sábado, 31 de diciembre de 2011

Advertencia


Los fanáticos del neoliberalismo, que suelen confundir la falta de regulaciones y controles del mercado con la libertad política, deben leer una reseña de varios libros, que tratan sobre la supuesta decadencia mundial de Estados Unidos, realizada por Ian Buruma en el número del 21 de abril de 2008 en The New Yorker.
Hice referencia al tema en su momento, pero este fin de año he vuelto a leer el artículo y lo considero de plema vigencia, así como un recordatorio necesario en el caso de Cuba , cuyo rumbo hacia un capitalismo de Estado cercano al chino no estaba tan definido como ahora.
Buruma menciona The Return of History and the End of Dreams, de Robert Kagan, el ideólogo neoconservador de mayor talento en Estados Unidos. Dice Buruma que Kagan hace una buena observación al señalar lo que pasan por alto quienes creen que con sólo las bendiciones combinadas del comercio, capitalismo y propiedad creciente se llega inexorablemente a una democracia liberal.
De acuerdo a Buruma, lo que se subestima es el atractivo internacional de la autocracia . La Unión Soviética, después del impulso inicial que recibió la industrialización fue un modelo de fracaso económico. Pero la China actual, hasta el momento, no lo es. Como dice Kagan, ''gracias a décadas de destacado crecimiento económico, los chinos pueden argumentar hoy que su modelo de desarrollo económico, que combina una economía cada vez más abierta con un sistema político cerrado, puede resultar exitoso para el desarrollo de muchas naciones''.

viernes, 30 de diciembre de 2011

¿Le ha crecido la nariz a Rajoy?


En el debate de investidura, Mariano Rajoy aseguró que no tenía el propósito de subir los impuestos.
En las mismas sesiones del debate celebradas los días 19 y 20 de diciembre, Rajoy prometió no subir impuestos ante el reproche del portavoz del grupo socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, de anunciar "lo bueno" y callarse de momento "lo menos bueno", como el aumento del IVA. "Mi intención es no subir los impuestos porque con las dificultades que están teniendo las empresas y los españoles no me parece lo más razonable", dijo el líder del Partido Popular (PP).
En septiembre de este mismo año, el presidente del PP insistió en Soutomaior (Pontevedra) que descartaba, en caso de ganar las elecciones, subir los impuestos a los emprendedores, ya que para ayudarlos son fundamentales las reducciones fiscales, como la del Impuesto de Sociedades en cinco puntos.
Tres meses antes, Rajoy lanzó dos advertencias a los alcaldes de su partido: los gastos corrientes y superfluos se recortarían todo lo que se pudiese, aunque no se tocarían las políticas sociales ni se subirían los impuestos. "Cuidado con las subidas de impuestos, no es momento; es el momento de ayudar a los emprendedores, de simplificar la administración y de ayudar a los ayuntamientos a que paguen a sus proveedores", afirmó en clave municipal el líder del PP en la apertura de la 18 intermunicipal, que tuvo lugar en Sevilla.
En abril, el líder de la oposición se expresó en estos términos a propósito de la subida del IVA programada por el Gobierno a partir de julio. "Si esto fuera un medicamento tendría tantas contraindicaciones y tan escasos beneficios que habría que retirarlo del mercado", comentó Rajoy durante su intervención en el debate sobre los resultados de la última Cumbre europea.
En abril de 2010, el presidente del PP, Mariano Rajoy, y la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, anunciaron la puesta en marcha de una campaña de "rebelión" del PP de Madrid para oponer "resistencia" a la subida del IVA del Gobierno. El lema de la campaña sería 'No más IVA'. En ella participarían los 21 distritos de la capital y los 179 municipios de la Comunidad, con 109 alcaldes a la cabeza, 836 concejales, 340 vocales vecinos, 64 diputados regionales, además de senadores y diputados nacionales.
Un mes antes, el presidente del PP aseguró en Santa Cruz de Tenerife que respetaba pero no compartía el apoyo de Coalición Canaria, con quien su partido gobernaba en Canarias, a la subida del IVA. "Soy partidario de mantener el acuerdo con CC pero tengo que decir que subir el IVA es un error", puntualizó.
En febrero, Rajoy afirmó en Ciudad Real que no había "ninguna razón para subir los impuestos este año", tal y como pretendía hacer el Gobierno a partir de junio. "Somos partidarios de que no se suba el IVA. Hay una advertencia clara por parte de la Comisión Europea, así que no hay ninguna razón para subir los impuestos este año", citó textualmente.
En septiembre de 2009, el presidente del PP calificó como "burla" la política económica del Gobierno basada en la subida de impuestos. El líder popular criticó la teoría del Zapatero de que esto "se arregla haciendo que los errores del Gobierno los paguen los ciudadanos con la subida de impuestos".
"No se puede seguir en esta línea", comentó Rajoy, porque el Gobierno "se está burlando de la gente", ya que "llevamos meses con este absurdo debate, sobre si se suben los impuestos, a los ricos, a los pobres" y a su juicio, "no es verdad" porque "si sube el IVA se lo sube a todo el mundo".
El líder 'popular' constó que "más impuestos es más paro y más recesión" y ello "va a afectar a las clases medias y a las clases trabajadoras", que "son las que están sufriendo las políticas que estamos viviendo en España".
Ahora resulta que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, intenta justificar el alza de los impuestos con el argumento de que el nuevo gabinete se ha encontrado con una desviación presupuestaria muy superior a la prevista (20.000 millones más), déficit que ha situado en el entorno del 8%, cuando el Ejecutivo de Zapatero había establecido que sería del 6% para 2011.
En primer lugar, aún no se tienen las cifras exactas que justifiquen esta afirmación. En segundo, gran parte de este déficit supuestamente proviene de las autonomías, las cuales se encontraban en poder del Partido Popular desde antes de las elecciones. Así que aquí solo caben dos alternativas: o los gobiernos autonómicos en manos de los populares le mintieron a Rajoy con anterioridad, cuando prometieron investigar a cabalidad todos los contratos, gastos y fondos disponibles, o Rajoy miente ahora. Así que los españoles se encuentran de pronto con la sospecha de si su recién electo presidente va a resultar un inepto o un mentiroso.
Quizá no sea ninguna de las dos cosas. Para cualquier político, un alza de impuestos es una medida difícil y arriesgada. Asumirla implica al menos cierto coraje. Es posible que Rajoy piense que adoptarla a comienzos de su presidencia le brinda la ventaja de que, si logra sacar a España de la crisis y puede revertir este aumento temporal, la medida no tendrá mayores consecuencias a la hora de una futura reelección.
En cualquier caso, es una disposición de cara a los mercados y la Unión Europea, que busca una solución rápida al problema del déficit. Ahora bien, ¿este aumento fiscal no es una acción contraria a la filosofía económica que Rajoy representa? Sí y no. Sí en cuanto a que cualquier aumento de la carga impositiva debe afectar negativamente al consumo, de acuerdo esa teoría. No en cuanto a que el aumento en los impuestos afectará fundamentalmente a trabajadores, empleados, funcionarios y profesionales. Es decir, quienes trabajan. Por encima de inversionistas, urbanizadores y capitalistas de todo tipo. Al parecer, tanto Rajoy como Aguirre, con algunas medidas similares en la Comunidad de Madrid, están empeñados en explotar más a quienes producen y brindan servicios. Esto, por otra parte, no es noticia. Ahora los españoles comienzan a sentir los efectos de un gobierno que momento alguno va a preocuparse o defender los intereses de las clases media y baja. Y, como dijo la portavoz del gobierno popular, esto no es más que ´´el inicio del inicio´´.
Este post se escribió con la ayuda de información aparecida en el diario español El Mundo.


jueves, 29 de diciembre de 2011

Una lectura necesaria


La mejor síntesis que he leído, sobre la situación política de Argentina en el año a punto de concluir, la ha realizado el profesor Fernando Mires, en su blog POLIS:
´´Argentina, ha experimentado otro cambio político importante. Me refiero a la transformación del peronismo en kirschnerismo. Por cierto, Cristina Fernández dice ser continuadora de tradiciones peronistas, pero estas –si alguna vez existieron- se ven cada vez más lejanas.
Entre peronismo y kirchnerismo hay, por cierto, semejanzas. Entre ellas, la viudez. Mientras el viudo de ayer intentaba reencarnar el espíritu de Evita, la viuda de hoy porta los designios celestiales de Nestor Kirchner. Pues, conociendo al dedillo el carácter mitómano de la política de su país, Cristina, al igual que Juan Domingo, ha divinizado a su cónyuge. Por ejemplo, cuando lo nombra dice “El”. “El” es el presidente en el cielo. Ella, en la tierra de Argentina. Por si fuera poco, los tutti fruttis ideológicos peronistas y kirchneristas son muy similares.
Así como Perón no tenía empacho en declararse fascista, escribir cartas a Mao, apoyar a sus enloquecidos montoneros, y agasajar a grandes empresarios, Cristina hace algo parecido: cultiva cordial amistad con el “imperio”, abre sus manos al capitalismo chino, y para compensar, nombra de vez en cuando a Che Guevara o elogia las horrorosas pinturas de Chávez. No obstante, más allá de similitudes, las diferencias entre peronismo y kirchnerismo son importantes. La más decisiva es que Perón era populista y Cristina no lo es.
Mientras Perón gobernaba escuchando el clamor de la calle, Cristina lo hace desde las pantallas. O, de modo parecido: mientras en Perón lo importante era el discurso, en Cristina lo que importa es el gesto. Mientras Perón nadaba en las masas como un pez en el agua, Cristina se mueve muy fácil entre bastidores. Su habilidad para disolver y contraer alianzas secretas en función de objetivos inmediatos, es asombrosa.
Bajo esas condiciones, el de Cristina Kirchner no será un modelo democrático a seguir, pero tampoco ha caído en el autocratismo de los gobernantes del ALBA. Los intereses de la política argentina son demasiado intrincados como para situarse sobre ellos. En cierto modo –quizás ahí reside el secreto- “ella” siempre deja una puerta abierta para convertir al enemigo de hoy en un amigo de mañana. La terrible enfermedad que amenaza a Cristina Fernández -de la cual hoy me he enterado con mucho pesar- contribuirá sin duda a reforzar el mito de su figura. Puede ser así posible que un día el kirchnerismo se transforme definitivamente en cristinismo´´.
El profesor Mires no solo analiza el año en Argentina, sino en toda Latinoamérica. Vale la pena leer este artículo. Para ello, pinche aquí.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Miami como patria


