otros que las reproducen.
En esta última barricada se atrincheran los desplazados de hoy y los resentidos de ayer y mañana.
Fotografía: Orlando Gutiérrez del Directorio Democrático Cubano.

De Madrid, política y debates, y también Cortázar


Salgo de Miami con un buen libro comprador en el propio aeropuerto de esa ciudad, ya un signo de esperanza para el viaje. Se trata de Cartas a los Jonquières, de Julio Cortázar, y es hasta cierto punto un Cortázar diferente, familiar, personal e íntimo. Lo bueno de las cartas es que, aunque se extienden durante casi toda la vida del escritor argentino, la mayoría es de la década de 1955, con un Cortázar aún un ´´becario´´ en París que busca la manera de no morirse de hambre en esa ciudad. Esa mezcla amable en el libro de escritor ya formado y al mismo tiempo de apasionado del arte casi adolescente, con poco más de cuarenta años, hace al libro particularmente agradable de leer.
Este Cortázar que dedica semanas a contemplar la sección egipcia del Louvre y que sobre todo quiere leer, ver arte y disfrutar de Madrid, y trabajar lo menos posible, es un personaje que para algunos puede resultarnos fácil identificarse.
Así, aterrizo en Madrid pensando en dedicar el menor tiempo posible a pensar en política, cuando se trata de uno de los peores lunes en la carrera política de Zapatero. No hay remedio, en cualquier sitio donde uno entre a tomarse una cerveza o un vino en esta mañana fría en la ciudad, que define no sólo que el otoño ha llegado ―eso ya lo sabíamos― sino que hay que sacar cierta ropa del armario, los televisores no hacen más que hablar y mostrar lo mismo.
Lo curioso es que, para alguien que viene de Estados Unidos, lo que acaba de ocurrir en España es cosa cotidiana. Unas elecciones primarias del Partido Socialista Popular, para que lo miembros de esa agrupación política decidan entre dos aspirantes a la candidatura por la gobernación de Madrid.
Sólo que en Madrid, y en toda España, han significado mucho. Por una parte, no hay tradición de elecciones primarias. Por lo general el líder de cualquier partido, o la cúpula de éste, decide quién va a aspirar a determinado cargo en la comunidad o el ayuntamiento. Ocurre con los partidos nacionales y con los regionales.
Pero en este caso Zapatero no sólo se vio forzado a una elección primaria, sino que la candidata que quiso presentar, la ministra de Sanidad Trinidad Jiménez, no fue la elegida por los votantes. ES decir, que el presidente del gobierno español y Secretario General del PSOE no pudo imponer a su candidata. Y menuda labor que había hecho al respecto, como diría un español. De forma pública, Zapatero le había pedido a Tomás Gómez, el secretario general del PSM y triunfador frente a Trini Jiménez, que retirara su candidatura.
Por ello la derrota de Zapatero se ha impuesto sobre el triunfo de Gómez. Ayer en los telediarios los analistas mencionaban la victoria de Gómez y del Partido Socialista de Madrid y pasaban de inmediato a comentar el futuro político del Presidente, que cada vez pinta peor.
Y es que todo era negativo para Zapatero el lunes. A una encuesta dada a conocer el domingo por el diario El País, el órgano de prensa más afín al gobierno, se mostraba que los efectos de la protesta de los sindicatos contra la reforma laboral han llevado a los socialistas a uno de sus peores resultados electorales. Su desventaja respecto al PP en estimación de voto es de 14,5 puntos porcentuales, según la encuesta de Metroscopia para El País. El sondeo, informa el diario, fue realizado el pasado jueves, justo al día siguiente de la huelga, hecho que los responsables del sondeo consideran determinante.
De esta manera, y aunque el símil sea trivial, a Jose Luis Rodríguez Zapatero y al PSOE le están clavando banderillas a diario en estos días. Y el lunes fue un día muy activo en este sentido, porque a todo lo anterior se unía las nuevas cifras de desempleo: el final de los contratos firmados para la temporada turística había aumentado el número de personas sin trabajo. Septiembre acababa con 48.102 desempleados más, principalmente todos del sector servicios y uno de cada dos con menos de 25 años. Con el incremento del paro de septiembre, que supone un alza del 1,2% con respecto a agosto, la cifra total de desempleados se situaba en 4.017.763 personas. No importaba que Trabajo destacara que el aumento del desempleo registrado en septiembre de este año es el menos malo desde 2007, lo importante era que había más parados.
Me temo que al Partido Popular le está resultando cada vez más fácil el ataque a Zapatero. Por primera vez una encuesta lo sitúa por encima del PSOE para llegar a la presidencia y por primera vez también existe la posibilidad de que se produzca esa especie de lo que hasta hace poco meses era considerado más que un milagro para los ateos: que suficientes ciudadanos voten por Rajoy. De consolidarse esta tendencia, es posible que el PP y su líder se decidan a presionar por unas elecciones anticipadas.
El lunes por la noche había un interesante debate en TVE, donde políticos, analistas y periodistas debatían el futuro de Zapatero. Un analista sagaz como Antonio Elorza no lograba avanzar mucho en advertir sobre los riesgos del supuesto remedio que significaría una figura política caracterizada hasta ahora por su mediocridad, como es Rajoy, al frente de España. Se veía como el mensaje de Elorza, quien no se ha caracterizado por ser un defensor de la gestión de Zapatero, quedaba relegado ante una realidad que una diputada del PP no se cansaba de repetir: Zapatero lo ha estado haciendo mal, muy mal.
Más allá de la crisis económica que atraviesa España, vale la pena destacar la calidad de estos paneles de discusión política, en una televisión que por lo demás no se caracteriza por su calidad. Escuchar a nueve expertos discutiendo e interrumpiéndose, y lograr que el espectador saque claras conclusiones al respecto, creo que sólo se da en España. La diferencia con lo que se ve y escucha en Miami es que en España, Europa e incluso en Rusia, en general se puede elegir entre algo más que programas tontos. En Miami, no se logra salir de la bobería.
Fotografía: Casa América en Madrid.

lunes, 4 de octubre de 2010

Miami como patria


La adopción de Miami como patria no deja de tener un carácter contradictorio. Los que llegaron durante la década de 1960 imponen una Cuba mítica como modelo para la nostalgia. Al tener que elegir entre esa imagen tergiversada y la situación que impera en esta ciudad -la añoranza para los primeros exiliados, la realidad de la isla para los que viajaron en las últimas décadas- muchos sólo salvan los recuerdos personales.
En tales circunstancias, se antepone el hogar a las patrias espurias de la Cuba actual y el Miami que se empieza a conocer. A ello se une la saturación política que arrastran los llegados en las tres últimas décadas. Esto explica en parte que quienes vinieron después del Mariel triunfen en actividades como la literatura y el arte, pero no en la política.
Ese apartarse de lo circunstancial, en favor de una mayor trascendencia, es un logro que no deja de implicar desventajas: el abandono de lo cotidiano, para que pueda ser administrado por políticos tradicionales, que en su mayoría deben su elección a votantes del llamado ''exilio histórico''; políticos que pueden o no cumplir su función en mayor o menor grado, pero cuya actuación en muchos casos deja fuera los intereses de quienes han llegado en los últimos años.
Es bueno destacar que si bien, en cuanto al conocimiento de los aspectos negativos del régimen de La Habana, las diferencias obedecen más a matices que a conceptos, desde el punto de vista emocional los contrastes son más marcados. Al mismo tiempo se da la paradoja que los miembros del llamado ''exilio histórico'' -quienes llegaron primero a Miami y tienen una edad más avanzada- tienden a interpretar cualquier hecho, desde una canción hasta la compra de una fruta, en términos políticos: ¿el cantante o compositor actuó en la isla?, ¿ese producto viene de un país que tiene buenas relaciones con Cuba? Hay un largo historial de intentos de boicots, fracasados todos, de productos españoles, mexicanos y de otras naciones de acuerdos a incidentes de las embajadas de los determinados países en La Habana, visitas de jefes de Estado y declaraciones de ocasión. No quiere esto decir que la categoría de ''exilio histórico'' sea un absoluto, ya que una parte de sus miembros saltan por encima de una categorización tan elemental, pero ésta no deja de ser ilustrativa a los fines recurrentes de explicar un escenario político en Miami.
Por otra parte, las generaciones llegadas después de 1980 vivieron tan saturadas de política en Cuba que aquí en Miami han decidido que ésta no contamine todos los actos de su vida. Es por ello que las diferencias políticas entre los exiliados ocurren no sólo en aspectos debatidos a diario como la permanencia o no del embargo comercial sobre la isla, sino en pequeños actos de independencia como asistir a un concierto de músicos que viven en Cuba.
Estas diferencias no son fáciles de percibir fuera de Miami por tres razones fundamentales: los miembros del exilio histórico dominan los medios masivos de comunicación, ellos aún constituyen la mayoría de los ciudadanos cubanoamericanos con derecho a voto -y que lo ejercen como un bloque uniforme y sin fisuras- y conforman el grupo social con mayor poder adquisitivo y dueño de negocios en esta ciudad.
La última votación presidencial fue la prueba de fuego para dilucidar una aparente paradoja, que los favorables a un cambio de política hacia Cuba ven detrás de los números. Como quedó demostrado al reelegir a los legisladores cubanoamericanos del Partido Republicano, las actitudes, conductas y opiniones que dominan en Miami, al menos desde el punto de vista electoral, son las del exilio histórico.
Sobre ello existen dos argumentaciones opuestas. Una, que la paradoja no es tal, y que quienes llegaron después de 1990 comparten los puntos de vista de los exiliados anteriores. La otra explicación es que las diferencias son notables, pero que quienes vinieron posteriormente carecen del poder necesario para que sus puntos de vista sean tomados en cuenta.
En comparación con los logros políticos de los primeros exiliados, las generaciones llegadas después de 1990 demuestran un gran retraso. A finales de los 60, los cubanos participaban activamente en la política de la ciudad y del condado. En 1976, entraron de lleno en la contienda de la legislatura estatal, con aspirantes por ambos partidos. Da la impresión de que los nuevos inmigrantes tienen menos interés y capacidad en ese terreno.
En la actualidad, el relevo se produce dentro del marco establecido por los primeros refugiados -una primera, segunda y hasta tercera generación de cubanoamericanos, todos nacidos en este país-, no gracias a la incorporación de recién llegados. Al principio, las candidaturas tuvieron que transformarse debido a la llegada de un gran número de inmigrantes. Ahora son los nuevos votantes quienes tienen que adaptarse a los candidatos.
A diferencia de quienes salieron primero de la isla, el refugiado que se establece en esta ciudad a partir de 1980 encuentra una red de negocios cubanos y de empresas norteamericanas administradas por hispanos que les facilitan su inserción laboral -con mayores o menores ventajas, con un grado más o menos elevado de explotación- y hace posible que, en cierto sentido, sea menos ''traumática'' su nueva vida. En cuanto a idioma, costumbres y cultura, tiene ciertas ventajas, pero está obligado a adaptarse a una comunidad antes que a un país.
Fotografía: Festival de la Calle Ocho.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Reformas e intelectuales


