miércoles, 6 de octubre de 2021

Credo en las redes


Hegel vio la temprana lectura del periódico, por lo general a la hora del desayuno, como el equivalente secular de la oración matutina. Luego la televisión trasladaría el ritual a las horas nocturnas, pero lo desposeyó de profundidad y contenido; lo convirtió en entretenimiento vacuo. Solo las redes sociales han logrado —finalmente— volver a brindarle esa oportunidad de creer y participar (o al menos la apariencia de participar) al individuo medio. Credo en las redes todopoderosas, repite a diario con sus acciones, y ni siquiera tiene que decirlo o afirmarlo. 

No hay comentarios:

La comezón del exilio revisitada

A veces en el exilio a uno le entra una especie de comezón, natural y al mismo tiempo extraña: comienza a manifestar un anticastrismo elemen...