La adopción de Miami como patria no deja de tener un carácter contradictorio. Los que llegaron durante la década de 1960 imponen una Cuba mítica como modelo para la nostalgia. Al tener que elegir entre esa imagen tergiversada y la situación que impera en esta ciudad --la añoranza para los primeros exiliados, la realidad de la isla para los que viajaron en las últimas décadas-- muchos sólo salvan los recuerdos personales.
En tales circunstancias, se antepone el hogar a las patrias espurias de la Cuba actual y el Miami que se empieza a conocer. A ello se une la saturación política que arrastran los llegados en las tres últimas décadas. Esto explica en parte que quienes vinieron después del Mariel triunfen en actividades como la literatura y el arte, pero no en la política.
Ese apartarse de lo circunstancial, en favor de una mayor trascendencia, es un logro que no deja de implicar desventajas: el abandono de lo cotidiano, para que pueda ser administrado por políticos tradicionales, que en su mayoría deben su elección a votantes del llamado ``exilio histórico''; políticos que pueden o no cumplir su función en mayor o menor grado, pero cuya actuación en muchos casos deja fuera los intereses de quienes han llegado en los últimos años.
Es bueno destacar que si bien, en cuanto al conocimiento de los aspectos negativos del régimen de La Habana, las diferencias obedecen más a matices que a conceptos, desde el punto de vista emocional los contrastes son más marcados. Al mismo tiempo se da la paradoja que los miembros del llamado ``exilio histórico'' --quienes llegaron primero a Miami y tienen una edad más avanzada-- tienden a interpretar cualquier hecho, desde una canción hasta la compra de una fruta, en términos políticos: ¿el cantante o compositor actuó en la isla?, ¿ese producto viene de un país que tiene buenas relaciones con Cuba? Hay un largo historial de intentos de boicots, fracasados todos, de productos españoles, mexicanos y de otras naciones de acuerdos a incidentes de las embajadas de los determinados países en La Habana, visitas de jefes de Estado y declaraciones de ocasión. No quiere esto decir que la categoría de ``exilio histórico'' sea un absoluto, ya que una parte de sus miembros saltan por encima de una categorización tan elemental, pero ésta no deja de ser ilustrativa a los fines recurrentes de explicar un escenario político en Miami.
Por otra parte, las generaciones llegadas después de 1980 vivieron tan saturadas de política en Cuba que aquí en Miami han decidido que ésta no contamine todos los actos de su vida. Es por ello que las diferencias políticas entre los exiliados ocurren no sólo en aspectos debatidos a diario como la permanencia o no del embargo comercial sobre la isla, sino en pequeños actos de independencia como asistir a un concierto de músicos que viven en Cuba.
Estas diferencias no son fáciles de percibir fuera de Miami por tres razones fundamentales: los miembros del exilio histórico dominan los medios masivos de comunicación, ellos aún constituyen la mayoría de los ciudadanos cubanoamericanos con derecho a voto --y que lo ejercen como un bloque uniforme y sin fisuras-- y conforman el grupo social con mayor poder adquisitivo y dueño de negocios en esta ciudad.
La última votación presidencial fue la prueba de fuego para dilucidar una aparente paradoja, que los favorables a un cambio de política hacia Cuba ven detrás de los números. Como quedó demostrado al reelegir a los legisladores cubanoamericanos del Partido Republicano, las actitudes, conductas y opiniones que dominan en Miami, al menos desde el punto de vista electoral, son las del exilio histórico.
Sobre ello existen dos argumentaciones opuestas. Una, que la paradoja no es tal, y que quienes llegaron después de 1990 comparten los puntos de vista de los exiliados anteriores. La otra explicación es que las diferencias son notables, pero que quienes vinieron posteriormente carecen del poder necesario para que sus puntos de vista sean tomados en cuenta.
En comparación con los logros políticos de los primeros exiliados, las generaciones llegadas después de 1990 demuestran un gran retraso. A finales de los 60, los cubanos participaban activamente en la política de la ciudad y del condado. En 1976, entraron de lleno en la contienda de la legislatura estatal, con aspirantes por ambos partidos. Da la impresión de que los nuevos inmigrantes tienen menos interés y capacidad en ese terreno.
En la actualidad, el relevo se produce dentro del marco establecido por los primeros refugiados --una primera, segunda y hasta tercera generación de cubanoamericanos, todos nacidos en este país--, no gracias a la incorporación de recién llegados. Al principio, las candidaturas tuvieron que transformarse debido a la llegada de un gran número de inmigrantes. Ahora son los nuevos votantes quienes tienen que adaptarse a los candidatos.
A diferencia de quienes salieron primero de la Isla, el refugiado que se establece en esta ciudad a partir de 1980 encuentra una red de negocios cubanos y de empresas norteamericanas administradas por hispanos que les facilitan su inserción laboral --con mayores o menores ventajas, con un grado más o menos elevado de explotación-- y hace posible que, en cierto sentido, sea menos ``traumática'' su nueva vida. En cuanto a idioma, costumbres y cultura, tiene ciertas ventajas, pero está obligado a adaptarse a una comunidad antes que a un país.
Fotografía: Centro Pompidou, París.

martes, 27 de diciembre de 2011

Una avalancha demográfica que aún no es una fuerza política


Unos 168 mil cubanos se naturalizaron y 315 mil lograron establecer residencia legal en Estados Unidos durante la pasada década (2001-2010), según cifras oficiales obtenidas por Café Fuerte.
Los datos proporcionados por la Oficina de Estadísticas de Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) muestran además que 38,969 cubanos fueron admitidos bajo el estatus de refugiados en territorio estadounidense en el mismo período, argumentando riesgos de represalias políticas de ser repatriados, agrega la información.
La década 2001-2010 figura históricamente como la de mayor afluencia y asentamiento de población cubana en territorio estadounidense, un proceso favorecido por los beneficios de Ley de Ajuste Cubano (CAA) y los acuerdos migratorios bilaterales de 1994 y 1995, especifica el sitio en internet, que añade que desde 1999, la CAA ha ampliado su marco de protección a los cubanos que llegan ilegalmente al país mediante una serie de aclaraciones complementarias por parte de memorandos gubernamentales y órdenes judiciales
Unos 320 mil cubanos se establecieron en Estados Unidos desde 2000, los que sumados a los 170 mil que llegaron en la década de 1990, sitúan la cifra en casi medio millón de personas de origen cubano asentadas en la nación americana durante los últimos 20 años.
El proceso de naturalización de miles de residentes cubanos constituye también un acápite en crecimiento, potenciando el poder político de la comunidad exiliada en Estados Unidos, especifica Café Fuerte.
Falta ahora por ver si este crecimiento demográfico se traduce en fuerza política. No hay duda de que existen diferencias en la forma de asumir lo que de forma rápida podría nominarse ´´anticastrismo´´ , entre quienes han llegado en los últimos 20 años y quienes constituyen el llamado ´´exilio histórico´´.
Las señales que expresan esas diferencias han sido espectaculares y anecdóticas. Quienes llegaron después viajan con frecuencia a Cuba y no tienen reparos en ir a un concierto en que participan artistas que viven en la isla.
Sin embargo, hasta el momento estas diferencias no trascienden a un plano de mayor incidencia: quienes optan por viajar a Cuba están representados por legisladores que se oponen con tesón a estos viajes y escuchan emisoras radiales en donde están prohibidos los discos de esos artistas que brindan conciertos en Miami.
Es decir, que pese a ese medio millón de cubanos, en cierta medida Miami sigue siendo la misma, si usted se limita a leer la prensa local, escuchar la radio o ver la televisión. No quiere decir que los puntos de vista no se hayan ampliado, sino que la opinión dominante que expresan estos medios es la del exilio tradicional.
Queda entonces limitado a la visita al supermercado ese cambio del exilio de Miami, que representa la considerable cifra de un medio millón de cubanos. En otras palabras, que lo que constituye un exilo fundacional sique llevando la batuta en esta ciudad. Por supuesto que salta de inmediato la comparación con Cuba, donde ocurre algo similar.
Un comentario aparte, pero relacionado, con el tema de este post. Café Fuerte ha logrado colocarse como una fuente indispensable de información y convertirse al mismo tiempo en el mejor ejemplo de verdadero periodismo alternativo en esta ciudad. Lo que llama la atención es esa capacidad de realizar periodismo de investigación, dentro de las limitaciones naturales que implican un sitio independiente en internet, que descubre cuanto deja por hacer la prensa establecida y con mayores recursos.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Cuando una buena noticia llega con un balde de agua fría: cambiar la reforma migratoria por un indulto