Durante el mayo francés, Sartre reclamaba que el intelectual volviera a ejercer el papel desempeñado durante el siglo XIX. Reconocía que esa función había sido abandonada por más de cincuenta años en su país, y consideraba necesario retomarla.
Con diversos énfasis y resultados disímiles -desde el intelectual orgánico hasta el educador público- esa labor de conciencia crítica de la sociedad se mantuvo vigente durante la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, en los últimos años ha sido relegada en buena medida.
Tanto en lo que respecta a Cuba como a Estados Unidos, es apremiante una vuelta a esa labor de vigilancia y denuncia racional, sin alboroto callejero, que pueda contribuir en alguna medida a la vuelta de la tolerancia, el respecto y el sentido común.
Vivimos en una época que es, en muchos sentidos, similar a la que antecedió al mayo francés de 1968. Y también presenciamos un abandono de la función intelectual, similar al denunciado por Sartre. Ser intelectual es una profesión del siglo pasado. Hasta hace poco los jóvenes autores diferían en la elección de su vocación -querían ser poetas, narradores o cineastas-, pero estaban unidos por un afán común: se consideraban intelectuales. Ya no.
Vale la pena preguntarse si la respuesta al problema es un nuevo llamado a que escritores, académicos y expertos participen más activamente en la problemática social y política de sus respectivos países, o, por el contrario, crear las condiciones para que esa labor intelectual no sea necesaria.
En gran medida Estados Unidos, a diferencia de Francia, transitó un camino en buena parte diferente, durante el mismo período de tiempo a que se ha hecho referencia. Pese a figuras notables que han logrado compartir su tiempo entre una tarea intelectual cercana, o inmersa en el periodismo, y la creación literaria, la tendencia imperante y creciente ha sido hacia la especialización.
Esta especialización de labores llevó a separar los campos del escritor y académico de los terrenos del comentarista político.
Al mismo tiempo ocurrió un fenómeno histórico. La tendencia hacia la izquierda de la mayoría de los intelectuales llevó a un paulatino pero constante deterioro del prestigio disfrutado por décadas.
El fin de la Unión Soviética y la decadencia del ideal comunista fueron la culminación de un proceso iniciado años atrás. La noción de compromiso político quedó en entredicho. Su cara oculta salió a relucir con fuerza: un oportunismo que gritaba las injusticias capitalistas mientras callaba los desmanes socialistas.
Esto afectó no sólo a los intelectuales de izquierda, sino también a los críticos sociales desde una posición de centro y centro-derecha. Estos últimos, menospreciados de forma más o menos evidente por los seguidores de Sartre, que se consideraban los paradígmas del ''intelectual orgánico'' proclamado por Gramsci, no vieron llegar su turno sino fueron parte también del grupo en desgracia. La caída de los ''comprometidos'' arrastró consigo la estima de constituirse en aguafiestas social. Desempeñar la función de conciencia crítica comenzó a verse como una labor de ''izquierdista'': poco confiable, caduca y sospechosa.
Con cada año que pasa, se relega más la función de los intelectuales -especialmente de escritores e investigadores humanísticos- en la sociedad. Se repiten los llamados a incrementar los técnicos y científicos, como si una serie de problemas sociales y políticos ya hubieran sido resueltos o los tecnócratas van a brindar las claves necesarias para su solución.
Lamentablemente, ello no ha ocurrido.
El desastre de ambos períodos presidenciales de George W. Bush, y la actual crisis mundial, han vuelto a desempolvar la función crítica del intelectual, en lo que parece ser más una condena que una bendición.
Como ejemplo, voy a limitarme a citar los dos casos que se relacionan más con mis intereses y esfera de trabajo.
En este país, cada vez cobra más poder, como fuerza de intimidación política, la alharaca y el engaño del movimiento Tea Party, que se aprovecha de las frustraciones y desastres persistentes tras el descalabro de ocho años de administración republicana para ofrecer falsas soluciones a los problemas actuales.
Con todas las limitaciones -que son muchas- que tienen los cambios económicos propuestos en las últimas semanas por el gobierno cubano, así como el proceso en marcha de liberación de los detenidos en la Primavera Negra del 2003, son pasos de avance respecto a la situación anterior.
Pero desde que los primeros presos comenzaron a ser liberados, hemos visto un intento continuo para descarrilar este proceso. Esta campaña, con todas las apariencias de estar dirigida y financiada por diversas organizaciones de Miami -con el apoyo de los legisladores cubanoamericanos- y grupos radicados en Madrid -que actúan como careta del Partido Popular- no han logrado mucho al respecto, pero han sido una constante distracción mediática sobre una labor que puede ser criticada, pero que en la práctica ha tenido como resultado la liberación de decenas de presos políticos.
Algunos, se empeñan en ver el medio vaso vacío. Tienen razón en su reclamo de más democracia, pero más que el alboroto es necesario el análisis intelectual serio.
Fotografía: albañil en Cuba.

viernes, 24 de septiembre de 2010

La disidencia de la ''Chambelona''


De acuerdo a un cable de la agencia Efe, el presidente del opositor Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, garantizó hoy a los disidentes cubanos llegados a España que su grupo defenderá la continuidad de la actual política de firmeza de la Unión Europea con la isla hasta que haya reformas de fondo.
Rajoy se reunió en Madrid con más de una veintena de disidentes cubanos deportados a España desde el pasado mes de julio, con los que se comprometió también a respaldar la lucha democrática contra el régimen castrista.
Me pregunto qué hay de nuevo en esta declaración y cuál es el objetivo de este coqueteo intenso entre los conservadores españoles y los disidentes cubanos.
Para el PP es claro. Simple campaña política en contra del Partido Socialista Obrero Español, intensificada por el hecho de que dicha organización política se ha debilitado mucho por la crisis económica de España.
Pero más allá del viaje ocasional, y alguna que otra oportunidad de compartir tribuna en alguna manifestación en Madrid, los ex presos políticos poco van a obtener de una alianza tan estrecha y un entreguismo tan palpable.
Por ejemplo, la reunión se celebra una semana después de que algunos de los disidentes manifestara su rechazo a que se revoque la posición común en el Parlamento Europeo, invitados por el PP.
Sin embargo, los intereses de estos ex presos políticos parecen ir más allá de la búsqueda de protagonismo en las denuncias contra el régimen de La Habana.
Los disidentes le detallaron a Rajoy algunos de esos problemas, como la insuficiente ayuda económica que, a su juicio, reciben del Gobierno español y las trabas burocráticas para escolarizar a sus hijos.
La respuesta del Rajoy, en cuanto a ayuda económica, no debe haber entusiasmado a los ex prisioneros.
''Rajoy) Nos ha dicho que durante el tiempo que estemos en España, podemos contar con él, no con ayuda material, pero sí espiritual para continuar la lucha por la libertad en Cuba'', afirmó el disidente Julio César Gálvez, componente de la primera tanda de presos que llegó en julio.
El líder del PP también expresó su ''absoluta disposición'' a ayudar a los ex presos en ''el plano personal'' para resolver los problemas de adaptación que ellos y sus familiares han encontrado desde su llegada a España, explicaron a Efe fuentes del partido opositor.
O sea, ''ayuda espiritual'' y alguna que otra llamada con el auxiliar del secretario auxilar para ver si se puede aliviar algún trámite, desde las limitaciones que en España representa no ser el partido en el poder.
Espero que el corto tiempo transcurrido en Madrid no ha sido suficiente para que quienes fueron disidentes en Cuba olviden que en la isla esto se llama ''bla, bla, bla'' o ''teque''.
Lo demás es venderse barato.
Pero más importante aún es no venderse.
El Gobierno cubano ha liberado hasta ahora a 35 presos políticos, entre los que se encuentran los últimos tres que han llegado a Madrid. El viernes se espera la llegada de otro más a Madrid, acompañado con diez de sus familiares. De esta forma, serán 36 los excarcelados desde el pasado mes de julio.
Más allá de las preferencias partidistas, las inclinaciones ideológicas y la lucha en favor del establecimiento de la democracia en Cuba, hay varios valores y sentimientos elementales que este grupo de disidentes se han encargado de menospreciar o incluso tirar a la basura. Son la gratitud, la cautela, el tacto e incluso la buena educación.
Quienes se han dejado manipular de forma tan grosera no pueden ser considerados inocentes.
No se desprecia así al gobierno que contribuyó a que salieran de la cárcel, viajaran gratuitamente a España, donde reciben atención médica, educación gratuita, vivienda y un subsidio. A todo esto hay que agregar que la mayoría de ellos se han caracterizado por viajar acompañados de parientes más o menos distantes, desde el sobrinito a los hijos de los múltiples matrimonios de los hijos.
Lo menos que se puede decir de estos disidentes es que son unos malagradecidos. En la tradición republicana este tipo de actitud era celebrado en la famosa Chambelona: ''Aspiazu me dio botella (una prebenda) y yo voté por Varona''.
Hay algo que va más allá de una discreción elemental, en cuanto a hacerle el juego a los enemigos políticos de los socialistas españoles. Estos disidentes se han mostrado no sólo bulleros y fácilmente manipulables sino con una incapacidad de criterio político, que en un gobierno similar a los existentes en Cuba antes de 1959 los hubiera limitado a la labor de sargentos políticos.
Fotografía: un payaso actúa en una fiesta infantil habanera el 24 de septiembre de 2010( STR/AFP/Getty Images).

