Cuando años atrás las cazuelas sonaron en Buenos Aires, en horas barrieron con el gobierno de Fernando de la Rúa. No ha sucedido lo mismo en la Venezuela de Hugo Chávez, donde las protestas han indicado un grado de desacuerdo con el mandatario a veces creciente, pero sin llegar al grado de una revuelta popular.
En La Habana, sin embargo, las marchas de las Damas de Blanco han logrado una amplia difusión en la prensa extranjera, pero también la incapacidad de la población de la isla para apoyar una queja y convertirla en un reclamo masivo. A esta ciudadanía que aún permanece en calma van dirigidos los actos de repudio, las contramanifestaciones, los golpes, los insultos y las obscenidades.
Varios factores conspiran para que en Cuba no ocurra lo que sucede en Argentina y Venezuela. El primero es que ya ocurrió y la represión fue total, durante los primeros años del proceso revolucionario. El segundo es que más allá de las simples turbas controladas que de nuevo se han visto en acción en los últimos días, el régimen cuenta con tropas adiestradas y vehículos antimotines, listos para poner fin a cualquier manifestación popular. A ello se une la existencia de una fuerza paramilitar, que ha demostrado su rapidez y capacidad represora en otras ocasiones.
Pero otro importante factor que demora o impide un movimiento espontáneo de protesta masiva es la apatía y desmoralización de la población. La inercia y la falta de esperanza de los habitantes del país. Su falta de fe en ser ellos quienes produzcan un cambio. El gobierno de los hermanos Castro ha matado --o al menos adormecido-- el afán de protagonismo político, tan propio del cubano, en buena parte de los residentes de la isla.
Hay, sin embargo, un temor creciente, por parte del gobierno cubano, de que un estallido popular pueda ocurrir. La táctica del silencio, utilizada en otras ocasiones, de ignorar las actividades de la disidencia, ha sido sustituida por una campaña nacional e internacional para desvirtuar el conjunto de actos y protestas por la muerte del disidente preso Orlando Zapata y la huelga de hambre y sed del psicólogo y periodista Guillermo Fariñas.
Como en otras ocasiones, La Habana enmascara la situación. Sólo en la gramática universal de la infamia se puede llamar ''campaña mediática contra Cuba'' a la denuncia de los abusos contra mujeres indefensas, muchas de ellas de edad avanzada, y la tozudez e intransigencia a las peticiones de varios opositores pacíficos y prisioneros de conciencia.
El no ceder una pulgada, el no admitir siquiera la necesidad de reconsiderar una política de represión feroz que no admite la menor disidencia, no es algo nuevo en Cuba. Ello no exime a esa actitud de ser una muestra de debilidad del sistema.
En gran medida, esa debilidad es consecuencia de los tres pilares en que se fundamenta el gobierno cubano: represión, escasez y corrupción.
El exigir una posición incondicional es abrir la puerta a oportunistas de todo tipo, quienes a su vez se desarrollan gracias a la escasez generalizada.
Si La Habana admitiera un mínimo de cordura, y diera muestras de superar el encasillamiento que ha mantenido por décadas, el peligro de un estallido social disminuiría. De lo contrario, lo único que hace es alimentarlo a diario.
Mientras el gobierno cubano se empeñe en definir su estrategia entre la apatía y la violencia, corre un peligro permanente de caos e ira que hasta el momento ha podido controlar, pero no se sabe hasta cuándo.
Si ha resultado una táctica errónea e inhumana el intentar utilizar un agravamiento general de la situación económica como detonante social -ya sea mediante el embargo, las restricciones al envío de remesas y los viajes familiares-, es igualmente irracional, y un ejemplo de afán desmedido de poder, el no ceder un ápice en las libertades y garantías ciudadanas.
Detrás de este control extremo, que no permite manifestación alguna de los derechos humanos, hay un fin mezquino. El mantenimiento de una serie de privilegios y prebendas. La represión política actúa como un enmascaramiento de una represión social que ha penetrado toda la sociedad. En última instancia, el régimen sabe que el peligro mayor no es la posibilidad de que la población se lance a la calle pidiendo libertades políticas, sino expresando sus frustraciones sociales y económicas.
De producirse un estallido social en Cuba, el régimen lo reprimirá con firmeza. No hacerlo sería la negación de su esencia y su fin a corto plazo. Imposible no usar la violencia. En cualquier caso lleva las de perder. La habilidad del gobierno castrista radica en evitar las situaciones de este tipo. El ``maleconazo'' de 1994 logró sortearlo con una avalancha de balsas hacia la Florida. Esa salida está agotada.
La represión en su forma más desnuda -arrestos y muertos- no conlleva necesariamente el inmediato fin de un régimen totalitario, pero en el peor de los casos lo tambalea frente a un precipicio. Ningún dictador tiene a su alcance un manual que lo guíe, sino ejemplos aislados: los hay tanto de supervivencia, el caso de China, como de desplome, el de Rumania. El régimen de La Habana cuenta con una sagacidad a toda prueba. Pero, ¿por qué empeñarse en creer que es invencible?
En La Habana, sin embargo, las marchas de las Damas de Blanco han logrado una amplia difusión en la prensa extranjera, pero también la incapacidad de la población de la isla para apoyar una queja y convertirla en un reclamo masivo. A esta ciudadanía que aún permanece en calma van dirigidos los actos de repudio, las contramanifestaciones, los golpes, los insultos y las obscenidades.
Varios factores conspiran para que en Cuba no ocurra lo que sucede en Argentina y Venezuela. El primero es que ya ocurrió y la represión fue total, durante los primeros años del proceso revolucionario. El segundo es que más allá de las simples turbas controladas que de nuevo se han visto en acción en los últimos días, el régimen cuenta con tropas adiestradas y vehículos antimotines, listos para poner fin a cualquier manifestación popular. A ello se une la existencia de una fuerza paramilitar, que ha demostrado su rapidez y capacidad represora en otras ocasiones.
