Entre los muchos males de un estado
totalitario, la impunidad a la ridiculez es uno menor, pero no por ello deja de
ser pernicioso.
El periódico Trabajadores publicó una entrevista
el 18 de mayo con el título: 20 de mayo
de 1902: Una fecha que pretenden arrebatarnos.
Pero un momento señores, ¿quién intentó
arrebatar la fecha? Porque no hay que hablar de intento sino de crimen
consumado. Fidel Castro borró la efeméride del calendario de la isla, y hasta
ahora el hecho continúa incólume, el delito sin castigo.
Sin embargo, este año ha surgido un tenue
esfuerzo por cambiar esta situación. Primero, el 16 de mayo, aparece en el blog
de Silvio Rodríguez, Segunda Cita, un artículo titulado Reivindicación del 20 de mayo, de Fidel
Vascós González, quien presenta la fecha como una especie de Dr Jekyll and Mr Hyde y quiere defender
al bondadoso doctor (“el hecho constituyó una manifestación de inmenso júbilo”),
pero tiene miedo que lo asocien con el monstruo (“el 20 de mayo también tiene
un lado oscuro y de frustración”), por lo que propone un rescate, pero sin
tocar a degüello: “Los cubanos patriotas, que son los más, de dentro y de
fuera, debemos rescatar el 20 de mayo como una fecha nuestra, con sus luces y
sus sombras”.
Al rescate se lanza también Trabajadores, con la entrevistada
Francisca López Civeira, doctora en Ciencias Históricas, profesora de la
Universidad de La Habana y vicepresidenta de la Unión Nacional de Historiadores
de Cuba.
El texto del periódico es más triste,
porque la profesora olvida el menor rigor histórico y se lanza a justificar lo
ocurrido: “El 20 de mayo de 1902 había sido el gran símbolo de esa república
que, con el triunfo de la Revolución entraría en otra etapa, y por tanto se
quería barrer todo lo que simbolizara el pasado oprobioso”.
En realidad el 20 de mayo simboliza el surgimiento
de la republica cubana y nunca simbolizó un “pasado oprobioso”, sino la
independencia del dominio español. No era el 4 de septiembre ni el 10 de marzo,
que por cierto, nunca fueron feriados nacionales.
Confundir patria y Estado con gobierno es
un error que aún siguen repitiendo en Cuba quienes se pliegan al sistema.
Cuando a la historiadora le preguntan las
causas por las que no se llevó a cabo la anexión de Cuba a Estados Unidos
responde con una salida populista: “En
mi opinión no se realizó porque el pueblo cubano no lo permitió”. Si la historiografía
cubana está en manos de mentes tan simples, mucho queda por escribir.
Lo curioso es que en ambos trabajos se
recurra a un extranjero para justificar el pálido intento de rescate de la
fecha: el generalísimo Máximo Gómez y la
frase "!Hemos llegado!".
En realidad, celebrar el 20 de mayo continúa
siendo problemático en Cuba no solo porque es cuestionar al propio Fidel
Castro: una reivindicación del mayo cubano convierte de inmediato al julio
fidelista en un eslabón y no en el comienzo de la república. Y hasta ahí, nadie
aún en Cuba —dentro del gobierno o afiliado al mismo— se atreve a llegar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario