martes, 29 de julio de 2014

La burla y el “pajarito”


Héroe nacional y latinoamericano, caudillo místico, mártir casi santo. Todo ello trató de abarcar Hugo Chávez. Todo lo logró en cierto momento. Todo lo dejó a medias.
El actual mandatario venezolano, Nicolás Maduro, desde antes de encaramarse en la silla presidencial, ya había decidido las tácticas que usaría para llegar  y luego aferrarse al poder: pactos políticos cuando fueran necesarios, fuerte represión si se sentía en peligro y una proclamación vocinglera y populista de la figura de Chávez. Un Chávez de estampita y superstición, pueril y ridículo al invocarse, pero efectivo para los seguidores encerrados emocionalmente en el fanatismo y fieles guardianes de las pequeñas ventajas que les otorgó el caudillo y aún conservan.
Maduro dijo el lunes que se le ha vuelto a aparecer “un pajarito”, para decirle que el difunto Chávez está “feliz”. Algo similar hizo en abril de 2013, cuando afirmó que había recibido una “bendición” del líder de la revolución bolivariana, que se le apareció en forma de “pajarito chiquitico”.
Para cualquiera que vive en democracia y en un país civilizado, declaraciones de este tipo, en boca de un jefe de Estado, pueden provocar desde la burla hasta el estupor.
Sin embargo, no hay que tomarlas a la ligera en el caso venezolano. No importa las sandeces que hable Maduro, siempre que le ayuden a mantenerse en el poder, y este objetivo cumplen declaraciones así: no porque las pronuncie, sino porque se las escuchan sin protestas en donde las dice.
“Otra vez se me acercó un pajarito, me habló, me dijo que no se lo contara a nadie pero se los voy a decir a ustedes, no se lo digan a nadie, el pajarito me dijo que nuestro comandante estaba feliz”, dijo Maduro en un acto en honor a Chávez, coincidiendo con la celebración del que sería el 60 cumpleaños del líder difunto.
Con un poco de vergüenza y dignidad, los participantes en el acto debieron haberse parado e irse. Porque lo menos que resultan estas palabras es que son un insulto para los chavistas y para la memoria de Chávez. Nadie lo hizo.
No lo hicieron las hijas, Rosa Virginia y María Gabriela, que se sabe disfrutan de privilegios y prebendas —María Gabriela se encuentra envuelta en un escándalo de corrupción en Argentina, donde acuerdos de compra y venta se realizaron por encima de los valores reales de los productos en el mercado— que les convencen a mantenerse quietas y con la boca callada. No lo hizo el resto de la familia, ni siquiera el hermano, Adán Chávez, que fue relegado en el reparto principal del poder.
Todo lo contrario, Adán Chávez ha pedido “unidad, organización y disciplina” como “el mejor regalo” que se le puede hacer al fallecido. Un espaldarazo impúdico a Maduro, también a cambio de privilegios y seguridad.
“El enemigo no descansa (...) No faltarán los que intenten aprovechar graves circunstancias que se presenten para intentar frenar nuestra revolución”, ha añadido el hermano de Hugo Chávez, en unas declaraciones que publica el diario venezolano Panorama.
El culto a Chávez se ha visto en aumento en estos días en Venezuela. No solo por la celebración del nacimiento el lunes, sino porque Maduro se encuentra en el medio de un congreso de su partido, en que ya ha sido nombrado presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) por los delegados. Un congreso que al igual que los que ocurren en Cuba no deja de ser una farsa, pero una farsa que funciona a los efectos de mantener el poder la elite gobernante.
Hugo Chávez tituló pomposamente “socialismo del siglo XXI” a esa amalgama con la cual intentó acuñar su sistema de gobierno e ideología. Ahora queda claro que más correctamente sería llamarla “del siglo V o XV”. Igual apelación a la fe, o mejor al fanatismo, para justificar un mandato terrenal mediante una invocación divina. Durante sus tres últimos meses de vida se asistió a diario al desfile fotográfico de fieles seguidores del chavismo, llorando y aferrados a un muñequito con la imagen del caudillo. El oscurantismo como consagración política a través de la ignorancia.
