Todo el escándalo creado por el
presidente Donald Trump sobre el supuesto de que el exmandatario Barack Obama
ordenó interceptar sus comunicaciones parte de dos supuestos: uno, que Trump es
inocente; dos, que Obama llevó a cabo dicha acción como una forma de represalia
política, más bien una vendetta, y que su comportamiento implica una actitud
autoritaria o incluso totalitaria. Ambos supuestos dejan fuera una tercera
razón, y es que existieran motivos, por parte de los servicios de inteligencia,
para incluir comunicaciones de Trump o principalmente de miembros de su campaña
en una investigación sobre operaciones de una potencia extranjera enemiga en
suelo estadounidense.
Si proclamar la inocencia de Trump, mientras
no se demuestre lo contrario, es un principio básico de la justicia
estadounidense, asumir su “pureza” solo cabe como una demostración de fe. Ya Cuaderno
de Cuba ha especulado sobre la posibilidad de Trump pudiera haber
formado parte —o en la actualidad forme parte— de una investigación sobre la
intromisión de Rusia en la campaña electoral estadounidense. La audiencia del
lunes por la comisión de inteligencia de la Cámara de Representantes demostró
que dicha posibilidad era un hecho.
Hoy miércoles el jefe de la comisión de
Inteligencia de la Cámara de Representantes, el republicano Devin Nunes,
aseguró que comunicación personal de Trump pudo haber sido interceptada de
forma indirecta y legal en medio de una vigilancia que involucró a ciudadanos
extranjeros después de las elecciones. Esta afirmación, que señala que toda la
información fue recopilada de forma legal entre noviembre, diciembre y enero,
va a servir para que ahora la Casa Blanca reclame que las afirmaciones de Trump
en los famosos cuatro tuits eran verdaderas.
Nunes, que formó parte del equipo de
transición de Trump, esta empeñado en caminar por una cuerda floja en que al
tiempo que intenta salvarle la cara al Presidente no empeñe demasiado su
prestigio. Una labor realmente difícil.
De acuerdo con el representante, los
nombres de algunos de los miembros del equipo de Trump involucrados fueron
expuestos y la información recogida fue compartida entre varias agencias de
espionaje.
“Recientemente confirmé que en numerosas
ocasiones la comunidad de inteligencia (...) recopiló información sobre
ciudadanos estadounidenses relacionados con la transición de Trump”, afirmó
Nunes en el patio de la Casa Blanca tras sostener un encuentro con el
presidente en el que le informó lo que vio. “Lo que leí aparenta representar
cierto nivel de vigilancia, tal vez legal”, acotó.
Explicó que las agencias de inteligencia
de Estados Unidos habrían recogido comunicaciones relacionadas con Trump como
parte de una vigilancia aprobada por un tribunal sobre blancos de inteligencia
extranjeros en el período de transición de un gobierno a otro. Las
comunicaciones del Presidente habrían sido interceptadas en esta “recopilación
circunstancial”, o aquella vigilancia que se hace a ciudadanos foráneos que
están en contacto o hablando sobre ciudadanos estadounidenses.
fue criticada por los demócratas en el
Comité de Inteligencia.
Donde Nunes no parece estar actuando con
la responsabilidad debida a su cargo es en su conducta de no informar primero a
otros miembros de la comisión sobre tal hallazgo aparente.
“Si (la información) es correcta, debió
haber sido compartida con los miembros del comité. Pero no fue así. De hecho,
parece que los otros miembros de la comisión se enteraron cuando el presidente
(de la comisión) discutió el asunto esta tarde con la prensa”, dijo el
representante demócrata Adam Schiff, el segundo de esa comisión.
“Expresé al presidente (de la comisión de
inteligencia) mi grave preocupación a que no se pueda llevar adelante una
investigación creíble”, agregó Schiff.
El legislador demócrata dijo que espera
que no se trate de un intento de la Casa Blanca para desviar la atención de lo
dicho por el jefe del FBI, James Comey, hace dos días en el Congreso.
Comey confirmó que están investigando la
posible coordinación entre miembros de la campaña del Presidente y funcionarios
de Rusia, luego de que Moscú presuntamente intentó influir en el proceso
electoral para beneficiar a Trump. Las agencias de inteligencia estadounidenses
han acusado a Moscú de interferir en el proceso electoral hackeando los
sistemas computarizados y propagando información falsa o engañosa. Rusia lo ha
negado.
Sin embargo, Nunes dijo que “ninguna
parte de esta vigilancia estuvo relacionada con Rusia o la investigación de
actividades rusas o el equipo de Trump”. Se limitó a decir que obtuvo la
información de una fuente que no revelará y que “me parece que fue recopilada
de forma legal”.
Tampoco precisó que tenga que ver con la
acusación de supuesto espionaje que hizo Trump contra Obama, un reclamo que fue
desestimado por el jefe del FBI esta semana en el Congreso e incluso por Nunes.
Pero minutos después de la conferencia de
prensa del representante, Trump dijo que se sentía “algo reivindicado” tras lo
dicho por Nunes. “De cierta manera, sí”, respondió el mandatario cuando le
preguntaron si se sentía reivindicado. “Aprecio muchísimo el hecho de que
encontraron lo que encontraron”, agregó.
Por supuesto que lo aparentemente encontrado
por Nunes no guarda relación algunas con las acusaciones de Trump a Obama, en
donde incluyó palabras como “macarthismo”, “Nixon” y “Watergate”, pero en el
clima de tergiversaciones que se vive actualmente en Washington cualquier
declaración puede ser usada con un fin o su contrario.
El equilibrista, Paul Klee.
El equilibrista, Paul Klee.