Pero otro importante factor que demora o impide un movimiento espontáneo de protesta masiva es la apatía y desmoralización de la población. La inercia y la falta de esperanza de los habitantes del país. Su falta de fe en ser ellos quienes produzcan un cambio. El gobierno de los hermanos Castro ha matado --o al menos adormecido-- el afán de protagonismo político, tan propio del cubano, en buena parte de los residentes de la isla.
Hay, sin embargo, un temor creciente, por parte del gobierno cubano, de que un estallido popular pueda ocurrir. La táctica del silencio, utilizada en otras ocasiones, de ignorar las actividades de la disidencia, ha sido sustituida por una campaña nacional e internacional para desvirtuar el conjunto de actos y protestas por la muerte del disidente preso Orlando Zapata y la huelga de hambre y sed del psicólogo y periodista Guillermo Fariñas.
Como en otras ocasiones, La Habana enmascara la situación. Sólo en la gramática universal de la infamia se puede llamar ''campaña mediática contra Cuba'' a la denuncia de los abusos contra mujeres indefensas, muchas de ellas de edad avanzada, y la tozudez e intransigencia a las peticiones de varios opositores pacíficos y prisioneros de conciencia.
El no ceder una pulgada, el no admitir siquiera la necesidad de reconsiderar una política de represión feroz que no admite la menor disidencia, no es algo nuevo en Cuba. Ello no exime a esa actitud de ser una muestra de debilidad del sistema.
En gran medida, esa debilidad es consecuencia de los tres pilares en que se fundamenta el gobierno cubano: represión, escasez y corrupción.
El exigir una posición incondicional es abrir la puerta a oportunistas de todo tipo, quienes a su vez se desarrollan gracias a la escasez generalizada.
Si La Habana admitiera un mínimo de cordura, y diera muestras de superar el encasillamiento que ha mantenido por décadas, el peligro de un estallido social disminuiría. De lo contrario, lo único que hace es alimentarlo a diario.
Mientras el gobierno cubano se empeñe en definir su estrategia entre la apatía y la violencia, corre un peligro permanente de caos e ira que hasta el momento ha podido controlar, pero no se sabe hasta cuándo.
Si ha resultado una táctica errónea e inhumana el intentar utilizar un agravamiento general de la situación económica como detonante social -ya sea mediante el embargo, las restricciones al envío de remesas y los viajes familiares-, es igualmente irracional, y un ejemplo de afán desmedido de poder, el no ceder un ápice en las libertades y garantías ciudadanas.
Detrás de este control extremo, que no permite manifestación alguna de los derechos humanos, hay un fin mezquino. El mantenimiento de una serie de privilegios y prebendas. La represión política actúa como un enmascaramiento de una represión social que ha penetrado toda la sociedad. En última instancia, el régimen sabe que el peligro mayor no es la posibilidad de que la población se lance a la calle pidiendo libertades políticas, sino expresando sus frustraciones sociales y económicas.
De producirse un estallido social en Cuba, el régimen lo reprimirá con firmeza. No hacerlo sería la negación de su esencia y su fin a corto plazo. Imposible no usar la violencia. En cualquier caso lleva las de perder. La habilidad del gobierno castrista radica en evitar las situaciones de este tipo. El ``maleconazo'' de 1994 logró sortearlo con una avalancha de balsas hacia la Florida. Esa salida está agotada.
La represión en su forma más desnuda -arrestos y muertos- no conlleva necesariamente el inmediato fin de un régimen totalitario, pero en el peor de los casos lo tambalea frente a un precipicio. Ningún dictador tiene a su alcance un manual que lo guíe, sino ejemplos aislados: los hay tanto de supervivencia, el caso de China, como de desplome, el de Rumania. El régimen de La Habana cuenta con una sagacidad a toda prueba. Pero, ¿por qué empeñarse en creer que es invencible?
22 comentarios:
Totalmente de acuerdo excepto dos matizaciones. La campaña mediatica contra Cuba, ni es campaña, ni es contra Cuba, son información contra un regimen dictatorial.
la segunda matización cuando usted dice que el regimen es "sagaz" eso no es cierto. El regimen es "cruel", la sagacidad implica un cierto nivel de inteligencia y cultura, que este regimen carece en absoluto.
Armengol, estoy de acuerdo en lo fundamental con su enfoque. Sin embargo, posiblemente a causa de su larga ausencia de la isla, usted no consigue penetrar la psicologia colectiva del cubano residente alli, las claves de su supervivencia diaria, que explican por que no se lanzan a la calle. El primer factor, a mi juicio, es la ausencia del factor moral entre los lideres de la disidencia "tradicional" y los mas jovenes. La revolucion cubana se sustenta en principios morales y sociales que, ante los ojos de la gran mayoria de los cubanos que viven alli, no han sido desmontados por una "oposicion" fragmentada, y tan corrupta en su esencia como uno de los pilares de la revolucion que usted senhala. A los ojos de la mayoria, la disidencia no tiene un proyecto creible, mas alla de alcanzar el poder politico o al menos una cierta representatividad. Puede alguno de estos proyectos ofrecer lo mismo o mas que en su momento la Revolucion les dio? Hasta ahora, no. Un segundo factor, que no por repetido hasta el cansancio deja de tener validez y gran peso, es el hecho de que tanto la extrema izquierda de Cuba como la extrema derecha de Miami, quizas por ser ambos extremos, juegan a la contraposicion constante en un juego de intereses macabro. Frente a esto, conviene no subestimar la considerable capacidad de los cubanos en la isla para entender que en este juego ellos no tienen nada que ganar. En tercer lugar, es un error suponer que el regimen no tiene capacidad de maniobra mas alla de la represion abierta o encubierta. Dispone de recursos humanos y materiales suficientes para neutralizar de formas variadas (y creativas) todo intento serio de disputarles el poder, desde el ninguneo de la disidencia (que llego a la abulia criminal del caso Zapata), como a su capacidad de fabricarse a si misma una oposicion, firme en la superficie, pero docil a sus intereses. En este sentido el regimen cubano es unico: puede darse el lujo de fabricarse sus propios opositores, a los que usa de caballos de batalla contra los otros. Cual oposicion es real y cual es manipulada es algo dificil de decir ahora, pero el pueblo "se huele" algo raro con estos presos y estas esposas tan abiertamente beligerantes, con estos bloggers tan ruidosos a los que sin embargo el gobierno permite actuar con mas o menos dificultades. Tiene usted razon en que el hambre y la frustracion puede desencadenar estallidos como el maleconazo, pero tambien es claro que el gobierno aprendio su leccion y ensaya nuevas formas, como por ejemplo lo que ocurre en Santiago de Cuba en estos dias, con un nuevo secretario del Partido que ha creado la ilusion (y alguna realidad tambien) de que se puede vivir mejor dentro del sistema, con los metodos del sistema, inclusive en una provincia tan devastada economicamente como Santiago. Las cosas no son tan sencillas, ni hay que subestimar a esa masa que asiste como espectador a los vaivenes del fin de una epoca.
