lunes, 31 de mayo de 2021

Los multimillonarios y la política


De acuerdo a un informe reciente de la organización Issue One, 12 donantes —de los cuales al menos ocho son multimillonarios— contribuyeron con $3.400 millones a candidatos federales y grupos políticos entre enero de 2009 y diciembre de 2020. Este reducido grupo tuvo a su cargo un 25% de todas las donaciones en los 100 principales códigos postales del país. Ello significa que 12 “megadonantes” y sus parejas —en total unas 19 personas— estuvieron a cargo de brindar un$1 de cada $13 de las contribuciones a la política nacional en dicho período, con independencia de si fueran candidatos demócratas o republicanos. De hecho, dichos donantes se dividen equitativamente en seis que tienden a poner su dinero mayoritariamente en manos de aspirantes y organizaciones del campo demócrata y seis lo hacen con referencia al campo republicano.

Un libro maligno en una traducción infame

 

Más que curioso, insólito. Un libro cuya nueva traducción es peor que la anterior. Pero no se trata de un libro cualquiera. Finalmente los franceses tendrán una nueva versión de Mein Kampf . Pero eso sí, acompañada de notas e información histórica donde se pone en claro todas las mentiras, tergiversaciones y errores que Adolf Hitler metió en su libro (o en sus dos libros, porque la obra fue publicada en dos partes, una en 1925 y otra en 1926).

Aunque lo más interesante aquí es esa relación entre hombre, estilo e ideología, porque la redacción original de Hitler es espantosa, no solo por su contenido sino por su redacción infame, plagada de repeticiones, incoherencias, párrafos excesivamente largos, lugares comunes y frases vacías.

Sin embargo, la edición francesa de 1934 enmendaba, pulía y hasta embellecía a veces el original. El hecho de que no se pudieran hacer nuevas ediciones del texto, pero sí reimpresiones, contribuyó a mantener en Francia un texto que por supuesto contenía todo el mal de Hitler, pero le arreglaba el estilo.

El objetivo del traductor y el equipo de historiadores era ceñirse al máximo al texto de Hitler. “Lo difícil era lograr una mala traducción: era la única que podía ser buena”, dice el traductor Olivier Mannoni al diario español El País

“Hemos mantenido todos los defectos del texto de origen, porque los defectos forman parte de su sustancia”, agrega.

La comezón del exilio revisitada

A veces en el exilio a uno le entra una especie de comezón, natural y al mismo tiempo extraña: comienza a manifestar un anticastrismo elemen...