miércoles, 21 de enero de 2015

El problema de Antúnez


Algunos disidentes, miembros del exilio aquí en Miami y políticos republicanos enfrentan un problema que no reconocen: cada día su discurso amenaza no solo con tornarse anticuado sino irreal.
Para denunciar la dictadura castrista, la represión en Cuba y la falta de derechos humanos en la isla no es necesario repetir esquemas gastados. Basta con mostrar los hechos.
Pero una cosa son los hechos y otra es una retórica que suena cada día más alejada de la nación cubana. Más lamentable aún es que se conviertan en repetidores del discurso de un sector de Miami, quienes pueden elaborar uno propio a partir de su conocimiento del país en que todavía tienen fijada su residencia.
Un vocero de la oficina del congresista John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, dijo que la presencia del opositor cubano Jorge Luis García Pérez  ‘‘Antúnez “ destaca la continuidad de la tiranía en Cuba y el coraje de aquellos que luchan contra ella’’.
Es cierto que la tiranía continúa, mucha verdad el coraje de quienes se enfrentan a ella. Pero la presencia de un opositor en un acto de esta naturaleza, en el Congreso de Estados Unidos, lo que indica es un cambio de la situación cubana.
En una carta al gobernante cubano Raúl Castro, en agosto del año pasado, el opositor se refirió al gobernante como “Señor dictador y genocida” y a los cambios promovidos por Raúl como “fraudulentos”, de acuerdo a una información en El Nuevo Herald.
Sin embargo, que el opositor no fuera detenido y condenado por ello, también indica un cambio en los tiempos que corren en Cuba.
“Hay muchos cubanos, fuera y dentro de Cuba, que tenemos una posición coherente y no aceptamos ni reconocemos estos acuerdos entre el presidente Obama y la dictadura cubana. La resistencia cubana está presente y hay que contar con ella, aunque el presidente Barack Obama no lo ha hecho”, destacó Antúnez.
“El futuro de Cuba se va a decidir dentro de Cuba”, afirmó el opositor.
“No vamos a aceptar ese cambio fraude y cosmético que ustedes fraguan”, agregó el disidente. “Las únicas reformas por nosotros aceptadas serían las que, a partir de su derrocamiento o abandono del poder, realizará el pueblo desde su base”, agregó.
Muchos que viven fuera de la isla coinciden con el planteamiento de que el futuro del país se debe decidir entre los que permanecen allí. También mantienen la esperanza de que algún esfuerzo propio se materialice en este sentido
Antúnez estuvo encarcelado 17 años. Luego de ello, ha viajado en reiteradas ocasiones al exterior y regresado a Cuba. En la isla no han ocurrido actividades opositoras de mayor repercusión —ni aparecen reflejadas tanto por la prensa independiente como por los corresponsales extranjeros— llevadas a cabo por Antúnez o el grupo que representa en los últimos tiempos.
Hace 11 meses se conoció una declaración de Antúnez, de que suspendía una huelga de hambre de 11 días, diciendo que quería unirse a protestas callejeras planeadas en apoyo a la lucha en pro de la democracia en Venezuela.
Hasta la fecha no se ha conocido más sobre estas anunciadas protestas.

La comezón del exilio revisitada

A veces en el exilio a uno le entra una especie de comezón, natural y al mismo tiempo extraña: comienza a manifestar un anticastrismo elemen...