Este comentario de Armengol me ha parecido de lo mas acabados y objetivos que ha hecho.
Saludos
ESTIMADO ARMENGOL
YA COMPRENDO PORQUE TE TOMAS TANTAS VACACIONES
SIMPLEMENTE CUANDO REGRESAS ....ERES GENIAL
ME PARECE EXCELENTE EL ANALISIS QUE REALIZAS DE LA GERONTOCRACIA DICTATORIAL , DEMENCIAL Y ASESINA QUE DESGOBIERNA A LA ISLA CAUTIVA
Esto si que es objetivo, y una buena noticia sobre Cuba, que parece , según algunos "el puro infierno"
Calle 13 revienta el malecón de La Habana
Más de 200.000 personas que conocían todos sus éxitos asistieron al concierto del grupo puertorriqueño
MAURICIO VICENT - La Habana - 24/03/2010
Todo el mundo lo esperaba y así sucedió: Calle 13 reventó el malecón de La Habana. Más de 200.000 personas moviéndose, cantando, brincando como trastornadas. No importó que la mar estuviera picada, ni las críticas de Miami, ni tampoco la sobada polémica - ya cansa- que irrumpe cada vez que un artista famoso se presenta en Cuba. El dúo puertorriqueño integrado por René Pérez, Residente, y Eduardo Cabra, Visitante, arrasó ante un auditorio jovencísimo que conocía cada uno de sus guiños provocadores y todos sus éxitos, y eso pese a las limitaciones cubanas.
Calle 13 actúa en La Habana tras dos años de espera
Calle 13: "Vamos a decirle a Shakira que venga a mover sus caderas al malecón"
Cuba
A FONDO
Capital: La Habana.
Gobierno:República comunista.
Población:11,423,952 (est. 2008)
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"En el mundo hay gente bruta y astuta/ Hay vírgenes y prostitutas/ Ricos, pobres, clase media / Cosas bonitas y un par de tragedias..." La letra de Nadie como tú fue la primera, y luego vinieron las demás en cascada. En un momento, apenas comenzando, Residente hizo subir a 10 mamis a la tarima. Mientras él cantaba aquello de "Se vale todo en este sándwich de salchicha", las mulatonas lo apretujaban y no dejaban de batir el palmito. Mucho sofoco, cero ideología. Como la vida.
Las canciones de Calle 13 y las del popular trovador cubano Kelvis Ochoa, que fue el anfitrión del concierto, trajeron a primer plano un debate que ya es viejo y que muchos querrían zanjar. Puede resumirse en tres cuestiones.
La primera es si, en la actual coyuntura política, deben presentarse en Cuba artistas de fama internacional, como lo hizo el año pasado un grupo de músicos encabezados por el colombiano Juanes. En segundo lugar, determinar de una vez por todas si la música y los intercambios artísticos deben estar por encima de la ideología, o viceversa. Tercero, y lo más importante, si los jóvenes cubanos tienen derecho a disfrutar de espectáculos como el de ayer; o dicho de un modo más crudo, sí alguien tiene moral para negarles este "privilegio" por el hecho de vivir en un país donde gobierna un presidente de apellido Castro.
Lo sucedido en el malecón de La Habana, como lo ocurrido en septiembre en la Plaza de la Revolución con el concierto de Juanes, supuso un éxito rotundo para los defensores del intercambio y la tolerancia, aunque persistan otras intolerancias y manipulaciones.
Desde luego, Calle 13 estaba ganado para la causa del contacto... Y también los jóvenes que ayer se movieron enchufados por el ritmo y las letras urbanas del dúo puertorriqueño, que actuó acompañado por una decena de sus músicos, vestidos con camisetas de la selección nacional cubana de béisbol.
La víspera, Rene Pérez había sido muy claro en sus pretensiones: ojala el concierto se convierta en un "puente" y sirva para que a otros músicos se les quite "la cagazón" y se presenten en la isla, dijo. "Vamos a hablar con nuestra amiga Shakira para que venga a mover sus caderas al malecón, a ver quien las mueve mejor", bromeó.
Frente la Oficina de Intereses de Estados Unidos, en la Tribuna Antiimperialista construida en el paseo marítimo, Calle 13 puso a bailar hip hop y regatón a miles de cubanos muy jóvenes y ya saturados de tanta política. El jueves, con el eco todavía caliente del concierto en Habana, el grupo actuará en el Miami Arena, a 90 millas, tan cerca y a la vez tan lejos de este público ávido de puentes y cosas nuevas.
Los comentarios, tanto los contenidos en el trabajo de Armengol como el del Anónimo que escribió esa breve reseña, señalándole algunas fisuras al comentario de Armengol respecto al conocimiento de la psicología del cubano, me parecen muy buenos. Pero ambos han pasado algo por alto (sobre todo el análisis de los factores que hace Anónimo explicando el por qué los cubanos no se lanzan a la calle). Y lo que han pasado por alto creo que tiene una enorme importancia. Un enorme número de cubanos han crecido defendiendo los ideales de la revolución, enfrentados a mil y una dificultad generadas por un enemigo muy poderoso (este elemento ha sido debida y oportunamente utilizado por el gobierno y el partido). La gente que sale a enfrentar a las damas no responde, en la mayoría de los casos, a la “turba” de policías disfrazados de ciudadanos que quiere presentar la prensa derechista de la que se hacen eco los recalcitrantes del exilio. Estas personas se montaron hace muchísimo tiempo en un caballo del que, al final, esperan los conduzca a vivir con una calidad de vida mejor que el capitalismo (sin que deje de sorprender su capacidad de resistencia por tantos años a las terribles situaciones por las que han pasado).
