El jefe del Club de París de naciones
acreedoras se reunió el viernes con funcionarios de finanzas de Cuba, en lo que
catalogó como una visita oficial sin precedentes a La Habana para discutir la
deuda de la isla, informa la agencia Reuters.
La visita ocurre tras meses de
negociaciones realizadas con la mayor discreción.
Después de que las conversaciones se
habían estancado en 2000, los acreedores y Cuba han actuado con rapidez durante
el pasado año en las negociaciones sobre una deuda total que el presidente del
Club de París, Bruno Bezard, estima entre $15.000 millones y $16.000 millones,
y donde Francia es el mayor entre los 15 acreedores.
Bezard, quien es también director general
del Tesoro francés, dijo que creía que su visita es la primera que hace a Cuba
un líder del Club de París.
Las dos partes están en el proceso
llamado de reconciliación para determinar exactamente la cantidad de la deuda y
los intereses que Cuba debe a cada acreedor, un requisito previo para las
negociaciones reales.
"Hemos avanzado rápido. Por la parte
de Cuba y por la parte de los acreedores existe una voluntad de llevar a cabo
este trabajo", dijo Bezard en una conferencia de prensa en La Habana.
"Vamos a cerrar la reconciliación
dentro de unas pocas semanas, y después de algunas semanas o meses más tarde
tendremos una negociación", agregó.
Cualquier acuerdo con el Club de París
reduciría significativamente la deuda de Cuba, mejoraría su reputación en los
mercados financieros y permitiría que se emita una nueva deuda.
Hace aproximadamente un año, Cuba y el
Club de París reanudaron las conversaciones, en una señal de que el gobierno
comunista estaba interesado en insertarse en la economía global y seguir las
reglas de las finanzas internacionales.
Esas conversaciones se pusieron en
marcha, mientras que, a espaldas de la mayoría del mundo, Cuba también
participó en negociaciones secretas con Estados Unidos para restablecer las
relaciones diplomáticas.
En los últimos cuatro años, Cuba ha
reestructurado su deuda con China, con los acreedores comerciales japoneses,
México y Rusia.
Las cifras brindadas ahora por Bezard
indican los avances del gobierno de la isla en la reestructuración de su deuda.
Cuba era la segunda nación más endeudada
con el Club de París a finales de 2012. Según el informe anual de la
organización, Cuba debía $35.193 millones, por encima de Indonesia ($29.297
millones), China ($22.517 millones) y la India ($21.232 millones), aunque todos
ellos muy por debajo de Grecia, con una deuda de $70.305 millones.
Una delegación del grupo de acreedores
viajó discretamente a La Habana a fines de 2013, para reunirse con funcionarios
de bancos de la isla, que los recibieron con varias propuestas y parecían
ansiosos de llegar a acuerdos, según diplomáticos occidentales, de acuerdo a un
cable firmado por Marc Frank, de la agencia Reuters, el 23 de abril de 2014.
Los últimos datos brindados por Cuba sobre
su cuenta corriente y su deuda externa son de 2010.
Cuba reportó por última vez una deuda
extranjera “activa”, acumulada tras declarar una cesación de pagos a finales de
la década de 1980, de $13.600 millones en 2010.
El gobierno ya no informa su deuda
“pasiva” o acumulada antes del incumplimiento de pagos. Economistas calculan
que ronda los $8.000 millones.
La cifra anunciada ahora es muy superior
a los $13.600 millones de 2010, pero en la práctica y durante una negociación
podría reducirse considerablemente. Nadie espera que la isla pague esa cantidad
de dinero.
Si bien Cuba debía unos $35.500 millones
a sus miembros al cierre de 2012, más de 20.000 millones corresponden a una
vieja deuda en rublos de la era soviética, un 90 % de la cual fue condonada por
Rusia en 2013.
El reportaje de Reuters señala, de
acuerdo a lo dicho por diplomáticos, que durante la reunión del año pasado en
La Habana el gobierno de Cuba expresó su interés en que le fuera perdonado un
porcentaje de la deuda, pagar otro porcentaje en 10 años, y canjear el resto
por una parte de los dividendos de empresas estatales cubanas.
"Si nos fijamos en los nuevos
incentivos a la inversión extranjera que entrarán en vigencia este año, parece más posible algún tipo de
canje de la deuda", sugirió una de las fuentes.
Un eventual acuerdo con el Club reduciría
significativamente la deuda de Cuba, mejoraría su reputación en los mercados y
le permitiría a la isla emitir nuevos títulos de deuda.
En la más reciente de las reformas de
mercado promovidas por Raúl Castro , Cuba aprobó recientemente una ley de
inversión extranjera con la que espera atraer miles de millones de dólares.
El megapuerto cubano del Mariel,
inaugurado hace un año por el mandatario Raúl Castro y la presidenta Dilma
Rousseff, aprobó sus dos primeros proyectos de inversión extranjera y estudia
“cientos” de solicitudes, según informaron altos directivos de esa entidad, de
acuerdo a un cable de la AFP del viernes 6 de marzo de 2014.
“Ya están aprobados dos negocios, de los
cientos de intereses presentados por empresarios foráneos desde noviembre de
2013”, dijo Yanet Vázquez, directora adjunta de la oficina regulatoria del
puerto, citada por la revista Cubacontemporánea.
“Lo
positivo es que en los últimos tres años Cuba ha estado más o menos
reestructurando y cumpliendo sus obligaciones de deuda”, dijo un diplomático
occidental.
“Lo negativo es que piensan que eso es
suficiente y no entienden que hay que conocer la capacidad financiera para
alcanzar cualquier acuerdo”, agregó.
Para que Cuba acepte un trato sería
necesaria la condonación de una parte significativa de la deuda, dijo Richard
Feinberg, analista del Brookings Institution de Washington, en julio del pasado
año.
“Además está el difícil tema de la falta
de transparencia. Para que los acreedores del Club puedan tener un poco de
confianza en la capacidad de pago, deberían conocer más sobre la balanza de
pagos presente y proyectada de Cuba, incluidas las reservas”, agregó Feinberg.
Esa etapa de la negociación es la que al
parecer aún no se ha alcanzado en Cuba, pero supuestamente está muy cercana.
La cifra del Club de París no incluye los
cargos por intereses y servicio provocados por la moratoria cubana, y tampoco
considera las deudas con acreedores privados y países como China, Brasil y
Venezuela .
Cuba considera que las cifras del Club de
París están infladas. Un punto en la agenda de las conversaciones sería, por
tanto, alcanzar un acuerdo sobre la cantidad que debe.
El Club de París es un grupo informal de
19 países acreedores: Australia, Austria, Bélgica, Gran Bretaña, Canadá,
Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Japón, Países Bajos,
Noruega, Rusia, España, Suecia, Suiza y Estados Unidos.