Hay un error que con frecuencia cometemos
cuando hablamos de la obra del profesor Carmelo Mesa-Lago, y es referirnos solo
a sus aportes a los estudios sobre economía e historia social en Cuba.
Esa culpa, que pretendo compartida en el
párrafo anterior, tiene dos orígenes. Uno es que quienes “cometemos” el pecado
somos por lo general cubanos, y la obsesión por el tema e ignorancia hacia
otros ajenos nos impulsan a la injusticia. Otro es que con su proverbial
modestia, Mesa-Lago es a la vez víctima y victimario. No en que no se le
reconozcan sus méritos, porque felizmente ello no ha ocurrido —ya que ha recibido
múltiples premios, distinciones y diplomas—, sino en que no se divulguen lo
suficiente sus logros.
Hablar de la labor de este cubano
universal tiene dos riesgos: uno es quedarse siempre corto y el segundo
resultar fatigoso en la enumeración. Pero vale la pena recorrerlos para brindar
una breve panorámica de una vida dedicada no solo a los estudios académicos
sino fundamentalmente al beneficio de la Humanidad.
Carmelo Mesa-Lago es experto
fundamentalmente en cuatro campos de conocimiento: economía de la seguridad
social; sistemas económicos comparados y desarrollo; economía, política social
e historia económica de Cuba y estudios latinoamericanos. En todos ha hecho
aportes fundamentales.
La economía de la seguridad social tiene
que ver con los sistemas de pensiones, la sanidad, asistencia y protección
social y los programas contra la pobreza. Mesa-Lago, considerado “el maestro de
la seguridad social en América Latina”, ha publicado 60 libros y monografías,
así como 150 artículos científicos y capítulos de libros en dicho campo.
Fue pionero en la aplicación de técnicas
de ciencias sociales a la seguridad social, ha creado metodologías innovadoras
y enfoques comparativos, generado series estadísticas normalizadas (únicas en
la región); diseñado taxonomías para clasificar las reformas de pensiones y
sanidad y construido indicadores para evaluar sus efectos en los principios de
la seguridad social.
En lo que respecta a los sistemas
económicos comparados, ha publicado 4 libros y 14 artículos y capítulos que han
revitalizado la teoría de desarrollo, acuñado una nueva metodología para
contrastar las políticas y evaluar los resultados de modelos socioeconómicos
diversos, con un arsenal de estadísticas normalizadas y un nuevo Índice de
Desarrollo Socio Económico (elogiado como superior a los indicadores del Banco
Mundial y el PNUD), en los cuales demuestra que los países más exitosos son los
que combinan el crecimiento con la equidad y democracia.
Reconocido como el “decano de estudios
cubanos”, ha escrito 26 libros y monografías y 129 artículos y capítulos sobre
la economía, la política social y la historia económica de esa nación. Su obra
es mundialmente elogiada por su rigor científico, objetividad y elevación del
nivel del análisis y el debate, a par de construir puentes con economistas y
otros científicos sociales en Cuba.
Mesa-Lago desarrolló uno de los programas
de estudios iberoamericanos más prestigiosos en EE.UU. Fue Presidente de la
Asociación de Estudios Latinoamericanos (el primer iberoamericano en ocupar
dicho puesto) y evaluó dichos programas en tres continentes. La investigación,
publicaciones, enseñanza y asesorías de Mesa-Lago en medio centenar de países
ha sido multidisciplinaria en las ciencias sociales, principalmente en economía
pero también en historia económica y social, derecho, ciencia política y
sociología.
Para resumir esta inmensa labor en cifras
de publicaciones, Mesa-Lago cuenta con un total de 393 publicaciones, que se
pueden dividir en 93 libros y monografías y 300 artículos y capítulos de
libros, que han aparecido en castellano, portugués, inglés, alemán, francés,
chino y japonés en 34 países, y han sido elogiados en 246 reseñas publicadas en
todo el mundo. También ha presentado 228 ponencias, dictado cursos e
investigado en 192 instituciones en 45 países en América, Europa, Asia, África
y el Medio Oriente.
Sin embargo, limitarse a las páginas
escritas solo evidencia parte de su labor. También ha sido asesor de 13
organismos internacionales y regionales, así como de seis presidentes en las
Américas: Costa Rica (Oscar Arias), Chile (Michelle Bachelet), El Salvador
(Mauricio Funes), Estados Unidos (Jimmy Carter), Panamá (Martín Torrijos) y
Venezuela (Rafael Caldera) y también del vice-presidente Rafael Albuquerque de
la República Dominicana.
Todos estos datos y cifras no pretenden
ser apabullantes. Todo lo contario: mostrar una verdad transparente y simple:
una mirada a una vida dedicada al estudio y el mejoramiento del género humano.
No detenerse en ello o no reconocerlo resulta imperdonable.