Si algún legado dejó Chávez a sus seguidores fue la práctica de una idolatría que no llega a mucho y es incapaz de acciones decisivas para lograr una verdadera transformación en Venezuela y Latinoamérica.
Chávez, que siempre se creyó el continuador de Simón Bolívar y el heredero de Fidel Castro —hasta en enfermarse—, terminó siendo la versión masculina de Evita. Mucha fanfarria y poca esencia. Migajas a los pobres y delirios de grandeza. Un carisma que obedeció a circunstancias políticas e históricas, y gestos altisonantes.
Al igual que con Evita, un cáncer se interpuso en una carrera política marcada por baños de multitudes.
Representó la versión actualizada del caudillo. Fue el mandamás, alguien que recibía los reclamos, las súplicas, las peticiones simples y absurdas; una persona caprichosa y volátil, despiadada e injusta: un ser humano que actuaba con la omnipotencia de un dios, que aunque no deja tras sí centenares de cadáveres ni miles de torturados, tampoco nunca se detuvo a la hora de ser dictatorial, e incluso amenazar de muerte a un periodista extranjero cuando le resultaba incómodo, para citar solo un ejemplo. Aspiraba a convertirse en mito, a continuar cercano y presente en Latinoamérica con un mandato hasta 2030, año en el que se cumplirán 200 años de la muerte de Simón Bolívar.
Terminó falleciendo el mismo día que Josef Stalin 60 años después.
Pero se equivocan los que piensen que su elección de Maduro como seguidor fue un error, o los que crean que el actual gobernante venezolano no es la figura adecuada para seguir la labor de Chávez. Todo lo contario. El gobierno cubano —que no por gusto lleva tantos años en el poder— no podía fallar a la hora de apostar por Maduro.
Puede que el día de mañana Maduro caiga, por situaciones internas o externas, pero no a consecuencia de querer hacerlo mejor que Chávez. Es un continuador y no un reformista, aunque de aquí a unos meses pacte con el Fondo Monetario Internacional o con quien tenga que pactar para seguir en el gobierno. No hay que tomarlo a la ligera aunque hable de “pajaritos”.
El complemento indispensable de esa superstición pueblerina —de ese “ver los pájaros“ como Cristóbal Colón cuando se sintió cerca de una tierra desconocida— es el fanatismo impuesto por el Estado. Y el actual congreso del PSUV lo confirma. Chávez es el “Líder Supremo”, al más puro estilo norcoreano.
Primero fueron sus ojos los que decoraron miles de edificios levantados como parte de un programa gubernamental de viviendas. Luego, su gruesa voz empezó a retumbar cada 12 horas entonando el himno nacional. Y a partir del lunes su letra podrá ser usada, a través de una novedosa aplicación, por cualquier ferviente seguidor. Un programa de computación reproduce la caligrafía zurda del caudillo. Chávez presente en todo y en todas partes. Mirándolo todo, cantando, escribiendo. Eterno.
Si —como nos advirtió Isaiah Berlin— la revolución rusa apartó violentamente a la sociedad occidental de lo que, hasta entonces, parecía a casi todos los observadores un camino bastante ordenado, y le impuso un movimiento irregular, seguido de un impresionante desplome, los populismos latinoamericanos no han servido más que para dilatar o impedir el avance económico y social.
Al amparo de la imperfección y el fracaso neoliberal en la región, ha prosperado una práctica que se limita a medidas que prometen distribuir hoy el pan, para terminar mañana aumentando la miseria e impidiendo la puesta en marcha de un plan efectivo de reformas.
Chávez resultó nefasto no sólo para Venezuela sino también para Cuba y Latinoamérica. Es cierto que hasta cierto punto, la influencia venezolana se ha reducido en la región. Pero el poschavismo no muestra signos de una pronta desaparición.

