Mientras en Canadá el grupo alborotador que integró la caravana conocida como “Freedom Convoy” lograba atraer la atención internacional, dentro del país la mayoría de los camioneros le daba la espalda, y se apresuraba a distanciarse del movimiento, al que considera radical y marginal.
En su opinión, las acciones de los manifestantes, que incluyen cerrar el comercio transfronterizo y asediar la capital, han perjudicado en lugar de ayudar a los conductores en la industria y no lograron avanzar en los problemas laborales que preocupan a la mayoría de los camioneros, según un reportaje de The Washington Post, que señala que, según las asociaciones de camioneros y las autoridades canadienses, solo un pequeño porcentaje de camioneros canadienses se ha sumado a las manifestaciones, y la gran mayoría de los conductores ya están vacunados.
“Hay una minoría vocal, que está tratando de robar los titulares, pero una mayoría silenciosa en realidad ha estado trabajando día y noche”, dijo Manan Gupta, editor de Road Today, una revista canadiense para camioneros procedentes del sur de Asia. Alrededor de un tercio de los aproximadamente 180.000 conductores de camiones con remolque de Canadá son inmigrantes, según la encuesta más reciente realizada en 2016.
Las protestas han provocado largas demoras en la frontera y han obligado a los conductores a tomar largos desvíos. Tales interrupciones “no son bien recibidas” por los camioneros que no participan en el convoy, dijo Gupta, y agregó que estos “son los que mantienen nuestra cadena de suministro intacta y en funcionamiento”.
“Estos bloqueos ilegales han tenido un impacto perjudicial en los negocios de nuestros miembros y clientes. Estos también han tenido un impacto negativo muy significativo en nuestra comunidad de conductores profesionales”, dijo el presidente de la Canadian Trucking Alliance, Stephen Laskowski, en un comunicado el lunes.
Algunos de los líderes más visibles del convoy ni siquiera son camioneros. Y en las manifestaciones, las banderas confederadas y los carteles a favor de Trump se mezclaron con el emblema de la hoja de arce canadiense. También ha llegado dinero procedente de donantes de Estados Unidos.
James Bauder es una figura prominente y líder del grupo marginal Canada Unity, que es bien conocido por divulgar teorías de conspiración. Action4Canada, que envió vehículos y miembros para unirse al convoy, también promueve en su sitio web la afirmación infundada de que Bill Gates quiere usar la vacuna para implantar microchips en humanos.
“Están usando nuestro nombre en el lugar equivocado y en el momento equivocado”, dijo Ajay Singh Toor, portavoz de la Asociación de Camiones de la Costa Oeste de Canadá. “Ya no es un convoy de camioneros”.
Teamsters Canada, un sindicato que representa a 15.000 camioneros de larga distancia, calificó el convoy como una “despreciable muestra de odio liderada por la derecha política y vergonzosamente alentada por políticos conservadores electos”.
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