Por más de medio siglo, Mesa-Lago ha
entrenado cientos de estudiantes en el doctorado, maestría y licenciatura en
economía, en diez universidades en cinco países, los cuales hoy ocupan
posiciones cimeras en la academia, organismos internacionales y regionales y
gobiernos de países en las Américas, Europa y Asia.
La trascendencia mundial de su obra en
protección social fue ratificada por la Organización Internacional del Trabajo
(OIT), al otorgarle el Premio Internacional al Trabajo Decente en 2007,
compartido con Nelson Mandela.
Mesa-Lago ha recibido homenajes de la
Organización Iberoamericana de Seguridad Social (2004) y de la Comisión
Interamericana de Seguridad Social (2008). A esto se suman más 78 premios,
distinciones y becas de investigación de todo el mundo.
De Carmelo Mesa-Lago ha dicho Alvin E.
Roth, Premio Nobel de Economía: “Uno de los expertos más prominentes en los
importantes programas de protección social; un pionero, en su producción
académica y consultorías internacionales, en el estudio, promoción e
iluminación de la seguridad social y sus políticas en América Latina y otras
partes del mundo”.
Otro Premio Nobel de Economía, Peter A.
Diamond, ha expresado lo siguiente: “Mesa-Lago ha escrito extensamente sobre la
reforma de pensiones, agregando de forma significativa a nuestro conocimiento,
con visión y gran acuciosidad factual. Ha sido una voz de razón, contribuyendo
a mejores políticas en una asombrosa gama de países”.
Por su parte, Arturo Valenzuela, quien de 2009 a 2011 fue subsecretario de
Asuntos Hemisféricos de EE. UU., durante el primer gobierno del presidente
Barack Obama, ha escrito sobre Mesa-Lago: “No existe persona en las Ciencias
Sociales que haya tenido un impacto comparable como Mesa-Lago, no sólo en su
disciplina académica, sino también en la formulación de políticas públicas a
nivel internacional. Sus influyentes informes han logrado mejorar dichas
políticas fortaleciendo las redes de seguridad social y programas sociales, contribuyendo
a un mundo mejor”.
Diversos presidentes en todo el mundo se
han referido a su labor:
“Mesa-Lago fue parte de un grupo
distinguido de expertos internacionales que se reunió con la Comisión encargada de preparar el proyecto de reforma
de pensiones a la cual propuso varias medidas que fueron incorporadas y se convirtieron
en ley en 2008. Hay pocos extranjeros que hayan trabajado por 45 años en
nuestro país y tenido el impacto social de Mesa-Lago” (Michelle Bachelet,
presidenta de Chile).
“Su aporte al desarrollo de la protección
social en Iberoamérica no tiene parangón, mejorando la sostenibilidad de los
sistemas de seguridad social y la calidad de vida de sus habitantes. Pionero en
el análisis conceptual de la seguridad social, su lucha para extender la
cobertura a los sectores más vulnerables, los pobres, los informales y las
mujeres ha sido ampliamente reconocida en todo el mundo. En Costa Rica, su
contribución a la modernización de nuestro sistema de seguridad social ha sido
fundamental” (Laura Chinchilla Miranda, presidenta de Costa Rica).
“Conozco la contribución que Mesa-Lago ha
realizado a través de 20 años de trabajo en las reformas de pensiones, salud y
protección social en El Salvador. Sus recomendaciones influenciaron la
introducción de la importante pensión asistencial a los adultos mayores en el
Programa de Protección Social Universal impulsado por mi Gobierno… y todavía
tienen vigencia para nuestros programas” (Mauricio Funes, presidente de El
Salvador).
“Desde 1980 Mesa-Lago ha apoyado a
nuestro país en el estudio de su sistema de seguridad social y con propuestas
de reformas en pensiones y salud para mejorar los regímenes existentes. Realizó
varios seminarios a los que asistieron funcionarios de seguridad social,
representantes de los sindicatos y los empleadores... se entrevistó con
miembros del Congreso, el Presidente de la República y varios de sus ministros,
haciendo un esfuerzo por conseguir un consenso sobre la reforma” (Martín
Torrijos Espino, expresidente de Panamá).
En 2008 y 2009, Mesa-Lago fue nominado al
Premio Príncipe de Asturias en Ciencias Sociales y en 2009 fue finalista en la
competencia. Con motivo de su 80 cumpleaños en 2014, se retoma su nominación.
Apoyan su candidatura más de 300 cartas de 38 países, 10 organismos
internacionales, tres asociaciones profesionales y un grupo distinguido de sus
antiguos alumnos de pos grado, en total más de 400 firmas que incluyen dos
Premios Nobel en Economía. El Jurado del Premio se reunirá alrededor del 14 de
mayo y se dará a conocer el premiado el día 15. Otorgarle la distinción a
Carmelo Mesa-Lago no solo sería un reconocimiento más que justificado. También
constituye un acto de justicia.
Este texto aparece en la edición del viernes 25 de abril de Cubaencuentro.
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