Y aunque es verdad que muchos dejaron la cabalgadura y engrosaron las filas de los exiliados (incluso muchos de los fieles fervientes de la revolución que ahora hacen dinero fuera), no es menos cierto que muchos, muchísimos, siguen empeñados apostando a su caballo. Por otra parte, Anónimo no menciona a la crápula que se esconde en un exilio de gente que, viviendo bien a costa de su "lucha" por la libertad de Cuba, ha representado un factor también decisivo en que un buen número de cubanos, a pesar de todas las vicisitudes y tribulaciones vividas en estos más de 50 años de dificultades de todo tipo, no sólo no salgan a la calle a apoyar a damas de blanco o de verde, sino que salen a hacerlas leña si pueden (pues las vinculan con ese exilio desvergonzado). Un exilio que no se desvincula de terroristas como Posada y lo considera su héroe no cala en el sentimiento de la gran mayoría de cubanos. Sólo causan más simpatía aquellos que denuncian las atrocidades cometidas por gente sin entraña como Posada, pero sólo ofrecen eso a cambio. Ningún programa válido y creíble.
Lo que quiero decirles es que pensar que el castrismo se sostiene por artimañas del gobierno usando la represión como arma fundamental es una falacia. Completamente de acuerdo con Anónimo cuando expresa: "La revolución cubana se sustenta en principios morales y sociales que, ante los ojos de la gran mayoría de los cubanos que viven allí, no han sido desmontados por una "oposición" fragmentada, y tan corrupta en su esencia como uno de los pilares de la revolución que usted señala." A lo que añado: tampoco han sido desmontados por un exilio fragmentado y llenos de vivebiens que están lejos de representar las aspiraciones o valores del pueblo cubano.
No penséis que el asunto es temor de los cubanos a la represalia como muchos alegan. Los cubanos siempre han luchado y lo han hecho bien. De manera que, para acabar con la revolución es imprescindible que desaparezca el exilio vergonzante (los que quieren matar a Formell y a Rosita Fornés, cuando van a actuar a Miami o a Juanes por cantar en Cuba, los que hablan de que ojalá Cuba sufra un terremoto y desaparezca en las aguas del Caribe). Ese exilio, paradójicamente, es el apoyo más grande que ha tenido la revolución en estos 50 años. Y si se hace un proyecto nuevo del exilio, por favor, que lo hagan los cubanos, sin interferencia de la gran potencia, pues de lo contrario, volvemos al descrédito.
Oye Armengol, yo pensaba que eras más serio. Publicar:
"...y la huelga de hambre y sed del psicólogo y periodista Guillermo Fariñas." Sin sonrojarte te demerita mucho. ¿O es que no sabes que un ser humano normalmente al cuarto día de no beber agua está muerto? Quizá en casos excepcionales pueda llegar a los 10 días, pero ¡28!. No jorobes, no te hagas eco de las mentiras. Ni siquiera alguien tan avezado y experto en la realización de huelgas de hambre, como es el caso de Fariñas (ha realizado más de 20) le hes posible soportar ese tiempo sin beber. Creo, de verdad, que después que la luces se apagan, tiene a su disposición un buen sandwich y, por qué no, una Coke.
Magnifico el segundo comentario que hizo el lector al articulo de Armengol. Yo tengo 37 anos, soy Medico Graduado en Cuba, trabaje 5 anos como Medico de Atencion Primaria, razon por la cual tuve la oportunidad de interactuar directamente con todos los estratos sociales y me parece una reflexion muy aguda y fina de la psicologia del cubano sobre todo en los ultimos 10 a 15 anos. No digo que este acuerdo en todo pero la persona que hizo segundo comentario utilizo un sentido comun y un pragmatismo envidiable. Este tipo de comentaristas son los que se necesitan aun cuando no estemos de acuerdo.
Gracias
Sergio
Después de haber leído dos comentarios laudatorios del segundo comentario, he vuelto a leerlo, para intentar ver lo que yo no había visto y otros sí. Que era lo que se me había escapado.
Este comentarista lo que dice entre otras cosas es que: la Revolución cubana se sustenta en principios morales y sociales (tiene guasa que diga eso de un régimen donde no existe libertad), que la oposición es tan “corrupta” (como la Revolución), que la disidencia “no tiene proyecto creíble”, “mas allá de alcanzar el poder político”, que estos proyectos (disidencia) no puede ofrecer lo “mismo que la Revolución les dio”, y por último la guinda del pastel, esto sí que no tiene desperdicio “el pueblo se huele algo raro con estos presos y estas esposas tan abiertamente beligerantes”
Esto es lo que dice y dos le dan la razón. No tiene ninguna palabra de consuelo para los que están dando su vida en las cárceles ni para sus familias, sino todo lo contrario los denigra “el pueblo se huele algo raro con estos presos”
Y todavía le dan la razón. Me pregunto muy seriamente si los cubanos son inteligentes.
Unos hablan de miles de personas, otros de 200 mil, medio millón o más. En lo que sin dudas toda la prensa coincide es en que Calle 13 arrebató a los cubanos en un concierto que por su intensidad nada tuvo que envidiarle, a pesar de su constelación de estrellas, al de Paz sin Fronteras organizado por Juanes en la Plaza de la Revolución, en septiembre del 2009.
Después de todo, hay que agradecerle al gobierno de Estados Unidos sus restricciones de permiso para viajar a Cuba, porque si en aquella ocasión Calle 13 hubiera cantado en la Habana, su enorme talento se hubiera perdido entre una gama de estilos y figuras que casi nada tenían que ver una con la otra.