lunes, 28 de julio de 2014

Barbie en Cuba


La noticia apareció días atrás gracias a un cable de la agencia Efe. La propietaria de un Museo Barbie, que hasta hace tres años estaba ubicado en una casona tradicional del siglo XVI en Huesca, España, quiere trasladar a Cuba la colección de más de 700 muñecas con sus trajes.
De lograrlo sería un capítulo más de esa Cuba —que si no es de “charanga y pandereta” bien podría definiese como de “rumba y tumbadora”— que el gobierno de la isla quiere elaborar para atracción de turistas extranjeros.
Porque a los niños cubanos las muñecas Barbie no les dicen nada, salvo a los afortunados que las han  recibido de regalo de un familiar exiliado. Durante décadas no han formado parte de su infancia; no las han visto en las vidrieras de los establecimientos y para tres o cuatro generaciones nacidas tras el 1 de enero de 1959 son algo tan ajeno como los snacks en las meriendas y las hamburguesas de los McDonald’s.
Que dicho museo logre establecerse en Cuba no sería de extrañar. La Habana cuenta con la catedral ortodoxa Nuestra Señora de Kazán, que si acaso es visitada por un europeo de paso y posiblemente algún ruso que ha quedado rezagado en la isla, o sus descendientes; un Jardín Diana de Gales, aunque la fallecida princesa británica nada tuvo que ver con el país caribeño, y una estatua de John Lennon, pese a que por años y durante la época de mayor gloria del cuarteto, la música de Los Beatles no se escuchaba en la radio, y mucho menos Lennon aparecía en la televisión dominada por un régimen que condenaba no sólo sus canciones sino su forma de vestir y su pelo largo. Eso para no hablar más que de los ejemplos de cara al exterior, porque si se mira al panorama nacional hay un monumento a una vaca, que más que al animal recuerda una obsesión de Fidel Castro,
Así que un museo a la famosa muñeca, aunque posiblemente aburrido, podría desembarcar en la isla, siempre y cuando las autoridades consideren que les resultará rentable.
De dinero es precisamente el asunto. El museo fue inaugurado en el 2008, pero al poco tiempo, en el 2011, cerró porque no recibía ninguna ayuda por parte de las instituciones españolas.
Con ese encanto especial que tiene Cuba para los españoles, la propietaria de la institución, María Pilar Marín-Yaseli —que ha visitado la isla en varias ocasiones— se puso en contacto con las instituciones cubanas para proponerles la idea de trasladar allí sus muñecas y que, según ella, los niños cubanos pudieran disfrutar de su colección.
De momento está a la espera de los permisos del Estado cubano para poder enviar sus muñecas, si bien confía en que en el plazo "de un mes" ya sepa en qué fecha trasladará las obras a la isla.
Ella quiere compartir su ilusión por las "barbies" con los niños cubanos, ya que muchos "no han tenido en su vida una muñeca" y además, ha insistido, que en Cuba las instituciones colaboran "desinteresadamente", de acuerdo a la información de la agencia Efe.
Hay en todo este proyecto mucho de ilusión —más bien de infatuación— y a Marín-Yaseli no se le ha ocurrido nada mejor que cargar con sus muñecas para eso que ella ve, si no como una isla de ensueño, sí como la continuación de su fantasía a un costo módico o de forma gratuita.
Su relación con las muñecas nació cuando sus dos hijas eran pequeñas. "Cada vez que tenía ocasión, les compraba alguna", dice.
Al crecer sus hijas, como es natural dejaron de jugar con las muñecas, pero a María Pilar le dio pena deshacerse de ellas (las muñecas, no las hijas), lo que ya deja de ser tan natural. Años más tarde sufrió un accidente de tráfico que le impidió seguir de empresaria en Zaragoza, por lo que decidió desempolvar sus muñecas y comenzar a confeccionarles trajes, sin nada mejor en que ocupar su tiempo.
No hay que despreciar el carácter humano de la historia, pero sí vale la pena unas palabras de advertencia. Sin objetivo ideológico y político a la vista, es difícil que el gobierno cubano ayude a crear un museo que, de por sí, tiene poco atractivo turístico. Más que ver las muñecas “imperialistas” —y ejemplos clásicos de una cultura de consumo que el régimen rechazó por décadas— tras las vidrieras de un museo, para los niños cubanos lo bueno sería tenerlas para jugar con ellas. Además, como suele ocurrir en Cuba, es probable que tras la apertura del museo, las muñecas comiencen a “desaparecer”. Si realmente le preocupa la alegría infantil en la isla, sería mejor que donara su colección a la Iglesia Católica del país, para ser distribuida. Los niños cubanos se lo agradecerían más.
Esta es mi columna semanal en el Nuevo Herald, que aparece en la edición del lunes 28 de julio de 2014.  

domingo, 20 de julio de 2014

Vuelta al pasado


OPINION
Cuba, Fidel Castro, Raúl Castro


El gobierno cubano interpreta el acercamiento con Moscú como una marcha atrás al reloj político e histórico



