domingo, 10 de octubre de 2021

¡Ay, otra vez!


Que Vargas Llosa, como cualquier empresario o negociante, trate de esquivar el pago de impuestos, no deja de ser una práctica común para ese grupo social. Que, desde el punto de vista literario, un escritor debe medirse por su obra y no por sus actos es algo conocido. Que también no hizo nada del otro mundo y que en España las referencias al asunto tienen que ver más con el rechazo político —y también intelectual— que su persona provoca. Todo ello está muy bien, pero que esto sirva al menos para que deje de predicar tanto como un miembro de una logia masónica de provincias. El episodio recuerda uno de hace varios años con la cantante y actriz  Madonna, cuando aparecieron unas fotos de ella desnuda. Entonces dijo que lo había hecho solo una vez, y al poco tiempo aparecieron otras más. Antes, cuando se hablaba de los papeles de un escritor, uno estaba seguro que la referencia se hacía a manuscritos, diarios, correspondencia, memorias, apuntes. Pero ¡ay!, los tiempos cambian.

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