Naturalmente, el bibliófilo, también y sobre todo el que colecciona libros contemporáneos, está expuesto a la insidia del imbécil que entra en casa, ve todas las estanterías y exclama: “¡Cuántos libros! ¿Los ha leído todos?”.
Ante este ultraje, existen tres respuestas estándar:
1-“No he leído ninguno, si no para qué los tendría aquí”.
2-“Muchos más, señor, muchísimos más”.
3-“No, los que he leído los tengo en la universidad, estos son los que he de leer para la próxima semana”.
La biblioteca milanesa de Eco contaba con 30.000 volúmenes.
Umberto Eco
La memoria vegetal.
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