martes, 17 de septiembre de 2013

Disparates



En ocasiones aparecen disparates en la prensa del exilio que me hacen reír toda la noche. Este se encuentra en un artículo de Olga Connor, publicado en El Nuevo Herald:
“El autor [Orlando Gutiérrez] respondió a todo ello explicando que Ana Carbonell es un ejemplo del nacionalismo cubano y el patriotismo norteamericano. Ella ha sido participante activa en la política estadounidense, como Jefa de Despacho del Congresista Lincoln Díaz-Balart, y consiguió que Mitt Romney ganara las primarias en el sur de la Florida. Ella ha tenido su antecesor en la persona de Antonio Guiteras, quien era norteamericano, pero patriota cubano, contó Gutiérrez”.
(El uso exagerado de las mayúsculas es, por supuesto, de la autora del párrafo citado.)
Nada tienen en común un político con un pensamiento y una actuación de izquierda radical como Guiteras y una cabildera asociada al republicanismo de derecha y ultraderecha como Carbonell. La comparación no le hace justicia a ninguno de los dos, con independencia de ideología. Además del hecho de que la trayectoria de Guiteras para la historia de Cuba está a miles de años luz de la labor de Carbonell.  Por si ello fuera poco, Guiteras y su grupo de acción, Joven Cuba, serían catalogados hoy terroristas, al igual que el 26 de Julio y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo. Carbonell —con independencia del acuerdo que se pueda tener o no con sus puntos de vista— se desempeña de forma pacífica y lucrativa en la política local, nacional y pueblerina. Se debe añadir que la proyección ideológica de Guiteras era “antiimperialista” o contraria a “los intereses de Estados Unidos”. Así que, a la luz de los postulados del sector del exilio que representan tanto Gutiérrez como Díaz-Balart como Navarro, éste se encuentra en las antípodas de lo que en el párrafo citado se considera el “patriotismo norteamericano”. Por otra parte, Guiteras fue asesinado por orden de Fulgencio Batista, dictador cubano con grandes afinidades con la familia Díaz-Balart. Carbonell fue por muchos años la jefa de despacho del exlegislador Lincoln Díaz-Balart. Todo esto sin contar con el hecho de que, aunque nació en Estados Unidos, desde niño Antonio Guiteras vivió en Cuba, mientras que la carrera profesional de Carbonell se ha realizado en Estados Unidos. Nada, que a la hora de buscar un “antecesor” de Carbonell, hubiera sido preferible cualquier otro ejemplo.
Que alguien exprese ese desacierto ya es un exceso, pero que esto se diga en una universidad y venga otro atrás, lo recoja y lo publique, trasciende la burla para entrar en el sainete.

La comezón del exilio revisitada

A veces en el exilio a uno le entra una especie de comezón, natural y al mismo tiempo extraña: comienza a manifestar un anticastrismo elemen...