Fidel Castro hizo que Raúl cambiara la inmigración por el indulto, me comentaba esta noche Rui Ferreira. Es posible. Coincidimos en que un indulto tan amplio ―el mayor desde que Bernardo Benes logró que fueran puestos en libertad 3,600 presos políticos en 1978― era un gesto propagandístico de momento, más espectacular que una reforma migratoria. Es fácil suponer además que, con sus altas y bajas, dicha reforma hubiera desencadenado de inmediato críticas y protestas por lo que dejaba fuera o por sus limitaciones. Más que estéril, ambos teníamos claro que resultaba innecesario discutir si una reforma migratoria se imponía frente a un indulto amplio.
Sin embargo, ningún efecto momentáneo puede opacar que en Cuba es imprescindible llevar a cabo una revisión de las leyes migratorias, las cuales en el caso cubano se encuentran entre las más importantes entre las que rigen la vida de los ciudadanos. Se puede vivir en Hialeah y un viaje al exterior puede ser un ideal pospuesto toda la vida, otro más cerca, a cualquier lugar turístico del estado ―¡Disney World!― la ocasión que luego se recuerda en fotos y videos, pero la vida cotidiana transcurre mayormente sin que el viajar, salir, visitar o cualquiera de las palabras a que se recurre para expresar el deseo de evadir el entorno, se convierta en una obsesión. En Cuba no. Poder viajar o no al exterior, tener un pariente que lo haga, define la vida. El presidente Raúl Castro no solo acaba de posponer la reforma migratoria, sino de diluirla al decir que los cambios serán paulatinos. Otro balde de agua fría, para cerrar el año, ha caído sobre los cubanos. No hay que negarle la suerte a los indultados, simplemente que una ilusión se ha evaporado este fin de año, para la mayoría de quienes viven en la isla.
Al anunciar que la reforma migratoria se llevará a cabo a pasos lentos, Raúl brindó una de las claves del problema. Los cambios en este sentido van al centro o están vinculados con la actual concepción del proceso cubano como una ideología que valora en primer lugar el nacionalismo, el cual ha venido a sustituir al marxismo leninismo como fundamento del sistema.
Lo importante del proceso de actualización, reforma o cambio del sistema cubano es que avanza ―con mayor o menor lentitud― a través de un derrumbe de barreras. Pero cada barrera que cae no significa, para el gobierno cubano, una liberación. Más bien un nuevo reto, cada vez mayor.
En este sentido la eliminación de los permisos de salida y entrada, así como la condición de emigrante permanente, colocaría de inmediato al gobierno de la isla frente al problema de la doble ciudadanía.
Basta revisar el debate y los reclamos de la disidencia, y ver que la entrada y salida libre del país ocupan el primer lugar en los reclamos. Converse con cualquiera en las calles de Cuba, y el sueño de poder viajar fuera de la isla sale a relucir de inmediato. Una vez eliminadas estas restricciones, lo que quedaría en pie es la siguiente pregunta: ¿por qué los cubanos que salen de Cuba de forma definitiva, según las propias leyes del país, y se hacen ciudadanos de cualquier otro, especialmente Estados Unidos, tienen que renovar el pasaporte cubano para volver a entrar a su país de origen, aunque sea por unos días? Pero incluso esta pregunta pasa a un plano secundario ante una interrogante mayor: ¿por qué el gobierno cubano no cumple sus propias leyes?
El movimiento disidente ha hecho una labor importante en la denuncia de la represión y en su intento de lograr cambios democráticos de forma pacífica. Esta es una parte de la historia.
En Miami, y hasta cierto punto en Madrid, se ha enfatizado en la divulgación de esta función represiva del régimen. Es necesario hacerlo. En primer lugar como forma de denuncia y además como medio de brindar alguna protección a los reprimidos. Esto es un principio que rige a las organizaciones de derechos humanos en todo el mundo, que hacen énfasis en los abusos y crímenes en cualquier país. No es lo mismo un preso en una cárcel cualquiera, del que no se conoce su situación en el exterior, que aquel prisionero que continúa indefenso, pero no ignorado por el resto del mundo.
Sin embargo, por ineficiencia, oportunismo, apatía ―o porque no existen los medios para ir más allá de la denuncia inmediata― en muchas ocasiones, al leer, escuchar o ver una información sobre Cuba todo se limita al conocido movimiento disidente, en el sentido más reducido del término: un puñado de organizaciones y figuras en las que se concentra toda la atención.
Lo que no se ha desarrollado aún ―o se ha desarrollado a un nivel tan limitado que no ha recibido la atención que merece, aunque se conoce de algunos casos― es un movimiento disidente que actúe en un diapasón más amplio de problemas, no solo de denuncia de la represión sino de aspectos jurídicos, económicos y sociales. No digo ―y enfatizo este punto― que no existan en Cuba grupos que actúen en este sentido. Lo que parece es que en el exterior no se les ha brindado la importancia que requieren.
Lo anterior nos enfrenta a la necesidad de denunciar no solo las violaciones que hace el gobierno cubano de los derechos humanos y los valores ciudadanos reconocidos internacionalmente, sino también de sus propias leyes. Y aquí es donde entra a jugar un papel fundamental el problema de la doble ciudadanía. Si la actual constitución cubana, en lo cual sigue las pautas de la Constitución del 40, no admite la doble ciudadanía ―y fundamenta que una vez que un cubano adopta una ciudadanía extranjera pierde automáticamente la cubana―, carece de sentido jurídico que al mismo tiempo exija a los ciudadanos de origen cubano, que viven en el exterior y han adquirido otra ciudadanía, tengan que entrar a Cuba con pasaporte cubano.
La cuestión se ha complicado aún más con la llamada Ley de Nietos. Hasta la fecha, 66,000 cubanos han recibido ya pasaporte español y se calcula que podrían sobrepasar los 180,000 cuando se resuelvan todas las solicitudes de nacionalidad en trámite, según informaron a Efe fuentes consulares españolas.
Hasta ahora la adopción del la ciudadanía norteamericana podría considerarse traición, venderse al enemigo y cambiar al país por un pantalón de marca. Al hacerse españoles miles de cubanos han dado un paso más allá. No solo ―de acuerdo al punto de vista del gobierno cubano― han incurrido en todas las formas de deslealtad enunciadas anteriormente, sino han demostrado un enorme desprecio por la situación en que ha caído su país de origen. Las implicaciones son varias y las lecturas también ―desde echar por tierra los ideales independentistas hasta estar más allá de conceptos en transformación en el mundo moderno, como es el de patria―, pero están diciendo a las claras una sola cosa: la Cuba que ellos conocen no vale una peseta.
Para un gobierno que machaca hasta el cansancio un ideal nacionalista decimonónico ―y cuyos repetidores en el exterior pulsan una y otra vez la misma tecla― admitir la doble ciudadanía es demasiado. Pero tampoco parecen estar dispuestos a poner en práctica la ley, y despojar de la ciudadanía cubana a quienes no la quieren. Incluso dentro de Cuba se han dado casos de intentos de renuncia de la ciudadanía cubana, en que no se ha logrado que las instituciones gubernamentales cumplan con las leyes del país.
Esta doble trampa para el gobierno cubano es lo que impide que se lleve a cabo una reforma inmigratoria amplia y completa, como también contribuye a que el gobierno cubano no esté dispuesto a un diálogo profundo y abierto con quienes viven fuera de Cuba, salvo las reuniones ocasionales con el coro que aplaude y aprueba solo las resoluciones contra el embargo. Lo único que cabe esperar en los próximos meses es una barrera suspendida, quizá disminuida a la mitad, un permiso extendido por varios años: migajas, limosnas, fantasía barata para que la cacareen los corifeos de Miami y otras ciudades.

viernes, 23 de diciembre de 2011

No en la prensa de Miami


Creo que este ha sido un año de triunfos políticos para el presidente Barack Obama y donde finalmente la locura del Tea Party ha comenzado a perder impulso. Espero un análisis al respecto en la prensa, aunque por supuesto, no en la prensa de Miami.
Me parece que diciembre ha definido la próxima campaña electoral por la presidencia y que los republicanos están en aguas profundas y problemáticas. Y si no cambian sus tácticas se hunden. Llevan meses preparándose para una primarias, mediante el desarrollo de debates, reuniones y mítines donde casi siempre el aspirante de turno a la candidatura se esforzaba por mostrar la imagen más complaciente al hard core Tea Party, y ahora resulta que esta tendencia, sus patrocinadores y representantes empiezan a verse obligados a ceder ante un enfoque más sensato.
Aunque aún es temprano para afirmaciones rotundas, da la impresión que la hora del extremismo comienza a pasar. No se trata de negar la presencia saludable de un republicanismo que responda a la raíces de un movimiento conservador verdadero. Lo que resulta atemorizador es el enorme poder que el fundamentalismo ultraderechista cristiano ha alcanzado dentro de este partido.
De momento, cada vez crece más la impresión de que a estas alturas los republicanos no cuentan con un fuerte contrincante a la reelección de Obama. El tiempo apremia para ellos.
Lo que sería más esperanzador es que al fin se derrumbara esa táctica que el Partido Republicano puso en práctica el día después que Obama resultó electo, y que se incrementó notablemente tras el fiasco demócrata en las elecciones legislativas de medio término: hacer todo lo posible para que el nuevo presidente no pudiera alcanzar logro alguno, poner el máximo empeño en que todo marche mal; no importa que se hunda el país, si se hunde la presidencia de Obama. Por suerte para Estados Unidos, no ha sido así.

jueves, 22 de diciembre de 2011

El cine, Irak y Afganistán (I)


