Radio y TV Martí constituyen una estafa. Las emisoras cuyo objetivo principal era llevar información al pueblo cubano siempre han sido un nicho de mediocres y oportunistas. Durante gran parte de su existencia han estado dirigidas por ignorantes que se aprovechan de la ocasión, colocados en sus cargos gracias a favores políticos, quienes comparten el extraño privilegio del bipartidismo en ciudades tan divididas como Miami y Washington. En este sentido, si mala era la administración republicana, peor es ahora la demócrata.
Las emisoras supuestamente están dirigidas a contribuir en la búsqueda de la democracia en Cuba. Sin embargo, cómo pretender ese objetivo cuando su sitio en internet censura los comentarios que promueven sus trabajos. Sólo en Miami se puede actuar con tanta impunidad.
Ayer leí por pura casualidad una entrevista estalinista hecha por Armando de Armas a Miriam Gómez. Digo lo de estalinista por esa perversa tendencia, que practican con descaro entrevistador y entrevistado, de omitir nombres que al parecer no les resultan muy agradables.
Escribí un breve comentario, de acuerdo a las limitaciones impuestas al número de caracteres, sobre el error que tiene al texto, al señalar a la primera esposa de Guillermo Cabrera Infante como autora de un libro que ella no ha escrito. El comentario no ha sido publicado hasta el momento de escribir esta nota (sábado por la tarde).
Más allá de la limitación impuesta al número de palabras, omití mencionar que el entrevistador carece por completo de conocimiento y rigor periodístico, que eso de llamar a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba el apéndice menos militar del gobierno es periodismo de barricada en su peor acepción: amarillismo de a tres por kilo para congraciarse con cierto exilio furibundo o despachar viejos o nuevos rencores. A estas alturas, no es noticia que en Radio y TV Martí no se cumplan los patrones elementales de periodismo que dicen respetar. Lo que sí causa asombro es que pasen los años y esta situación se mantenga, en pleno despilfarro del dinero de los contribuyentes.
Tampoco en Radio y TV Martí saben distinguir entre lo que es una entrevista, una información o un artículo de opinión, a la hora del periodista dejar que sus opciones invadan el texto. En parte por ignorancia. En parte también por el facilismo de vivir encerrados en esa melcocha ideológica que se consume en Miami, donde todo lo que viene de Cuba es malo y todo lo que se produce en el exilio es bueno.
A continuación, la versión ampliada de mi comentario:
Error entre horrores. Dice la pregunta: ´´¿Es cierto que el régimen militar cubano, o la UNEAC que es su apéndice menos militar, ha publicado un libro de la ex mujer de Guillermo en la isla y que, además, es un libro lleno de infundios?´´.
En Cuba no se ha publicado ningún libro de la ´´ex mujer de Guillermo´´ Cabrera Infante.
Decir eso es un disparate, producto de la ignorancia o el deseo de mentir. Me inclino por lo primero, pero en última instancia la respuesta está en manos del ´´entrevistador´´ (definir de otra manera al autor de este texto, lleno de lugares comunes y cosas conocidas, es atentar contra el periodismo y, mucho más, contra la literatura.
Me parece que el ´´entrevistador´´ hace referencia al libro Sobre los pasos del cronista, de los jóvenes periodistas Elizabeth Mirabal y Carlos Velazco. Debe ser ese libro, porque no conozco otro, que trate sobre GCI, publicado en Cuba en este año.
Marta Calvo, la primera mujer de GCI, es una de las tantas personas entrevistadas en el libro, por la sencilla razón de que éste se refiere a la trayectoria individual de GCI en Cuba hasta 1965. GCI se casó con Marta Calvo en 1953 y con Miriam Gómez en 1961. Abandona definitivamente Cuba en 1965. Las fechas son importantes.
El libro fue publicado en Cuba porque resultó Premio UNEAC de ensayo en 2009. Por cierto, con un año de retraso respecto al resto de las otras obras premiadas.
No es un libro lleno de infundios. Eso es simplemente difamar. El libro recoge testimonios y opiniones de escritores, periodistas, amigos e intelectuales en general, quienes en algún momento estuvieron vinculados o trabajaron con GCI, y que ahora viven tanto en Cuba como en el exilio. Conocidos escritores de un anticastrismo a toda prueba contestaron a los diversos cuestionarios enviados por los autores. Sus nombres aparecen en el libro. No hay más que leerlo.
Quien se tome el trabajo de leer el libro ―evidentemente no es el caso del ´´entrevistador´´― encontrará opiniones y juicios diversos, dentro de una pesquisa exhaustiva, dentro de las limitaciones que implican vivir en la isla. Es además la primera obra dedicada al autor de Tres tristes tigres que se publica en Cuba. Despacharla de la forma en que se hace en esta pregunta es un insulto, sólo posible y permitido en un medio de difusión como Radio y TV Martí, que desde que fue fundado casi siempre ha sido un bochorno para el exilio.
Por lo demás, y pese a las leyendas y lugares comunes archiconocidos, la entrevista no deja de resultar risueña, en ocasiones. Mencionar a Justo Rodríguez Santos como al mejor publicista y agente literario del mundo, con su ''mejor mejora mejoral'', es apostar por la chabanería provinciana. Luego de tener por muchos años los servicios de Carmen Balcells, quien tuvo a su cargo la difusión de los principales libros de GCI, es para morirse de risa. Algo típico de la mente afiebrada de Miriam Gómez.
Fotografía: Guillermo Cabrera Infante, durante un descanso en un trabajo voluntario agrícola cerca de La Habana, en 1959. A su lado, su esposa de entonces, Marta Calvo.
5 comentarios:
Gracias al comentario suyo entré al sitio web de Radio Martí. Me imaginaba que existía pero nunca me animé a buscarlo y encontré que, al contrario de lo que afirmas, si se publican las opiniones de los lectores. En este caso de Zoe Valdez (Francia) que considera todo lo contrario que usted: “Gracias a los dos. Una entrevista soberbia, y muy valiente, fina. Un diálogo entre una gran dama y un caballero” Leí el extravagante mamotreto, y estoy plenamente de acuerdo con usted pero, hermano, prepárate para recibir “coquito con mantecao” cuando nuestra flamante batistiana se entere de que otra vez la contradijiste.
Es cierto, Radio y TV Martí son una estafa. Pero insultar a Marta es un crimen contra la humanidad. El asunto debiera resolverse en La Haya.
Rui, no entendiste nada.
Good! but Radio y TV Martí son un producto típico miamense, verdad?
Gracias, Armengol, es cierto que lo de Armando de Armas es amarillismo para contentar a un cierto exilio decrépito, fuera de tiempo. El libro de los jóvenes periodistas cubanos es excelente, y muy respetuoso con el gran escritor que fue GCI. Y que diga lo que quiera la señora Gómez, gran esposa, excelente viuda, pero que no tiene por qué tener la Verdad Absoluta sobre el escritor. Se puede ser esposa y viuda y no saber nada de crítica literaria.
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