El pleno del Parlamento Europeo (PE)
avaló hoy miércoles la nueva era de relaciones entre Bruselas y La Habana con
su consentimiento por amplia mayoría al Acuerdo de Diálogo Político y
Cooperación UE-Cuba, informa la agencia Efe.
Rubricado en diciembre de 2016 por la
Alta Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Federica
Mogherini, y el ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, el acuerdo pone
fin a la llamada “posición común”, que regía las relaciones entre ambas partes
desde 1996.
El acuerdo, que recibió 567 votos a
favor, 65 en contra y 31 abstenciones, tiene entre sus principales objetivos la
cooperación mutua, el diálogo político y las relaciones comerciales.
Acaba con la excepcionalidad de que Cuba
fuera hasta ahora el único país de Latinoamérica con el que la UE no tenía
acuerdos, como consecuencia de la posición común impulsada en su momento por el
Gobierno del español José María Aznar.
Junto al consentimiento al acuerdo, la
Eurocámara aprobó una resolución adjunta que incide en la necesidad de que Cuba
respete los derechos humanos y en la que recuerda la cláusula de salvaguarda
por la que, en caso contrario, se suspendería su aplicación.
En ese texto, de calado más político, sin
consecuencias jurídicas, del que fue ponente Elena Valenciano (Partido
Socialista Obrero Español, PSOE), los eurodiputados señalaron al Gobierno
cubano que debe alinear su política de derechos humanos con los acuerdos
internacionales de los que es signatario.
Recalcaron que la persecución y reclusión
de alguien por sus ideas o su actividad política pacífica supone una infracción
de la Declaración Universal de Derechos Humanos y pidieron la liberación de
toda persona encarcelada por ello, lo que motivó la abstención del grupo de los
Verdes y el voto en contra de la Izquierda Unitaria (GUE/NGL), a la que
pertenecen Podemos e Izquierda Unida (IU).
Javier Couso (IU) celebró el “entierro
definitivo” de la “infame Posición Común” que “promovió en Bruselas el
expresidente del Gobierno español José María Aznar”.
Al mismo tiempo, cargó contra “aquellos
grupos como el Partido Popular Europeo que pretenden alargar en el tiempo las
políticas del 'figurante de las Azores', tratando de que Cuba sea tutelada y
examinada para hacer una transición de corte neoliberal, como quiere EEUU”.
Satisfecha se mostró la ponente, Elena
Valenciano, que destacó lo “equilibrado” del texto, para el que los
socialdemócratas han tenido que negociar durante meses con liberales y populares
europeos, que querían un documento lo más duro posible políticamente con el
régimen de La Habana.
Cayó de la resolución final, por una
enmienda apoyada por los populares europeos, una alusión que pedía que Estados
Unidos pusiera fin al embargo a la isla, aunque sí reiteraron los eurodiputados
su oposición a las “leyes y medidas de efecto extraterritorial”, por el
negativo impacto en la población cubana y la actividad de las empresas
europeas.
Valenciano rechazó la no inclusión de la
referencia al embargo/bloqueo de EEUU y dijo que “está fuera de lugar no
condenar el embargo”, aunque lo justificó en que la mayoría conservadora en el
PE “es la que es”.
Luis de Grandes (Partido Popular, PP)
indicó que su grupo pide a las autoridades cubanas que “abran un proceso
democrático que incluya el pleno respeto de los derechos humanos, la libertad
de los medios de comunicación, el derecho de libre expresión, reunión y
asociación, el acceso a la información y la celebración de elecciones libres”.
Por otro lado, en la resolución adjunta,
que se aprobó por 487 votos a favor, 107 en contra y 79 abstenciones, los
eurodiputados avanzan que planean enviar una delegación oficial a Cuba y apelan
a las autoridades del país a que les permitan contactar con sus interlocutores
en la isla.
No estuvo presente, como suele ser el
caso en estas votaciones de tratados, la embajadora de Cuba ante la UE, Norma
Goicochea, que envió a un representante.
La noticia fue reflejada de inmediato en
el sitio oficial cubano Cubadebate.
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