Ahora que las tropas estadounidenses han terminado de retirarse de Irak ―de forma pausada, sin mucha celebración y dejando por detrás más incertidumbre y temores que esperanza y triunfos― vale la pena intentar analizar las películas que han tratado el tema de la guerra, tanto en Irak como Afganistán.
Ambos conflictos se han caracterizado por un control férreo de la información, sobre todo en el campo de batalla, hasta donde han podido las fuerzas militares, pero donde han imperado los extremos visuales. En este sentido, lo que comenzó con un despliegue de imágenes digitalizadas dio un giro al otro extremo con las fotografías de las humillaciones y torturas a los prisioneros islámicos en cárceles como Abu Grhaib, por una parte, y las decapitaciones y otros actos de terror de los fundamentalistas, por la otra.
En este sentido, el espectro visual de la guerra se vio de pronto dominado por dos formas de deshumanización. Una digital, que convertía un vehículo en un pequeño punto, su estallido producto de un cohete o una bomba en un breve flash y la muerte, el dolor y la agonía, los pedazos de cuerpos esparcidos y la carne quemada desaparecidos de la pantalla, en una operación casi quirúrgica, libre de sangre y tumor. La otra violenta y primitiva, que convertía al video en un instrumento medieval y mostraba la barbarie sin pudor, y por supuesto sin resto de humanidad de los ejecutores.
Entre unas imágenes y otras aparecían en la prensa y la pantalla análisis y comentarios, algunos partes de guerra y declaraciones políticas que poco a poco fueron sembrando la desconfianza frente al apoyo que inicialmente tuvieron las acciones bélicas de Estados Unidos.
Por otra parte, no había el consuelo de un enemigo definido, como en otros conflictos. Este se movía en las sombras, y aunque las guerras se desarrollaban ―y continúan desarrollándose en cierto sentido― en territorios específicos, en ocasiones resultaba muy difícil aplicar los conceptos tradicionales. Incluso el uso del término ´´guerra´´ empezó a ser cuestionado, y sustituido por ´´lucha´´ o ´´campaña´´, en una aproximación más policial que bélica.
Todo ello abría varias interrogantes sobre la posibilidad del tratamiento del conflicto en el cine. La primera de ella era respecto al tiempo que debía transcurrir para que finalmente se pudiera contar con la distancia necesaria para producir y realizar obras que abarcaran a los conflictos en su dimensión más amplia y que no fueran simple propaganda o películas que pudieran ser consideradas derrotistas. Otra pregunta era la posibilidad de si el cine estadounidense sería capaz de ir más allá de la película de acción o la serie de televisión, y filmar es escenarios o reconstruir éstos en una trama que trascendiera el entretenimiento emocional de una hora de duración. Lo que resultó fácil para la televisión, que de inmediato incorporó con éxito la guerra contra el terrorismo como un tema más de sus producciones habituales, no parecía fácil para el cine.
A los pocos años las respuestas han sido sorprendentes y las consecuencias diversas. Los peores augurios no se cumplieron, pero hay más de un resultado que brinda poco ánimo.
Lo primero a destacar es que en pocos años se han hecho varias películas excelentes, que tratan el tema desde diversos ángulos. Esto en el terreno de la ficción, donde habría más dudas al respecto, porque en lo que se refiere a los documentales la lista es incluso más impresionante. Por otra parte, no han faltado los reconocimientos y premios, entre ellos los de la Academia. Basta señalar que The Hurt Locker ganó seis Oscar en 2009.
Al comparar el cine dedicado a las guerras de Irak y Afganistán con el realizado sobre la guerra de Vietnam saltan las semejanzas, pero también las diferencias. Ahora las películas de calidad han llegado mucho más rápido, en varios casos su contenido es mucho más amplio y comparativamente los niveles de calidad son mayores en la actualidad.
Sin embargo, hay una diferencia que se impone sobre las otras, y también trasciende las semejanzas. La guerra de Vietnam no fue una guerra popular, pero las películas que se realizaron varios años más tarde si lo han sido, continúan exhibiéndose en televisión y se siguen viendo.
En lo que respecta al cine sobre los conflictos en Irak y Afganistán, el fracaso económico es notorio. De acuerdo a los datos de taquilla en Estados Unidos, Green Zone ingresó $35 millones, In the Valley of Elah menos de $7 millones, Lions for Lambs $15 millones, e incluso The Hurt Locker, con todos sus Oscars, solo recaudó $16 millones. Se trata de cintas hechas con actores extremadamente populares, como Matt Damon y Tom Cruise, con una realización técnica perfecta y distribuidas por las principales compañías. ¿Qué ha fallado entonces? La respuesta parece ser simple. El público no parece interesado en ver películas sobre esas dos guerras.
Si esta respuesta es la correcta, entonces hay motivos para preocuparse.
Porque lo paradójico del caso es que la mayoría de estos filmes tratan el tema con rigor. Por supuesto que hay diferencias, y también películas malas, como Delta Force. Pero si dejamos fuera esos productos que toman a Irak o Afganistán como pretexto para hacer otro filme de horror más, hay un conjunto de películas que merecen verse, y algunas más de una vez.
El tema abarca más de un post, y en este limitaré al resto del comentario a Lions for Lambs.
Antes de ver esta cinta, dirigida por Robert Redford, pensé encontrarme con la visión de lo que en Estados Unidos se considera un izquierdista o un liberal. Se trata de un cliché, pero un cliché que funciona. Por otra parte, Redford ha contribuido a ello. Lions for Lambs rompe todos esos estereotipos y es la más amarga de un conjunto de películas amargas, quizá porque nos recuerda que la culpa de la entrada de la guerra de Irak es de todos, y en buena de la prensa.
Con tres actuaciones excelentes, la de Redford, la de Cruise y la de Meryl Streep. En un primer momento pensé que la actuación de Cruise era la mejor, en su papel de este tipo de senador neocon que parece que estamos destinados a padecer, con un vigor que impresiona y una sagacidad que atemoriza, un tipo peligroso en cualquier sentido y que Cruise nos presenta con autenticidad y entusiasmo. Incluso cuando se nos aparece más vulnerable, pronto nos llega la duda de si es un truco más. Lo mejor ―¿o debo decir lo peor?― es que conozco a más de un espectador que otorga a esta actuación brillante, en que se representa a un arribista con talento, una prueba a favor del balance y la objetividad de Redford como director. Pero a medida que transcurria la cinta me di cuenta que ninguna otra actriz del cine norteamericano actual era capaz, como Streep, de presentarnos a esa periodista ―ya no joven― que con discreción e inteligencia le hace saber al político, en todo momento, que no es un hueso fácil de roer, pero que termina más que derrotada, cansada; no por la habilidad del congresista sino por las concesiones que se ha visto obligada a realizar durante toda su carrera amarrada a un medio cada vez más inútil y corrompido. Streep es capaz de transmitirnos esa derrota, ese cansancio, no solo en una dimensión emocional ―eso se ha logrado otras veces― sino física.
Si algo se puede reprochar a Lions for Lambs es que resulta demasiado discursiva, y eso la acerca más al teatro convencional que a cualquier otro género. Es más, se puede añadir que toda la envoltura de cine contemporáneo se fundamenta en la parte de acción, y que por lo demás la películas son tres actos de una obra teatral, dos de ellos de puro diálogo, y que han sido fragmentados para forzar al espectador a mantener la atención.
Más allá de estas limitaciones, Lions for Lambs es mejor que Green Zone, que en gran parte se limita a la clásica película de buenos y malos ―aquí los malos son los que engañaron sobre las armas de destrucción masiva― con Matt Damon repitiendo una vez más el papel al que parece condenado antes de mostrar signos de envejecimiento. Y si bien es cierto que The Hurt Locker la supera como película, en cuanto a calidad de realización, Lions for Lambs brinda una posibilidad de análisis posterior que va más allá de una película de acción, por muy bien hecha que esté.

Siempre hay un consuelo


Lo que la actriz María Conchita Alonso ha divulgado como un encontronazo con el actor Sean Penn, el pasado domingo en el aeropuerto de Los Ángeles ―al cual ella se ha encargado de dar la mayor publicidad posible―es una especie de premio de consuelo para las emisoras del exilio cubano de Miami. Frente al nombramiento poco alentador de José Manuel García Margallo como ministro de Asuntos Exteriores de España, por encima del fracaso de Díaz Balart con su propuesta anti viajes y remesas, la bronca de Alonso con Penn viene como anillo al dedo.
Al parecer Alonso, de origen cubano, arremetió contra Penn por “apoyar a Hugo Chávez”, el presidente venezolano, y lo llamó “comunista” y “estúpido”, según la versión moderada de los cables. En realidad, Alonso lo que llamó a Penn fue un communist asshole.
Alonso, que ha ofrecido varias entrevistas para hablar del asunto en las cadenas estadounidenses, y que ha tratado el tema con sus seguidores a través de su cuenta de Twitter, dijo que se encontraba calmada en el momento en el que ocurrió la disputa y que simplemente se dirigió al actor porque quería hablar con él.
Según Alonso, la conversación se endureció hasta el punto en el que Penn, que había regresado al país desde Haití, le llamó “cerda”. Penn nunca ha sido un dechado de urbanidad y contención. Durante la filmación de Colours ―una película en que también actuó Alonso― fue condenado a 33 días de prisión por golpear a un extra que lo estaba fotografiando sin su permiso.
“Lo único que lamento es haberle llamado estúpido (asshole), porque me rebajé a su posición”, dijo Alonso.
“Prefiero que me llamen cerda a que me llamen comunista”, escribió la actriz en referencia al encontronazo con Penn.
“Lo que pasó el domingo no era la forma en la que quería que sucedieran las cosas, pensé que era el momento perfecto para ir y decirle que quería hablar con él”, añadió.
Aunque la versión de Alonso no me convence mucho, dado el carácter y el historial de la actriz, ojalá hubiera sido así.
Comparto con Alonso que la actitud de Penn en relación con Chávez, y podemos agregar Raúl Castro, es deplorable. Si se revisa el archivo de Cuaderno de Cuba hay prueba de ello (ver aquí). Sin embargo, Penn no es un ´´estúpido´´ (un asshole) ni creo que tampoco sea comunista.
En primer lugar es un excelente actor. Es cierto que no es su capacidad artística lo que está debate, pero tampoco hay que olvidarlo. Vale la pena agregar que, en este aspecto, María Conchita Alonso ni siquiera se acerca a millas de distancia. No hay que confundir juventud, y cierto atractivo físico de otra época, con actuación. Lo segundo es que Penn lleva a cabo una extraordinaria y meritoria labor de ayuda humanitaria en Haití, país en donde es la referencia obligada ―en toda conversación con quienes viven allí y conocen realmente la miseria imperante― a la hora de destacar un esfuerzo seria y honesto hacia el difícil avance social y económico de ese país.
Queda además la sospecha ―al menos yo la tengo― de que todo ese antichavismo y anticastrimo de Alonso no venga mezclado con un afán publicitario.
Nada de lo anterior impide, por supuesto, que María Conchita Alonso llegue como un necesitado consuelo navideño para la caverna de Miami.

¿Quién es José Manuel García Margallo?


¿Quién es José Manuel García Margallo?
¿Cómo catalogar al nuevo ministro de Asuntos Exteriores de España? Así lo hacen varios diarios españoles:
PUBLICO:
Europa y Economía. Esas dos palabras, claves en el nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy, están tatuadas en la piel política de José Manuel García-Margallo y Marfil (Madrid, 1944). Desde hace 17 años es eurodiputado. En las últimas dos legislaturas ha sido el vicepresidente de la comisión económica de la Eurocámara y durante otras dos (1986-94), portavoz de Economía en el Congreso de los Diputados.
ABC:
El de José Manuel García Margallo ha sido uno de los nombramientos de ministro más inesperado. El diputado ocupará la cartera de Asuntos Exteriores. Hasta hace bien poco no apareció su nombre en las quinielas, pero finalmente ha dado la campanada y se ha colado en el nuevo Gobierno de Rajoy.
Hasta ahora, García Margallo venía representando al Partido Popular en el Parlamento Europeo. Es eurodiputado desde 1994. Toda una vida política en Bruselas, una experiencia que Rajoy quiere aprovechar ahora como capital para su Gobierno.
Forma parte, junto con Iñigo Méndez de Vigo y José Ignacio Salafranca, del grupo de veteranos europeístas del PP en la Eurocámara con más prestigio entre sus colegas europeos.
La actividad exterior que ha desarrollado con las Delegaciones del Parlamento Europeo apunta a un profundo conocimiento de los países latinoamericanos y una gran familiaridad con el continente europeo. No tiene, por el contrario, la misma experiencia en dos regiones clave como son la rivera sur del Mediterráneo y el pujante continente asiático.
EL PAIS:
La trayectoria de José Manuel García-Margallo Marfil (Madrid, 1944) bascula entre la Administración y la política europea. Licenciado en Derecho y máster en Leyes por la Universidad de Harvard, el político, abogado de profesión, inició su carrera en la estructura del Estado como inspector de Hacienda. Llegó al Congreso como diputado en 1977, con la UCD de Adolfo Suárez, y en 1989 se incorporó al PP. Fue portavoz de Economía y Hacienda (1986-1994) del partido en la Cámara baja. Después, dio el salto a Bruselas.
Allí, alejado de la confrontación y las estridencias de la política nacional, este hombre de formas amables y frases directas se hizo cargo de la vicepresidencia de la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento comunitario, donde cerró filas con los socialistas para defender el corredor ferroviario mediterráneo.
En uno de sus últimos artículos en EL PAÍS, donde es colaborador asiduo, el eurodiputado se mostraba partidario de un Tesoro europeo con la potestad de emitir eurobonos para combatir la crisis de la moneda única. De talante conciliador, García-Margallo es amigo de Mariano Rajoy desde hace años y goza de su confianza, a pesar de que no trabajó con él durante la etapa de Gobierno de Aznar.
LA VANGUARDIA:
Nacido en Madrid hace 67 años, es licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto e hizo un Master en Derecho en la Universidad de Harvard en 1972. También es Doctor en Derecho por la Universidad Miguel Hernández (Alicante), ha trabajado como inspector de Finanzas (1968) y fue director general de Desarrollo Comunitario del Ministerio de Cultura entre 1977 y 1979.
En las elecciones generales de 1977 logró un escaño en el Congreso, lo que le permitió ser uno de los parlamentarios que tomó parte en la redacción de la Constitución Española. Durante su etapa en el Congreso de los Diputados, presidió la Comisión de Peticiones hasta 1982.
Cuatro años después, regresó a la Cámara Baja, donde fue portavoz de Economía y Hacienda durante tres legislaturas distintas, desde 1986 a 1994. Ya en la Eurocámara, fue vicepresidente de la Subcomisión de Asuntos Monetarios (1994-1999) y de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, que ocupa en la actualidad.
En su biografía en la página web de la Eurocámara afirma rotundo que "en un mundo en el que los cambios se producen cada vez de forma más vertiginosa, los países europeos desaparecerán si no se mantienen unidos". "Europa no es sólo un área de libre comercio, es un área basada en unos valores comunes y en unos principios.
Como dijo Paul Valery, Europa está basada en tres pilares: la filosofía griega que puso al hombre como centro del Universo, el Derecho Romano, como método para resolver conflictos y el cristianismo, que expresó la división entre la esfera religiosa y personal de los seres humanos", añade.
García-Margallo tiene la Gran Cruz del Mérito Civil, que el Gobierno le concedió en 1982 y un año después obtuvo la Orden del Mérito Constitucional.
Fue una de las personas que acompañó a Rajoy en su primera salida al exterior tras ganar las elecciones del 20-N, cuando participó en la cumbre que el Partido Popular Europeo celebró en Marsella el 7 de diciembre. Es amigo personal del también eurodiputado Iñigo Méndez de Vigo, cercano a Rajoy y quien también aparecía en las quinielas de 'ministrables'.
EL TEMA CUBANO:
Respecto al tema cubano, lo que se viene repitiendo en internet con énfasis en las últimas horas es esta entrevista, a falta de mayor información. El nuevo canciller español muestra una posición moderada, inteligente y práctica ante un periodista demasiado exaltado. Por lo demás, sus respuestas no tienen otro mérito que la sensatez, además de la paciencia frente al entrevistador.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Asunto secundario


España ya tiene un nuevo ministro de Asuntos Exteriores: José Manuel García Margallo Marfil. Tengo la impresión que no es un nombramiento muy favorable a Cuba, pero en realidad no hay mucha información disponible en internet.
No soy un conocedor a fondo de la política española, pero en igual sentido me parece que el gabinete de Mariano Rajoy trae varias sorpresas. Más allá de nombramientos esperados ―Soraya Sáenz, Gallardón― me han llamado la atención algunas designaciones. Tras la victoria de Rajoy pensé que Moragas sería el nuevo canciller, aunque ya entonces alguien que desde hace años conoce mucho mejor que yo las interioridades de los dos principales partidos políticos españoles me advirtió al respecto y tras el previsible nombramiento de éste como jefe de gabinete me había quedado sin ficha para apostar.
Aquí, aquí y aquí hay alguna información sobre García Margallo. Una trayectoria en que se inicia como joven monárquico y se afianza como abogado conciliador en el Parlamento Europeo.
Aunque, repito, conozco lo mínimo sobre el nuevo ministro de Exteriores, encuentro exagerada la afirmación de que es un experto en Cuba. La única referencia al respecto es que es ocupa la vicepresidencia de la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo y de la Delegación para América Central y Cuba.
Lo que sí queda claro ―y este es un buen indicador sobre cómo funcionará el próximo gobierno español― es que García Margallo es el canciller adecuado para tratar con la Unión Europea.
La crisis española y los vínculos con la comunidad europea son las dos prioridades del gobierno de Rajoy. En ese sentido, creo que ha hecho una buena elección para tratar ambos problemas en el ámbito internacional. Cuba, como siempre, es asunto secundario.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Razonamiento torcido


En su blog Penúltimos días, Ernesto Hernández Busto recurre a una referencia curiosa para explicar su apoyo a la enmienda de Díaz Balart.
Dice Hernández Busto que en los primeros tiempos del Tercer Reich, la letra gótica dominó todos los impresos de la propaganda nazi. Sin embargo, en enero de 1941 se produjo un cambio. La letra gótica quedó prohibida por decreto. La verdadera razón detrás del cambio ―según el autor del post― era puramente práctica: a medida que el imperio alemán iba creciendo, necesitaba también ampliar su protocolo de comunicación. Y la tipografía gótica, de poca legibilidad, se hacía difícil de entender en los territorios ocupados. El otro motivo era que la sobreabundancia de material impreso en el Tercer Reich tropezó con una carencia de tipos móviles en letra gótica. En las fundiciones e imprentas del resto de Europa (Francia, Holanda…) la cantidad era reducida. Así que se decretó el salto al tipo romano.
En el caso que explica Hernández Busto, la carencia de un producto no se determina por una falta específica en la producción, sino por un incremento inusitado de la demanda. Los alemanes adoptaron la solución más práctica, y también la más fácil, pero el ejemplo es interesante porque muestra que el pragmatismo se impuso sobre una ideología fundamentalista.
Viene después el enlace que Hernández Busto, de esta referencia erudita con el caso cubano: ´´El cambio ideológico en una sociedad totalitaria, aventuro, no es tanto el resultado del debate o el roce con una ideología contraria (una ideología situada en una visión del mundo completamente opuesta, de entrada), sino de imperativos prácticos que van orillando a un régimen determinado a priorizar su supervivencia como grupo de poder´´.
Más adelante añade: ´´Siempre he creído que este punto de inflexión tendrá más que ver con la falta de dólares que con su superabundancia por la vía turística. Y es por eso que estoy a favor de la enmienda Díaz-Balart´´.
Interesante ejemplo. Comparto además el criterio de que los imperativos prácticos ―y en última o primera instancia la supervivencia― son los que obligan a los cambios en una sociedad totalitaria. Y no totalitaria también, en buena medida. Solo que a la hora de armar el juguete, encuentro que el fin no justifica los medios (empleados).
En primer lugar, la enmienda de Díaz Balart está dirigida contra la familia cubana, no contra el turismo hacia la isla. Si el legislador hubiera querido fundamentar una medida contra el turismo, debería haber incluido todos los viajes a Cuba, en particular los de los norteamericanos, que se han ampliado notablemente durante el gobierno de Barack Obama. Cierto que los principales viajeros a la isla son los cubanos que residen en Miami, pero por principio los norteamericanos no debieron haber sido excluidos de la medida: volver también a la situación existente durante el gobierno del ex presidente George W. Bush, cuando resultaba más difícil que un estadounidense viajara a Cuba. Díaz Balart lo que se limitó fue a trasladar un problema entre cubanos a un proyecto de ley norteamericano. Y por decantación, a considerar a los cubanos residentes en Estados Unidos, que viajan a Cuba, ciudadanos de segunda categoría.
Por otra parte, no hay razón que indique que un viaje cada tres años, una visita solo a los padres y no a los tíos, y $1,200 al año en remesas es la medida justa que separa lo humanitario de lo turístico. Si lo que se quiere es acusar a los cubanos, residentes en Estados Unidos, de hacer turismo (no entiendo desde cuándo esto es un delito) y no viajar por motivos sentimentales; si lo que se plantea de forma más o menos abierta es que los cubanos regresan como visitantes para comer barato, alardear y disfrutar de diversos placeres a precios de liquidación, y no para ver a la familia, hay que plantearlo a las claras.
En realidad, la enmienda de Díaz Balart no es más que un intento de darle marcha atrás a las manecillas del reloj: volver a la época de George W. Bush, ese sueño de un sector del exilio de Miami que no se resigna al fin de una época. Por lo demás, a Díaz Balart no le importa el resto de los electores de su distrito y, por supuesto, tampoco el resto de los cubanos que viven en Miami.
Sin, embargo, lo que más me llamó la atención del post en Penúltimos días es que también puede servir de explicación para justificar lo contrario de lo que plantea el autor: el cambio tipográfico que menciona ocurrió en una época de expansión, no de miseria, retirada y deterioro. De acuerdo al ejemplo, sería la abundancia y no la escasez la causa del cambio.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Votación dividida


