La presencia de Kim Davis entre los
invitados de los legisladores republicanos, para presenciar el discurso sobre
el Estado de la Unión, es una clara señal de que el Partido Republicano está
apostando a la carta de la extrema derecha evangelista para las próximas
elecciones. La utilización de la figura de la funcionaria que se negó a firmar
los certificados de matrimonio del mismo sexo en Kentucky, una acción de poco
valor práctico pero de elevado contenido simbólico para los fanáticos, no indica
otra cosa.
Claro que habría que preguntarse que
hacía la demócrata Davis —¿o ya cambió de partido?— entre los republicanos.
Aunque asistir a una celebración de tal importancia, en el Congreso de la
nación, debe valer más que una misa, para ella.
¿Quién invitó a Kim Davis? La respuesta
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