sábado, 21 de mayo de 2022

Del rechazo tajante a celebrar el 20 de mayo: pretender ser «duro» a lo fácil

 

En realidad no es noticia. Desde la llegada de Fidel Castro al poder, la fecha del 20 de mayo comenzó a ser eclipsada para rápidamente desaparecer del calendario oficial. Sin embargo, en años anteriores habían surgido en la isla  ciertos gestos —pequeños, tenues— que llevaron a pensar en cierta recuperación de la fecha. Ya no.  El presidente actual se ha mostrado tajante, como una forma fácil e inmediata de intentar reafirmar su poder y su intransigencia.
Miguel Díaz-Canel rechazó el viernes celebrar el 20 de mayo, al considerar que la proclamación de la república en ese día de 1902 no llevó a una independencia real del país, informa la agencia de noticias Efe.
“El 20 de mayo nos recuerda que una vez fuimos neocolonia. Entonces Cuba consultaba cada paso al vecino poderoso. Ese es el pasado. La Doctrina Monroe. Nunca más”, escribió el presidente cubano en su cuenta de Twitter.
A su juicio, “sólo los anexionistas (a Estados Unidos) pueden celebrar el 20 de mayo”, porque la república que comenzó entonces, con el fin de la colonia española, disfrutó tan solo de una “independencia simbólica”.
“Izar nuestra bandera sin otra al lado, en 1902, fue un acto de independencia simbólica. La soberanía de la República estuvo secuestrada por el imperio hasta 1959”, según el presidente designado en Cuba.
En una fecha no muy lejana, 2014, el país daba la impresión que quizá seguiría otro rumbo, aunque por  supuesto con una lentitud aplastante. Entonces el periódico Trabajadores publicó una entrevista —el 18 de mayo— con el título: “20 de mayo de 1902: Una fecha que pretenden arrebatarnos”. Por supuesto que, con ese titular uno se preguntaba quién había sido el “arrebatador”, pero no dejaba de ser una señal.
Ya antes, ese mismo año, el 16 de mayo, había aparecido en el blog de Silvio Rodríguez, Segunda Cita, un artículo titulado “Reivindicación del 20 de mayo”, de Fidel Vascós González, quien presentaba la fecha como una especie de Dr. Jekyll and Mr. Hyde y quería defender al bondadoso doctor (“el hecho constituyó una manifestación de inmenso júbilo”), pero tenía miedo de que lo asociaran con el monstruo (“el 20 de mayo también tiene un lado oscuro y de frustración”), por lo que proponía un rescate, pero sin tocar a degüello: “Los cubanos patriotas, que son los más, de dentro y de fuera, debemos rescatar el 20 de mayo como una fecha nuestra, con sus luces y sus sombras”.
Nada de ello es posible según Díaz-Canel, que pretende volver a los extremos —al menos en la retórica— y aferrarse al pasado para salvar su presente.
En realidad el 20 de mayo simboliza el surgimiento de la republica cubana y la independencia del dominio español. Pero celebrar el 20 de mayo es imposible bajo el actual régimen no solo porque implica un cuestionamiento al propio Fidel Castro: una reivindicación del mayo cubano convierte de inmediato al julio fidelista en un eslabón y no en el comienzo de la república. Confundir patria y Estado con gobierno es un error que repiten en Cuba quienes usurpan el poder.
Para leer más sobre el tema, hacer clic en: “A rescatar la efeméride, pero sin tocar a degüello”. 

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