lunes, 30 de diciembre de 2013

Sin exilio no hay país


La noticia del año en Cuba durante el 2013 es que aumentó la dependencia económica de la isla con el exilio.
Se puede argumentar que esto no es nuevo, pero llama la atención que mientras La Habana necesita cada vez más a Miami en lo económico, en lo político y social  crece un sentimiento generalizado de disolución de fronteras, donde la ideología no ha sido relegada al cuarto trasero sino botada por la ventana, en ambos extremos del Estrecho de la Florida.
El exilio en general, y esta ciudad en particular, se han convertido en fuente de abastecimiento, donde al cliente se le hace creer que tiene la razón por el simple expediente de no preguntarle lo que quiere. Aquí uno se limita a pagar las cuentas.
Cada día que pasa salen más cubanos de la isla. Los cambios económicos no han detenido ese éxodo, que se ha incrementado tras la reforma migratoria.
Sin embargo, a diferencia de otras épocas, esta salida masiva no se traduce en ruptura sino en un desplazamiento temporal.
Los cubanos realizaron más de 250,000 viajes al exterior durante los primeros 10 meses de la reforma migratoria. Una cifra superior, en un 35%, a la de 2012 .
Entre el 14 de enero, cuando entró en vigor la reforma, y el 30 de noviembre “se registran 257,518 viajes” de cubanos al exterior, dijo el coronel Lamberto Fraga, segundo jefe de la dirección de Inmigración y Extranjería.
Los viajes los hicieron 184,787 personas, lo que indica que algunas han salido en más de una ocasión.
Los datos de viajes no representan salidas definitivas. Se calcula que el 58 por ciento de los que viajaron ya regresó al país.
Del total de viajeros, un 36% (66,510) viajó a Estados Unidos y aproximadamente un 64% (118,277) lo hizo a otro país, entre ellos Panamá, México, España y Ecuador.
Sin embargo, esta cifra no indica que el destino final de muchos de estos viajeros no sea Estados Unidos, sino que al carecer de visa estadounidense, se ven obligados a realizar un recorrido más largo.
Un buen ejemplo en este sentido lo constituye México.
El número de cubanos interceptados en México, mientras trataban de llegar a la frontera con Estados Unidos, se ha duplicado en los meses transcurridos desde que entró en vigencia la reforma migratoria.
La intercepción de cubanos indocumentados en México alcanzó las 2,300 detenciones desde enero hasta agosto de año, comparada con 994 durante el mismo periodo en 2012, según el Ministerio del Interior mexicano.
Las cifras no incluyen a quienes pudieron llegar a la frontera y no fueron detectados.
Así que a la forma tradicional en que se había manifestado la inmigración cubana, las salidas definitivas, ahora se ha unido este flujo migratorio que busca escapar de la mala situación económica, política y social imperante en la isla, pero que no “rompe” con el sistema.
Estos datos indican un movimiento que refleja una entrada creciente de dinero en la isla, que representa un aspecto vital para la economía nacional.
En una reunión del Consejo de Ministros previa al cierre de las sesiones anuales de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el vicepresidente Adel Yzquierdo dijo que una de las causas fundamentales por las cuales no se cumplió el plan de crecimiento económico fue debido a que no se logró el objetivo en la captación de divisas.
Lo que no es más que decir que la economía no mejora lo necesario. Olvídese de la moneda que emite el país —sea una o dos— porque no es siquiera papel mojado. La divisa es lo que cuenta.
Ahora bien, si los cubanos han podido viajar más no es sólo que han salido al exterior, sino que han vuelto al país con artículos y divisas. Por lo tanto, este aumento ha frenado un tanto la caída en la recaudación de moneda dura.
En otros renglones básicos para captar divisas, la economía cubana se ha quedado por debajo.
Por ejemplo, el gobierno cubano admitió que no se podrá cumplir el plan turístico previsto para el 2013, que aspiraba a recibir unos tres millones de visitantes. La cifra al cierre del año será de unos 2.8 millones de viajeros extranjeros, cifra similar a la del año anterior.
El vicepresidente Yzquierdo agregó en su informe que las industrias manufacturera y de la construcción tampoco cumplieron su planes de recolección de divisas.
También es posible que la disminución en las divisas se deba a que en estos momentos Cuba cuenta con menos petróleo que durante la época de Chávez, para revender en el mercado mundial, como hacía antes con el crudo proveniente de la Unión Soviética.
Así que Cuba a lo único que puede aspirar es a seguir produciendo inmigrantes, exiliados y viajeros. Son estos los pilares de la nueva industria nacional.
Esta es mi columna semanal en El Nuevo Herald, que aparece en la edición del lunes 30 de diciembre de 2013.


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