Recibo un mensaje del abogado Marcell Felipe de una próxima exposición —¡una más!— sobre la Operación Pedro Pan, en la que expresa que los niños fueron “Airlifted to America from 1960-1962 to escape the prospects of totalitarian forced reeducation and conscription under the Castro regime”.
Ja, ja, ja. La retórica cursi y gastada del mensaje pudiera asombrar sino fuera Miami. Porque tanto quienes vinieron por esa vía —al igual que cualquiera en esta ciudad tengo familiares que lo hicieron— como quienes llegamos después, hemos trascendido con suerte dicho ridículo.
No sé si el abogado Felipe sabe o quiere saber que en esta ciudad abundan —entre los catalogados como “opositores”, así como en la filas de quienes ocupan funciones importantes en el “frente de las comunicaciones”— quienes podríamos decir que formaron parte de esa “forced reeducation and conscription under the Castro regime”. Agregar además que participaron de dicho esfuerzo por voluntad de sus padres o propia —no “forced”—, al considerarlo la mejor alternativa de futuro en aquel momento.
Por supuesto que la incapacidad para influir de modo permanente en la mente de los sometidos al proceso, evidencia con fuerza la incapacidad del régimen cubano, ni siquiera sirvió para “adoctrinar.” Eso mucho menos que otras cosas.
Así que hay que dejar atrás cualquier juicio “forzado” —pese a que en este sentido la labor de personajes como el abogado Felipe Miami es ejemplar— y dejar de explotar esa retórica hueca.
Aunque siempre cabe una pregunta que echa por el suelo el anterior razonamiento, y es que el discurso agónico y delirante sigue brindando réditos, tanto en La Habana como en Miami.
No hay comentarios:
Publicar un comentario