Esta vez Calle 13 se cogió a Cuba para sí sola y luego de que el joven sonero cubano Kelvis Ochoa les calentara la pista durante casi una hora, en el escenario de la Tribuna Antimperialista de La Habana, irrumpió esa máquina de hacer música puertorriqueña para poner a temblar a una Habana mayormente conformada por jóvenes seguidores de lo que se conoce como música urbana.
Pero no solo Calle 13 hechizó a los jóvenes cubanos, también lo hizo con asistentes de otras edades y gustos, gracias a la fusión de géneros con que esa agrupación adorna su base de regueton y hip hop.
Más allá del carisma de Residente, quien enseguida, como también coincide toda la prensa, se conectó con esta ala del pájaro con su "cubano" desenfado en la escena, la batería musical de Calle 13 se lució en descargas de jazz, zambas brasileñas y otros motivos de la música latinoamericana que satisficieron las preferencias más disímiles y exigentes.
A los únicos que no les gustó el rumbón que Calle 13 ofreció en La Habana fue al músico de origen cubano Willi Chirino y al empresario Emilio Estefan, para quienes, según dijeron, Calle 13 hacían mal en cantar en Cuba "sin darse cuenta de que el Gobierno de ese país no respeta los derechos humanos".
"(Residente) Es un muchacho que parece que tiene inteligencia, que ésta le dé para darse cuenta que están atando a una isla donde estamos viendo fotografías en las que están maltratando a mujeres", dijo Estefan, el capo de la música latina en Miami.
Por su parte Chirino consideró "una hipocresía muy grande ir a Cuba y decir que él es un hombre libre y que hace lo que quiera, que canta donde quiera y que se expresa donde quiera... y asociarse con un Gobierno que precisamente no permite esos derechos”.
Sin embargo, la razón real de estas críticas es otra. Residente y visitante no solo se reunieron en La Habana con los familiares de los Cinco héroes cubanos, prisioneros en Estados Unidos por luchar contra el terrorismo, sino que además recordaron durante su visita el crimen aún impune del cubano residente en Puerto Rico, Carlos Muñiz Varela.
A Muñiz Varela, los “libres” terroristas de Miami, hechos de la misma estirpe "humanitaria" de a quienes enfrentaban los Cinco, lo asesinaron a balazos por el simple hecho de querer mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba y hacer posible que los cubanos, del llamado exilio, pudieran viajar libremente a su país.
Sobre su cadáver y sus "democráticos" asesinos ni Estefan ni Chirino han dicho jamás una palabra ni nunca han organizado, para protestar contra ese crimen, ninguna conga.
Carlitos tenía solamente 26 años, cuando dos balas de calibre 45 le arrebataron la vida. Aquel sábado, 28 de abril de 1979, conducía su automóvil por la avenida California en el barrio de Guaynabo de San Juan de Puerto Rico. Iba en camino a la casa de su mamá, cuando de repente sintió el fuerte ramalazo de otro carro que le pegó por detrás. El vehículo se posicionó a su lado, y los asesinos le dispararon varias veces. Una bala le penetró la cervical, causando que Carlos perdiera el control. Su auto se fue contra una banqueta, y se volcó. Uno de los asesinos se bajó, y le disparó a quemarropa. La bala fatal le penetró la frente y le destrozó el cerebro. Carlos llegó muerto al hospital.
Los asesinos de Carlos Múñiz Varela gozan de 31 años de impunidad. Protegidos por el gobierno de los Estados Unidos, confían que el FBI no contará lo mucho que sabe. El hijo de Carlos (también llamado Carlos Múñiz) dijo el año pasado que “el FBI sabe sobre los autores intelectuales del crimen y no han tomado acción”. Y el ex gobernador de Puerto Rico, le solicitó al FBI que le entregaran al Departamento de Justicia las pruebas que tienen sobre la conspiración del asesinato de Carlos. El silencio del FBI dice mucho.
Calle 13 se gozó La Habana. El concierto comenzó a la hora prevista –cosa rara– y terminó más tarde de lo pactado, cuando a la gente le dio gana, como debe ser.
René Pérez “Residente” y Eduardo Cabra “Visitante” –sus alias responden a la identificación que les daban los custodios de la urbanización en que vivían– fueron sorprendidos por más de medio millón de habaneros que a media tarde proclamaron el “hasta aquí las clases” y abandonaron aulas y horario laboral o lo que fuera, para hacerlos cantar hasta la noche.
En escena los acompañó PG-13, hermana de Eduardo, antes conocida como Ileana quien, con sus bailes y su poderosa voz, embobeció a más de uno, a más de una, a más de mil…
La gente los esperaba desde el verano –cuando el concierto de Juanes, y el Departamento de Estado yanqui no les permitió asistir–, y luego en el invierno volvieron otra vez a quedarse con las ganas, porque de nuevo les negaron el permiso norteamericano para viajar a Cuba. Finalmente lo lograron en esta primavera a la cubana, con este clima delicioso de ni frío ni calor, pese al sol quemando el malecón de la ciudad.
A sus espaldas estaba el edificio que alberga la Oficina de Intereses de los Estados Unidos, hacia donde Residente señaló para dedicarles el tema “Querido FBI”.
Por Atilio Borón
Publicado en Página 12 (Argentina)
La “prensa libre” de Europa y las Américas --esa que mintió descaradamente al decir que existían armas de destrucción masiva en Irak o que calificó de “interinato” al régimen golpista de Micheletti en Honduras-- ha redoblado su feroz campaña en contra de Cuba. El pretexto para este relanzamiento fue el fatal desenlace de la huelga de hambre de Orlando Zapata Tamayo, potenciado ahora por idéntica acción iniciada por Guillermo Fariñas Hernández. Como es bien sabido, aquél fue (y sigue siendo) presentado por esos “medios de desinformación de masas” como un “disidente político” cuando en realidad era un preso común reclutado por los enemigos de la revolución para sus proyectos subversivos. El caso de Fariñas Hernández no es exactamente igual, pero aún así guarda algunas similitudes y profundiza una discusión que es imprescindible dar con toda seriedad.
