sábado, 24 de agosto de 2019

Sobrantes, residuos, desechos

Decenas y decenas de años acumulando letras con balas perdidas en una selva; disparos de nieve (o de nievi o de Nievi); clarines que tienden, trinando, el ala; pinturas del Che Guevara; cantos para soldados y sones para turistas. Desperdicios de tintas, colores y sonidos para salvaguardar un puesto, subir un escalón o, por un momento, creerse importante. Y ni siquiera queda la excusa de la juventud, de las ataduras personales, del equivocado compromiso con un proceso.

No hay comentarios:

La comezón del exilio revisitada

A veces en el exilio a uno le entra una especie de comezón, natural y al mismo tiempo extraña: comienza a manifestar un anticastrismo elemen...