Por fin una noticia que vale la pena


El hallazgo de El vino en la fiesta de San Martín, atribuido por el Museo del Prado a Pieter Brueghel El Viejo, ha conmocionado al mundo del arte, que ve en esta grandiosa obra del pintor flamenco una de las sorpresas del siglo.
El lienzo, que estaba en manos de una familia española que lo cedió al Prado para su estudio, vale en el mercado internacional unos 20 o 25 millones de euros, indicó el belga Manfred Sellink, el máximo especialista en Brueghel el Viejo y director del Museo de Brujas.
Tras verificarse la autoría del cuadro, que pertenece a una familia de coleccionistas de España, la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Artístico Español prohibió la salida de la obra de España sin permiso tras considerarla obra de patrimonio nacional.
El descubrimiento de la obra ha sido recibida con entusiasta alegría por expertos mundiales en pintura flamenca, ya que hasta la fecha se tenía constancia de sólo 43 cuadros de Brueghel El Viejo.
En opinión de Manfred Sellink, El vino en la fiesta de San Martín es ''uno de los descubrimientos más importantes en los últimos 30 o 40 años'' en la Historia del Arte.
Desde que el lienzo fue presentado ayer en el Museo del Prado, el mercado internacional ha puesto sus ojos en este cuadro que es una rareza debido al escaso número de obras del genio flamenco que sólo pintó durante nueve años.
El Prado ya tiene el óleo sobre tabla El triunfo de la muerte (1592), único Brueghel del que hasta ahora se tenía constancia en España.
El Estado español ya ha expresado su intención de comprar el cuadro. El pagador sería el Ministerio de Cultura español, que está dispuesto a adquirir El vino en la fiesta de San Martín -según informaciones de prensa- por siete millones de euros.
Para Sellink, también autor de Brueghel. The complete paintings, drawings and prints, ese precio es ''muy razonable''.
A nivel internacional, la obra alcanzaría el precio estimado de ''unos 20 o 25 millones de euros'' pero debido a que la legislación española no permite que se venda fuera del país, el precio será inferior, explicó Sellink.
En opinión del alemán Konrad Bernheimer, uno de los anticuarios más respetados a nivel mundial, siete millones de euros es ''bastante poco'' dinero por un Brueghel El Viejo.
Asimismo Bernheimer, director de Pintura Europea de la TEFAF de Mastricht (Holanda), considerada la feria de arte antiguo y antigüedades más importante del mundo, dijo que le parece ''injusta'' la ley española que impide vender al extranjero dicha obra.
El vino en la fiesta de San Martín es una ''pintura extraordinaria'', ''excepcional'' y ''fascinante'' porque Brueghel El Viejo es ''uno de los pintores más importantes'' de la Historia del Arte, señaló Sellink.
La pintura, que está en buen estado de conservación a pesar de que su tela es frágil, pues es de lino pintada con témpera con cola, es la de mayor tamaño que se ha hallado de Pieter Brueghel El Viejo (1525/1530-1569), pues mide 148 x 270,5 centímetros.
La realizó el artista en Flandes (actual Holanda) entre 1565 y 1568, según el experto belga.
Fotografía superior: La ministra de Cultura, Angeles González-Sinde, durante la presentación en el Museo del Prado de Madrid, de El vino en la fiesta de San Martín, una obra de Pieter Brueghel El Viejo cuya autoría fue confirmada por el Museo del Prado y expertos en pintura flamenca. El lienzo pertenece a una familia de coleccionistas españoles, que no quieren identificarse y que cuando llevaron el cuadro al Museo del Prado, hace un año, ya lo atribuyeron a Brueghel. En el Prado, durante el proceso de restauración ha salido a la luz la firma del autor en la tela, lo cual elimina cualquier tipo de dudas sobre su identificación (EFE/BALLESTEROS).
Fotografía izquierda: Presentación, hoy en el Museo del Prado de Madrid, de El vino en la fiesta de San Martín, una obra de Pieter Brueghel El Viejo cuya autoría fue confirmada por el Museo del Prado y expertos en pintura flamenca. El lienzo pertenece a una familia de coleccionistas españoles, que no quieren identificarse y que cuando llevaron el cuadro al Museo del Prado, hace un año, ya lo atribuyeron a Brueghel. En el Prado, durante el proceso de restauración ha salido a la luz la firma del autor en la tela, lo cual elimina cualquier tipo de dudas sobre su identificación. A la izquierda, radiografía del cuadro (EFE/BALLESTEROS).

domingo, 27 de junio de 2010

Aclaración

Estoy en Nueva York, así que esta semana no aparece mi columna de los lunes en El Nuevo Herald ni en este sitio.
Saludos.

lunes, 21 de junio de 2010

Pacatería en la historia de Cuba

Por demasiados años, los cubanos hemos sido cautivos de una visión decimonónica de la historia y una teoría del desarrollo que lleva a pensar que la evolución económica, social y política del país seguía un patrón de avance.
Este determinismo coincide en la isla y el exilio, aunque con conclusiones opuestas.
La situación imperante en la ''república mediatizada'' tuvo por fin lógico la revolución, se afirma desde la isla. Mientras tanto, en Miami se repite que la ''república'' avanzaba -con más o menos dificultades- por el camino del desarrollo, hasta ser destruida por la llegada de Fidel Castro al poder.
En ambos casos, la ilusión republicana establece la guía. Para alcanzarla, tanto en Miami como en La Habana se justifican los afanes independentistas, sin importar los medios necesarios para lograr la deseada independencia.
Un logro no propuesto de la revolución cubana es haber librado a varias generaciones de profesar una exaltación provinciana de la patria.
Se trata de una paradoja dentro del proceso revolucionario, porque si algo se explota ideológicamente en Cuba es este nacionalismo decimonónico, que al final ha quedado como la última justificación de un proyecto zigzagueante.
Por rechazo a los postulados revolucionarios, que se mostraron vacíos, hemos aprendido a desconfiar de los patriotas.
El cuestionarse la trayectoria independentista -o al menos el analizar sin prejuicios patrioteros lo ocurrido- lleva a la conclusión de que la justificación final de la Guerra de Independencia fue la corrupción española imperante en la isla.
Esta justificación se hace trizas tras las notables muestras de corrupción, que se han sucedido desde la instauración de la república hasta nuestros días, pero siempre queda la revancha de que los corruptos son -desde hace tiempo- los hijos del país y no los padres coloniales.
El fracaso de la opción autonomista fue uno de los mayores males ocurridos en Cuba. Sólo ahora comienzan -todavía de una forma más o menos tímida- a ser publicados trabajos que destaquen este punto de vista.
Bajar del altar a los patriotas, enterrarlos para que la nación cubana avance sin soportar la carga de la mitología independentista, no es la solución de todos los problemas. Pero sí un paso necesario. Es indispensable limpiar de pacatería y determinismo la historia del país.
Esa limpieza siempre enfrenta un escollo difícil de superar en la figura de José Martí. Lo he intentado anteriormente y no temo repetirlo.
Tanto los miembros del exilio como los representantes del régimen de La Habana encuentran en el mito martiano un elemento fundacional que no debe ser cuestionado: Martí constituye (lo ha sido por muchos años) no sólo la base sobre la que se levanta el ideal (republicano o revolucionario según el caso) sino también el canon literario imprescindible.
Un enfoque más objetivo lleva a considerar a Martí como un pilar, pero no es el único dentro del universo cultural cubano.
En la literatura de la isla no existe una figura similar a Shakespeare, Dante o Cervantes, que permita de forma fácil echar a un lado los rivales. Desde el punto de vista literario, Martí establece un paradigma difícil de imitar, por el valor de su escritura, pero no podemos considerarlo una referencia indiscutible.
Si lo analizamos a partir de la narrativa, ésta es limitada y menor. Su teatro es pobre y su poesía enfrenta la competencia de Heredia y Casal. Es en los ensayos, críticas, crónicas, artículos, discursos y conferencias -así como en su extraordinario Diario de Campaña- donde alcanza su definición mayor.
No se trata de rebajar a Martí, sino de separar la valoración de su obra literaria del peso ideológico.
Tampoco la ideología martiana puede ser tomada como una guía a seguir, libre de altibajos.
Si bien el pensamiento martiano y su práctica revolucionaria están marcados por los ideales democráticos, el desinterés y el rechazo al caudillismo, hay en su exaltación al heroísmo, y en su concepción simplista del indígena y el ''hombre natural'', una tendencia romántica -del culto al héroe luego convertido en raíz torcida del fascismo- que incluso puede resultar peligrosa, cuando de ella se apropian, como ha ocurrido innumerables veces, demagogos y populistas.
El mesianismo martiano y su romanticismo político pueden resultar funestos. Su sobrevaloración del campo frente a la ciudad y el culto a la pobreza son conceptos arcaicos.
La lucidez de su análisis de la Conferencia Monetaria Interamericana de 1890 contrasta con el exceso de metáforas, alegorías y símiles de ''Nuestra América'' y ''Madre América'', en donde se sueña más que se describe una identidad nacional y latinoamericana, alejada de la realidad e imposible de alcanzar.
Es lógico que el gobierno cubano no sólo defienda el culto al héroe y al sacrificio que domina en la obra martiana, sino que desde el principio lo incorporara a su agenda política. Cabe agregar en este sentido que el régimen de La Habana no distorsiona el pensamiento de José Martí, sino desvirtúa o inclina tendenciosamente algunos de sus elementos.
La historia de Cuba ha sido víctima del oscurantismo y de escrúpulos excesivos, que en muchos casos obedecen a la conveniencia y el temor. Alejarse de estos enfoques resulta muy saludable.