Vuelta al pasado
Alejandro Armengol

En el afán de repetirse, el llamado proceso revolucionario cubano ha establecido varios récords.
Ahora el diario Granma  recuerda la muerte de un miembro del batallón fronterizo en Guantánamo, que el gobierno cubano atribuye a marines de la Base de Guantánamo.
Además de los calificativos ad hoc a que nos tiene acostumbrados la prensa cubana —”ilegal Base Naval Yanki”— el diario oficial cubano encabeza su nota con un título “¡Qué viva la paz, pero con los fusiles, cañones y tanques bien engrasados...!”, que es una frase del discurso del actual gobernante Raúl Castro pronunciado durante el sepelio del joven hace algunas décadas.
Llama la atención de este reverdecimiento de una retórica belicista en Cuba, cuya única justificación parece encontrarse en el actual acercamiento entre Moscú  y La Habana.
La Plaza de la Revolución parece haber confundido dicho acercamiento con una vuelta atrás del reloj, que estamos viviendo de nuevo en la época de la guerra fría, que el campo socialista no ha desaparecido y que las “banderas del internacionalismo proletario ondean de nuevo. Pura ilusión. El presidente ruso Vladimir Putin está jugando una peligrosa estrategia nacionalista y sin el menor pudor y reserva La Habana se ha subido al carro. La realidad es mucho más compleja, pero para los hermanos Castro todo se limita a una vuelta al pasado.
En igual sentido pueden interpretarse los mensajes de Fidel y Raúl a Daniel Ortega por el 35 aniversario de la revolución sandinista.
A Daniel Ortega podría saludarse por su habilidad para volver al poder, pero de eso a considerar que su mandato actual es una muestra del triunfo del sandinismo hay una distancia que solo salva la imaginación y el oportunismo.
El Ortega actual poco tiene que ver con el sandinismo, salvo la conveniencia de mantener su alianza con ese otro engendro en decadencia, el chavismo, y la ocasional visita a la vivienda de Fidel Castro para la foto de ocasión. Nada más.
Como consecuencia de esa vuelta al pasado que está experimentando el gobierno cubano como tabla de salvación, está el reverdecimiento también de la figura de Ramiro Valdés.
Para Raúl Castro, esta reafirmación reaccionaria tiene un objetivo práctico: encubrir su fracaso como administrador. Sus objetivos de reavivar la agricultura no han dado los resultados esperados; el incremento de la actividad de producción privada esta amordazada por las limitaciones impuestas por el régimen y los cambios migratorios solo actúan como válvula para aliviar el deterioro económico que caracteriza a la actual situación cubana. Al final, el panorama del país se limita a la ilusión de inversiones futuras de resultado incierto, el paliativo de los viajes y remesas que brinda la comunidad exiliada y el ir resolviendo a diario gracias al mercado negro y las actividades que generan el cuentapropismo y las actividades paralelas —más o menos ilegales— de una economía informal.
Cuando Raúl Castro llegó al poder se apoyó en una legitimidad de origen (el triunfo durante la insurrección del Movimiento 26 de Julio) para esquivar con éxito que su mandato comenzara a ser analizado de acuerdo con la “legitimidad de ejercicio”, y justificar tanto su herencia del poder como cualquier juicio sobre la eficiencia de su mandato, que al principio despertó esperanzas sobre su supuesta capacidad como “administrador”, a diferencia de su hermano mayor, ideólogo y político por excelencia pero pésimo conductor de las labores cotidianas de un gobierno. Ahora que la gestión raulista ha comenzado a demostrar fallas similares a su predecesor, se ha vuelto imperativo recalcar la función ideológica que siempre ha desempeñado La Habana y por ello ha vuelto a figurar Fidel Castro en las declaraciones propias del gobierno.  Si Raúl Castro había podido hasta ahora limitar las definiciones ideológicas al mantenimiento del status quo, le será más difícil mantener esa actitud si Fidel Castro vuelve a acaparar la función ideológica y retomar su papel como el máximo representante de la “legitimidad de origen”.
Fidel Castro ha intentado en varias ocasiones este regreso, y siempre su hermano menor ha conseguido relegarlo y enviarlo de nuevo al reposo obligado en Punto Cero, ya sea por razones de gobierno o limitaciones de edad o salud. Pero ahora, con este retorno de Rusia como factor fundamental en la determinación del rumbo del país, parece más difícil mantener relegado a un segundo plano al “líder histórico” , y pese a su edad Fidel parece determinado a sacar el máximo provecho a esta segunda —tercera, cuarta…— oportunidad.
Mucho de este rejuego político, que siempre ha caracterizado al mando en Cuba, depende de la próxima visita del presidente chino Xi Jinping ll —con el cual ya Raúl Castro se reunió en Brasil— en un encuentro que, a diferencia del que realizó Putin, estará más marcado por una agenda económica que política.
El problema con Raúl es que aún no ha logrado éxitos en su señalado pragmatismo, y sigue sin demostrar su eficiencia en el terreno de la “legitimidad de ejercicio”, la cual tendría que ser definida por los logros en conseguir cierto avance en el nivel de vida de la población, alcanzado mediante la inversión extranjera adecuada y una limitada liberalización económica. Así que estos aspectos continúan en buena medida sin ser definidos, tras la frustración a consecuencia de que las esperanzas despertadas tras su llegada al mando, y sus medidas de cambios económicos, no han continuado a un ritmo creciente sino todo lo contrario: se han detenido.

De  verse obligado Raúl Castro a ocultar su fracaso administrativo en una vuelta a una retórica agresiva —e incluso belicista— como todo parece indicar, no solo se incrementaría el aislamiento de la isla frente a Occidente, que en cierta medida la gestión del gobierno raulista había logrado opacar, sino que la represión aumentaría aún más. Todo ello solo con el objetivo de asegurar la permanencia en el poder, que en última instancia es el único objetivo de la elite gobernante.