Unidos en las declaraciones, pero no a la hora de votar.
David Rivera votó no a la aprobación de un proyecto de ley bipartidista destinado a evitar el cierre del Gobierno federal por falta de fondos.
El último escollo que tuvo que superar el proyecto fue que los republicanos retiraran una enmienda propuesta por el legislador Mario Díaz Balart, que hubiera retrotraído la situación de los viajes y el envío de remesas a Cuba al estado en que se encontraban durante el gobierno del ex presidente George W. Bush.
Mientras que los legisladores de origen cubano se mantuvieron unidos en los días previos a la votación final en su apoyo a la enmienda de Díaz Balart, cuando ésta fue finalmente retirada y se enfrentaron al voto, actuaron de forma distinta.
Tanto el promotor de la media, Mario Díaz Balart, como Ileana Ros-Lehtinen y Albio Sires votaron a favor del proyecto. Solo Rivera fue consecuente y votó en contra.
En una declaración de prensa, la oficina del congresista Díaz Balart criticó al presidente Barack Obama y lo llamó ´´Pacificador en Jefe´´. Sin embargo, el comunicado omitió mencionar el voto del representante floridano. Entonces no resulta extraño que alguien podría pensar que, aunque el legislador se quedó corto, y no llegó a triunfar su enmienda, podría aspirar al título de ´´marrullero en jefe´´
Con 296 votos a favor y 121 en contra, los legisladores aprobaron el principio de acuerdo alcanzado para financiar la mayoría de las agencias de la burocracia federal en lo que resta del año fiscal 2012 (que abarca de principios de octubre a finales de septiembre) y cuyos fondos se agotaban esta medianoche. Para ver los detalles de la votación, pulse aquí.

Rivera votó en contra


El congresista David Rivera votó en contra de la propuesta de ley presupuestaria en la Cámara de Representantes.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó hoy un proyecto de ley bipartidista por valor de un billón de dólares que evita el cierre del Gobierno federal por falta de fondos, tras una prolongada lucha entre demócratas y republicanos.
Con 296 votos a favor y 121 en contra, los legisladores aprobaron el principio de acuerdo alcanzado anoche para financiar la mayoría de las agencias de la burocracia federal en lo que resta del año fiscal 2012 (que abarca de principios de octubre a finales de septiembre) y cuyos fondos se agotaban esta medianoche.
El proyecto de ley presupuestaria, que deberá ser votado en el Senado en las próximas horas, reduce los presupuestos para la mayoría de las agencias federales, con la excepción del Pentágono.
Cuaderno de Cuba recibió el siguiente comunicado de prensa de la oficina del congresista Rivera:
Congressman Rivera’s Vote Against Budget Highlights
Willingness to Fight Unilateral Concessions Toward Castro Regime
Washington, DC- Congressman David Rivera (FL-25) voted against the budget bill before the House of Representatives today after congressional budget negotiators eliminated restrictions on Cuba travel following a veto threat from the Obama Administration.
Congressman Rivera released the following statement after the vote:
“Today President Barack Obama reaffirmed his allegiance to Fidel and Raul Castro and confirmed his status as the Castro brothers’ best ally and chief lobbyist in Washington. This week congressional budget negotiators from the House and Senate agreed to enact new restrictions on travel to Cuba. After a veto threat from President Obama, these same budget conferees decided to eliminate the restrictions on Cuba travel, thus providing the Castro dictatorship with millions of dollars in resources. President Obama’s veto threat was issued notwithstanding the fact that Cuba has been holding a U.S. citizen hostage for over two years, Cuba is on the U.S. government’s List of Terrorist Nations, and Cuba is harboring fugitives from U.S. justice, including cop-killers, drug traffickers and criminals on the FBI’s Wanted list. My vote against this budget is intended to demonstrate my willingness to continue fighting the Obama administration’s policy of appeasement and unilateral concessions toward the Castro regime. I commend Congressman Mario Diaz-Balart for his valiant efforts to deny the Cuban dictatorship millions in hard currency with which to finance their brutal dictatorship, as well as succeeding in defeating a measure to grant U.S. credit financing to Cuba. I look forward to continue working with my congressional colleagues to reverse President Obama’s efforts to appease the Castro dictatorship with unilateral concessions.”

Curiosidad


¿Y ya no despierta curiosidad que ha transcurrido más de un mes sin que aparezca una ´´Reflexión´´ de Fidel Castro?

Nuestros ''líderes'' nos han fallado


El Nuevo Herald debe tener cuidado con titulares como el que tiene la noticia principal de su edición online: todavía pueden producir algún infarto en ciertos reductos de la Calle 8. Por supuesto que los líderes a que se refiere la nota son los que están a cargo de las negociaciones presupuestales, pero nada garantiza que alguien aquí considere que la mención es a los ´´líderes´´ del patio. Porque entonces, nuestros ´´líderes´´ nos habrían fallado. De nuevo.
Aunque la información es lo suficientemente zalamera como para intentar cubrir el fracaso local con cierta bravuconería y dejar bien parados a ´´nuestros líderes´´.
Una muestra: ´´Pero si el entendimiento Rogers-Reid fracasa, la mayoría republicana de la Cámara de Representantes podría presionar a favor de su propia versión de la iniciativa de gastos, que retendría aún el lenguaje sobre Cuba´´. O esta otra, en que señala que no se sabe cómo los cuatro cubanoamericanos impulsores de la medida en la Cámara ´´votarían sobre ella. Entre los tres republicanos y el demócrata se encuentra la representante Ileana Ros-Lehtinen, la poderosa presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes´´.
Pese al fervor de ´´nuestros líderes´´ y los buenos deseos en secundarlos de ciertos reporteros locales, la medida estaba destinada a no prosperar más allá de cierto punto. Hay que reconocer que bastante lejos llegó. Pero relativamente. Ninguna medida que no ascienda de la penúltima línea del penúltimo párrafo en una información de The New York Times alcanza su destino, si éste se convierte en un destino difícil.
La definición ocurrió cuando el presidente Barack Obama dijo que vetaría la ley si esta incluía una restricción de los viajes a Cuba. El mensaje era claro, para legisladores republicanos y sobre todo demócratas. Estos últimos sabían que no podían ceder en un punto que colocaría al Presidente en la difícil situación de emitir un veto. Y los primeros ya estaban enterados de cuán comprometido estaba ese aspecto.
Por lo demás, nada más fácil de echar a un lado. Cierta compensación para lavar la cara de nadie, como es el desestimar una medida de la representante Jo Ann Emerson que hubiera flexibilizado ampliamente un requerimiento de que Cuba pague en efectivo y por adelantado por sus importaciones desde EEUU, que es el tipo de medida que presentan los legisladores para beneficiar a sus estados. En este caso, Emerson lleva años en el empeño de liberalizar los mecanismos de compra del gobierno cubano a los granjeros estadounidenses. Llama la atención que esta republicana por Missouri se preocupe por el bienestar de sus contribuyentes, mientras los legisladores cubanoamericanos solo se mantienen empeñados en satisfacer emocionalmente a un grupo de votantes y a los intereses de un sector del exilio poderoso económicamente, pero caduco en ideas y fracasado en sus tácticas para derrotar el gobierno de los hermanos Castro.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Shakespeare and Company

Shakespeare and Company y mi incapacidad para sacarme una buena foto. En París, a comienzos de noviembre. Me acabo de enterar que el dueño ha muerto. La información aquí.
Dos librerías y un nombre: para conocer más sobre las dos Shakespeare and Company, aquí.