sábado, 19 de junio de 2010

Para superar la confrontación


Académicos cubanos, residentes en la isla o en Estados Unidos, buscan este sábado en La Habana superar la confrontación política y encontrar vías a una reconciliación, bajo el amparo de una Iglesia Católica que sostiene un inédito diálogo con el Gobierno, informó la AFP.
''Es importante concebir la reconciliación nacional como un proceso y no como acontecimiento'', señaló Arturo López-Levy, profesor de la universidad de Denver, en los debates de la Semana Social de la Iglesia, inaugurada el miércoles por el canciller del Vaticano, Dominique Mamberti.
El tema de la reconciliación y el diálogo entre los cubanos de la isla y los del exilio, junto con el de la economía, centran este año los debates, que miran no solo a las diferencias políticas entre los 11 millones que viven en la isla, sino también a los casi 2 millones que residen en Estados Unidos y otros países.
El encuentro de La Habana tiene como telón de fondo las conversaciones sobre migración entre los dos países en Washington, y el proceso de diálogo comenzado el 19 de mayo entre el cardenal Jaime Ortega y el presidente Raúl Castro,
que ya resultó en la excarcelación de un preso político y el acercamiento de otros 12 a sus lugares de residencia.
''El tema principal (la reconciliación) es cómo desmontar las estructuras de hostilidad vigentes, y avanzar hacia un ambiente de menor polarización'', apuntó López-Levy, quien sostiene que el avance debe medirse tras cada paso por como ''estemos menos enemistados''.
El sociólogo Aurelio Alonso, residente en Cuba, sostuvo que "el pasado no se puede ya cambiar, pero las percepciones que lo han determinado sí son susceptibles de ser criticadas, revisadas y superadas mirando hacia el futuro''.
''Creo que es urgente resolver el reto del diálogo dentro de la nación y, es más, creo de nuestra capacidad para dar respuesta al diálogo dentro de la nación depende que estemos en condiciones también de afrontar el diálogo con la emigración'', apuntó.
Desde 1994, los cubanos emigrados envían remesas a sus familiares en la isla, lo que resulta importante no sólo para esas personas, sino para la economía nacional, pues en sus mejores momentos se han calculado en 1,000 millones de dólares anuales.
En medidas concretas, López-Levy considera que un paso importante sería que ''el actual gobierno cubano abra el país a una sustancial inversión de los cubanos en el exterior en coordinación con sus familiares y amigos en la isla''.
Según él, la reconciliación debe cerrar heridas y cicatrices de actos violentos de emigrados contra la isla, su apoyo al embargo de Washington, así como los resultantes de la confiscación en Cuba de los bienes de los emigrados, su consideración de ''traidores'' y las fracturas familiares y las secuelas que dejó el presidio en Cuba a algunos de ellos, entre otras.
''Encaminarnos hacia el encuentro exigirá la valentía de ejercer, por ejemplo, nuestros derechos a perdonar, a ofrecer confianza, a poner nuestros criterios en común y a intentar consensos'', dijeron los laicos residentes en la isla Roberto Veiga, Lenier González y Alexis Pestano, en una ponencia común.
Añadieron que ''se hace imperioso reconocer la dignidad del otro, aunque se piense de manera diferente, sea un adversario o hasta haya atentado contra el prójimo''.
''Es necesario sanar todo el rencor que existe (...), es necesario pasar de la confrontación a la cultura del consenso, entendiendo por tal ese proceso mediante el cual se va vinculando lo que nos une y se va tolerando y asumiendo lo que nos diferencia'', dijo por su parte el sacerdote Juan Carlos Carballo.
Para Veiga, González y Pestano, en el proceso deben intervenir como facilitadores los intelectuales, las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el Estado y la Iglesia.
Archbishop Dominique Mamberti, the Vatican's foreign minister, celebrates a mass at the Cathedral in Havana, Thursday, June 17, 2010. (AP Photo/Javier Galeano)

jueves, 17 de junio de 2010

Le llegó el turno a la guerra de las cartas

COMUNICADO DE PRENSA

Congresista
Lincoln Díaz-Balart
Distrito 21 de la Florida
Contacto Washington, D.C:
Contacto Miami, FL:
Andy Gonzalez
Yanik Fenton-Espinosa
(202) 225-4211 – andres.gonzalez@mail.house.gov
(786) 845-0714 – yanik.fenton@mail.house.gov
2244 Rayburn House Office Building
8525 NW 53 Ter, Suite 102
Washington, DC 20515
Miami, FL 33166
17 de junio de 2010

PARA DISTRIBUCION INMEDIATA
494 activistas pro-democracia dentro de Cuba le piden al Congreso de EEUU que mantenga las restricciones a los viajes y al comercio sobre el régimen
Washington, DC- 494 activistas en favor de la democracia dentro de Cuba le han enviado una carta a todos los miembros del Congreso de Estados Unidos pidiéndoles que mantengan las restricciones sobre los viajes y el comercio de Estados Unidos, y que eviten todo gesto benevolente hacia la dictadura cubana para evitar toda complicidad con el régimen.
Por favor lean a continuación el texto de la carta enviada a los miembros del Congreso por 494 activistas por la democracia dentro de Cuba, incluyendo a Jorge Luis García Pérez "Antúnez", Néstor Rodriguez Lobaina, Reina Luisa Tamayo (madre del mártir cubano, Orlando Zapata Tamayo), y Ariel y Guido Sigler Amaya, entre muchos otros:
Para leer el resto, pulse aquí.

Un mensaje de Arturo López Levy

Estoy en Cuba para la X Semana Social Catolica y quisiera compartirles este razonamiento tras leer la nota que publico el Miami Herald anunciando mi participacion en el evento.Lo pueden divulgar a su gusto. No ha empezado la conferencia y ya el periodico tiene que expresar su alineamiento con los sectores radicales e intransigentes del exilio cubano. El articulo me identifica como oficial del Ministerio del Interior, lo que fui entre 1992 y 1994, sin decir una palabra que soy candidato a Doctor y profesor adjunto en la Escuela Josef Korbel de Estudios Internacionales de la Universidad de Denver y la Escuela de Minas de Colorado. He enseñado mas de quince cursos en cinco universidades norteamericanas sobre politica latinoamericana, norteamericana, Energia y politica del tercer mundo, globalizacion, y teoria de las relaciones internacionales. Es curioso porque son estas credenciales academicas y mis articulos, que son mucho mas recientes, la razon por la que fui invitado a la Semana Social Catolica. Es curioso ese doble estandar porque los que se doblegan al mensaje de radicalismo, odio e intransigencia de los amigos del Herald son convertidos sin estudiar apenas un curso en universidad norteamericana alguna, sin importar si enseñan o publican en alguna parte, en "analistas politicos","academicos", y "profesores". Si eran profesores de marxismo leninismo en Cuba u oficiales del Minint, por muchos años mas, pero adoptan el mantra oficial de la intransigencia y alimentan el morbo anticomunista, son "analistas" y "profesores". Si Ud. no se subordina, la maquina macartista se lanza a pescar cualquier elemento controversial en su expediente para llenar espacios sin referirse a su trabajo y profesion.
El fin es claro; atacar ad hominem para neutralizar el mensaje de dialogo y reconciliacion. Esas tacticas son efectivas para seguir metiendo odio, desconfianza y miedo entre los cubanos pero no nos haran un milimetro mas libres o prosperos. Es un honor recibir tal tratamiento de gente con tanta rabia. Ojala que los que no han logrado nada en cincuenta años con la intransigencia y la insurreccion verbal, reflexionen y rectifiquen. Es una responsabilidad repetirles la misma pregunta de Joseph Welch al senador McCarthy: "No le queda ya un minimo de decencia?".
Saludos.
Arturo Lopez Levy.

miércoles, 16 de junio de 2010

Una práctica notable


La práctica de la exclusión en la cultura política cubana es realmente notable, escribe Phil Peters. Para leerlo, pulse aquí.
Visitantes a la exposición "CubaNostalgia", el viernes 21 de mayo 2010 en Miami (EFE/Cortesía Carlos Llano).

martes, 15 de junio de 2010

Ex presos políticos en contra de ley que permitiría turismo norteamericano a la isla


Más de 200 ex presos políticos en Cuba enviaron hoy una carta al legislador demócrata Collin Peterson para reprochar sus recientes declaraciones sobre una legislación que busca ampliar el comercio agrícola y los viajes a la isla, informó la agencia Efe.
La ley promovida por Peterson, demócrata por Minesota y presidente del Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes estadounidense, ha vuelto a caldear los ánimos entre grupos a favor y en contra de la flexibilización del embargo que EEUU mantiene contra Cuba desde hace más de cuatro décadas.
En la carta, firmada por 256 ex prisioneros políticos cubanos, éstos le reprochan sus comentarios de la semana pasada sobre los que se oponen a su proyecto de ley y le exigen una disculpa ''inmediata''.
El jueves pasado, al divulgar otra misiva de 74 disidentes anticastristas que sí apoyan su legislación, Peterson manifestó que ''quienes se oponen no hablan en nombre del pueblo cubano, no importa lo que digan''.
''¿A quién estamos apoyando al continuar una política aplicada durante 50 años y que no ha cambiado nada?'', preguntó Peterson.
Los ex prisioneros, que aseguran que sus sentencias carcelarias en Cuba sumaron ''3,551 años'', se describieron como "testimonio viviente de las indecibles torturas, crueldad y privaciones de la dictadura militar de los hermanos Castro''.
''No sólo es falsa su declaración sino profundamente insultante para nosotros. Somos una comunidad compuesta por víctimas de la dictadura de Castro. Señor Peterson, somos el 'pueblo cubano' y de todo corazón nos oponemos a su proyecto de ley'', dijeron en la misiva.
Agregaron que los cuatro legisladores cubanoestadounidenses en la Cámara de Representantes también se oponen a esa legislación.
''¿Cómo se atreve a profesar que sabe más del pueblo cubano, o nuestra causa, que los legisladores que hemos elegido y que los familiares de los cubanos de la isla?'', le increparon a Peterson en la carta.
Reconocieron que aunque Peterson tiene ''todo el derecho'' de promover su agenda agrícola no es así a la hora de cuestionar a la comunidad cubana en el exilio, que incluye a ''víctimas de Castro'' y cuyos familiares en Cuba ''continúan siendo víctimas de la represión diaria de esa dictadura''.
Los legisladores republicanos Ileana Ros-Lehtinen, los hermanos Lincoln y Mario Díaz-Balart, y el demócrata Albio Sires, afirmaron en un comunicado que acompaña la carta que nadie tiene más ''autoridad moral'' sobre la ''tragedia cubana'' que los presos políticos actuales o ya puestos en libertad.
La legislación bipartidista de Peterson, que cuenta con el respaldo de 56 congresistas, busca ampliar el comercio agrícola de EEUU con Cuba y flexibilizaría los viajes de los estadounidenses a la isla.
La medida también promete crear alrededor de 6,000 empleos en Estados Unidos al eliminar los obstáculos para las exportaciones agrícolas de ese país hacia Cuba.
Dos hombres pescan en el muro del malecón hoy, jueves 10 de junio de 2010, frente al faro del castillo de Los Tres Reyes del Morro en La Habana (EFE/Alejandro Ernesto).

