La Habana emitió una declaración de
prensa, luego de la reunión sobre temas migratorios de las delegaciones de
Estados Unidos y Cuba, que estuvieron presididas respectivamente por el
subsecretario asistente del Buró para Asuntos del Hemisferio Occidental del
Departamento de Estado, Edward Alex Lee, y la directora de Estados Unidos del
Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Josefina Vidal Ferreiro.
Según el comunicado, la “reunión se
desarrolló en un clima respetuoso”, la frase socorrida para dar a entender que
no se logró nada.
“Se revisó la marcha de los acuerdos
migratorios vigentes entre los dos países y se evaluaron los principales
resultados de las acciones emprendidas por cada una de las partes y de forma
conjunta para enfrentar la emigración ilegal y el tráfico de emigrantes”.
Al parecer, fue un encuentro en que se
repitieron fórmulas y reclamos. Cuba informó de la ratificación de un protocolo
sobre el tráfico ilícito de inmigrantes y de otro relativo a prevenir, reprimir
y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, pura
formalidad en ambos casos, al tiempo que repitió su prolongada queja sobre la
existencia de la Ley de Ajuste Cubano y la política de pies secos/pies mojados.
De acuerdo al comunicado, la parte cubana
también ofreció información de interés sobre la actualización de los
procedimientos migratorios cubanos y su proceso de implementación.
“La delegación de Cuba reiteró su
disposición a mantener estos intercambios en el futuro, por su importancia para
los dos países”, concluye la nota que aparece en Granma.