Una reunión que acuerda reunirse de
nuevo. Al menos en algo están de acuerdo Washington y La Habana. Ese es al
menos el logro hecho público tras el primer encuentro entre las delegaciones de
Estados Unidos y Cuba para conversar sobre el espinoso tema de las
compensaciones económicas.
“No entramos a discutir la
especificidades en el proceso de continuar avanzando” en el tema, dijo una
funcionaria al diario El Nuevo Herald,
quien reiteró que esta reunión era “muy preliminar” y se centró en intercambiar
información muy general sobre los tipos de reclamaciones que ambos países están
buscando.
“Cualquier negociación sobre
compensaciones es más bien una empresa compleja”, que puede tomar algún tiempo,
señaló.
No obstante, aseguró que el Gobierno de
Estados Unidos quisiera resolver este asunto “lo más pronto posible. Es un tema
de alta prioridad para esta Administración”.
La delegación estadounidense, encabezada
por Mary McLeod, asesora jurídica en funciones del Departamento de Estado,
presentó a su contraparte cubana las reclamaciones certificadas por la Comisión
de Resolución de Reclamaciones en el Extranjero (FCSC). También habló de unas
diez compensaciones adjudicadas en cortes estatales y federales de EEUU (por un
valor de $2,000 millones) y de “reclamaciones del gobierno estadounidense” para
ser atendidas por Cuba. Además explicó las bases legales de estas demandas.
La FCSC considera válidas una 5.913
reclamaciones de ciudadanos o compañías estadounidenses, por un valor de $1.900
millones. La mayoría de estas demandas corresponden a pérdidas de individuos,
por un valor aproximado de $229 millones. El resto, corresponde a compañías que
acumulan casi el 85% del valor total.
Al menos un aspecto quedó claro tras esta
reunión preliminar: las reclamaciones de ciudadanos cubanos por propiedades
confiscadas por el Gobierno de la isla, cuando era gobernante Fidel Castro, no
fueron incluidas en las discusiones
La delegación de EEUU también escuchó las
demandas del gobierno cubano “en relación a los daños humanos y económicos
ocasionados por el embargo”, agregó la funcionaria, quien no aportó el monto de
las reclamaciones que estaría manejando la parte cubana. “No es muy útil
adentrarse ahora en los números”, comentó.
El gobierno cubano estima en $121.192
millones los daños a la economía debido a las sanciones estadounidenses. La
cifra es independiente del monto por lo que La Habana considera que debe ser
compensada debido a acciones terroristas ocasionadas desde EEUU.
Dos
vías
Es decir, que posiblemente la negociación
se abra en dos vías independientes. La primera, y menos difícil de resolver, es
lograr un acuerdo de pagos y/o ajustes económicos en lo referente a
nacionalizaciones, expropiaciones y el tema del embargo.
Lo segundo, mucho más engorroso y a largo
plazo tiene que ver con los reclamos mutuos sobre lo que cada parte considera
“actos terroristas”.
El Gobierno estadounidense ya ha pagado
compensaciones, mediante fallos en los tribunales de EEUU, a víctimas “del
terrorismo de Estado” cubano-
Por ejemplo, los familiares de los
pilotos que murieron cuando dos avionetas de Hermanos al Rescate fueron
derribadas por órdenes del Gobierno de la isla en 1996 recibieron $188 millones.
Hace 15 años el Congreso de EEUU aprobó
una ley para que los casos de reclamaciones en las cortes norteamericanas
contra el Gobierno de Cuba por violaciones de derechos humanos puedan ser
compensados con fondos congelados a ese país en bancos estadounidenses.
El Gobierno cubano, por su parte,
considera que hay una deuda de unos $181.000 millones debido a los perjuicios
por daños humanos relacionados a “actos de terrorismo” de EEUU.
Cuba separa los supuestos daños humanos
de aquellos económicos ocasionados por el embargo, por lo que se trata de dos
demandas legales diferentes. Ello abre el camino a que se pueda avanzar en el
terreno económico con independencia de las diferencias y los reclamos de índole
político.
La actitud del Gobierno cubano en esta
ronda de conversaciones es acorde con la táctica actual de La Habana de llegar
a soluciones sobre las deudas pendientes con otros países. De esta forma, la
negociación con EEUU, en esta parte del asunto, quedaría enmarcada a otros
intentos que con mayor o menor éxito, más o menos demora, se llevan a cabo.
Otras
deudas
Desde hace algún tiempo, la isla ha
estado celebrando conversaciones para llegar a un acuerdo con el Club de París
y así reestructurar su deuda con esta organización.
Cuba está cerca de lograr un acuerdo con
15 naciones acreedoras de las 19 que conforman el Club de París para
reestructurar una deuda de $16.000 millones en cesación de pagos desde 1986. Se
espera que los prestamistas condonen al país comunista caribeño gran parte de
lo adeudado, dijeron diplomáticos cercanos a la negociación, informa la agencia
Reuters.