Primero, hay que recordar que estos ataques tienen una larga historia que comienza el 17 de Marzo de 1960 cuando el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos aprobó el “Programa de Acción Encubierta” contra Cuba propuesto por el Director de la CIA, Allen Dulles. Parcialmente desclasificado en 1991, ese programa identificaba cuatro cursos principales de acción, siendo los dos primeros “la creación de la oposición” y el lanzamiento de una “poderosa ofensiva de propaganda” para robustecerla y hacerla creíble. Más claro imposible. Tras el estruendoso fracaso de esta iniciativa George W. Bush crea dentro del propio Departamento de Estado una comisión especial para promover el “cambio de régimen” en Cuba, eufemismo utilizado para no decir “promover la contrarrevolución”. El primer informe de esa comisión, publicado en 2004, tenía 458 páginas y allí se explicitaba con gran minuciosidad todo lo que se debía hacer para introducir una democracia liberal, respetar los derechos humanos y establecer una economía de mercado en Cuba. Para viabilizar este plan se asignaban 59 millones de dólares por año (más allá de los que se destinarían por vías encubiertas), de los cuales 36 millones estarían destinados, según la propuesta, a fomentar y financiar las actividades de los “disidentes”. Para resumir, lo que la prensa presenta como una noble y patriótica disidencia interna parecería más bien ser la metódica aplicación del proyecto imperial diseñado para cumplir el viejo sueño de la derecha norteamericana de apoderarse definitivamente de Cuba.
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San Cristóbal, 23 Mar. ABN.- Rosalba Molina García, de 65 años de edad, militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), fue asesinada en el interior de su residencia, ubicada en la avenida Carabobo, de San Cristóbal, estado Táchira.
La occisa cursaba Estudios Jurídicos en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) de la entidad.
El subdirector del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), Efrén López, dijo que 'dos sujetos desconocidos ingresaron a la residencia de Molina, propinándole múltiples disparos”.
“Por las circunstancias que rodean el hecho puede tratarse de una muerte por encargo. Las investigaciones apuntan a que pudo haber alguien interesado en matar a la dirigente psuvista, sin embargo, no se descartan otras hipótesis”, precisó López.
Expresó el jefe policial que es prematuro hablar de sicariato.
“Con las investigaciones no sólo se persigue dar con los autores materiales, sino también con el intelectual, sí lo hay, y demostrar su responsabilidad”, agregó.
Los funcionarios de la Brigada Contra Homicidios del CICPC se encargaron de hacer las experticias de rigor en la escena del crimen y de colectar evidencias de interés criminalístico.
Aunado a ello, los investigadores recabaron valiosa información sobre la pareja de homicidas, quienes fueron vistos por varios testigos en el momento en que abandonaban la escena del crimen.
Consultado acerca de los otros cuatros asesinatos de dirigentes del PSUV en la entidad, en los últimos dos meses, informó que “en relación a la muerte de Jorge Enrique Medina, ocurrido el pasado 13 de marzo, en San Antonio del Táchira, las investigaciones están bastante adelantadas”.
Dijo que en las próximas horas se estarán ordenando “las boletas de captura de dos personas involucradas directamente en dicho homicidio”.
Respecto al asesinato de Cirilo Rubio, jefe de Transporte de la Alcaldía de Fernández Feo, expresó que “ya se manejan los nombres de algunos de los involucrados en la acción delictiva”.
En cuanto a la muerte de la pareja, Celedonio Enrique Jiménez y su esposa Lucy América Díaz, en hecho suscitado también en el municipio Bolívar, indicó que las investigaciones están adelantadas.
Precisó que la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) aprehendió este fin de semana, a un sujeto que puede guardar relación con el crimen de esta pareja.
Por Atilio Borón(2)
Segundo: ¿qué se entiende por “disidentes políticos”? El Diccionario de Política de Norberto Bobbio define al disenso como “cualquier forma de desacuerdo sin organización estable y, por tanto, no institucionalizada, que no pretende sustituir al gobierno en funciones por otro, y tanto menos derribar el sistema político vigente. (pp. 567-568) Más adelante señala que existe un umbral el que, una vez traspasado, convierte al disenso, y a los disidentes, en otra cosa. En la extinta Unión Soviética dos de los más notables disidentes políticos, y cuyo accionar se ajusta a la definición arriba planteada, fueron el físico Andrei Sakharov y el escritor Alexander Isayevich Solzhenitsyn; Rudolf Bahro lo fue en la República Democrática Alemana; Karel Kosik, en la antigua Checoslovaquia; en los Estados Unidos sobresalió, al promediar el siglo pasado, Martin Luther King; y en el Israel de nuestros días Mordekai Wanunu, científico nuclear que reveló la existencia del arsenal atómico en ese país y por lo cual se lo condenó a 18 años de cárcel sin que la “prensa libre” tomara nota del asunto.
La disidencia cubana, a diferencia de lo ocurrido con los ya nombrados, se encuadra en otra figura jurídica porque su propósito es subvertir el orden constitucional y derribar al sistema. Además, y este es un dato esencial, quiere hacerlo poniéndose al servicio de una potencia enemiga, Estados Unidos, que hace medio siglo agrede por todos los medios imaginables a Cuba. Quienes reciben dinero, asesoría, consejos, orientaciones de un país objetivamente enemigo de su patria y actúan en congruencia con las intenciones imperiales de precipitar un “cambio de régimen”, ¿pueden ser considerados como “disidentes políticos”?
