La presidenta de Argentina, Cristina
Fernández de Kirchner es una de las mandatarias más ricas del mundo.
En una declaración jurada de 2013, la
última conocida, Fernández de Kirchner mostró que su fortuna alcanzaba unos
43.4 millones de pesos. Convertidos al dólar oficial del año pasado —período de
la presentación—, sus bienes rozan los nueve millones de dólares. Si esta cifra
se convierte en euros, al cambio actual, su riqueza se sitúa en los 6.614.956,20
de euros.
Para esa fecha Cristina Fernández era la
segunda gobernante más rica de la región, superada entonces solo por el
mandatario de Chile en aquel año, Sebastián Piñera. El chileno ya era empresario y
multimillonario antes de dedicarse a la política. Al cumplirse el mandato de
Piñera, ella se ha convertido en el jefe de Estado más rico de Latinoamérica.
Junto a su difunto marido, Néstor
Kirchner, consiguió prosperar a un ritmo mucho mayor que el país y, en sólo
siete años, multiplicó por diez su fortuna, aunque este año disminuyó debido al
reparto de la herencia del expresidente, de acuerdo a una información en el
diario español La Vanguardia.
Cuando Néstor Kirchner llegó al poder en
2003, el matrimonio poseía 1,3 millones de euros. En 2010, ya con Fernández de
presidenta, el patrimonio conjunto se había multiplicado fabulosamente hasta
los 12,5 millones de euros. Ese año falleció Kirchner y por eso en 2011 los
bienes de Fernández bajaron a algo más de la mitad, pues la herencia se
repartió a partes iguales entre la presidenta y sus dos hijos, Máximo y
Florencia, cuyos bienes ya no aparecen en la declaración. Es fácil deducir que
el patrimonio real de la familia Kirchner supera holgadamente los 12 millones,
teniendo en cuenta que los valores catastrales de las propiedades están muy
lejos de su valor de mercado.
En 2011 Fernández ganó 700.000 euros con
la parte de los alquileres de sus 27 inmuebles, ahora compartidos con sus
hijos. El otro gran activo familiar es el lujoso hotel Los Sauces, situado
junto a su casa de El Calafate. En esa población patagónica, los Kirchner y
varios pingüinos —funcionarios y empresarios cercanos al matrimonio—
concentraron buena parte de sus bienes. Particularmente escandalosa fue en 2006
la adjudicación, a dedo, de terrenos públicos que algunos pingüinos compraron a
precios irrisorios. Kirchner adquirió dos hectáreas por 26.000 euros y las
vendió en 2008 por dos millones de euros a un grupo chileno de grandes
superficies, con importantes inversiones en Argentina pero que aún no construye
ningún hipermercado en El Calafate.
El incremento patrimonial de los Kirchner
del 2007 al 2008 fue del 160%, lo que motivó una denuncia que fue sobreseída en
tiempo récord por un juez cercano al kirchnerismo. También ha sido denunciada
la venta de terrenos públicos en El Calafate pero el caso no avanza: la fiscal
a cargo es sobrina de los Kirchner.
La presidenta declaró un sueldo de 4.370
euros mensuales en 2011, una subida del 25% respecto al año anterior. El
porcentaje coincide con la inflación real, pese a que el gobierno insiste en
que no supera el 12%.
Por otra parte, todos los ministros
kirchneristas incrementaron su patrimonio entre el 9% y el 102% en 2011. Nada
indica que esta tendencia no ha continuado.