martes, 5 de enero de 2016

Yahoos


Entre los manifestantes que han tomado el refugio Malheur, en Oregón, está Ammon Bundy, hijo de Cliven Bundy, que durante 20 años mantuvo un litigio con el gobierno estadounidense.
No se trata de campesinos pobres y gente sin tierra. Caben mejor en la clasificación de barones ganaderos, cuyo comportamiento semeja al de los señores feudales y que parecen salidos de viejas películas del Oeste. Algo así como si John Wayne saliera de la pantalla y se moviera a su antojo por esos paisajes ahora nevados.
El Gobierno le reclamaba a Bundy que pagara más de $1 millón por haber utilizado ilegalmente durante dos décadas terrenos públicos para el pastoreo de sus más de 500 cabezas de ganado.
Bundy alegó que su familia había ocupado esas tierras desde fines del siglo XIX y que desconocía la autoridad del gobierno federal.
Cuando en abril de 2014 el Gobierno quiso confiscarle su ganado, Cliven Bundy, sus 14 hijos y 52 nietos se atrincheraron en la propiedad para impedir la medida.
Días después, más de mil personas armadas de otros estados llegaron al rancho de Bundy para apoyarlos.
El gobierno federal canceló la confiscación del ganado y Fox News empezó a presentar a Bundy y a su familia como garantes de la libertad.
La manipulación de la Fox duró poco. Todo acabó cuando en una entrevista  Cliven Bundy dijo que creía que los negros estadounidenses “estaban mejor cuando eran esclavos”, que ahora que “reciben subsidios”.

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A veces en el exilio a uno le entra una especie de comezón, natural y al mismo tiempo extraña: comienza a manifestar un anticastrismo elemen...