Radio y TV Martí no informan ni a la Oficina de Fiscalización Gubernamental


Creía que Radio y TV Martí no cumplían el objetivo de informar a sus oyentes, lectores y televidentes. Estaba equivocado. En eso de no informar, hasta el gobierno de Estados Unidos cae en la lista.
Una nota de El Nuevo Herald señala que la junta que supervisa Radio y TV Martí no brindó suficiente información al Congreso sobre sus costos y su audiencia en Cuba, según un informe difundido el martes por la Oficina de Fiscalización Gubernamental (GAO) de Estados Unidos.
En un informe escrito en duros términos, GAO recomendó además a la Junta Directiva de Radiodifusión (BBG) que estudiara la posibilidad de “compartir recursos” entre las estaciones Martí y la División Latinoamericana de la Voz de Estados Unidos de América (VOA), dice la información del Herald.
El resumen de GAO señaló que en 2010 las comisiones de asignaciones de la Cámara y el Senado ordenaron a BBG que presentara un plan “estratégico” de transmisiones a Cuba, incluyendo audiencias, costo por audiencia, métodos de transmisión y otras medidas.
Pero al plan que BBG presentó en agosto “le faltaba información clave”, añadió GAO.
“De los seis requisitos en la directiva, concluimos que el plan estratégico de BBG se ocupaba completamente de uno y sólo en parte de los otros cinco”, explicó el informe.
El plan de BBG alegaba que no podía estimar su audiencia actual en la isla porque los cubanos viven bajo una dictadura y a menudo temen admitir que escuchan transmisiones extranjeras, según el informe de 18 páginas de GAO.
Creo que la Junta Directiva de Radiodifusión acaba de descubrir el agua tibia con esta última excusa. Lo que me preguntó es con qué cara estos funcionarios u otros de Radio y TV Martí han hablado con anterioridad de mejoras en la audiencia, o la validez de cifras expresadas en otras ocasiones.
Lo más elemental, en este caso, sería deshacer la actual junta directiva y nombrar un grupo asesor e investigativo que en un par meses rindieran un informe sobre la forma de mejorar estas medidas. Claro que esto es seguir el camino burocrático que tanto gusta en Washington. La verdadera solución es reestructurar ambas emisores de arriba abajo. Y por supuesto, comenzando por arriba.
No sé hasta cuándo podrá Radio y TV Martí, y sus supervisores, continuar mintiendo sobre su falta de eficacia, la mala calidad de sus programas y su audiencia fantasma.

Un logro de Jeb Bush


El Nuevo Herald trae un buen reportaje sobre una gigantesca compañía que gestiona algunas escuelas charter en la Florida. Hay un aspecto que queda fuera de la información. El auge de las escuelas charter se debe fundamentalmente a la gestión de Jeb Bush como gobernador de la Florida.
Bush, hijo y hermano de ex presidentes y con fuertes vínculos con el sector más recalcitrante del exilio cubano, siempre ha estado empeñado en la destrucción del sistema de enseñanza público.
Sus intereses en este sentido han sido dobles. Por una parte, ideológicos. A diferencia de la enseñanza pública, las escuelas privadas no sólo pueden dar clases de religión ―cualquiera que ella sea― sino también utilizar libros de texto fundamentados en cualquier credo y tendencia, más allá de criterios científicos y de imparcialidad académica.
La otra motivación de Jeb Bush es puramente mercantilista: utilizar los fondos estatales para proyectos privados, que se otorgan a un grupo selecto de amigos, simpatizantes y compinches en general.
Esta idea precapitalista siempre ha sido muy apreciada por algunos exiliados cubanos en Miami. Desde pequeños negocios ―la bodega que aceptaba cupones de alimentos para cualquier compra y la farmacia que vendía perfumes a las ancianas a cambio de apropiarse del Medicare y Medicare de éstas― hasta grandes empresas ―de bienes raíces, construcción, alquiler y venta de equipos pesados, servicios médicos, entre otras― una parte de las fortunas de algunos exiliados se crearon en base a pequeños rejuegos y grandes prebendas. Es bueno enfatizar que no todo el capital exiliado depende de esas fuentes, pero llama la atención que quienes vociferan llevar la democracia y el capitalismo a Cuba lo que buscan en realidad es obtener beneficios personales gracias a la creación de un sistema social y político donde lo que rige no es la libre competencia, sino el clientelismo.
Ello explica en parte que algunos de los principales negocios de Miami se vinculan a la industria de bienes raíces y la construcción ―como en la Cuba de Fulgencio Batista― y también ese incesante problema de cualquier expressway a medio terminar, con nuevas carrileras recién construidas pero cerradas a los automóviles y vías que se terminan hoy para romperlas mañana y dar paso a un nuevo plan de ampliación.
En el caso de la enseñanza ocurre lo mismo: poner el dinero de los contribuyentes a trabajar para el lucro de unos pocos. Solo que en este caso hay que ir más allá de la incomodidad en la autopista. En este sentido, desde hace años los republicanos vienen desarrollando una campaña en contra de los sindicatos de educadores, las deficiencias en la enseñanza y la ideología liberal e izquierdista que, según ellos, impera en la mayoría de los maestros y profesores.
El gobernador Bush formó parte muy activa de esa campaña, desde la ampliación de los exámenes FCAT hasta la entrega de vouchers a las escuelas privadas. Aunque hubo aspectos meritorios en el esfuerzo de Bush por mejorar la educación en el estado, ni le pertenecen todos los logros ni es el causante de todos los problemas que aún existen. Sin embargo, hay un aspecto en esa campaña que merece toda la atención, y es el énfasis en tierra arrasada con el cual se llevó a cabo. Los republicanos estaban empeñados ―todavía lo están― no solo en privatizar la enseñanza sino en imponer el estudio de la religión y de una ideología de ultraderecha. Para ello apelaron al lenguaje de la guerra fría y comenzaron a desarrollar un ataque frontal dentro de lo que llamaron ´´guerra cultural´´. No solo los maestros eran malos, sino que estaban ´´envenenando´´ ideológicamente a los alumnos.
Si bien era cierto que la educación en Estados Unidos no era la mejor, y de entonces acá no ha hecho más que empeorar, pese a vouchers y escuelas charter, y los sindicatos de maestros se habían convertido en pequeños o grandes feudos, lo correcto era la mejoría, no la eliminación. Pero al igual que en las rebeliones comunistas, los republicanos estaban empeñando en el todo o nada.
Como suele ocurrir en Estados Unidos ―ventaja y desventaja al mismo tiempo de este país― la victoria republicana ha sido a medias. La educación sigue siendo un problema, se han producido mejoras y algunos han logrado millones a cambio, como se ilustra en este reportaje. El capítulo de pérdidas y ganancias sigue abierto.
Los nexos de Academica con legisladores republicanos de la Florida: aquí

 

Viajes y envíos


Hasta el momento, la información más completa sobre el proyecto que busca restringir los viajes y los envíos de remesas a Cuba la tiene Café Fuerte.
La información de The New York Times limita a una sola línea, en el penúltimo párrafo, lo que respecta a Cuba: ´´Democratic concerns about provisions that would limit family planning for women in the District of Columbia and restrict visits to Cuba by Cuban-Americans´´.
En The Cuban Triangle, Phill Peters expresa que el mensaje navideño que Mario Díaz Balart ha enviado a ´´those Cuban Americans who travel to Cuba is roughly as follows: “If you oppose this, I don’t care, nor do I care that this would cut off family visits just before Christmas. You live in my district but you don’t seek citizenship and you don’t register to vote, and I bet you never will. Cuban Americans are exiles, not immigrants, and it’s time you started acting that way”.
En Reconciliación Cubana: ´´A los MIEMBROS DEL CONGRESO DE ESTADOS UNIDOS LLAMAMOS para que NO se unan a los esfuerzos dealgunos congresistas para revertir las políticas implantadas que permiten el envío de remesas
y los viajes de los cubano-americanos a CUBA.
Las remesas ayudan a los CUBANOS DE LA ISLA que enfrentan serias carencias y miseria debido a la crisis económica prolongada, así como contribuyen a que muchos puedan abrir pequeños negocios privados, aprovechando la autorización por el gobierno del trabajo por cuenta propia, y así hacerlos más independientes del Estado totalitario.
Las visitas contribuyen a la reunificación de los cubanos, a acercarnos para junto avanzar en la reconciliación nacional, sin odios y en paz. Las experiencias y logros de nuestros hermanos en Estados Unidos contribuyen al flujo de ideas, que pueden avanzar la democracia en Cuba´´. Miriam Leiva — Oscar Espinosa Chepe.

