miércoles, 22 de marzo de 2017

Devin Nunes y su papel de equilibrista


Todo el escándalo creado por el presidente Donald Trump sobre el supuesto de que el exmandatario Barack Obama ordenó interceptar sus comunicaciones parte de dos supuestos: uno, que Trump es inocente; dos, que Obama llevó a cabo dicha acción como una forma de represalia política, más bien una vendetta, y que su comportamiento implica una actitud autoritaria o incluso totalitaria. Ambos supuestos dejan fuera una tercera razón, y es que existieran motivos, por parte de los servicios de inteligencia, para incluir comunicaciones de Trump o principalmente de miembros de su campaña en una investigación sobre operaciones de una potencia extranjera enemiga en suelo estadounidense.
Si proclamar la inocencia de Trump, mientras no se demuestre lo contrario, es un principio básico de la justicia estadounidense, asumir su “pureza” solo cabe como una demostración de fe.  Ya Cuaderno de Cuba ha especulado sobre la posibilidad de Trump pudiera haber formado parte —o en la actualidad forme parte— de una investigación sobre la intromisión de Rusia en la campaña electoral estadounidense. La audiencia del lunes por la comisión de inteligencia de la Cámara de Representantes demostró que dicha posibilidad era un hecho.
Hoy miércoles el jefe de la comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el republicano Devin Nunes, aseguró que comunicación personal de Trump pudo haber sido interceptada de forma indirecta y legal en medio de una vigilancia que involucró a ciudadanos extranjeros después de las elecciones. Esta afirmación, que señala que toda la información fue recopilada de forma legal entre noviembre, diciembre y enero, va a servir para que ahora la Casa Blanca reclame que las afirmaciones de Trump en los famosos cuatro tuits eran verdaderas.
Nunes, que formó parte del equipo de transición de Trump, esta empeñado en caminar por una cuerda floja en que al tiempo que intenta salvarle la cara al Presidente no empeñe demasiado su prestigio. Una labor realmente difícil.
De acuerdo con el representante, los nombres de algunos de los miembros del equipo de Trump involucrados fueron expuestos y la información recogida fue compartida entre varias agencias de espionaje.
“Recientemente confirmé que en numerosas ocasiones la comunidad de inteligencia (...) recopiló información sobre ciudadanos estadounidenses relacionados con la transición de Trump”, afirmó Nunes en el patio de la Casa Blanca tras sostener un encuentro con el presidente en el que le informó lo que vio. “Lo que leí aparenta representar cierto nivel de vigilancia, tal vez legal”, acotó.
Explicó que las agencias de inteligencia de Estados Unidos habrían recogido comunicaciones relacionadas con Trump como parte de una vigilancia aprobada por un tribunal sobre blancos de inteligencia extranjeros en el período de transición de un gobierno a otro. Las comunicaciones del Presidente habrían sido interceptadas en esta “recopilación circunstancial”, o aquella vigilancia que se hace a ciudadanos foráneos que están en contacto o hablando sobre ciudadanos estadounidenses.
fue criticada por los demócratas en el Comité de Inteligencia.
Donde Nunes no parece estar actuando con la responsabilidad debida a su cargo es en su conducta de no informar primero a otros miembros de la comisión sobre tal hallazgo aparente.
“Si (la información) es correcta, debió haber sido compartida con los miembros del comité. Pero no fue así. De hecho, parece que los otros miembros de la comisión se enteraron cuando el presidente (de la comisión) discutió el asunto esta tarde con la prensa”, dijo el representante demócrata Adam Schiff, el segundo de esa comisión.
“Expresé al presidente (de la comisión de inteligencia) mi grave preocupación a que no se pueda llevar adelante una investigación creíble”, agregó Schiff.
El legislador demócrata dijo que espera que no se trate de un intento de la Casa Blanca para desviar la atención de lo dicho por el jefe del FBI, James Comey, hace dos días en el Congreso.
Comey confirmó que están investigando la posible coordinación entre miembros de la campaña del Presidente y funcionarios de Rusia, luego de que Moscú presuntamente intentó influir en el proceso electoral para beneficiar a Trump. Las agencias de inteligencia estadounidenses han acusado a Moscú de interferir en el proceso electoral hackeando los sistemas computarizados y propagando información falsa o engañosa. Rusia lo ha negado.
Sin embargo, Nunes dijo que “ninguna parte de esta vigilancia estuvo relacionada con Rusia o la investigación de actividades rusas o el equipo de Trump”. Se limitó a decir que obtuvo la información de una fuente que no revelará y que “me parece que fue recopilada de forma legal”.
Tampoco precisó que tenga que ver con la acusación de supuesto espionaje que hizo Trump contra Obama, un reclamo que fue desestimado por el jefe del FBI esta semana en el Congreso e incluso por Nunes.
Pero minutos después de la conferencia de prensa del representante, Trump dijo que se sentía “algo reivindicado” tras lo dicho por Nunes. “De cierta manera, sí”, respondió el mandatario cuando le preguntaron si se sentía reivindicado. “Aprecio muchísimo el hecho de que encontraron lo que encontraron”, agregó.
Por supuesto que lo aparentemente encontrado por Nunes no guarda relación algunas con las acusaciones de Trump a Obama, en donde incluyó palabras como “macarthismo”, “Nixon” y “Watergate”, pero en el clima de tergiversaciones que se vive actualmente en Washington cualquier declaración puede ser usada con un fin o su contrario.
El equilibrista, Paul Klee.

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