La organización Pastores por la Paz, que aboga por el levantamiento del embargo de EEUU contra Cuba, llegó el viernes a La Habana para entregar un cargamento de ayuda humanitaria, en desafío a esa política. Se trata de la vigésimo segunda caravana organizada por el grupo, que recorrió más de 130 ciudades de EEUU y Canadá, donde recopiló más de 100 toneladas de donativos, según reportó la agencia estatal cubana Prensa Latina.
Más que de organización humanitaria, es adecuado catalogar a Pastores por la Paz de grupo propagandístico. El gasto de mantener esta operación, que busca atraer adeptos y propagar una visión idílica del régimen castrista, debe superar con creces los supuestos recursos que llevan a Cuba.
Una vez más se repitió la divulgación, por parte del gobierno cubano, de la llegada de un cargamento que por lo general incluye medicamentos, computadoras, material escolar, herramientas, paneles solares portátiles y autobuses. Y una vez más el gobierno norteamericano decomisó algo del envío.
Una portavoz de “Pastores por la Paz”, Helen Bernstein, dijo que al cruzar la frontera con México, las autoridades estadounidenses les decomisaron siete computadoras, pero “aquí estamos para cumplir con el legado del reverendo Lucius Walker”.
El reverendo Walker es un buen ejemplo de figura que bajo el cariz religioso o humanitario se convierte en cómplice de un sistema totalitario.
A principios de este mes se conoció un cable del Departamento de Estado, donde se daba cuenta que Walker amenazó con eliminar las becas de todo estudiante estadounidense de Medicina en La Habana que se pusiera en contacto con la misión diplomática de EEUU en Cuba.
El cable― uno de cientos de miles obtenidos por Wikileaks― asegura que el pastor lanzó la amenaza el día antes de que uno de los estudiantes asistiera a una reunión de ciudadanos estadounidenses que en todo el mundo actúan como activistas voluntarios para contactar a otros en emergencias tales como huracanes, en 2007. Las embajadas de EEUU en el mundo entero organizan redes similares.
Es decir, que para el pastor Walker, ya fallecido, había acciones y gestos humanitarios buenos y otros malos. El no solo se consideraba un actor de los ´´gestos buenos´´ sino un guardián contra los ´´gestos malos´´. Pero su actuación también podría considerarse como una conducta propia de un esbirro de Castro.
En el juego político tipo guerra fría, que aún continúa vigente entre Estados Unidos y Cuba, las visitas de los Pastores por la Paz cumplen sobre todo una función de propaganda para el régimen de La Habana. La Habana recibe a los activistas religiosos con bombo y platillo y Washington los persigue. Ambos gobiernos han hecho todo lo posible por convertir a una supuesta misión de ayuda humanitaria en una actividad política.
Por supuesto que Pastores por la Paz no despierta las simpatías del exilio. Pero tampoco de la población de la isla. Allí muchos cubanos los ven como un grupo de aliados incondicionales del régimen, que se dejan utilizar por La Habana.
En otra ocasión en que escribí sobre este tema en el blog, un lector residente en México me comentó al respecto:
''Siempre hacen un show cuando a esa gente le quitan en la frontera cuatro computadoras viejas que ya nadie usan en Estados Unidos y las quieren llevar para Cuba.
Yo mismo he sido víctima en el aeropuerto de la Habana, cuando he tratado de ir a Cuba y pasar con mi pc personal, la cual te la retienen y no te la dejan pasar porque eres cubano, por no hablar de que te dejen entrar una pc nueva para un familiar, un médico o un amigo, por no decir que en Cuba no puedes comprar una pc ni en CUC, tienes que robártela o armarla a pedazos que te hayas llevado de una empresa estatal, y si tienes una pc en casa tienes que tenerla escondida porque te la pueden decomisar el gobierno.
Entonces de que se trata cuando el gobierno americano le retiene unas pc viejas a los pastores por la paz en la frontera con USA, cuestión esta que es por lo demás ilegal, si Cuba por sus aeropuertos no te deja entrar con una pc, estamos hablando de una doble moral que el gobierno aplica a su antojo''.
La doble moral a que se refiere el lector está más que demostrada.
Creo que una solución sería que a la organización se le permitiera enviar a Cuba la ayuda que recoge, sin decomisos ni problema alguno, incluidas las computadoras. Pero al mismo tiempo hay que poner en claro que el cartelito de grupo humanitario otorgado a esta organización― y que incluso hoy día los cables reproducen para categorizarla― resulta por completo inapropiado: se trata de una organización propagandística a favor del régimen, cuyos miembros disfrutan de unas vacaciones anuales en La Habana gracias a un reclamo caritativo falso.
Pastores por la Paz siempre ha mantenido esa dualidad, entre la propaganda política y el desempeño de una labor humanitaria. Al manifestar su oposición al embargo y a las prohibiciones de los viajes a la isla, no han encontrado una vía mejor de expresar su inconformidad que hacerle el juego al régimen cubano. Aunque eso le gana aplausos en La Habana, limita su papel y lleva a poner en duda su labor humanitaria.
1 comentario:
Ademas si la labor fuese humanitaria, lo menos que necesita el cubano son computadoras ni guaguas, como diría el gran sabio panfilo, lo que hace falta es comida, que lo que hay es tremenda hambre.
En todo caso la ayuda de los pastores por la paz es para el gobierno cubano que es algo muy diferente que el pueblo, porque estoy seguro que ninguna de esas computadoras va a parar a la casa de un cubano de a pie, mucho menos una guagua.
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