La cifra mágica


¿Constituye el envío de remesas a Cuba una fórmula para el financiamiento del régimen, como desde hace años vienen afirmando en Miami y recalcando los repetidores de ese exilio agotado en fórmulas caducas, o es simplemente una ayuda humanitaria?
La pregunta nace viciada por el giro torcido que adquieren las palabras en que se presenta.
Hablar de financiamiento del régimen implica un esfuerzo consciente dirigido a sostenerlo. Como aún gran parte de la economía del país está en manos del Estado ―es decir, del gobierno― resulta inevitable que cualquier envío de dinero contribuya a la economía nacional y por supuesto a las ganancias del gobierno de los hermanos Castro.
Hay, sin embargo, un matiz que vale la pena enfatizar: convertirse en cliente obligatorio de determinada empresa ―no importa que este caso esa empresa sea el Estado― no significa financiar un gobierno hostil. Con el énfasis que se le otorga a la palabra por el exilio recalcitrante, que rechaza los envíos de dinero y los viajes a Cuba, lo que se intenta es reducir a colaboracionista del régimen de Castro a cualquier hijo, hija, padre o madre de familia, tío o vecino que visite la isla. No es más que un simple acto de intimidación verbal. En este sentido, se trata de enmarcar en una disyuntiva política lo que cada vez se convierte en un asunto familiar para quienes decidieron o se vieron obligados a irse de Cuba.
El imperativo moral cuenta como paradigma o ideal ciudadano, pero en la práctica determina poco en las decisiones cotidianas de quienes viven bajo una dictadura o gobierno totalitario. Así ha sido siempre y Cuba no es la excepción. En medio del estancamiento que desde hace décadas enfrentan las diversas confrontaciones que en un primero momento definieron la situación cubana ―exilio-patria, Cuba-Estados Unidos, castrismo-anticastrismo― apelar al sacrificio y al sentimiento moral, resulta hipócrita mientras se vive fuera de la isla.
Al final, lo que aún sustenta la retórica de restringir los viajes y las remesas es una actitud revanchista, inútil por completo como estrategia a la hora de buscar el fin del castrismo, inservible como táctica si se quiere crear una situación que provoque una revuelta en la isla. Porque lo que se busca es eso: crear una situación de carencia que obligue a la gente a tirarse a la calle. Más allá de la crueldad implícita en la idea, deben señalarse dos puntos, que demuestran la estrechez de mente ―estupidez quizás sea la palabra más correcta― de quienes alientan un aumento del embargo y el aislamiento económico del régimen cubano. Uno es que ya está más que demostrado que cualquier cierre económico total sobre Cuba no sólo es imposible, sino que el país ha atravesado por diversas crisis en este sentido, tras las cuales el gobierno castrista ha demostrado su fortaleza. El segundo punto es que ha sido precisamente el gobierno de la isla quien ha utilizado la escasez como una forma de represión.
¿Por qué entonces este empecinamiento en fórmulas caducas? Por empecinamiento y soberbia. Empecinamiento que viene determinado por la falta de voluntad e imaginación para buscar fórmulas mejores en el camino hacia la democratización de Cuba. Soberbia como única vía de escape antes de reconocer el fracaso.
No por gusto ha sido el representante demócrata José E. Serrano, quien ha advertido de que el Congreso parece estar dispuesto a aprobar una proyecto de ley que incluye una vuelta atrás, a la época de George W. Bush, en lo que respecta a las restricciones para quienes viajen a la isla y envíen dinero a sus familiares.
Serrano no es un legislador que despierte las simpatías de ningún sector del exilio, ni siquiera entre los más moderados así que aquí el interés del político es más partidista ―y también más cercano al gobierno cubano― que cualquier otra cosa. Serrano lo que busca en llamar la atención sobre el intento de restablecimiento de una medida que tuvo el rechazo no sólo de un importante sector del exilio, sino también del pueblo cubano y gran parte de la disidencia. Y el legislador Mario Díaz Balart se la ha servido en bandeja de plata a Serrano.
Si se aprueba un acuerdo tentativo de presupuesto, que en la actualidad discuten legisladores demócratas y republicanos, éste contiene un proyecto de ley, propuesto por Díaz Balart, que limitaría los viajes de cubanos residentes en EEUU a uno solo cada tres años por razones de “reunificación familiar”, limitaría a 1.200 dólares el monto de las remesas anuales y volvería a establecer una definición más estricta del concepto de “familia”.
Es decir, no importa que Barack Obama se encuentre en la Casa Blanca, para los cubanoamericanos que quieren viajar a Cuba y mandar dinero a sus familiares seguiría gobernando Bush. Una vuelta a la hipocresía de que no se va a dejar a los familiares cubanos muriéndose de hambre, pero tampoco es para que tenga dinero para comprar una casa, un automóvil o poner un negocio.
Porque la propuesta realizada en julio por el representante por el sur de la Florida tiene que ver más con el futuro que con el pasado. El problema para los legisladores cubanoamericanos es que la fundamentación repetida por años, de que el dinero del exilio sirve para financiar el régimen de Castro, se está quedando sin sentido, a partir del surgimiento y desarrollo de un sector económico que opera dentro del sector privado. No importa lo limitado que este sector resulta aún, no se trata tampoco de formular pronósticos sobre su futuro. La realidad actual es que se han introducido elementos en la economía cubana ―cuentapropismo, compra y venta de casas y automóviles― donde el dinero proveniente de Miami está llamado a desempeñar un papel fundamental. Dinero de Miami, hay que enfatizarlo. Otras ciudades, otros ámbitos, es posible que contribuyan, pero el centro se encuentra aquí, en esta ciudad. Y lo que está ocurriendo es que las remesas están financiando menos al régimen y más al movimiento reformista. Esta realidad, muy contraria a lo que repiten los tontos inútiles, es lo que en verdad preocupa a los legisladores cubanoamericanos, como lo señaló en su momento Phill Peters.
Así que no tiene sentido preguntarse cuántos son los dólares que hay que permitir para librarse de la acusación de estar del lado de los genocidas. La pregunta ahora es otra: ¿queremos o no queremos reformas en Cuba? Discutir el alcance de estas reformas es válido, pero aquí ya entramos en otro terreno y debate.
Más información en:
Marcha en reversa.
La Línea Maginot de Mario Díaz-Balart.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Radio y TV Martí: donde informar no es el objetivo


En el portal digital de Radio y TV Martí aparece una información bajo el titular Alarma ante supuesto complot de Irán, Cuba y Venezuela contra Estados Unidos.
Dice el primer párrafo o encabezamiento de la noticia: ´´El documental que transmitió la cadena Univisión La Amenaza Iraní donde revelan un supuesto complot entre Irán, Cuba y Venezuela para realizar un ciberataque contra centrales nucleares estadounidenses, ha inquietado a más de uno, y Estados Unidos no es la excepción´´.
En este párrafo la palabra clave es ´´supuesto´´. Su presencia solo obedece a que el ´´supuesto´´ medio noticioso no solo transmite desde territorio estadounidense, sino pertenece y es administrado por el gobierno de Estados Unidos, lo que ´´supuestamente´´ implica que debe cumplir ´´supuestas´´ normas de objetividad periodística y balance informativo.
Podemos ´´suponerlo´´ todo, cuando se quiere cuidar las espaldas y tratar de evitar la acusación de actuar de forma tendenciosa. En Miami, el truco resulta bien simple, un ´´supuesto´´ para recordar vagamente que la información se realiza desde Estados Unidos y una carga de palabras destinadas a aplastarlo, echarlo a un lado y olvidarlo. Pronto el lector desecha toda cautela y toma por ciertas declaraciones y opiniones, admite testimonios sin confirmación independiente y da por cierta informaciones no verificadas.
Por otra parte, no hay una simple ingenuidad por parte del lector y televidente de esta ciudad, sino una necesidad más emocional que informativa. La noticia que complace, no que informa, es la preferida por los medios de prensa de Miami. Solo que Radio y TV Martí no son emisoras de Miami. ¿Supuestamente?
En el caso específico de esta información, aparecida en el sitio en la red de Radio y TV Martí, el ´´supuesto´´ se pierde en una acumulación de párrafos que tienen el objetivo de torcer la información de forma tal que complazca a los intereses del exilio ultraderechista de Miami y sirva de portavoz a los congresistas latinoamericanos.
Por supuesto que ese no es el aparente objetivo de esta organización noticiosa, pagada con los fondos de los contribuyentes estadounidenses, con enlaces a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, el Departamento de Estado, la Casa Blanca, VOA Noticias y VOA News. Es decir, que por su razón de existencia, institucionalidad y fondos que recibe, Radio y TV Martí es otra dependencia más del gobierno de Estados Unidos, con independencia del partido político que ocupe la Casa Blanca y los congresistas de origen cubano que puedan estar en Washington. Sin embargo, esto no se cumple y nunca se ha cumplido.
El siguiente párrafo de la información plantea: ´´El gobierno de Barack Obama revisa los elementos “muy inquietantes” y “evalúa las acciones” a tomar, declaró a reporteros Mark Toner, un portavoz de la diplomacia estadounidense, según informó la agencia de noticias France Presse´´
El lector no lo sabe, pero en ese párrafo concluye todo lo que tiene que decir el gobierno de Estados Unidos al respecto. Una respuesta típica de un portavoz ante una pregunta de esta índole. No hay otro indicador que justifique la palabra ´´alarma´´ en el título, no hay una declaración presidencial o del Departamento de Estado, no existe otra indicación de mayor fuerza que permita, en un juego de malabares, sustituir ´´inquietud´´ por ´´alarma´´.
A continuación, comienza a desarrollarse verdaderamente la intención de Radio y TV Martí al publicar esta nota, cuando se refiere a la ´´preocupación´´ de congresistas estadounidenses por el asunto. Lo que aquí no especifica la nota, es que esa ´´preocupación´´ es de legisladores cubanoamericanos o de origen cubano. Planteado de esa forma incompleta, el lector puede hacerse la idea de que la ´´preocupación´´ está generalizada entre los miembros del Congreso.
A continuación, la información detalla que los congresistas republicanos Ileana Ros-Lehtinen, Mario Díaz-Balart, David Rivera y el demócrata de Nueva Jersey, Albio Sires, enviaron una carta a la secretaria de Estado Hillary Clinton, expresando su inquietud ante las credenciales diplomáticas de Livia Antonieta Acosta Noguera, del Consulado General de Venezuela en Miami
Luego aparecen cuatro párrafos detallando aspectos de la carta. Hasta entonces, la información de Radio y TV Martí había sido desarrollada en un párrafo introductorio y otro que señalaba lo expresado por el gobierno de Estados Unidos. Ahora hay cinco párrafos dedicados a la opinión de congresistas cubanoamericanos al respecto, algo que es noticia vieja. ¿Y eso es balance informativo para Radio y TV Martí? Hubiera resultado más honesto que se limitaran a volver a repetir la noticia de la carta.
A continuación, la información agrega que el senador demócrata por Nueva Jersey, Robert Menéndez, anunció que convocará a una audiencia sobre las actividades de Irán en América Latina. Menéndez, también de origen cubano, tiene una posición exactamente igual a la de sus colegas republicanos en lo que respecta a los gobiernos de Cuba y Venezuela, aquí no hay nada nuevo, y su preocupación es válida. Lo interesante aparece en el párrfo siguientes, y es que la audiencia está prevista para el año que viene. ¿Dónde queda entonces la alarma?
Lo que sigue en la información son párrafos de relleno, que más bien constituyen un anuncio no pagado al programa de Univisión.
Cabe preguntarse hasta dónde se le va a permitir a Radio y TV Martí continuar divulgado informaciones de tan bajo nivel periodístico, cuando es una institución de prensa que cuenta con un presupuesto de varios millones. ¿Es que a nadie del Partido Demócrata, en la actualidad en el gobierno, le interesa o conoce lo que transmite esa emisora? ¿Ninguna de las figuras conocidas de ese partido en Miami tiene una ´´inquietud´´ al respecto? ¿No les preocupa? Es lamentable, porque la baja calidad de las informaciones de Radio y TV Martí debía ser mot ivo de alarma. De una alarma sin comillas.

La comezón del exilio revisitada

A veces en el exilio a uno le entra una especie de comezón, natural y al mismo tiempo extraña: comienza a manifestar un anticastrismo elemen...