jueves, 22 de agosto de 2019

Cioran

“No hay intolerancia, intransigencia ideológica o proselitismo que no revelen el fondo bestial del entusiasmo”, escribió el pensador E. M. Cioran, ya instalado en París, tras abandonar Rumania, donde había participado en el intento de volcar a Rumania de “un deprimente pasado a un grandioso futuro”. Su Transformación de Rumania, de 1936, es una buena lección de cómo las buenas intenciones con frecuencia caen en el extremismo. Durante toda su vida (murió a los 84 años), estuvo avergonzado de la admiración por el fascismo que está presente en sus escritos de juventud.

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