Luego de dos años de debates informales,
están cerca de un acuerdo multilateral, señalaron los diplomáticos a Reuters.
“Cuba ha acordado pagar alrededor de
$5.000 millones del capital adeudado desde su default en 1986, a cambio de que se le perdonen $11.000 millones en
cargos por servicios, intereses y multas", dijo un diplomático de una de
las principales naciones acreedoras.
“Las negociaciones están ahora más en el
punto de cuánto tiempo necesitan (las autoridades de La Habana) para pagar y
cuánto del dinero será reinvertido en Cuba”, agregó la fuente.
El Club de París informó en 2011 que Cuba
debía a sus miembros $30.500 millones al cierre de 2010, pero más de 20.000
millones de la deuda era en rublos convertibles de la época de alianza con la
antigua Unión Soviética, que Rusia reclamaba y que Cuba no reconocía.
Desde entonces a esta fecha Moscú y La
Habana llegaron a un acuerdo en que la mayoría de la deuda fue condonada.
Además de Rusia, al menos Alemania ya ha negociado
de manera independiente acuerdos bilaterales con Cuba sobre el pago de la
deuda.
Estrategia
cubana
La estrategia de Cuba apunta a lograr con
EEUU un acuerdo similar, aunque posiblemente no tan generoso, como el obtenido
con Rusia, y dejar pendiente los otros reclamos. El clima favorable, hacia
negociar con Cuba, por parte de muchas empresas estadounidenses, es un favor
que la favorece.
Quedaría entonces pendiente la cuestión
que ha quedado fuera de las negociaciones: los reclamos sobre expropiaciones y
confiscaciones a ciudadanos cubanos ahora nacionalizados estadounidenses.
El Programa de Reclamaciones Cubano, que
autorizó a la FCSC a proceder con las reclamaciones de propiedades confiscadas
a ciudadanos norteamericanos en otros países, creado por el Congreso de EEUU en
1964, establece que los reclamantes debían ser ciudadanos norteamericanos en el
momento de la confiscación. Este es al que se refirió la delegación
estadounidense en las conversaciones.
Mientras que la ley Helms-Burton de 1996
reconoce el derecho de los cubanoamericanos cuyas propiedades fueron
confiscadas a reclamar compensación, también deja claro que el Gobierno
estadounidense solo se encarga de las reclamaciones certificadas, o sea, las de
ciudadanos norteamericanos en el momento de la confiscación. Las reclamaciones
de cubanos que se naturalizaron después tienen que ser presentadas ante las
cortes de manera individual y por cuenta del demandante.
Cuba tiene fondos congelados en EEUU, en
gran medida originados por exportaciones del Gobierno de Cuba que pasan en
algún punto por algún banco norteamericano como parte de alguna transacción, y
son incautados. Estos fondos sumaban el año pasado $275 millones. Pero hasta el
momento esos fondos no han sido utilizados en reclamaciones por confiscación de
propiedades.
Precedentes
El Gobierno de EEUU ha logrado en el
pasado llegar a acuerdos con países en una época hostiles, luego de una mejora
de las relaciones diplomáticas, sobre el tema de las compensaciones económicas
tras la expropiación de bienes.
Un ejemplo es el caso de China, respecto
a las propiedades confiscadas ese país luego de octubre de 1949, cuando el
Gobierno de la República Popular de China (PRC) llegó al poder. En1966 se puso
en práctica el Programa de Reclamaciones de China.
El Departamento del Tesoro estableció un
Fondo para reclamaciones de China, donde el Gobierno chino depositó un pago
inicial de $30 millones en 1979 y $10,1 millones de 1980 a 1984. De un total
inicial de más de $196 millones, el Gobierno chino consiguió un arreglo por
$80,5 millones.
Entre 1979 y 1990 ocurrieron
confiscaciones a ciudadanos estadounidenses en Nicaragua, durante el gobierno
sandinista.
EEUU levantó algunas restricciones
legales a Nicaragua después que el país centroamericano cumplió con la
resolución de 30 reclamaciones de ciudadanos estadounidenses que estaban
pendientes. Hasta 2005 EEUU tenía registrados un total de 3.166 reclamaciones
de ciudadanos norteamericanos cuyas propiedades fueron confiscadas en Nicaragua.
Lo más probable que ocurra, en el caso de
llegarse a un acuerdo entre Cuba y Estados Unidos, es que muchas de las
reclamaciones sean saldadas por una fracción de su monto o a cambio de
concesiones para hacer negocios en o con Cuba.
Cincuenta corporaciones, algunas aún
activas, son dueñas de aproximadamente el 50 % total de las reclamaciones.
Serán estas las que terminarán obteniendo algún pago o beneficio.
Imagen tomada de Meridianews, Fotografía Daniele Febei, bajo licencia de Creative Commons).