Ucrania acusó el sábado a Rusia y a los
rebeldes prorrusos de destruir pruebas de “delitos internacionales” mientras
las guerrillas y los observadores internacionales se enfrentan por el acceso a
los restos del avión malasio derribado, informa la agencia Reuters.
Mientras Kiev decía que tiene pruebas de
que un ruso disparó el misil que se cree mató a las 298 personas a bordo del avión el
jueves, un líder separatista culpó a Ucrania de los retrasos y pidió ayuda a
Moscú para recuperar los cuerpos que empiezan a descomponerse después de dos
días de un asfixiante calor en la estepa.
Rusia pidió a ambos bandos abrir el
acceso a los expertos internacionales.
Después de que el presidente
estadounidense Barack Obama calificara la pérdida del vuelo MH17 de una
“llamada de atención” a Europa para unirse a Estados Unidos en las amenazas a
Moscú de mayores sanciones económicas si no ayuda a acabar con el conflicto, la
canciller alemana Ángela Merkel habló con el presidente ruso Vladimir Putin y
le instó a usar su influencia con los rebeldes para asegurar un urgente alto el
fuego.
“Moscú podría tener una última
oportunidad ahora para mostrar que realmente está muy interesado en una
solución”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores alemán Frank-Walter
Steinmeier, al periódico alemán Bild am
Sonntag.
“Ahora es el momento para todos de parar
y pensar lo que pasaría si no detenemos la escalada”.
Alemania, que como otros estados de la UE
que dependen fuertemente del comercio y energía rusos ,ha sido más prudente que
Washington en las sanciones a Moscú, por miedo a dañar su propia economía,
mientras las relaciones entre Rusia y la primer potencia mundial han revivido
los recuerdos de la guerra fría. Pero con la opción la acción militar
descartada, las potencias occidentales no tienen mucho más donde elegir para
presionar a Moscú.
Después de que los combates quebraran la
oscuridad nocturna en el este de Ucrania, el Gobierno dijo que estaba
presionando su ofensiva cerca de Donetsk y Lugansk.
Malasia, cuya aerolínea nacional se ha
visto golpeada por segunda vez con un gran desastre este año, dijo que era
“inhumano” prohibir el acceso al lugar en torno al pueblo de Grabovo, cerca de
Donetsk, pero dijo que Rusia estaba haciendo todo lo posible para ayudar.
Observadores de la agencia de seguridad
de europea OSCE visitaron parte del lugar del siniestro cerca del pueblo de
Grabovo por segundo día consecutivo el sábado, y de nuevo encontraron su acceso
bloqueado por hombres armados de las fuerzas de la autodeclarada República
Popular de Donetsk. Un responsable de la OSCE dijo que vieron más que el
viernes.
En un momento dado, un corresponsal de
Reuters escuchó a un rebelde de alto rango decir a la delegación de la OSCE que
no podían acercarse a los restos y que simplemente serían informados a su
debido tiempo de una investigación conducida por los separatistas. Sin embargo,
los combatientes les dejaron después visitar un área donde se encontraba uno de
los dos motores del Boeing 777.
Pruebas
“destruidas”
“Los terroristas, con la ayuda de Rusia,
están intentando destruir pruebas de delitos internacionales", dijo el gobierno
ucraniano en un comunicado. “Los terroristas han llevado 38 muertos a la morgue
de Donetsk”, dijo acusando a gente con “fuertes acentos rusos” de amenazar con
hacer autopsias.
El primer ministro ucraniano dijo que
hombres armados prohibieron a expertos del Gobierno recoger pruebas y
amenazaron con detenerlos.
En la capital regional Donetsk, el primer
ministro de los separatistas dijo en una rueda de prensa que Kiev estaba
entorpeciendo la llegada de expertos internacionales cuya misión de investigar
la causa —y potencialmente la culpa— del desastre fue autorizada el viernes por
el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Y en contradicción con anteriores
declaraciones de los rebeldes, el líder de los insurgentes, Alexander Borodai,
dijo que ellos no habían encontrado la caja negra del vuelo. Añadió que los
rebeldes estaban evitando alterar el área donde el avión cayó, esparciendo
cuerpos en un radio de varios kilómetros.
En Grabovo, un hombre armado de las
fuerzas separatistas dijo a Reuters que algunos cuerpos se habían sacado ya en
camiones. Entre informaciones de saqueos, combatientes y población local
dijeron que habían hecho todo lo posible para recoger pruebas y preservar los
restos humanos.
Un corresponsal de Reuters vio a personal
de rescate trasladar cuerpos y recoger restos en bolsas negras. Un residente
local dijo que aviones de combate ucraniano habían sobrevolado antes el área.
Ucrania ha acusado a los rebeldes de
intentar deshacerse de las cajas negras y del lanzador de misiles a través de
la frontera rusa.
El sábado, el jefe de contrainteligencia
de Ucrania Vitaly Naida dijo que tenía “pruebas convincentes” de que no solo el
sistema de misiles guiado por radar SA-11 Buk, que Kiev dice que se usó para
derribar el avión, había sido traído a través de la frontera rusa, también
afirmó que el equipo de tres hombres que lo manejaba estaba compuesto de
ciudadanos rusos. Añadió que la unidad había vuelto a Rusia y pidió a Moscú
permitir que Kiev les interrogara.
Responsables estadounidenses describieron
como convincentes las grabaciones de audio que el gobierno ucraniano ha
publicado en las que presuntamente oficiales rusos y rebeldes hablan sobre
derribar el avión.
Moscú ha negado repetidamente las acusaciones
de Kiev de que ha suministrado hombres y material a través de la frontera a los
rebeldes.