En
1964, cuando Ernesto "Che" Guevara era ministro de Industrias, se
puso en marcha un plan de industrialización acelerada que buscaba convertir a
la isla en una nación independiente, capaz de abastecerse a sí misma de los
artículos que habían desaparecido de los comercios tras el primero de enero de
1959. Ahora, 50 años más tarde, Cuba ha celebrado la fecha. Pero el evento tuvo
un carácter ideológico y propagandístico, que ocultó el desastre económico tras
esas empresas.
El
plan fracasó y fue abandonado por completo años más tarde, cuando Cuba entró a
girar completamente dentro de la órbita soviética y en Moscú el Consejo de Ayuda
Mutua Económica (CAME) decretó que el modelo económico adoptado por la isla
fuera el de la URSS, de acuerdo a sus recursos nacionales y las necesidades del
resto de los países socialistas. Es decir, que se dedicara a fabricar azúcar,
extraer níquel y algunos renglones más. Las lavadoras, televisores y otros
utensilios vendrían de los "países hermanos".
Entre
las fábricas inauguradas por Guevara se encuentra la de Utensilios Domésticos
(Inpud), en Villa Clara.
Si
se revisa la trayectoria de la Inpud, una de las plantas que al ser creada
despertó más expectativas, y que luego se hizo famosa por producir artículos
anticuados, desperfectos e ineficientes, lo mejor hubiera sido pasar por alto
la fecha.
La
Inpud fue inaugurada por Guevara el 24 de julio de 1964.
"Esta
es una inversión que ha costado al Gobierno Revolucionario más de 14 millones
de pesos (…) la capacidad toda a utilizar este año será pequeña todavía, unos 5
mil refrigeradores, unas 5 mil cocinas de gas y, probablemente, unas 30 mil
ollas. Para 1965 pensamos llegar a 20 mil refrigeradores y a 10 mil cocinas de
gas, y su capacidad total, en dos turnos, será de 40 mil refrigeradores y 100
mil ollas de presión", afirmó el entonces ministro y luego guerrillero
latinoamericano.
Pero
la realidad marchó por otro camino.
En
los inicios del "Período Especial", la Inpud vio colapsar sus
producciones. En una búsqueda de alternativas, comenzaron a producir
bicicletas. Luego, en 1995, volvieron a producir cafeteras, ollas de presión, ventiladores
y refrigeradores. "El siglo XXI trajo muy bajos índices económicos a la
empresa", según el portal informativo del gobierno cubano EcuRed.
"Buscando
alternativas de venta comenzaron a elaborar puertas, ventanas y fregaderos.
Incrementaron los flujos productivos de interruptores y tomacorrientes",
añade EcuRed.
Así
que de fabricar neveras pasaron a hacer puertas y tomacorrientes.
En
enero del 2011, una información del propio Juventud
Rebelde señalaba: "Luego de casi 15 años entre alzas y bajas
productivas y largos períodos de depresión financiera, desde 2008 la Industria
Nacional Productora de Utensilios Domésticos (Inpud) 1ro. de Mayo, única de su
tipo en Cuba, viene desenvolviéndose en un contexto favorable, con relativa
estabilidad, aunque no exento de limitaciones".
Como
ejemplo de esas "limitaciones", mejor sería decir incumplimientos, Juventud Rebelde citaba que en el 2010
la fábrica lnpud llegó a producir 85.000 ventiladores, "una cifra
halagüeña, pero por debajo de los más de 110.000 previstos". Es decir, la
producción de ventiladores se cumplió en un 77 %. ¿Y dónde están los "40
mil refrigeradores y 100 mil ollas de presión" que prometía Guevara?
En
los dos últimos años, los problemas han continuado en esa industria, donde cada
vez quieren trabajar menos jóvenes.
No
hay cifras sobre la producción actual de la Inpud en la prensa oficial cubana,
pero una información del periódico Trabajadores,
del 27 de abril de este año, es un buen indicador de como marcha la fábrica, no
por lo que dice sino por lo que omite:
"Aunque
el primer semestre de este año ha sido complicado para la Inpud se prevé en el
segundo incursionar en el ensamblaje de ollas reinas y arroceras, así como
adaptar la tradicional de presión para ser utilizada en las cocinas de
inducción", afirma Trabajadores.
Es
decir, los problemas siguen, y lo único que cabe, para los lectores de Trabajadores, es mantenerse confiados en
que las soluciones están en el futuro.
Aunque
por otra parte ya se sabe cual es el futuro que espera el gobierno de La
Habana. La industria cubana proyecta unas 40 áreas de interés para atraer
inversión extranjera a la isla y una de sus principales apuestas es en la
industria de equipos electrodomésticos, afirmó la directora general de Gestión
Industrial del Ministerio de Industrias, Adriana Barceló de acuerdo a un cable
reciente de la agencia Efe.
Así
que el futuro, al menos, ya tiene un nombre: la llegada de inversionistas
extranjeros. Algo que, por supuesto, nunca pasó por la mente del Che Guevara,
aquella tarde lluviosa de julio de 1964, en que con entusiasmo pueril inauguró
la fábrica.