La cada vez mayor influencia de Vox en el panorama político español es una mala noticia para esa nación.
Ello lo acaba de demostrar una encuesta realizada por el diario español El País.
El espacio ideológico que comparte el votante de Vox con el del PP discurre por franjas amplias que podrían propiciar un trasvase de voto. De hecho, cerca del 50% del electorado del PP se sentiría satisfecho o tranquilo con ministros de Vox en el Gobierno de España, y por encima del 30% del electorado del PP simpatiza con la posición de Vox en inmigración, ilegalización de partidos separatistas y recentralización del Estado.
El contraste más radical está en la distancia de esas posiciones con la población general, que no duda en situar a Vox en la extrema derecha o muy cerca de ella (lo cree más del 70%), y un 30% los identifica como fascistas. Otro dato relevante es que el 42% de los españoles (y el 70% de los votantes del PP) creen que Vox debe ser tratado “como un partido más”. Un 21% es partidario de impedir que forme Gobierno, es decir, que se le aplique el cordón sanitario o cordón democrático que excluye a los ultras de los gobiernos en países como Alemania, pero llega hasta el 47% sumando a quienes lo quieren ilegalizar o lo descartan de cualquier acuerdo.
Si la debacle actual que sufre el PP se acentúa, y Vox sigue ganando fuerza en el panorama político español, el futuro de la nación está en peligro.
Ello lo acaba de demostrar una encuesta realizada por el diario español El País.
El espacio ideológico que comparte el votante de Vox con el del PP discurre por franjas amplias que podrían propiciar un trasvase de voto. De hecho, cerca del 50% del electorado del PP se sentiría satisfecho o tranquilo con ministros de Vox en el Gobierno de España, y por encima del 30% del electorado del PP simpatiza con la posición de Vox en inmigración, ilegalización de partidos separatistas y recentralización del Estado.
El contraste más radical está en la distancia de esas posiciones con la población general, que no duda en situar a Vox en la extrema derecha o muy cerca de ella (lo cree más del 70%), y un 30% los identifica como fascistas. Otro dato relevante es que el 42% de los españoles (y el 70% de los votantes del PP) creen que Vox debe ser tratado “como un partido más”. Un 21% es partidario de impedir que forme Gobierno, es decir, que se le aplique el cordón sanitario o cordón democrático que excluye a los ultras de los gobiernos en países como Alemania, pero llega hasta el 47% sumando a quienes lo quieren ilegalizar o lo descartan de cualquier acuerdo.
Si la debacle actual que sufre el PP se acentúa, y Vox sigue ganando fuerza en el panorama político español, el futuro de la nación está en peligro.
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