Entre los oradores internacionales al homenaje a Pinochet en Chile hubo un cubano: Joseph Torres, presidente de la juventud cubana en el exilio.
Al acto también habían sido invitados el alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez; el presidente del senado estatal de La Florida, Anitere Flores; el alcalde de Miami, Tomas Regalado; el senador federal Marco Rubio y el congresista federal Mario Díaz Balart. Sin embargo, no se reportó su asistencia.
Otro de los oradores internacionales fue el español Jaime Alonso, uno de los abogados que presentó la querella contra el juez Baltasar Garzón por investigar los crímenes del franquismo, de acuerdo a la información del diario El País.
El acto del teatro Caupolicán, donde según los asistentes se podía percibir el efecto de las bombas lacrimógenas del exterior, arrancó con un discurso de uno de los nietos del dictador, Augusto Pinochet Molina. Luego han subido al escenario los invitados internacionales, entre ellos el exiliado cubano Joseph Torres y el español Jaime Alonso.
“Estoy convencido de que en Chile hay muchos garzones que hay que desenmascarar”, ha dicho el jurista español, según consignaron los medios locales. También se ha informado de la presencia de Miguel Menéndez Piñar, nieto del ultraderechista español Blas Piñar.
Unos mil incondicionales al dictador Augusto Pinochet han llegado hasta el teatro Caupolicán de Santiago para rendirle homenaje, pese a que en los días previos una decena de organizaciones civiles y políticas solicitaron al Gobierno que prohibiera el acto de enaltecimiento al dictador.
Por su parte, cientos de manifestantes se reunieron en una plaza cercana para repudiar deforma pacífica el acto.. Ante la imposibilidad de avanzar hasta el teatro, y boicotear el homenaje a Pinochet, un centenar de encapuchados se ha enfrentado durante horas con la policía.
“Las actuales autoridades ha resuelto estar con la derecha golpista y genocida y por eso nos reprimen”, ha dicho Lorena Pizarro, presidente de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD).
Para asistir al acto había que pagar una entrada que costaba entre 6 y 24 euros. En la sala se ha proyectado por primera vez en el país el documental Pinochet, del realizador Ignacio Zegers, que ensalza la figura del militar y sus 17 años de permanencia en el poder.
El homenaje a Pinochet ha generado un debate profundo en la sociedad chilena sobre los límites de la libertad de expresión. La AFDD interpuso sin éxito una demanda ante la justicia para que se prohibiera el acto. Los principales dirigentes de los partidos de oposición también solicitaron al Gobierno que lo suspendiera. El Gobierno del presidente Sebastián Piñera, sin embargo, no impidió el acto del teatro Caupolicán, argumentando que en Chile “existe el legítimo derecho a expresarse”. Fueron las palabras del portavoz del Ejecutivo, el ministro Andrés Chadwick, que ha entonado un mea culpa público sobre su posición política durante la dictadura: “Me arrepiento de haber respaldado un Gobierno que violó los derechos humanos”.
De acuerdo con informes oficiales, bajo la dictadura de Pinochet hubo 3.225 muertos y desaparecidos, además de casi 40.000 víctimas de prisión y tortura. Un total de 76 agentes de las fuerzas de seguridad fueron condenados por violaciones a los derechos humanos en Chile. De ellos, 67 han sido encarcelados, según un estudio de la Universidad Diego Portales difundido este fin de semana.
Fotografía: la policía reprime a los opositores a un acto en homenaje a Pinochet en Chile.