Un Estado paria


El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo el domingo que la evidencia indica que un misil ruso fue utilizado para derribar el vuelo MH17 de Malaysian Airlines, mientras que Gran Bretaña sostuvo que Rusia se enfrenta a la posibilidad de convertirse en un Estado "paria", informa la agencia Reuters.
En el principal lugar del accidente, donde los trabajadores de emergencia habían embolsado decenas de cuerpos el sábado, todo había sido eliminado la mañana del domingo.
Ucrania acusó a los rebeldes separatistas de ocultar pruebas relacionadas con el derribo de un avión comercial ocurrido el jueves en el este de Ucrania, que originó la pérdida de 298 vidas.
En tanto, un líder separatista prorruso dijo que algunos elementos del avión, entre los que podrían estar las "cajas negras", estaban ahora en manos de los rebeldes.
En medio de la creciente ira de Occidente por lo que ven como una falta de respeto hacia los cuerpos por parte de los rebeldes que controlan el lugar del accidente, cerca de 200 cadáveres fueron subidos a vagones refrigerados en Torez, a unos 15 kilómetros de distancia.
“Son cadáveres. Trajeron los cuerpos durante la noche”, dijo a Reuters un funcionario de la estación de trenes de la ciudad.
Funcionarios de la OSCE, el organismo de seguridad europea, pudieron inspeccionar algunos de los vagones del ferrocarril.
Moscú niega su participación en el derribo del avión y ha culpado del hecho a las fuerzas armadas de Ucrania. Pero Washington y sus aliados apuntan a que la responsabilidad recae en los separatistas prorrusos, que cuentan con el respaldo de Moscú y que han obstruido el acceso al lugar del accidente.
Kerry dijo que Estados Unidos había detectado el paso de suministros a Ucrania desde Rusia en el último mes, incluyendo una caravana de 150 vehículos blindados, tanques y lanzacohetes destinados a los separatistas.
Estados Unidos interceptó conversaciones sobre una entrega a separatistas del sistema de misil ruso guiado por radar SA11, el cual ha sido indicado como el culpable del derribo del Boeing 777.
“Está bastante claro que este es un sistema que fue trasladado desde Rusia”, dijo Kerry en una entrevista a la CNN.
Gran Bretaña dijo que Moscú podría verse aislado si no usa su influencia para garantizar el acceso seguro al lugar del accidente y coopera con los investigadores internacionales.
“Rusia corre el riesgo de convertirse en un Estado paria si no actúa bien”, dijo el secretario de Relaciones Exteriores, Philip Hammond, a la cadena de televisión Sky.
El derribo del avión de pasajeros ha incrementado fuertemente la crisis en Ucrania y podría marcar un punto de inflexión en los esfuerzos internacionales para resolverla.
Ministros de la Unión Europea deberían estar dispuestos a anunciar una nueva ronda de sanciones contra Rusia en una reunión del Consejo de Asuntos Exteriores del bloque que se realizará la próxima semana, dijo un comunicado de la oficina del primer ministro británico, David Cameron.
Los líderes europeos ya acordaron presionar al presidente ruso, Vladimir Putin, para garantizar que los investigadores tengan libre acceso al lugar del accidente.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas está considerando un proyecto de resolución para condenar el ataque, demandar a los grupos armados a que permitan el acceso al lugar del accidente y pedir a los estados de la región que cooperen con una investigación internacional. Esto podría ser sometido a votación el lunes.
Holanda, cuyos ciudadanos componen dos tercios de las 298 víctimas del vuelo que iba de Ámsterdam a Kuala Lumpur, dijo el sábado estar “furiosa” por el trato dado a los cadáveres esparcidos en un campo abierto y pidió ayuda a Ucrania para que “nuestra gente” retorne a casa.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que el desastre es una muestra de que es hora de poner fin al conflicto de Ucrania, mientras que Alemania aseguró que esta es la última oportunidad de Moscú para cooperar.

Genio, figura y oportunismo


Tengo que agradecer, pero no sé a quien, haber llegado al saludable momento en que las palabras de Fidel Castro me producen risa. En el ahora llamado ex gobernante cubano hay una maldad que el tiempo no enmascara, una práctica de viejo pillo que le niega esa dignidad que dicen traen los años, y que sale a flote a la primera oportunidad. La visita del presidente ruso Vladimir Putin a Cuba, y esa especie de relanzamiento de antiguas alianzas parecen haberlo rejuvenecido. Y aquí lo tenemos, con bríos renovados. Solo que no llega al patetismo sino a la burla.
Fidel Castro escribe en Granma sobre el derribo de un avión sobre Ucrania y a andanada inicial no tiene desperdicio: ”Cuba (…) no puede dejar de expresar su repudio por la acción de semejante gobierno antirruso, antiucraniano y proimperialista”, expresa Castro en un artículo aparecido en Granma.
En primer lugar resulta inapropiado que hable a nombre de “Cuba” cuando supuestamente ya no es gobernante del país. Sí, la prensa oficial cubana lo llama “líder histórico” de la revolución y todo ese cuento, pero ello no suena más que a caudillismo, tercermundismo y atraso poscolonial. Un país soberano tiene un presidente, que es el encargado de representarlo oficialmente y basta.
Lo segundo es la acumulación de calificativos, que siempre ha caracterizado a la prosa de Fidel Castro y no es más que retórica de peseta. Así, tenemos que Ucrania se encuentra bajo “el control del gobierno belicista del rey del chocolate, Petro Poroshenko”, mientras los palestinos le recuerdan “los heroicos defensores de Stalingrado”. Envidia y adulación.
Castro recuerda impresionado la defensa de Stalingrado y todo parece volver a los viejos tiempos en Cuba, donde de inmediato y ante cualquier acontecimiento mundial La Habana se colocaba en la órbita soviética, ahora rusa. Miseria de gobierno y Estado que no puede prescindir de la abyección.
No se sabe aún quien es el responsable del derribo del avión (escribo esta columna el viernes 18 de julio), pero de acuerdo al gobierno de Estados Unidos las sospechas apuntan hacia los rebeldes prorrusos. Ucrania no ganaría nada con este hecho vandálico. Los insurgentes sí, en cuanto a escándalo internacional, táctica repetida hasta el cansancio por cualquier movimiento extremista.
El presidente Barack Obama apuntó el viernes que el misil partió de una zona controlada por separatistas entrenados y armados con material procedente de Rusia. Sin embargo, evitó culpar directamente a nadie y pidió cautela antes de sacar conclusiones.
Sólo siento una profunda tristeza ante quienes tienen que vivir en una isla donde, sin el menor pudor, se lanza una afirmación tan contundente contra otro país, sólo con el sostén de la condonación del 90 por ciento de una deuda de $32,000 millones.
Siempre dispuesto al alboroto, el gobierno de los Castro no puede sustraerse ni por un momento a estar siempre en la arena internacional. En esto, el mayor de los hermanos encuentra su definición mayor. No hay que extrañar su premura ahora, tras meses de silencio.
Mientras tanto, quienes viven en la isla asisten pacientes al ejercicio estéril de la espera. El general Raúl Castro les ha pedido de nuevo paciencia y trabajo. Ahora son las inversiones extranjeras las que consumen las esperanzas de un régimen que aprovecha al máximo cualquier coyuntura internacional, mientras desperdicia todas las posibilidades de desarrollo que existen en el país. En la otra parte de esta ecuación —que conduce al desastre pero al mismo tiempo lo pospone— está la infinita paciencia de quienes escuchan el discurso sin creerlo, y siguen apostando a la salida del país y las remesas procedentes del exterior.
Más que curioso resulta el reclamo y la apelación constante al “nacionalismo”, para explicar la historia y hasta el presente de la isla —la justificación socorrida de la soberanía— cuando las figuras emblemáticas de ese proceso que se dice nacional no se cansan de dar muestras de un entreguismo vulgar en cuanto distinguen cualquier posible recompensa, por menor que sea.
No basta con mencionar el lucro y provecho personal que dicha actitud ha demostrado para los gobernantes cubanos —la última muestra de ella es Raúl Castro como huésped privilegiado de Dilma Russeff—, sino enfatizar la necesidad de abandonar este concepto caduco para el panorama nacional, tanto presente como futuro.
Una forma adecuada de ese avance es lo que muchos de los nacidos en Cuba, ahora residente o ciudadano de EEUU, han logrado al entrar en una etapa posnacionalista, sin que esto implique una renuncia a las raíces —el patriotismo transformado en un concepto cultural, una serie de recuerdos o la nostalgia ocasional— y convertido a Miami u otra ciudad del mundo no en una patria pero sí en un hogar. Una madurez que permite reírse del oportunismo castrista. 
Esta es mi columna semanal en el Nuevo Herald. que aparece en la edición del lunes 21 de julio de 2014.

