No, no es el cumpleaños del conocido
locutor de la radio de Miami. Quien cumple años hoy es Fidel Castro. Sin
embargo, este martes 13 de agosto, en La Mesa
Redonda —el programa que él dirige, a las 6 pm en Radio Mambí— tuvo de
invitado a Francisco García Martínez, miembro del grupo coordinador del
Memorial Cubano y exmiembro de Alpha 66. Y ese es el motivo para la
felicitación.
No son afinidades políticas —y mucho
menos ideológicas— las que despertaron mi atención. García Martínez representa
al sector más recalcitrante y obtuso del exilio cubano radicado en Miami. Pero
hay que reconocerle su conducta consecuente. Por otra parte, no todo lo que
afirma este militante merece ser rechazo. El tipo de anticastrismo que manifiesta
merece ser escuchado.
García Martínez practica un anticastrismo
que en Miami se considera “radical”. No comparte los puntos de vista de la
actual disidencia.
Manifiesta no solo un profundo rechazo al régimen de los hermanos Castro, sino
también una queja constante sobre la actuación del gobierno de Estados Unidos,
en especial hacia las políticas y normas del Departamento de Estado, incluso en
la época que precedió al 1 de enero de 1959.
En La
Mesa Redonda, García Martínez criticó la utilización de los fondos
otorgados a las organizaciones de Miami, que dicen apoyar a la disidencia en la
isla, por las diferentes administraciones. En los minutos que dedicó a esta
crítica, mencionó al Directorio Democrático Cubano y leyó cifras que
ejemplifican como esta organización gasta gran parte de los millones que recibe
en viajes de su directiva, salarios y oficinas de diversas partes del mundo. Como
él señaló, los datos en que fundamenta
sus criticas se encuentran en Cuba Money
Project.
El activista también se dedicó, durante
todo el programa, a cuestionar la labor de los congresistas cubanoamericanos,
aunque sin mencionar nombres. Lo que ellos deben hacer es destinar mayor tiempo
y esfuerzo a la causa de la libertad de Cuba y el triunfo de la democracia en
la isla, estima García Martínez.
Es cierto que la labor de un congresista
no contempla el dedicarse casi a tiempo completo a la lucha por la democracia
en Cuba, por lo que puede considerarse injusta la crítica del opositor. Sin
embargo, también es cierto que en gran medida la campaña electoral de estos
congresistas en el sur de la Florida se concentra en este aspecto, y no en su
gestión u objetivos respecto a los distritos que representan o aspiran a
representar. Por lo que el reproche escuchado en Radio Mambí no carece de
fundamento, aunque todo parta de una interpretación torcida de la labor de un
miembro del Congreso de Estados Unidos.
En estos momentos, no resulta tan fácil
como antes la difusión de criterios extremos, como son algunos de los
expresados por García Martínez.
Pérez Roura, que ha demostrado compartir
muchas de esas opiniones, pero que al mismo tiempo trabaja en una de las
principales emisoras del Establishment de Miami escuchó en silencio a su invitado.
Solo se sintió en la necesidad de intervenir cuando una oyente atacó la labor
de la congresista Ileana Ros-Lehtinen. Por lo demás, dejó explayarse al
activista. Y por ello merece la felicitación de Cuaderno de Cuba.