Vamos a suponer por un momento que las
acusaciones y críticas de los republicanos contra el FBI y el Departamento de
Justicia son ciertas. También vamos a darle una importancia mayor de la que
tiene a la investigación sobre Carter Page. Puestos en este rumbo, podemos
reclamar, como hacen algunos legisladores republicanos que “el pueblo
estadounidense tiene derecho a conocer la verdad”, y lanzados por este camino
compartir “botella” con quienes siempre han criticado los abusos de poder de
cualquier gobierno, los peligros del mito del Estado y la necesidad de
transparencia. Así que ya estoy en el viaje junto a los republicanos, cuando de
pronto me asalta una duda. Al final, y para decirlo de una manera simple y con
ayuda cinematográfica, el famoso memo lo que hace es repetir el viejo argumento
de los abogados de ladrones y narcotraficantes, que acusan a la policía de
registros inadecuados para salvar a sus clientes. Algo así como una conocida
trama peliculera: el policía o detective duro entra violentamente en la
vivienda, salva a la chica o descubre una tonelada de cocaína y prende a los
delincuentes a riesgo de su vida. Pero entonces llega el abogado con traje caro
y corbata vistosa, que pese a ser una simple película uno imagina el olor a
perfume francés que despide, y alega que la orden de registro no era correcta o
que ni siquiera existía. Entonces el curtido policía o detective siente que se
han burlado de él y uno lo siente de manera igual y maldice a esos
burócratas que retuercen una supuesta legalidad para amparar delincuentes y
rechaza todos esos argumentos políticamente correctos. Es decir, usted se
vuelve republicano, para un día despertar y descubrir que algunos legisladores
republicanos quieren utilizar los mimos argumentos del detestable abogado, pero
más torcidos aún, y hablan de que el pueblo norteamericano tiene derecho a
conocer la verdad, como si la noche anterior hubieran estado reunidos con
Snowden. Y lo que yo me pregunto es: ¿y en dónde coloco mi gusto por las viejas
películas de Dirty Harry?
La comezón del exilio revisitada
A veces en el exilio a uno le entra una especie de comezón, natural y al mismo tiempo extraña: comienza a manifestar un anticastrismo elemen...
-
El encuentro televisivo reciente —llamarlo “debate” es tergiversar la palabra— entre José Daniel Ferrer y Edmundo García, co...
-
Decir que el partido de Hitler era socialista, o que Hitler era socialista, o que los nazis eran socialistas e igualar la palabra socialismo...
-
En mi época de estudiante universitario, en la década de 1970 en La Habana, la revista Alma Mater seguía existiendo, pero no creo que ...
-
¿EXISTE UN PERIODISTA llamado Juan Cuellar? Busco en Internet y encuentro: compositores, actores, exploradores, presidentes de una asociaci...
-
El hecho es noticia, pero la historia es vieja: el gobierno de México vuelve al juego cansado de presentar una cara progresista y de izquier...
-
El gobierno de Joe Biden parecía dispuesto a renovar su evaluación de que Cuba se encuentra entre un puñado de países que “no cooperan p...
-
Trágico y ridículo al mismo tiempo. El nuevo Código Penal de Cuba establece que el derecho de manifestación “sólo será permitido si es en ...
-
El gobierno de Biden anunció el lunes que ampliará los vuelos a Cuba, tomará medidas para aflojar las restricciones a los viajeros estadouni...
-
El gobierno del presidente Joe Biden acusó el jueves a Cuba de alimentar la controversia sobre su posible exclusión de la Cumbre de las Am...
-
El gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, volvió a incluir el viernes a Cuba en una lista de países que, según Washington, “n...