Ucrania y rebeldes enfrentados por acceso a los restos


Ucrania acusó el sábado a Rusia y a los rebeldes prorrusos de destruir pruebas de “delitos internacionales” mientras las guerrillas y los observadores internacionales se enfrentan por el acceso a los restos del avión malasio derribado, informa la agencia Reuters.
Mientras Kiev decía que tiene pruebas de que un ruso disparó el misil que se cree  mató a las 298 personas a bordo del avión el jueves, un líder separatista culpó a Ucrania de los retrasos y pidió ayuda a Moscú para recuperar los cuerpos que empiezan a descomponerse después de dos días de un asfixiante calor en la estepa.
Rusia pidió a ambos bandos abrir el acceso a los expertos internacionales.
Después de que el presidente estadounidense Barack Obama calificara la pérdida del vuelo MH17 de una “llamada de atención” a Europa para unirse a Estados Unidos en las amenazas a Moscú de mayores sanciones económicas si no ayuda a acabar con el conflicto, la canciller alemana Ángela Merkel habló con el presidente ruso Vladimir Putin y le instó a usar su influencia con los rebeldes para asegurar un urgente alto el fuego.
“Moscú podría tener una última oportunidad ahora para mostrar que realmente está muy interesado en una solución”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores alemán Frank-Walter Steinmeier, al periódico alemán Bild am Sonntag.
“Ahora es el momento para todos de parar y pensar lo que pasaría si no detenemos la escalada”.
Alemania, que como otros estados de la UE que dependen fuertemente del comercio y energía rusos ,ha sido más prudente que Washington en las sanciones a Moscú, por miedo a dañar su propia economía, mientras las relaciones entre Rusia y la primer potencia mundial han revivido los recuerdos de la guerra fría. Pero con la opción la acción militar descartada, las potencias occidentales no tienen mucho más donde elegir para presionar a Moscú.
Después de que los combates quebraran la oscuridad nocturna en el este de Ucrania, el Gobierno dijo que estaba presionando su ofensiva cerca de Donetsk y Lugansk.
Malasia, cuya aerolínea nacional se ha visto golpeada por segunda vez con un gran desastre este año, dijo que era “inhumano” prohibir el acceso al lugar en torno al pueblo de Grabovo, cerca de Donetsk, pero dijo que Rusia estaba haciendo todo lo posible para ayudar.
Observadores de la agencia de seguridad de europea OSCE visitaron parte del lugar del siniestro cerca del pueblo de Grabovo por segundo día consecutivo el sábado, y de nuevo encontraron su acceso bloqueado por hombres armados de las fuerzas de la autodeclarada República Popular de Donetsk. Un responsable de la OSCE dijo que vieron más que el viernes.
En un momento dado, un corresponsal de Reuters escuchó a un rebelde de alto rango decir a la delegación de la OSCE que no podían acercarse a los restos y que simplemente serían informados a su debido tiempo de una investigación conducida por los separatistas. Sin embargo, los combatientes les dejaron después visitar un área donde se encontraba uno de los dos motores del Boeing 777.
Pruebas “destruidas”
“Los terroristas, con la ayuda de Rusia, están intentando destruir pruebas de delitos internacionales", dijo el gobierno ucraniano en un comunicado. “Los terroristas han llevado 38 muertos a la morgue de Donetsk”, dijo acusando a gente con “fuertes acentos rusos” de amenazar con hacer autopsias.
El primer ministro ucraniano dijo que hombres armados prohibieron a expertos del Gobierno recoger pruebas y amenazaron con detenerlos.
En la capital regional Donetsk, el primer ministro de los separatistas dijo en una rueda de prensa que Kiev estaba entorpeciendo la llegada de expertos internacionales cuya misión de investigar la causa —y potencialmente la culpa— del desastre fue autorizada el viernes por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Y en contradicción con anteriores declaraciones de los rebeldes, el líder de los insurgentes, Alexander Borodai, dijo que ellos no habían encontrado la caja negra del vuelo. Añadió que los rebeldes estaban evitando alterar el área donde el avión cayó, esparciendo cuerpos en un radio de varios kilómetros.
En Grabovo, un hombre armado de las fuerzas separatistas dijo a Reuters que algunos cuerpos se habían sacado ya en camiones. Entre informaciones de saqueos, combatientes y población local dijeron que habían hecho todo lo posible para recoger pruebas y preservar los restos humanos.
Un corresponsal de Reuters vio a personal de rescate trasladar cuerpos y recoger restos en bolsas negras. Un residente local dijo que aviones de combate ucraniano habían sobrevolado antes el área.
Ucrania ha acusado a los rebeldes de intentar deshacerse de las cajas negras y del lanzador de misiles a través de la frontera rusa.
El sábado, el jefe de contrainteligencia de Ucrania Vitaly Naida dijo que tenía “pruebas convincentes” de que no solo el sistema de misiles guiado por radar SA-11 Buk, que Kiev dice que se usó para derribar el avión, había sido traído a través de la frontera rusa, también afirmó que el equipo de tres hombres que lo manejaba estaba compuesto de ciudadanos rusos. Añadió que la unidad había vuelto a Rusia y pidió a Moscú permitir que Kiev les interrogara.
Responsables estadounidenses describieron como convincentes las grabaciones de audio que el gobierno ucraniano ha publicado en las que presuntamente oficiales rusos y rebeldes hablan sobre derribar el avión.
Moscú ha negado repetidamente las acusaciones de Kiev de que ha suministrado hombres y material a través de la frontera a los rebeldes.