lunes, 14 de junio de 2010

Una carta que alienta e irrita


Setenta y cuatro disidentes se han pronunciado contra el aislamiento de la isla, al firmar una carta al Congreso de Estados Unidos, en la cual apoyan una propuesta para levantar las prohibiciones de viaje de los estadounidenses a Cuba. Como era de esperar, el documento ha provocado la ira del sector más reaccionario del exilio de Miami.
El problema de estos exiliados irritados es que no sólo se están quedando sin apoyo y representación, tanto en Washington como en La Habana, sino también sin héroes. Al final, sólo se van a poder aferrar a Luis Posada Carriles, que, por otra parte, muchos en esta ciudad catalogamos de terrorista. Su ideal es ejercer el monopolio del pensamiento opositor y viven en un mundo donde la historia se confunde con la geografía: nunca tienen a mano el mapa de la isla para recordarles que están en otro país, donde son una parte pero no el todo. Este tiempo detenido puede que les llene de esperanza -desde un punto de vista personal-, pero contribuye a que su visión de Cuba apenas tenga validez en dos o tres puestos de café de la Calle Ocho.
Es comprensible que el hecho de que en la misiva aparezcan las firmas de algunos de los disidentes que más se han mencionado en Miami en los últimos meses -desde Guillermo Fariñas a Yoani Sánchez- les produzca desencanto. Pero esta reacción emocional, que es muy comprensible, no explica por completo el hecho. Más allá de un desacuerdo válido con los puntos de vista que este grupo de opositores cubanos tienen sobre un proyecto de ley en el Congreso estadounidense, están el enfoque y la manipulación que algunos sitios en internet hacen del tema. En este sentido, los blogs Capitol Hill Cubans y Babalu Blog atacan la propuesta, entre otros puntos, porque ellos consideran que no fue elaborada por los disidentes, a los cuales niegan la posibilidad de conocer en detalle lo que se debate en Washington sobre política hacia Cuba.
''La carta fue la iniciativa de organizaciones con sede en Estados Unidos, el Cuba Study Group y el así llamado Centro por la Democracia en las Américas, que realizan una labor de cabildeo en contra de las sanciones'', se lee en Capitol Hill Cubans.
Casi con las mismas letras, comenta Babalu Blog que ''resulta obvio que los propios disidentes no fueron los que escribieron. Con poco acceso a las noticias y sin contar con la capacidad para investigar el proceso legislativo estadounidense, hay una probabilidad muy pequeña de que ellos conozcan el nombre actual de la ley que se encuentra bajo consideración en el Congreso, y mucho menos su número, sin que alguien desde el exterior se los brindara''.
En primer lugar, se debe aclarar el hecho de que Capitol Hill Cubans lo edita Mauricio Claver-Carone, miembro de la junta de directores del U.S.-Cuba Democracy PAC, que se dedica a cabildear en favor del mantenimiento de las restricciones y el embargo hacia la isla. En este sentido, a menos que el autor del blog crea que hay ''cabilderos buenos'' y ''cabilderos malos'', en el más puro estilo estalinista, y entonces estaríamos ante otro ejemplo de confusión de historia y geografía -por lo que su lugar sería Moscú durante la primera mitad del siglo XX-, no resulta significativo que quienes en Estados Unidos favorecen un cambio en las normas que rigen el embargo favorezca, o incluso patrocinen la medida. Así es la política en Estados Unidos, nos guste o no.
Lo más significativo, sin embargo, es que el enfoque adoptado para criticar el documento y a quienes los firman es similar al empleado por el régimen de La Habana, al que aparentemente se oponen estos irritados exiliados.
Poco falta, en ambos textos citados, para llamar marionetas a los disidentes que firman el documento, considerar que son títeres que se mueven a voluntad de quienes se encuentran en Estados Unidos.
Si Capitol Hill Cubans y Babalu Blog no llegan a catalogar de mercenarios a los opositores --el argumento utilizado por el gobierno cubano incluso para condenar a buena parte de los opositores pacíficos que se encuentran en prisión en la isla-, eso es precisamente lo que se hace en otro sitio de internet, donde nunca se ahorran los insultos.
''Esta es la carta de los vendepatrias de toda la vida'', escribe Zoé Valdés en su blog, donde en otro párrafo plantea que ''ser disidente en Cuba, de éstos, que cobran por serlo y se montan el negocio, empieza a ser una carrera''. Curioso que la escritora radicada en París no tenga nada mejor que decir que repetir lo que a diario publica La Habana. Parece que la lección aprendida a la diestra y siniestra de Alfredo Guevara no se olvida fácil. La tendencia hacia el totalitarismo, el interés por anular toda opinión contraria, la incapacidad para admitir criterios ajenos, no es un ejercicio gratuito. Quienes salen al paso de cualquiera que se aparte de la estrategia contra La Habana trazada por la ultraderecha de Miami -y en especial por los congresistas cubanoamericanos republicanos- mantienen afinidades que van más allá de la ideología y se vinculan a intereses económicos. En algunos casos, esos intereses son acordes a las normas que en este país rigen para los grupos e instituciones no lucrativas; en otros, han surgido revelaciones de malos manejos y usos indebidos.
Aferrarse a formas caducas de enfrentamiento al castrismo es persistir en la derrota, salvo para quienes han hecho un negocio del infortunio.
Tres mujeres caminan por el malecón el jueves 10 de junio de 2010, en La Habana(EFE/Alejandro Ernesto).

sábado, 12 de junio de 2010

El negocio de las crisis


Las crisis financieras sólo sirven para hacer a los ricos más ricos y a los pobres más pobres.
Al menos, esa es la conclusión que se desprende de un informe de la consultora The Boston Consulting Group.
Según esta empresa, que utiliza datos del final de 2009, el número de familias millonarias que hay en el mundo ha vuelto a los niveles previos a la crisis y alcanza ya los 11.2 millones, lo que supone un incremento del 14% respecto al año anterior.
A finales de 2009 había 11.2 millones de hogares con una riqueza superior al millón de dólares.
El informe también pone de manifiesto que a raíz de la crisis y de su posterior recuperación por parte de algunos Estados, las desigualdades se han incrementado.
Así, el 83% de los hogares de todo el mundo aglutinan tan sólo el 13% de la riqueza mundial, frente al 14% del año pasado.
Además, el 0.1% de los hogares del mundo tienen más de cinco millones de dólares cada uno y entre todos acaparan el 21% de la riqueza mundial, mientras que el año anterior controlaban el 19%.
Para este año, la consultora calcula que la riqueza mundial aumentará cerca de un 6%, lo mismo que en los años posteriores al menos hasta el 2014. Entre el 2004 y el 2009, el incremento fue de 4.8% de media.
Acabo de regresar de Europa, y la crisis económica no sólo era un tema de los periódicos, sino preocupación constante de los ciudadanos. Sin embargo, Europa sigue siendo la región más rica del plantea, con un total de $37.1 billones de dólares en manos de las familias, lo que supone un tercio del total.
Estados Unidos es el país con mayor número de familias millonarias (4.7 millones), seguido de Japón, China, Reino Unido y Alemania.
Sin embargo, los lugares donde hay una mayor concentración de familias millonarias respecto al conjunto de la población son Singapur y Hong Kong, con el 11% y el 8.8% de todos los hogares, según el informe.
También tiene una gran concentración de hogares millonarios Suiza, que, con el 8.4% del total, es el de mayor densidad de Europa. En Oriente Medio, lideran este ránking Kuwait, Qatar y Emiratos Arabes Unidos.
Suiza es, además, el país al que más recurren los millonarios para guardar sus fondos fuera de sus fronteras, con lo que atesora el 27% de todos los activos depositados en el extranjero.
Por países, los que registraron un mayor incremento en el número de familias millonarias en el 2009 fueron Singapur (35%), Malasia (33%), Eslovaquia (32%) y China (31%).
En conjunto, el mayor salto lo logró la región de Asia y el Pacífico, donde la
riqueza de los hogares aumentó en un 22%, seguida de América Latina, con un avance del 16%.
En buena medida, las crisis son la justificación perfecta para que las compañías rebajen los salarios, obliguen a los empleados a tomar semanas sin sueldo y pongan en práctica toda una serie de medidas injustas y coercitivas, mientras los grandes ejecutivos se aumentan los salarios e ingresos, como ha hecho el periódico donde trabajo.
También sirven las crisis para que gobiernos supuestamente de izquierda, como el español, se entregue por completo a la patronal, y pongan en práctica una legislación que lesiona los intereses de los trabajadores, los retirados y la población con menos ingresos.
Fotografía de archivo del 27 de septiembre de 2008 del logotipo del banco suizo UBS en Zúrich, Suiza. (Alessandro della Bella/EFE).