Para responder olvidémonos por un momento de las leyes cubanas y veamos lo que establece la legislación comparada. La Constitución de Estados Unidos en su Artículo III, Sección 3 dice que “El delito de traición contra los Estados Unidos consistirá solamente en tomar las armas contra ellos o en unirse a sus enemigos, dándoles ayuda y facilidades.” La sanción que merece este delito puede llegar hasta la pena de muerte, como ocurrió en 1953 con el matrimonio de Julius y Ethel Rosenberg, enviados a la silla eléctrica acusados de traición a la patria por haberse supuestamente “unido a sus enemigos” revelando los secretos de la fabricación de la bomba atómica a la Unión Soviética. En el caso de México el Código Penal califica en su artículo 123 como delitos de traición a la patria una amplia gama de situaciones como realizar “actos contra la independencia, soberanía o integridad de la nación mexicana con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero; tomar parte en actos de hostilidad en contra de la nación … a las órdenes de un estado extranjero o cooperar con este en alguna forma que pueda perjudicar a México; reciba cualquier beneficio, o acepte promesa de recibirlo, con en fin de realizar algunos de los actos señalados en este artículo; acepte del invasor un empleo, cargo o comisión y dicte, acuerde o vote providencias encaminadas a afirmar al gobierno intruso y debilitar al nacional.” La penalidad prevista por la comisión de estos delitos es, según las circunstancias, de cinco a cuarenta años de prisión. La legislación argentina establece en el artículo 214 de su Código Penal que “Será reprimido con reclusión o prisión de diez a veinticinco años o reclusión o prisión perpetua y en uno u otro caso, inhabilitación absoluta perpetua, siempre que el hecho no se halle comprendido en otra disposición de este código, todo argentino o toda persona que deba obediencia a la Nación por razón de su empleo o función pública, que tomare las armas contra ésta, se uniere a sus enemigos o les prestare cualquier ayuda o socorro.”
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Por Atilio Borón(final)
No es necesario proseguir con esta somera revisión para comprender que lo que la prensa del sistema denomina disidencia es lo que en cualquier país del mundo --comenzando por Estados Unidos sería caratulado lisa y llanamente como traición a la patria, y ninguno de los acusados jamás sería considerado como un “disidente político.” En el caso de los cubanos, la gran mayoría (si no todos) están incursos en ese delito al unirse a una potencia extranjera que está en abierta hostilidad contra la nación cubana, recibir de sus representantes --diplomáticos o no-- dinero y toda suerte de apoyos logísticos para destruir el orden creado por la revolución. No sería otra la actitud que adoptaría Washington si un grupo de sus ciudadanos estuviera recibiendo recursos de una potencia extranjera que durante medio siglo hubiese acosado a los Estados Unidos con el mandato de subvertir el orden constitucional. Ninguno de los genuinos disidentes arriba mencionados incurrieron en sus países en tamaña infamia. Fueron implacables críticos de sus gobiernos, pero jamás se pusieron al servicio de un estado extranjero que ambicionaba oprimir a su patria. Eran disidentes, no traidores.
Atilio Borón, destacado economista argentino
El cubano(1)
No puede ser de otra manera. El cubano es hablador, calculador y futurista. Se las sabe todas. No por gusto en este país nacieron los culebrones y cualquiera en una esquina te monta el guión o te narra la historia más rocambolesca o real de lo que está pasando en las altas esferas, el acontecer de empresas extranjeras radicadas en el país, el bajo mundo, la farándula o lo acontecido en un buque patrio en medio del océano cuyo capitán debió ser operado de urgencia de apendicitis por el cocinero con su cuchillo de reglamento.
Una regla de oro en el periodismo, es que los rumores no constituyen noticias. A ello me suscribo. Lo otro es comentar, narrar e interpretar. Es mi derecho. También mi izquierdo, como dice un buen humorista local.
Los discos duros que llevamos de nacimiento en la base cerebral –algunos lo tienen más abajo en la geografía humana- bien pudieran estar a punto de colapsar.
Estos juglares sin guitarras ni maracas tienen el repertorio a tope. Hay historias pasionales de un par de tiros fulminantes que se llevaron por delante a la amante, la esposa, el esposo de la amante y hasta un gorrión que pasaba por el lugar de la tragedia.
La esfera ministerial también está presente. Uno que fue ministro, que si le registraron la casa y lo tienen preso. “Oye, de buena tinta”. Es que todos estos acontecimientos siempre van avalados por un tío, una sobrina, una enfermera, un chofer… En fin, alguien que lo vio “con sus propios ojos” o se lo comentó el socio porque tiene acceso a internet.
De corrupción no faltan las pinceladas. Hoy mismo, en la mañana, “hermano, que me lo dijo el tío del que tumbó la falsa pared del fulano ayudante. Estaba forrada en dólares, compadre”.
Y en medio de tales aconteceres, por el aquello de entre col y col, la lechuga, pero esta vez devenida papa, que de pronto está a las dos manos en el mercado de la Ciudad Deportiva, a dos pesos cubanos la libra y agarra y compra el puré de tomate enlatado marca Ceballos porque hubo un “explote” del chileno extranjero que lo envasaba en esos encerados que les dicen “tetra pak” y el tipo puso pies en polvorosa.
El cubano(2)
¿Será obra de la siempre siniestra Agencia Central de Inteligencia, CIA, la que ha fabricado ese ramillete “noticioso” multicolor desde sus laboratorios en Langley, Virginia? ¿O acaso el origen del fandango no es consecuencia pura, de componente ciento por ciento de idiosincrasia popular originada en bares o tertulias caseras donde un ron pelón hace volar imaginación, sesos y alguna que otra verdad? ¿Podríamos pensar que en el fondo o a mitad de recipiente, son cosas que pasan, no se informan y se tergiversan como es obvio?
La Habana se acuesta y despierta bajo rumores del boca a boca y los trajines propios del día a día con el qué cocinar, cómo llegar hasta tal sitio, dónde encontrar lo que necesito y veamos cómo anda la billetera, mamita.
Las Damas de blanco, que escribiendo básicamente para cubanos y conocedores de la realidad de la isla, no hay que agregarle muchas referencias, han protagonizado desde un lunes hasta un domingo singulares marchas que bien comienzan o terminan en uno de los tantos templos católicos habaneros, como si buscasen también el amparo y apoyo no del Parlamento Europeo, sino del mismísimo Dios.