Fieles al Kremlin


Bajo el título Otra aberración política, el diario oficial cubano Granma publica el sábado la única información de este día sobre el derribo del avión malasio mientras volaba sobre Ucrania, sin hacer referencia al artículo de Fidel Castro aparecido el día anterior.
 “Ante la caída el jueves del avión de Malaysia Airlines con 298 personas a bordo, en el vuelo de Ámsterdam a Kuala Lumpur, Estados Unidos y medios occidentales culpan a Rusia del siniestro del avión sin investigación alguna”, dice Granma.
Si embargo, esta conclusión puede aplicarse igualmente a lo escrito por Fidel Castro, en ese mismo periódico, que fue categórico en su segundo párrafo: “Cuba (…) no puede dejar de expresar su repudio por la acción de semejante gobierno antirruso, antiucraniano y proimperialista”. Con anterioridad, en el primer párrafo, Castro se había referido a que el avión fue derribado “mientras volaba sobre el territorio de Ucrania, por la ruta bajo el control del gobierno belicista del rey del chocolate, Petro Poroshenko”. La edición del sábado de Granma no vincula lo publicado ese día con el artículo de Castro del anterior.
Además, Granma señala que Estados Unidos culpa a Washington, lo que no es totalmente exacto. El presidente estadounidense Barack Obama expresó el viernes que el misil partió de una zona controlada por separatistas entrenados y armados con material procedente de Rusia. Sin embargo, evitó culpar directamente a nadie y pidió cautela antes de sacar conclusiones.
El texto de Granma con las palabras de Fidel Castro apareció el viernes, mientras Raúl Castro se encontraba en Brasil. El gobernante cubano regresó la noche de ese día a Cuba.
Aunque el artículo de Granma sigue la posición de Moscú, no hace acusaciones enfáticas:
“EEUU culpa a Rusia y a las autodefensas de la caída del Boeing sin ni siquiera investigar el asunto”, opinó el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, según Itar-Tass, señala Granma.
“Las declaraciones del secretario de prensa de la Casa Blanca así como de varias fuentes anónimas en la administración citadas por los medios de comunicación, muestran que la percepción que tiene Washington sobre lo que está sucediendo en Ucrania constituye una profunda aberración política”, afirmó el viceministro, de acuerdo al diario cubano.
El viceministro ruso omite las declaraciones del presidente norteamericano, la referencia más importante sobre la posición de Estados Unidos.
En opinión del analista internacional Yu­suf Fernández, las acusaciones hechas por el gobierno ucraniano y algunos de sus aliados culpando a Rusia de la tragedia del avión “no tienen fundamento”, señaló Russia Today, de acuerdo a Granma.
“Ya se ha explicado que las milicias de Donetsk disponen de misiles antiaéreos de alcance de 2 a 3 kilómetros que resultan totalmente insuficientes para un avión civil que vuela a 10 kilómetros”, dijo a Russia Today, agrega.
“Al mismo tiempo todo parece indicar que a partir del 14 del julio, Ucrania desplegó misiles antiaéreos Buk en la zona de Donetsk donde se produjo el incidente”, añadió el analista, de acuerdo a Granma.
Asimismo, se dio a  conocer que los sistemas de radiotécnica de Rusia detectaron el jueves, el día del siniestro del avión malasio, la actividad del sistema de misiles en el interior del territorio ucraniano, señaló el Ministerio de Defensa ruso, dice el diario cubano.
“Los equipos de radiotécnica de Rusia a lo largo del día 17 de julio detectaron el funcionamiento de la estación de radares 9s18 Kú­pol y del sistema de misiles de defensa aérea Buk-M1, instalados cerca de la aldea de Styla (a unos 30 kilómetros al sur de Donetsk)”, añadió el diario cubano.
Aquí tenemos la versión opuesta a lo dicho por Ucrania, con la diferencia que se han publicado las palabras de las comunicaciones entre los rebeldes prorruso y las referencias exactas a la supuesta batería de misiles antiaéreos Buk responsable del ataque.
Además, el ministerio reafirmó que la defensa aérea de las Fuerzas Armadas rusas no estaba en funcionamiento en esa zona el 17 de julio. Tampoco aviones de la Fuerza Aérea de Rusia sobrevolaron las regiones rusas limítrofes con la provincia de Donetsk. “Esta información ha sido confirmada por registradores de datos de vuelo”, de acuerdo a lo aparecido en Granma.
Resulta muy difícil de creer que en una zona de un conflicto bélico tan intenso, la defensa aérea rusa no estuviera “en funcionamiento” ese día.
De acuerdo a Granma, el presidente ruso Vladimir Putin aseguró el jueves que la responsabilidad de la caída del avión de Malaysia Airlines recae en el gobierno de Ucrania por no haber restaurado la paz en la zona. Claro que en igual sentido la responsabilidad puede ser de Moscú, pero lo importante de la declaración de Putin es que no excluye la posibilidad de que rebeldes fueran los responsables del ataque. Aunque las dudas internacionales en este sentido recaen en el hecho de que resulta difícil que los rebeldes prorrusos estuvieran al mando de un equipo tan sofisticado de misiles.
Por otra parte, el fiscal general de Ucrania, Vitali Yarioma, reveló que los militares ucranianos habían informado al presidente Petro Poroshenko de que los milicianos de las regiones de Donetsk y de Lugansk no se habían apoderado de sistemas ucranianos de misiles, señala Granma, y aquí el diario vuelve a manipular la información, porque precisamente este argumento es uno de los que se ha estado empleando para señala la responsabilidad rusa en el hecho.

Efe informó que las milicias populares están dispuestas también a aceptar una tregua con las fuerzas de Kiev para que se investigue el accidente del avión malasio, según  el viceprimer ministro de Donetsk, Andrei Purguín.
En este contexto, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pidió este viernes una investigación internacional independiente, com­pleta y minuciosa sobre la tragedia en el este de Ucrania, aseguró BBC.
Además, el primer ministro de Malasia, Najib Razak, afirmó que su país investigará a fondo la causa de la caída del avión de la línea nacional en territorio ucraniano, reportó Prensa Latina.
En estos tres párrafos Granma lo que pretende es darle objetividad a su información, mediante la cita de dos fuentes de noticias internacionales y las palabras del primer ministro malasio, pero lo que trata en realidad es de diluir el meollo del asunto.
Lo demás de la información de Granma es puro background de la noticia. Lo esencial sigue siendo que el gobierno cubano carece de autonomía alguna a la hora de enfrentar la noticia, y se limita a seguir los dictados de Moscú, echando más leña al fuego o apaciguando la situación según lo que dicte el Kremlin. En esto, al menos, hay que distinguir que Fidel Castro, como siempre, sigue alimentando solo su propia candela.


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