Ariel Sigler, excarcelado y enfermo


El gobierno de Cuba excarceló hoy al disidente Ariel Sigler, uno de los presos políticos más enfermos y que, a pesar de su grave estado, reafirmó su compromiso por la libertad y la democracia en la isla al reencontrarse con su familia, informó la agencia Efe.
La licencia extrapenal otorgada a Sigler y el anunciado traslado de otros seis prisioneros a penales de sus provincias de residencia constituyen el segundo gesto del gobierno de Raúl Castro dentro del proceso de interlocución abierto con la Iglesia Católica sobre los presos políticos.
Sigler, de 47 años y presidente del Movimiento Independiente Opción Alternativa, fue detenido y condenado junto a su hermano Guido a 20 años de prisión en la represión de la ''Primavera Negra'' de 2003.
Forma parte del llamado ''Grupo de los 75'' disidentes encarcelados en aquella época, al igual que los seis presos que serán "acercados'' a las provincias donde viven sus familias.
Durante sus siete años de prisión el estado de salud de Sigler se ha deteriorado gravemente hasta el punto de quedar parapléjico por una neuropatía carencial asociada a problemas nutricionales, entre otras patologías.
Tras recibir la licencia extrapenal en el hospital Julito Díaz de La Habana donde estaba ingresado, Sigler fue trasladado en ambulancia y acompañado de un equipo médico y una escolta policial hasta Pedro Betancourt, en la provincia de Matanzas, a unos 150 kilómetros al este de la capital cubana.
Familiares, vecinos y compañeros de su movimiento disidente recibieron a Sigler en su casa a la que tuvo que entrar en silla de ruedas.
Aunque tiene intención de dedicarse a su recuperación, Ariel Sigler ratificó en declaraciones a medios extranjeros su compromiso por la libertad y la democracia en Cuba.
''No voy a dejar en ningún momento de luchar por la libertad y la democracia en Cuba, voy a seguir luchando porque nuestros hermanos que quedaron en prisión salgan en libertad'', afirmó Sigler, que agradeció a sus compañeros de disidencia y a la ''presión internacional'' su liberación.
''Esperamos que no sólo yo tenga la oportunidad de salir, que tengamos la posibilidad de salir todos porque nos consideramos todos inocentes'', dijo el opositor excarcelado.
Consideró que las gestiones de la Iglesia Católica ante el gobierno de Raúl Castro han tenido ''cierta repercusión'' por las medidas adoptadas hasta el momento con algunos prisioneros pero expresó su deseo de que las liberaciones no se estanquen.
Su excarcelación hoy le ha provocado, dijo, un sentimiento de alegría pero también de tristeza por no haber podido compartir este momento con su madre, que falleció hace cuatro meses y por el hecho de que aún "quedan compañeros en prisión'' como su hermano Guido.
Además de la licencia a Sigler, el gobierno del general Raúl Castro anunció en la noche del pasado viernes a la Iglesia el traslado de seis presos políticos a cárceles de sus provincias, con lo que sumarían doce los "acercamientos'' de prisioneros tras la decisión de relocalizar a seis el pasado 1 de junio.
Los nuevos traslados son los de los presos Héctor Fernando Maceda, Juan Adolfo Fernández Sáinz, Omar Moisés Ruiz Hernández, Efrén Fernández Fernández, Jesús Mustafá Felipe y Juan Carlos Herrera Acosta, condenados a penas de entre 12 y 25 años.
Algunos de ellos figuran también en el listado de los cerca de 30 presos en peor estado de salud que manejan grupos disidentes y la Iglesia Católica.
Es el caso de Adolfo Fernández, de 61 años y con un enfisema pulmonar; Juan Carlos Herrera, de 44 años y con una cardiopatía severa; Jesús Mustafá, de 66 años y con una enfermedad cardiovascular y espina bífida y de Omar Moisés, de 62 años y con trastornos en la tensión arterial y afección de retina, según datos de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).
El nuevo paso del régimen cubano y singularmente la excarcelación de Sigler es esperanzador para algunos disidentes, aunque insisten en reclamar la libertad de todos los presos políticos, unos 200, según la oposición interna.
Otros también se quejan de que el gobierno de Raúl Castro esté ''dosificando'' y ''alargando'' las liberaciones y lo atribuyen a ''fines mediáticos'' para mejorar su ''imagen internacional'', según opina el portavoz de la CCDHRN, Elizardo Sánchez.
Por su parte, fuentes diplomáticas europeas comentaron a Efe que la nueva medida del Gobierno es un paso muy positivo al incluir la excarcelación de un preso ''muy emblemático'' como Sigler, por cuya vida se temía hace unas semanas.
También lo valoraron porque demuestra que el proceso abierto con la Iglesia Católica no se ha interrumpido y parece seguir adelante.
Foto superior: Franklin Reyes/AP.
Foto izquierda: Adalberto Roque/AFP/Getty Images.
Foto derecha: Alejandro Ernesto/EFE.

Antes y después


El preso político Ariel Sigler, excarcelado hoy con licencia extrapenal por su grave estado de salud, ha regresado a su casa tras siete años en prisión en medio de la conmoción de sus familiares y vecinos debido a su deterioro físico.
Sigler, de 47 años, llegó al mediodía de este sábado a su casa familiar de Pedro Betancourt (provincia occidental de Matanzas) en una ambulancia que lo trasladó desde el hospital de La Habana donde pasó los últimos 18 meses, y que viajó escoltada por una patrulla policial.
Sus hermanos, sobrinos, vecinos y compañeros del opositor Movimiento Independiente Opción Alternativa, que él preside, pasaron horas esperándolo en la calle desde que en la mañana se confirmó la noticia de su excarcelación y traslado hacia Matanzas.
El disidente, que viajó en una camilla, accedió a su casa en silla de ruedas, mientras uno de sus hermanos, Juan Francisco Sigler, sostenía una fotografía con su imagen antes de entrar en prisión para que los medios de prensa dieran fe del ''cambio''.
''Ariel entró bien a prisión, era un hombre corpulento. Por eso suponemos que fue allí donde le empezaron a fallar las piernas'', dijo a Efe María Victoria, la única mujer de los cinco hermanos Sigler, entre los cuales también fue condenado Guido Sigler, como parte del grupo de los 75.
En 2003 Ariel Sigler entró a la cárcel con una condena de 20 años después de los juicios sumarísimos que el gobierno cubano realizó al grupo de los 75 en la oleada represiva de la llamada ''Primavera Negra'' en la isla.
A partir de ese momento, el disidente estuvo detenido en varias instituciones penitenciarias de las provincias de Ciego de vila, Villa Clara y Cienfuegos, alejadas de su lugar de residencia en Matanzas.
Según fuentes familiares, a finales de 2008 Sigler fue hospitalizado en La Habana con una historia clínica que incluye paraplejia, cálculos en el riñón, pólipos en la vesícula, duodenitis y gastroduodenitis, entre otros padecimientos.
El propio Sigler reveló hoy a medios de prensa que en mayo pasado decidió ''hacer dejación por completo'' de la atención médica que recibía en un hospital habanero para que se le ''escuchara'' y le dieran el ''traslado''.
''Esto agravó aún más mi estado delicado de salud'', señaló, tras confesar que se siente ''triste'' porque no puede ''compartir'' el momento de su excarcelación con su madre, que falleció hace cuatro meses, y porque al igual que él ''otros hermanos están languideciendo en las prisiones''.
Sus familiares, entre ellos su esposa Noelia Pedraza, denunciaron que la decisión del Gobierno de otorgarle la licencia extrapenal, en medio de las negociaciones que sostiene con la Iglesia Católica sobre la situación de los presos políticos, no constituye ni un ''gesto'' ni una ‘‘apertura''.
En opinión de Pedraza, el gobierno cubano ''no ha hecho nada'' pues les ha devuelto a un hombre ''casi muerto'', y sólo ha respondido a la la presión internacional.
''Le debemos esta libertad no al gobierno de Cuba, se la tenemos que agradecer a nuestro hermano (el disidente) Orlando Zapata que está muerto, a Guillermo Fariñas, y gracias a la diligencia que hizo entre comillas la Iglesia'', indicó.
Por su parte, Sigler también ha agradecido su liberación a sus compañeros de disidencia y a la presión internacional, al tiempo que espera que las gestiones de la Iglesia con el gobierno de Raúl Castro no se ''estanquen'' y haya más excarcelaciones.
La excarcelación de Sigler y el acercamiento de otros seis presos políticos a centros penitenciarios de sus provincias de residencia es la segunda medida que adopta el Gobierno de Cuba dentro del proceso de diálogo con la Iglesia Católica iniciado en mayo pasado.
(AP Photo/Franklin Reyes)

Liberarán a preso político

El gobierno de Cuba comunicó el viernes a la Iglesia Católica que otorgará licencia ´´extrapenal´´ al preso político Ariel Sigler, cuyo estado de salud es muy grave, y que hoy sábado acercará a otros seis prisioneros a centros penitenciarios de sus provincias.
Los presos que serán trasladados a sus provincias de residencia son los disidentes Héctor Fernando Maceda, Juan Adolfo Fernández Sáinz, Omar Moisés Ruiz Hernández, Efrén Fernández Fernández, Jesús Mustafá Felipe y Juan Carlos Herrera Acosta, informó el Arzobispado de La Habana en una nota de prensa divulgada este viernes.
Sobre el caso de Sigler, escribí una columna en fecha reciente. Para leerla, pulse aquí.

viernes, 11 de junio de 2010

La marioneta y los titiriteros


Hay ocasiones en que el descaro no tiene límites. Zoé Valdés es un buen ejemplo de ello. Acaba de declarar que ''dentro de Cuba, en mi mundo, en mi espacio, hice mucho más que la señora Miriam Leyva''.
Desde su llegada al exilio, Valdés se ha convertido en una repetidora de la ultraderecha anticastrista, como en Cuba fue una pregonera del régimen.
Si escribir poemas en contra de Ronald Reagan (algo, por otra parte, no despreciable si fueran buenos) y estar en París a la diestra y siniestra de Alfredo Guevara son actos de disidencia, entonces Valdés merece un puesto. De lo contrario, continúa en la pequeña historia local de la infamia.
Jose and Mario Diaz Balart, listen as writer Zoe Valdes, speaks during the presentation of the book Cuba: Infrahistoria. Una Lucha sin Tregua, written by their father Rafael Diaz Balart, presented to a full house at the Koubek Center in Miami. Pedro Portal/El Nuevo Herald (04/20/06).

miércoles, 9 de junio de 2010

Mis columnas


Ahora mis columnas se pueden leer también en mi página en El Nuevo Herald. Para ello, pulse aquí.
Un hombre maneja su bicitaxi bajo la lluvia, el miércoles 2 de junio de 2010, en La Habana (Cuba). EFE/Alejandro Ernesto.

El gay Guevara


El musical Evita de Andrew Lloyd Webber volverá a Broadway en 2012 con Ricky Martin en el papel del ''Che'' Guevara y la actriz argentina Elena Roger como Eva Perón, anunciaron los productores.
Hal Luftig y Scott Sanders indicaron este miércoles en un comunicado que todavía no se definió en qué teatro se presentará el musical. Roger encarnará el papel que le valió ser aclamada en el West End de Londres en 2006.
La nueva producción será distinta de la estrenada hace treinta años en Broadway y estará dirigida por Michael Grandage. La coreografía estará a cargo de Rob Ashford, precisaron los productores.
''Tuve la suerte de haber actuado en los escenarios de concierto más grandes del mundo'', dijo Martin, ''pero nunca he perdido mi amor por la intimidad del teatro''.
''Es muy alentador traer a Broadway esta nueva producción de Evita y por primera vez con una mujer argentina en el papel principal'', comentó Grandage.
''Con Ricky Martin sumándose al equipo, tendremos la oportunidad de montar una producción aún más auténtica'', agregó el director.
Fotografía de archivo del 12 de junio de 2009, que muestra al cantante Ricky Martin en Loiza (Puerto Rico). Martin volverá a un escenario de Broadway para dar vida al Ché Guevara en el musical "Evita", que protagonizará la argentina Elena Roger y que estrenará en la primavera de 2012 en Nueva York de acuerdo a un comunicado de hoy, 9 de junio de 2010. EFE/Thais Llorca/archivo.

En defensa de Miriam Léiva

Este es un editorial con el que estoy ciento por ciento de acuerdo.

martes, 8 de junio de 2010

La castrista Artemisa y la exiliada Bauta


Se comenta que la nueva provincia de Artemisa acogerá a los territorios de San Antonio de los Baños, Mariel, Caimito, Bauta, Guanajay, Alquízar, Quivicán y los municipios pinareños a de Candelaria, San Cristóbal y Bahia Honda. Hasta el momento, todas estas localidades tendránn como capital a Artemisa. Sin embargo, en el exilio de Miami ya se ha iniciado una campaña para oponerse a la designación de Artemisa como capital, y en su lugar se propone al ilustre pueblo de Bauta. Todo bajo el lema de: ''Este exilio ha dicho Bauta y ha echado a andar''. Los patrocinadores de la idea prometen cerveza para las manifestaciones y una capital provincial para cuando se acabe el castrismo.
(A Cuban farmer rides his horse while carrying royal palm leaves to cover the roof of his house near Bauta, 50Km from Havana. 11/3/1997, AFP PHOTO/Adalberto Roque.)

Un cubano en el Rachel Corrie


Entre los siete activistas, deportados por Israel, que llegaron el pasado domingo a Jordania, después de que su embarcación, el barco irlandés Rachel Corrie, fuera interceptada sin incidentes por el ejército israelí el sábado, había un cubano.
Los deportados cruzaron la frontera entre ambos países por el puente Allenby y fueron recibidos en el lado jordano por el presidente de la Organización de Caridad Hachemita, Ahmad al Omyan, según fuentes gubernamentales.
En una conversación telefónica con Efe, el activista cubano Armando Balancio acusó a Israel de haber llevado a cabo ''una acción inhumana, que desafía a la opinión pública mundial'' por haber abordado el Rachel Corrie.
''Estamos dispuestos a intentar romper el bloqueo de Gaza otra vez'', aseguró Balancio.
Los otros seis deportados son malasios. Junto a ellos viajó un indonesio, herido el lunes pasado, durante el asalto israelí al barco Mavi Marmara, en el que murieron nueve personas.
(Una mujer sostiene un cartel en el que se lee ''Bienvenidos a casa, tripulación del Rachel Corrie, nos habéis hecho estar orgullosos'' mientras espera la llegada de la Nobel de la Paz norirlandesa Mairead Corrigan-Maguire y de otros activistas al aeropuerto de Dublín, Irlanda, el lunes 7 de junio de 2010. EFE/Aidan Crawley.)

lunes, 7 de junio de 2010

Escasez



Parece que las fotografías de Fidel Castro no abundan en las editoriales españolas, y tampoco la imaginación a la hora de hacere la portada de un libro. ¿O es un simple desconocimiento del inglés?

Raúl Castro y la frontera de la eficiencia

El resultado más importante, durante estos años en que Fidel Castro ha estado ausente -públicamente y en las decisiones cotidianas- del poder en Cuba, es que el castrismo no ha terminado ni da muestras de debilitarse.
No deja de resultar asombroso que una figura que durante décadas ejerció el poder de forma tan personal pueda pasar a un aparente segundo plano y al mismo tiempo no ocurrir nada en la nación en que impuso sus criterios hasta en los aspectos más triviales.
Caben al menos dos preguntas indispensables: ¿era realmente tan personal su mandato? y ¿hasta qué punto ha dejado de ejercer un papel guía en estos años transcurridos en que se ha sabido tan poco de su padecimiento, de sus posibles recaídas -que sin duda han ocurrido-, y en que sus subalternos han proseguido con una fidelidad absoluta un guión que parecía trazado desde mucho tiempo antes, aunque mantenido en el más absoluto secreto, pese a declaraciones y advertencias conocidas?
Respecto a la primera caben pocas dudas. Fidel Castro determinó por años desde los sabores de helados hasta las diversas estrategias en la arena internacional. Fue todopoderoso y omnipresente. Cabe entonces buscar en la segunda interrogante las claves de esa limitada transición sin sobresaltos y sumamente controlada.
Lo que hemos presenciado es la conclusión de un estilo de gobierno, sin que ello implique el final de ese gobierno. Por mucho tiempo se pensó que era imposible, pero en la práctica está funcionando, aunque no se pueden descartar sorpresas.
Desde la perspectiva del exilio, a partir del 31 de julio de 2006 --con la entrega temporal del mando de Fidel Castro-- el proceso ha tendido a verse con una óptica pendular, cuando la realidad y la historia cubana tienden al círculo o a la espiral. Se han acumulados discusiones sobre dos conceptos supuestamente antagónicos: sucesión y transición. La sucesión es el legado hereditario, el paso de un monarca a otro, el feudalismo cubano en su mejor representación. La transición tiende a definirse como todo lo contrario: el paso o el salto de un sistema a otro. En este sentido, quizá mejor que hablar de transición, sería apropiado utilizar el concepto de transformación. Cuba entre la estática (sucesión) y la dinámica (transición).
Sólo que la realidad es mucho más compleja. Hemos estado asistiendo a una sucesión que es, hasta cierto punto, también una transición. Si la sucesión ya se ha producido oficialmente con la presidencia de Raúl Castro, la interrogante que continúa en pie es el alcance de los cambios, y si realmente éstos van a alcanzar la categoría de cambios estructurales,una ilusión que ha ido disminuyendo hasta casi desaparecer. De momento, la mejor definición que puede aventurarse sobre estos llamados ''cambios estructurales'' es la desaparición del ideal de igualdad, nunca alcanzado pero siempre esgrimido como razón de ser de la revolución.
Ahora ya se sabe que quienes gobiernan en la isla no pretenden que todos los ciudadanos disfruten de los mismos beneficios, ventajas e incluso privilegios. Ello implica el reconocimiento de una división social y económica entre los cubanos, que el gobierno ya no tiene miedo en admitir. Por ahora, la cuestión fundamental es que esta transformación está resultando lenta en extremo, y no cabe duda que la marcha del proceso la dictan razones políticas: hacer lo necesario para evitar cualquier peligro de inestabilidad que pueda llevar a un estallido social.
¿Le interesa al actual mandatario cubano una transición? Sí, en cuanto a lograr que el socialismo funcione. No, si ello implica una pérdida del poder o el fin del sistema que se comenzó a implantar el primero de enero de 1959.
Pero si a Raúl Castro no le interesa una transición política, enfrenta graves dificultades para lograr una transición económica. Está interesado en lograr una mayor eficiencia en la economía nacional. Pero tanto el limitado sector privado como el amplio sector de economía estatal están en manos de personas que conspiran contra esa eficiencia, por razones de supervivencia. La fragilidad de un socialismo de mercado es que su sector privado, si bien en parte está regulado por el mercado, en igual o mayor medida obedece a un control burocrático. Al mismo tiempo, ese control burocrático decide, en la mayoría de los casos, a partir de factores extraeconómicos. Políticos e ideológicos principalmente.
Raúl Castro cuenta con la enorme ventaja de que no hay fuerzas poderosas conspirando en favor de producir una transición traumática en Cuba. La isla no es Irak ni Irán, ni tiene (hasta el momento) petróleo y tampoco representa un peligro para Estados Unidos.
Sin embargo, también el gobernante cubano enfrenta la gran desventaja de que -a diferencia de la época de Fidel Castro- no cuenta con fuentes de financiamiento determinadas por factores extraeconómicos, salvo en el caso de Venezuela.
Durante el gobierno de Fidel Castro se impuso el criterio de no guiarse por una mentalidad empresarial, preocupada por el rendimiento y las ganancias, sino lograr ventajas económicas como resultado de los objetivos políticos.
Raúl Castro parece ser todo lo contrario: el hombre que quiere que ''las cosas funcionen''. Sólo que nadie sabe cómo va a lograrlo y la eficiencia continúa siendo una frontera y no una conquista.

domingo, 6 de junio de 2010

¿Torpeza o temor?


Leo hoy un titular en El Nuevo Herald: Estados Unidos pide a la UE mantener política común sobre Cuba. Bueno, lo menos que espero es encontrar una declaración del presidente Barack Obama o al menos de la secretaria de Estado Hillary Clinton. Sin embargo, el único estadounidense que aparece citado en la información es el representante Mario Díaz Balart. Lo adecuado hubiera sido titular de esta manera: congresista norteamericano o legislador estadounidense o representante cubanoamericano. Pero no. Alguien, por torpeza o por miedo, asumió que era más fácil o más grato a cierto sector del exilio cubano considerar que lo que dice uno de los hermanos Díaz Balart representa la voz de Washington.

sábado, 5 de junio de 2010

Una actitud mezquina


No tengo una afición especial por Silvio Rodríguez. Me gustan algunas de sus canciones, pero pocas. No comparto buena parte de sus criterios políticos. En más de una ocasión he criticado tanto su creaciones, como ese actuar que considero nunca ha dejado de acomodarse a las circunstancias, salvo en un inicio muy temprano.
En un primer momento pensé asistir al recital en el Carnegie Hall, pero luego lo dejé a un lado, ya que con anterioridad tenía preparado un viaje del que acabo de regresar.
Ahora, sin embargo, me arrepiento de no haber estado anoche en Nueva York.
Por lo que he visto y oído, fue un recital importante y también una ocasión única.
Lo que hace rato dejé atrás, más allá de mis “diferencias” con Silvio, es el tratar de obviarlo o el empeño de convertirlo en el argumento preferido para demostrar una actitud anticastrista. Y eso con independencia de que casi siempre las declaraciones del cantautor facilitan el no apartarse de ese rumbo cómodo del rechazo.
Quiero decir que pertenezco a la generación de Silvio, o Silvio pertenece a la mía, y es algo que hay que asumir sin miseria.
Escribo todo lo anterior para tratar de justificar un sentimiento: creo que la prensa de Miami ha tratado de forma mezquina la actuación de Silvio Rodríguez en el Carnegie Hall. Por supuesto que este comportamiento periodístico sólo contribuye a que, una vez más, quienes viven fuera de esta ciudad se lleven la idea de que este es, también, un exilio mezquino.
Me molesta mucho que este exilio, o lo que tradicionalmente se considera el exilio cubano de Miami o quienes representan y divulgan lo que por lo general se cataloga como el sentir y el pensar de esta comunidad, me traten de imponer ―a mí y a todos los llegados a Estados Unidos a partir de la década de 1980― lo que podría considerarse un modo de vida (hablar de cultura sería exagerado) tan ajeno como lo fueron en su momento los “muñequitos rusos”.
Con independencia de que estemos de acuerdo con lo que dice, Silvio vino a Nueva York y cantó un conjunto de canciones que representan una época, o dos épocas o tres, para una buena parte de los que vivimos en esta ciudad.
No se trata ahora de argumentar de que quien quisiera pudo ir a verlo, o que hay otras oportunidades para ello, en la propia Nueva York, o incluso en Orlando, un lugar mucho más cercano. Oportunidades que, por otra parte, no hay que agradecer a los cubanos que han dirigido o dirigen el gobierno y las principales instituciones y empresas de esta ciudad.
Lo que me parece infeliz es que un criterio político se imponga sobre un conjunto de vivencias. Reitero que esta sociedad permite a quienes viven en ella el poder ir más allá de una manipulación informativa, y tomar un avión o sacar un boleto para ver cualquier función. El desprecio, sin embargo, está ahí.
Desprecio hacia quienes se criaron oyendo un grupo de canciones, a los que rechazaron o incluso repudiaron más de una actitud del artista y a los que siempre les ha gustado escucharlo. Desprecio, incluso, hacia quienes ahora prefieren no oírle.
Actitudes de este tipo en Cuba son simplemente muestras de oportunismo y temor. Fuera de la isla representan algo más. Quienes en Miami, Madrid y Barcelona ―para hacer referencia a lugares donde fuentes informativas, de diversa importancia, han adoptado esta actitud mezquina, de resaltar sólo declaraciones políticas y una protesta mínima― se limitan a brindar una complacencia fácil. Reducen la función periodística a un oficio barato, y se convierten en vendedores de pacotilla.

Fans cheer as Silvio Rodriguez, of Cuba, takes a bow following his fist concert in the United States since 1979 at Carnegie Hall in New York, Friday, June 4, 2010. (AP Photo/David Goldman)

Silvio Rodríguez llena el Carnegie Hall


Esa es la noticia. Lo demás, resentimiento. Y también cobardía.

jueves, 3 de junio de 2010

La ilustración tras la barbarie

''Después de los últimos ocho años, es grandioso tener un presidente que sabe lo que es una biblioteca''.
Paul McCartney, quien recibió del presidente Barack Obama el premio Gershwin de la Canción Popular, que concede la Biblioteca del Congreso.

martes, 1 de junio de 2010

Una estrategia adecuada

La estrategia para lograr una mejor seguridad nacional, dada a conocer por el gobierno del presidente Barack Obama, no sólo presenta un enfoque más realista de la situación internacional, sino que define los límites del papel de Estados Unidos en un mundo donde la influencia de Washington se ve cada vez más limitada por las potencias emergentes.
En buena medida, ha quedado atrás la prepotencia imperial del gobierno del ex presidente George W. Bush, que utilizó la tragedia de los ataques terroristas del 2001 para imponer una política aventurera y a la larga contribuyó a hundir a este país en un profundo déficit y al mantenimiento de dos conflictos bélicos que parecen interminables.
Al no lograrse en Irak la fulminante victoria norteamericana, que una administración nacida bajo el signo del aislacionismo esperaba, y al prologarse el conflicto en Afganistán, el gobierno de Bush tuvo que abandonar el camino de imponer su voluntad a garrotazos. Esa paz a medias, de ataques diarios con explosivos y miles de muertos ―que se extendió por años en Irak y aún no ha concluido― trajo como consecuencia un deterioro aún mayor de la economía estadounidense, la cual atravesaba la pérdida de confianza más baja en una década, y por consiguiente una agudización de la crisis internacional, así como a una disminución no sólo del papel hegemónico de Washington en los asuntos mundiales, sino de la capacidad de este país para actuar de freno a las verdaderas amenazas que enfrenta el planeta.
Si se quiere señalar un culpable de la crisis económica, la inseguridad laboral y el deterioro del nivel de vida del pueblo norteamericano hay que volver la vista hacia el gobierno de Bush. Esto resulta fundamental en momentos en que políticos oportunistas lo imitan ―aunque hipócritamente no lo mencionen― y tratan de ir más lejos aún en fanatismo y engaño. La torpeza, injusticia social y arrogancia de Bush palidece ante la vocinglería de los partidarios del Tea Party.
El actual gobierno ha hecho claro que no comparte el concepto de dirigir ataques preventivos contra otros Estados, bajo el argumento simplista de que éstos representan una amenaza para este país. Aunque Obama no ha descartado de forma explícita la norma de ´´golpear primero´´, que ha sido un principio fundamental de la política norteamericana desde la guerra fría, sí se ha distanciado de esa actitud agresiva que se fundamentaba en otorgarle un papel desmedido al poder que brinda un armamento de alta tecnología.
Durante años, este país estuvo gobernado por quienes dirigían sus acciones repitiendo equivocaciones tácticas y cálculos inapropiados sobre la base de adaptar los datos existentes a su manera de pensar. Políticos y funcionarios que se comportaban como prisioneros de un concepto ideológico tan desafortunado y falso como el que llevó a los jerarcas soviéticos a pensar que el comunismo terminaría conquistando el mundo.
En vez de adaptar su estrategia a los hechos, la administración Bush hizo lo contrario: recurrió a la distorsión para que los hechos entraran en su estrategia. Consideró a las “amenazas asimétricas” —referidas a los objetivos militares no convencionales, de las cuales el ejemplo más claro son las organizaciones terroristas— como si se tratara de potencias enemigas. Recurrió a la vieja creencia norteamericana de considerar al “mal” como algo ajeno, fuera de sus fronteras.
Queda aún por ver si el aventurerismo de Bush fue un paréntesis transitorio. En tiempos de crisis económica, nada más fácil que el surgimiento de demagogos que prometen a los votantes una vuelta a una grandeza perdida o un cambio radical. Ha ocurrido en Rusia en fecha más reciente y en Alemania décadas atrás. El peligro es real para Estados Unidos, y en las elecciones legislativas de este año se comprobará cuán cerca está la nación de caer en la barbarie. Un país que se apoye sólo en la eficiencia de sus fuerzas armadas no puede fundar un nuevo orden. Ni siquiera un desorden estable.
Basta que se produzca un atentado terrorista en territorio norteamericano, algo que puede ocurrir en cualquier momento, para que cobre fuerza ―quizá de forma imparable―una tendencia política que explote los temores del ciudadano. Atrapados en la inseguridad laboral, rehenes de los pagos, las deudas y el precio de la gasolina, no somos más que víctimas propicias.

Con un mínimo de recursos, se puede infligir un enorme daño a esta nación, provocar el terror, atacar sus símbolos más visibles del poder económico y militar. No han faltado los intentos tras el 9/11. Algunos han fracasado por una coincidencia de factores que no hay que esperar siempre se produzcan. Lo aterrador no es que existan varias naciones con armas capaces de volar al mundo. Estamos acostumbrados a vivir bajo ese peligro. Lo que resulta realmente inquietante es que anden sueltos por el mundo individuos capaces de secuestrar un avión y estrellarlo contra un edificio; llenar un vehículo de bidones de combustible, fabricar una bomba casera y estacionarlo en uno de los sitios más concurridos del planeta; introducir explosivos en los zapatos o amarrarse varios cartuchos de dinamita a la cintura.
Obama ha puesto freno a la irresponsabilidad de afirmar que estamos en medio de una guerra que puede ser ganada. No repite a diario que avanzamos hacia una victoria segura. No por ello ha dejado de tomar las medidas necesarias para combatir a los fanáticos.
Las guerras las ganan los ejércitos, que derrotan a las fuerzas militares contrarias en un terreno preciso. Los terroristas ―islámicos o de cualquier tipo― no anhelan gobernar nuestras ciudades. Su objetivo es más siniestro: borrarnos del mapa o al menos doblegarnos. La paz, que es el resultado esperado en toda guerra, no es posible con ellos. Pero tampoco es posible su aniquilación total.
El terrorismo debe ser enfrentado con una estrategia más "policial" y menos "bélica". Las tácticas policiales ―con un apoyo internacional adecuado― han estado rindiendo mejores resultados que el empecinamiento en ataques injustificados. La lucha debe estar encaminada a lograr que cada vez resulten más difíciles, y también "menos rentables", el empleo de suicidas, las bombas indiscriminadas y los atentados a civiles. El gobierno de Obama está utilizando la estrategia correcta. Sólo necesita tiempo para desarrollarla.

La comezón del exilio revisitada

A veces en el exilio a uno le entra una especie de comezón, natural y al mismo tiempo extraña: comienza a manifestar un anticastrismo elemen...