Conferencia de prensa con los mandatarios
Barack Obama y Raúl Castro. El hecho de que se produjera dicha reunión con la
prensa es quizá el mayor avance y en sí la noticia. Que se realizara estaba en
duda e incluso se había informado que no iba a producirse.
Castro desempeñó un pobre papel, desde
dificultades con la lectura hasta problemas con los audífonos. Cuba necesita
con urgencia un nuevo jefe de Estado, más allá de las implicaciones políticas
de ello.
Pocos resultados del encuentro entre
Castro y Obama según lo dicho por ambos participantes, pero en Cuba es normal
que los resultados se conozcan después y no de inmediato.
Obama avanzó que se incrementará la
cooperación, los negocios de norteamericanos en la isla y quizá lo más
importante fue el anuncio de intercambios de estudiantes, no en plan político
sino educativo. Ello es positivo.
Castro torpe e incomodo durante el breve
intercambio con la prensa. Una mala copia del hermano en actitud y tipo de
respuesta, pero sin lustre. Obama sumamente comedido en todo momento.
La consecuencia inmediata quizá sean
algunas liberaciones, aunque no hay que abrigar muchas esperanzas porque la
actitud fue negarse a reconocer la existencia de presos políticos. Es posible
sin embargo que el Gobierno cubano proceda a algunas liberaciones, como “gesto
de buena voluntad” y “acto magnánimo”. Pero si ello ocurre es lo común en estos
casos y recuerda más a actitudes de monarcas, déspotas y sultanes que a otra
cosa.
Sin duda que la visita de Obama implica
riesgos políticos para Raúl Castro al interior de los círculos de mando en
Cuba, pero todo indica que cuenta con el poder suficiente para imponerse.
Vuelve a queda en claro que la relación
con EEUU le es imprescindible al Gobierno de La Habana.
Mala noticia para Nicolás Maduro:Venezuela
queda fuera del tablero. Nada gana Maduro con esta visita de Obama, pese a su
viaje anticipado a Cuba. Al final Obama se apunta un punto ante el pueblo
cubano y medio punto ante el norteamericano.. Raúl cero, cero.
Hay que esperar en las próximas horas una
operación precipitada de “damage control” en la prensa oficial.
Y pensar que en Miami hay quienes no entienden la importancia de
esta visita.