Pero ahí están los curas párrocos, como el de Santa Rita, sede de la Conferencia Nacional de Obispos Católicos de Cuba, que por lo claro dice que el templo recibe a todos los siervos del señor, pero que el “relajito” (el entrecomillado es mío), es de Quinta Avenida para abajo o para arriba, según la brújula de las damas. Adentro, ningún desorden, por el amor de Dios.
Un acontecimiento poco usual, diría que extraordinario en este medio siglo de Revolución. Por ello y otros motivos más es que constituye noticia. ¿Y saben qué? Pues que uno de esos sabios de esquina dice que esto de las damas viene como anillo al dedo para que la prensa extranjera se entretenga en esas caminatas de “andar La Habana” y no presten oídos, cámaras y micrófonos a otros temas de mayor calado que ahora mismo andan muy cerca del tintero.
Mucha tensión, señores, señoras, compañeras y compañeros. Y no precisamente arterial, aunque algunos la deben estar sintiendo con zumbidos y mareos por la cabeza. Tanta, que hasta la tierra por Santiago de Cuba y Guantánamo ha comenzado a temblar, con 5,5 en la escala Richter. A ver si encima de todo esto, la Madre Natura nos hace recordar Haití en carne propia. De madre, padre y muy señor mío como decíamos antes porque ahora sólo es con la primera.
Las “damas” y el “ajedrez”, un tema de actualidad y trascendencia. Con “pin, pon, fuera, abajo la gusanera”, se pondrá un parche, pero no iremos muy lejos. Un problema a solucionar entre cubanos. Sin injerencia, opiniones, presiones, criterios o sugerencias de nadie más allá de nuestras fronteras.
Menudo comienzo de año. ¿Nostradamus habrá pensado en Cuba?
En la vieja Alemania comunista nadie pensaba que el régimen iba caer tan fácil, ahora muy pocos creemos que el castrismo tiene los días contados. Un solo error de la seguridad del estado y todo se viene abajo. Y seguro que en un año lo cometerán.
Tratare de complementar dos comentarios anonimos que me perecen muy objetivos(incluso mas objetivos que tu comentario).
Continuas culpando al gobierno de la isla de las necesidades de sus ciudadanos y ademas culpas a los mismos de cobardia por no "tumbar al gobierno".
Vayamos por parte:
1-Por la cantidad de recursos naturales conque cuenta nuestra isla,necesarios para su desarrollo economico,en que grupo de paises la pondrias?
2-De los recursos conque cuenta,cuantos debe destinar a su defensa,su subsistencia?
3-De los paises que le rodean,exceptuando al gigante del norte,cuales han logrado mayores indices sociales que favorezcan un mejor nivel de vida de TODOS sus ciudadanos?
3-Suponiendo que el cubano pensara que su gobierno es sanguinario,ineficiente,explotador,etc,para donde mirara a buscar punto de guia?
4-Si mirase a miami,tierra donde radica el mayor numero de compatriotas(out of borders)que encuentra?
5-Donde existe mayor probabilidad de mejorar lo que se tiene?
a)Mientra se critique al cubano de la isla por no hacer lo que fuimos incapaces nosotros mientras viviamos dentro solo nos denigrara.
b)Mientras no seamos capaces de crear un ambiente cordial,de cooperacion con los que viven alla,jamas podremos tener una influencia positiva sobre su futuro.
c)Mientras nuestras intenciones sean las de "tumbar al gobierno comunista"en lugar de actuar como colaboradores de nuestra patria,subordinandonos a sus necesidades,contribuyendo con nuestros recursos y buenas intenciones a un desenvolvimiento
de las relaciones normales con la tierra que nos vio nacer.Jamas podremos tener influencias positivas.
d)Mientras miami continue siendo siendo refugio de terroristas,nido de corrupcion,una de las ciudades de mayor indice de pobreza dentro de la union americana,despreocupada con la educacion y los desempleados.Jamas podremos ejercer una influencia positiva.
e)Mientras miami siga siendo una ciudad con bajos salarios para los trabajadores que producen la riqueza de la misma y,paradojicamente,ese trabajador tenga que pagar mas caro por un techo,por sus alimentos,por su combustible.Jamas podremos ejercer una influencia positiva.
Mientra continuemos culpando a Fidel,Chavez,Evo,Lula,etc del auge de la izquierda en el mundo.Jamas se eliminaran las causas reales que le favorecen:el hambre,la miseria,el desigual reparto de las riquezas.
Cuba debe cambiar,mejorar mucho.Nosotros debemos mejorar mucho mas y primero que ellos si realmente deseamos ejercer una influencia positiva.
Es obvio que los defensores de los reaccionarios que detentan todo el poder en Cuba se han lanzado en una campaña de propaganda. Ahora hablan de Calle 13, de cualquier cosa que desvie la atención de la represiva y opresiva dictadura. Recurren al disfraz oficial de "la moral de la revolución" ETC. Se ve que están conscientes de que mientras más fea sea la mona que defienden, más lindo tien que ser el traje con que la disfrazan. Pero, al final, mona se queda aunque gasten mil palabras de seda. Unos puercos reaccionarios es lo que son y los que mandan en Cuba solo piensan en continuar mandando y pasarles los privilegios a sus hijos. No quieren que esto se conviertan en exiliados. Por eso abren negocios a diestra y sinistra en el pais que puedan. Armengol tiene razón. Por eso los entrenados agentes de inteligencia invaden su blog. 51 años es mas que suficiente.
No, gracias a ti Fe, por dar la pauta. Por cierto, creo continuar este debate en mi proxima columna, que saldra en el herald y aqui en el blog, donde menciono algunos datos que han aparecido aqui y reafirmo mi criterio de que se puede rechazar la represion de los derechos humanos en Cuba y al mismo tiempo desvincularse por completo con las acciones y la forma de pensar del exilio de ultraderecha de Miami, asi como llamar por su nombre a las cosas, algo que buena parte de la prensa de esta ciudad elude, como considerar a Posada Carriles un terrorista.
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